"All dead, all dead
All the dreams we had
And I wonder why I still live on
All dead, all dead
And alone I'm spared
My sweeter half instead
All dead and gone
All dead"

-Queen

Aviso:
Esta historia contiene referencias al suicidio. Si sois sensibles al tema, por favor saltaroslo.

Mi querido Izu,

Nunca creí vivir para escribir algo así, y menos a alguien como tú. Optimista, luchador, determinado y absolutamente increible.
Nunca creí que alguien tan adorable como tú se fijaría siquiera en alguien al borde de la muerte. Alguien que te infravaloró. Alguien como yo.

No quiero alargar esto más de lo necesario Izuku, pero soy consciente de que querrás una explicación por lo que haré a penas tres horas después de escribir esta nota a tí. Antes de decirte nada, no es tu culpa, ni la de ninguno de nuestros compañeros, lo que me pase. Todo lo que me ocurra antes (con un poco de suerte por mi parte) de que leas esto, será culpa mía y solo mía.

Te amo. Desde el Festival Deportivo, y los eventos que ocurrieron después, me di cuenta de los fuertes sentimientos que llacían en mi, haciendo que mi estómago revoloteara, que mi corazón se acelerase y que mi mente diera vueltas. No te pude sacar de mis pensamientos ni un instante, y quise hacer todo lo posible para verte feliz.

No sé si eres consciente de lo mucho que te aprecio, a pesar de que espero que esta nota pueda darte una idea, pero podría escribir párrafos y párrafos diciendo únicamente lo perfecto que eres. Siento que tu brillante personalidad sea manchada con alguien como yo, detestable, odiado e infravalorado por todos. Ya hace mucho me dí cuenta de que no merecía seguir viviendo, y de que nadie me apreciaba. Planeé quitarme la vida mucho antes que ahora, pero apareciste tú y lo cambiaste por unos instantes. Por unos instantes me hiciste feliz, por unos instantes me hiciste creer que a alguien le importaba, por unos instantes me hiciste sentir amado.

Pero, como la persona ingrata que soy, me acabé enamorando de tí. Prometí no enamorarme de nadie para concentrarme en mi posible carrera de héroe, pero al parecer el destino tuvo otros planes.

Eres perfecto en mis ojos, a pesar de que Bakugo no deje de insultarte y herirte, no puedo pensar en una persona más perfecta que tú. La forma en la que tus cabellos color esmeralda se rizan suavemente sobre tus hombros, tus bellos ojos de un color verde oscuro que brillan con determinación y alegría, las adorables pecas que adornan tu lindo rostro y tu malditamente hermosa sonrisa son unas de las muchas razones por las que te amo.

Adoro tu determinación, y como haces lo que sea por la gente a quienes consideras tus amigos. Cómo ayudaste a Todoroki a sobrepasar sus traumas a pesar de que eso te costó tu merecida victoria en el Festival, como peleaste contra Stain por Iida, y como haces que gente como Uraraka o Asui se sientan felices a toda costa. Entiendo porqué Stain te salvó de aquel Nomu en Hosu, a pesar de que cuando me lo contaste no te creí.

Me hizo feliz poderte acompañar durante momentos más íntimos... si se pueden llamar así a tus desamores. A pesar de que me haya dolido oirte hablar sobre tus enamoramientos con Uraraka, Todoroki, Kirishima e incluso Bakugo, y a pesar de que nunca hayas revelado quien es la persona de la que te enamoraste recientemente, adoré poder abrazarte y darte consuelo.

No sé como continuar esto, debo admitir que ya estoy llorando- no por mí, yo no me doy pena (mas bien asco)- pero por tí. Siento no poder ver tu lindo y sonriente rostro más y siento no poder acariciar tus suaves cabellos de forma que siempre me pides, diciendo que te relaja.

Pero en verdad lo siento por tí, por que hayas tenido que soportar este peso inncecesario durante todo este tiempo. No entiendo como todavía no me has abandonado. Puede ser por que te sentías mal al hacerlo, y en ese caso mi suicidio solo será un punto a tu favor. Hize que me castigaran después de clase para poder entregarte esta nota, para meterla en tu taquilla y que la vieras a la mañana siguiente, cuando ya no tendré salvación.

Espero que no me eches de menos demasiado después de marcharme, pero recuerda que tienes a muchas personas que te quieren y que te harán más feliz que lo que yo nunca pude hacer. No llores por mi pérdida, el mundo seguirá su curso y será mejor cuando me haya ido, pero lo único que pido...

