2. Ninjas Nocturnos.
La parte más difícil de mudarse, en opinión de Sophia, era el hecho de que pasó la primera semana sin desempacar la mayoría de sus cosas, ya sea porque se negaba a hacerlo sin ayuda de sus padres o simplemente estaba muy ocupada llorando y quejándose que quería regresar.
Obviamente, si alguien preguntaba, ella no diría nada de eso. Si preguntaban, ella diría que mudarse fue una experiencia encantadora que volvería a repetir, diría que desempacar fue aburrido pero nada del otro mundo y que definitivamente, si escucharon a alguien llorar por las noches, esa fue Sarah, no Sophia.
No era su culpa, realmente, la habitación era demasiado grande, o tal vez era la falta de muebles a excepción de la cama lo que hacía ver el lugar tan... vacío. Y no tenía cortinas o persianas, así que cada noche entraban sombras desde su ventana que ella sabía eran probablemente de árboles. Pero bueno, sigue teniendo cinco años y esa sombra en la pared se ve cómo una araña.
Odia los árboles, son tan tontos, ¿por que rayos tienen sombra de araña? A menos de que sea una araña gigante en realidad y va a venir a comerla y-
La primera noche, salió corriendo de su habitación llorando y hacía la cama de sus padres exclamando que había una araña y se negaba a dormir en su habitación.
Y lo que era peor, la ventana de su habitación daba hacia un viejo y aburrido edificio que más tarde su padre le reveló era un museo. Sophia había ido a museos antes, normalmente cómo parte de alguna expedición escolar, y la verdad es que no entendía porque sus profesores siempre parecían entusiasmados ante la idea de ir a uno.
¡Solo eran cosas viejas detrás de vidrios! Y ni siquiera eran cosas lindas, no, eran cosas aburridas y viejas y que tampoco tenía permitido tocar.
Su nueva habitación esta en el segundo piso, con la cama cerca a la ventana y el museo en frente. Era aburrido, y lo más interesante que había eran los árboles y la fuente en frente de la entrada, verde y azul le daban más color al edificio, excepto porque en la noche todo se veía más oscuro.
De cualquier forma, su idea para pasar la noche no iba a ser llorar hasta que sus padres la dejaran dormir con ellos u ocultarse debajo de cobijas para evitar ver las sombras. No, si iba a perder horas de sueño, iba a ser bajo sus términos: Viendo por la ventana y asegurándose a si misma de que no habían insectos gigantes fuera.
Nunca pensó que ver al museo sería algo interesante. En realidad, creía que ver por tanto tiempo al mismo edificio la iba a aburrir tanto que terminaría durmiéndose.
Eso no sucedió.
Primero, la falta de sueño se debía al aún presente miedo de las sombras, miedo que fue desapareciendo después de que un montón de tiempo pasó y no habían arañas gigantes atacando la ciudad.
Justo cuándo el sueño comenzaba a entrarle, algo sucedió: Muchas sombras se acercaron hacía el museo.
Sombras que, bajo la luz de la luna, parecían personas. Había uno más grande que los demás, vestido con ropa azul, los más pequeños todos usaban ropa similar pero de un tono morado. Esos colores parecían perfectos para camuflarse durante la noche. ¿Cómo no? Si el cielo era de color azul oscuro y todo al rededor parecía tener esos tonos.
Sophia abraza sus cobijas, acercándose más a la ventana con curiosidad. Por su estatura, diría que esos eran adultos muy pequeños, o tal vez eran niños, cómo ella. No estaba realmente segura, la perspectiva no era lo suyo, y todo lo que podía más o menos ver de las personas afuera eran sus ojos. Lo que... no ayudaba mucho ya que ella estaba lejos y ni siquiera podía ver bien el color.
— ¿Serán ninjas? —murmura, notando la extraña y divertida manera en que parecían moverse. Abre sus ojos con sorpresa cuándo los ve entrar al museo, cerrando la puerta detrás de ellos. Frunciendo el ceño, ella abraza más sus cobijas y muerde su pulgar.
