Headcanon: Cicatrices y lunares.

Akaza tiene un lunar en la nuca, pero no se nota debido a que lo cubre el la primera línea en su cuello, pero aún así se siente debido al relieve de este.

Kyōjurō tiene uno en el hombro izquierdo, pocos lo saben por obvias razones. Rara vez alguien lo ve quitándose el uniforme, y de paso, por lo general se concentran más en las numerosas cicatrices que tiene en el torso y por la parte de arriba de los brazos. También tiene en las piernas.

Y con ese tema, una noche Kyōjurō descubrió algo bastante curioso: Que Akaza tiene una cicatriz en el muslo izquierdo, aunque la marca de esta es bastante delgada. Se lo comentó a Akaza y aparte de sorprenderse, revisaron si tenía más. La sorpresa fue más grande al ver que realmente tenía varias, aunque para verlas, uno debía acercarse y tener buena luz para poder observarlas. Esa noche llegaron a la pequeña conclusión de que entonces la sangre de Muzan no regresa todo el cuerpo a su estado original. En palabras sencillas: "La sangre de Muzan no va a curar algo que el cuerpo ya no trata de sanar", lo que sería la respuesta a la peculiaridad de que hayan demonios con cicatrices.

Esa noche, Kyōjurō también descubrió el lunar de Akaza, y luego le mostró el suyo. Después le contó algo que había escuchado en una ocasión, lo que sería lo siguiente:

"—Dicen que el lugar donde tienes un lunar, es donde a tu pareja le gustaba besarte en tu vida pasada".

Y luego de haber soltado unas risas, Kyōjurō también comentó:

"—Creo que en mi próxima vida tendré muchos lunares".

Luego de recordar que Akaza suele besar sus cicatrices.