No me olvides.

Bien sé que suena egoísta por mi parte, pero es lo único que pido. No trates de salvarme, pues será muy tarde, pero recuérdame.

Recuérdame como aquel chico al que ayudaste, como aquel chico del que te hiciste amigo, como aquel chico que te ama.

Nunca creí vivir para confesarte lo que siento, y nunca lo haré.

Pero, Izuku Midoriya

Yo te amo.

─Te amo Izuku,─ Susurró.

Tras haber dejado la nota en la taquilla del peliverde, el chico de mirada vacía se dirigió hacia el tejado de UA, donde siempre estaba durante las comidas, y cuando se quería refugiar del mundo. Lo único que quería era terminarlo. Todo se acabó.

Miró al cielo y los colores de un reluciente atardecer le envolvieron, haciendo que su pálida y demarcada piel se viera con todos anaranjados y rojizos.

La belleza es solo efímera. Nada dura para siempre.

Nada dura para siempre.

Nada... salvo la linda sonrisa de aquel chico pecoso que le había conseguido enamorar.

Se acercó al borde y miró con ojos indiferentes el suelo. La gente se veía tán pequeña desde aquí arriba...

Por alguna razón un sentimiento de terror se apoderó de su ser, por lo que retrocedió sobre sus pasos mientras una lágrima solitaria corría por su pálida mejilla. Se bajó del tejado y caminó lentamente hacia las habitaciones, sacando aquel objeto no muy legal de su bolsillo.

Entró en su habitación y, dejando la puerta cerrada pero sin llave, miró al arma negra que llacía sus manos.

Apuntó la pistola a su sien y dirigió su vista a la ventana.

Las comisuras de sus labios se curvaron para formar una sonrisa triste y turbia y, mirando atrás una última vez para comprobar que nadie le seguía, respiró hondo...

Cerró los ojos...

Y apretó el gatillo.

A la mañana siguiente un chico peliverde caminaba con tranquilidad hacia su taquilla, sus amigos a su lado, hablando de cosas triviales.

Una brillante sonrisa decoraba la adorable cara del pecoso.

Abrió su taquilla y de ella cayó una nota, la abrió con curiosidad pero, antes de que pudiera leer mucho, la voz de la dulce Uraraka le interrumpió.

─¡Vamos Deku-kun! ¿No querrás llegar tarde a clase no?─ La morena le asió del brazo y corrieron a su salón de clases.

─Midoriya, ¿Estás bien? Te ves muy sonrojado,─ Mina comentó al llegar. ─¿Es por Uraraka~?

─¿E-Eh? ¡N-NO! ¡Uraraka-san solo es mi amiga!─ El chico balbuceó.

─Ya. Amiga...─ Poco satisfecha por esa respuesta, Mina se fué.

Lo que de verdad tenía sonrojado al chico era la primera frase que consiguió leer de la nota.

'Mi querido Izu,'

A la hora de comer Izuku no acompañó a sus amigos como de costumbre, sino que se quedó en clase para leer la nota con tranquilidad.

'Mi querido Izu,' ...

Después de haber leído la nota, las mejillas de Izuku se llenaron de lágrimas que brotaban de sus ojos color esmeralda.

Esos preciosos ojos color esmeralda.

─Midoriya. ¿Ocurre algo? Deberías estar en tu habitación. ─ La voz estóica y desinteresada se su sensei le sacó de sus pensamientos.

Mas el chico solo pudo susurrar algo incomprensible.

─¿Midoriya?─ Aizawa se acercó a él y le puso la mano sobre el hombro.

─Shin-Shinso...─ El peliverde susurró.

Los músculos de Aizawa se tensaron.

─¡HITOSHI!─ Midoriya salió corriendo hacia las habitaciones de UA, tratando de encontrar al pelimorado, mientras Shouta leía la carta detnidamente.

Un tiempo después encontró a Izuku llorando en el suelo de la habitación del chico, agachado junto a un cadáver.

Ese cabello violeta.

Esa piel pálida.

Esas oscuras ojeras.

El profesor pudo entender los murmullos desesperados de su jóven alumno.

─N-no me dejes... No por favor...─ Susurró.

─Yo también te amo Shinso. Te amo, te amo, te amo. Vuelve por favor. Te amo,─ La voz rota del habitualmente feliz peliverde y el repentino suicidio de su alumno habían a Aizawa inmovil.

La sonrisa eterna del chico había desaparecido.

─No te olvidaré Toshi, Te amo.─