La cosa sobre los ninjas, es que no estaba realmente segura de si eran buenos o malos. En las peliculas y programas de televisión esas cosas parecían variar, habían ninjas buenos y ninjas malos. Estos ninjas (si es que lo eran) habían entrado al museo en medio de la noche, y tal vez la manera tan graciosa en que miraban a ambos lados cómo asegurando que nadie los estuviera viendo era porque iban a hacer algo malo. ¿Iban a robar?
Robar es malo.
O, tal vez esa es su guarida secreta. Y "guarida secreta" podía ser tanto para héroes cómo para villanos.
Sueño olvidado, ella salta de la cama y corre hacía las cajas en la esquina de la habitación y tira las cosas en el piso, esperando que el ruido no despierte a nadie, y si el ruido despertaba a alguien, esperaba que fuera Sarah. (Sería una venganza perfecta)
Mira entre sus cosas; habían cuadernos, libros, lápices de colores, pinturas, carpetas vacías y hojas sueltas además de juguetes. Toma su peluche favorito y lo tira a su cama para más tarde, eso no era lo que buscaba pero tener a Maní cerca le hacía sentir mejor. Después de mover un poco las cosas y llenar el suelo con desorden, toma las cosas que estaba buscando: Un cuaderno cuya portada había sido pintada encima y un lapiz negro del tamaño de su pulgar.
Se acerca de nuevo a la ventana, apoyando el cuaderno en sus rodillas y buscando la siguiente hoja blanca que tuviera.
"Ninjas en tarabiscoville" escribe, y luego hace un dibujo muy lindo de el ninja grande junto a tres más pequeños. "Buenos? Malos??" y mira por la ventana una vez más.
La puerta del museo había sido abierta por los ninjas morados, y salen de ella más ninjalinos cargando libros y lo que parecía ser un... ¿caldero?
Bueno, ellos no entraron con eso, pero tampoco podía descartar la teoría de la guarida secreta. Además, los museos no tienen libros dentro. ¿O si? O el que había en su anterior ciudad no los tenían... Pero tal vez este si...
Muerde la parte trasera de su lápiz y ve cómo los ninjas se van hacía algun lugar, desapareciendo entre las sombras.
Mira su cuaderno.
Aún quedaba la duda...
"Ir al museo. Si hay libros = Los robaron = Ninjas malos. Si no hay libros = Guarida secreta = Ninjas buenos. = D̶e̶s̶c̶u̶b̶r̶i̶r̶ ̶g̶u̶a̶r̶i̶d̶a̶ ̶s̶e̶c̶r̶e̶t̶a̶ ̶y̶ ̶c̶o̶n̶v̶e̶r̶t̶i̶r̶s̶e̶ ̶e̶n̶ ̶n̶i̶n̶j̶a̶"
No parecía que nadie más fuera a venir, o que los ninjas fueran a regresar. Así que se acuesta de nuevo, abrazando el cuaderno y a su peluche y mirando a la pared.
La sombra seguía pareciendo una araña gigante. Pero no le daba tanto miedo ahora que su mente estaba llena de ninjas y guaridas secretas y aventuras nocturnas, no tenía tiempo para pensar en ¿qué tal si es una araña en verdad? porque estaba ocupada pensando en HAY NINJAS.
Sonríe, decidiendo que mañana le pediría a su padre ir al museo.
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El cuaderno que Sophia tiene aquí, es uno que llena de teorías y dibujos. (Es basicamente su diario super secreto, pero, al igual que yo, en vez de escribir sentimientos o cosas que hizo en el día, ella escribe "Querido diario, voy a dibujar/ hacer teorías, lo siento, bye" y se pone a gastar hojas dibujando y escribiendo pendejadas.)
Also. FUN FACT!
La primera vez que cree a mi niña esta, lo hice en un mundo dónde había un crossover entre Miraculous y Pj Masks.
En esa versión, se mudaban de ciudad para alejarse de los akumas y Hawk Moth y los ataqUES CONSTANTES. Y se iban a Tarabiscoville: Ciudad pequeña y sin noticias interesantes, un lugar lindo en el que criar una hija, sin el peligro de villanos intentando tomar joyería magica!
(Y al final, resulta que Tarabiscoville esta llena de niños jugando a ser heroes y villanos durante la noche, solo que sin el "jugando a", y "niños" incluye a su hija-)
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