Noche de verano
[Tercer manojo de cartas]
23 de Julio, 1869.
Han pasado años desde la última carta que decidí escribir para ti, para ser sincero no creí volver a escribirte alguna, las únicas pocas quedaron arrumbadas en una esquina de mi habitación y me rehúso a leerlas por la vergüenza que siento de mi infantilismo.
Ya que por fin pude conocer personalmente al precioso dueño de mis palabras tuve el sentimiento de que la situación lo ameritaba.
Todo fue en esta noche donde pese al verano el bosque de tu mansión sigue siendo gélido y húmedo.
Taehyung es un hombre frío, siempre tuve interés en su nombre, ¿lo recuerdas? Te cuento que cuando nuestras manos se entrelazaron el frío contagioso de las yemas de sus dedos corrió entre mis venas hasta invadir mi cuerpo y me pregunté si es ese el frío en el que vives bajo su tacto.
Le pregunté por ti, suspiró con fatiga y contestó: "Ah, hablas de él... Te llevaré a conocerlo".
Me condujo hasta la habitación que fingí desconocer, pero que aún con los años vive nítidamente en el baúl de mis recuerdos.
La habitación estaba a oscuras, encendió la luz y mis ojos se iluminaron al verte tan de cercas por primera vez.
"Él es Park Jimin, mi vieja musa".
Llevó la pipa a sus labios sin ganas de verte, sus ojos te huían, parecía querer evitar todo contacto contigo y por eso nos dejó estar a solas un rato.
Hice una reverencia ante ti y me presenté.
Por fin pude ver tus ojos preciosos que antes mantenías cerrados, son azules y brillantes, tu cabello ya no es oscuro, ahora es rubio, un rubio que parece bastante descuidado, con hebras rebeldes en direcciones opuestas que alguien más te ha desordenado.
Tu piel tiene poco color como la primera vez que te vi, tus mejillas siguen rosadas y tus labios gruesos me incitan tanto a tocarlos, no pienses que no noté la herida en tu pómulo, es algo que no dejaría pasar nunca porque sé que te lo hizo él.
¿Ya me dirás que es de ti?
Te lo pregunté y no recibí respuesta, solo una sonrisa, esa sonrisa cálida que contrasta con la amargura de Taehyung.
Ahora que sé que no tienes voz no hace falta que intentes comunicarte cuando tu mirada habla por ti.
No pude decir mucho, solo te hablé de mis cartas, dije que las seguiré escribiendo y que pronto te las enseñaré, muy pronto cuando te saque de ahí, cuando huyas al fin de su tacto frío que no merece congelarte más.
Ya que he cumplido la mayoría de edad y vivo en la casa del campo las cosas serán más fáciles. Te salvaré, lo juro.
Siempre tuyo. Jeon Jungkook.
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27 de Julio, 1869.
La gran casa del campo es oscura y húmeda, acabo de despertar empapado en sudor porque te he visto en mis sueños, tu piel brillaba en un dorado hermoso bajo la luz del atardecer y tu cabello rubio se agitaba en el viento.
En mi sueño corría hasta ti, intentaba alcanzarte para tomarte entre mis brazos y pedirte mis deseos, pero te alejabas cada vez más, te volvías distorsionado, perdías el color y de repente eras ese joven que vi la primera vez, ese de cabello negro como la noche y una juventud que prometía ser eterna, tu cabello dejaba de agitarse, el atardecer se desvanecía y aparecía un invierno nevado que te entristecía.
Y luego estaba él, Taehyung, acariciando tu piel con sus yemas frías, sonriendo siniestramente e inundándote con el humo de su pipa, se giró a observarme y con una sonrisa juguetona habló:
"Mío, él es mío, solo mío..."
Empiezo a entender lo que debo hacer, tengo que rescatarte, Park Jimin.
Tengo que salvarte.
Siempre tuyo. Jeon Jungkook.
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31 de Agosto, 1869.
La ciudad está llena de múltiples falsas bellezas, no puedo ver a nadie de la misma manera desde que te conozco. Cuando veo un supuesto encanto aprieto la mandíbula y lo declaro falso, son como esas joyas de plástico, con las que muchos estafadores se hacen ricos, que aunque brillan deslumbrantes carecen de valor significante.
Eres la única pieza valiosa aquí, el único diamante que no se encuentra en la tierra ni con el mayor esfuerzo.
Te quiero, Jimin, hay alguien aquí que te adora, alguien que recibe fuerzas gracias a ti, ese alguien tan motivado por tu belleza soy yo.
Trabajaré para ayudarte, lo juro.
Siempre tuyo. Jeon Jungkook.
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Ahí va, ahí va...
—KMDPrincess.
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