017.
— ¿Por qué últimamente escuchas tanto a Zayn?— Preguntó Taehyung, Minji logró escucharlo sobre la música que provenía de sus audífonos.
— No lo sé.
Por culpa de Jeon Jungkook. Habían pasado dos semanas desde la noche del bar y desde ese instante Icarus Falls se había convertido en su álbum favorito; cuando Tonight sonaba un cosquilleo recorría todo su cuerpo. De todas maneras, Jungkook todavía no le confesaba su secreto a Taehyung, Minji aún no tenía la libertad de hablar del tema y por lo mismo no podía decirle la verdadera razón a Tae por qué le gustaba tanto el álbum de Zayn.
— La verdad es que me gusta más la música de Harry.— Comentó Taehyung mientras se metía un chupetín de cereza a la boca.— ¿Crees que One Direction vuelva?
Minji pausó la música y se retiró los audífonos. Ya casi se acababa el tiempo del almuerzo y tendrían que volver a clase.
— No lo sé, la verdad nunca me gustó One Direction del todo.— Sonrió, tratándose de zafar de la mirada desaprobadora de Tae.— A mi hermana le gustaba, a mí no.
— ¿Y por qué ahora te gusta Zayn?
Minji se encogió de hombros.— Él era el más cool.
La campana que anunciaba el fin del almuerzo sonó, el movimiento de sillas y mesas de la cafetería se hizo presente. Taehyung se encargaba de las charolas de comida y Minji se acomodaba su mochila. Juntos salieron del lugar y con un suspiro de cansancio se dirigieron a su salón de clases.
— ¡Estoy tan aburrida!— Chilló la pequeña tumbándose en su asiento.— ¿A qué hora salimos?
— Mm, aún faltan tres horas.
— ¿Nos toca Geografía, cierto?— Preguntó, el rubio asintió. Ese maestro era conocido por quedarse tiempo extra en la sala de maestros.— Mira lo que le robé a mi hermanita.— Y de la mochila sacó un Nintendo Switch. A Taehyung le brillaron los ojos.— Vamos, hay que conectarlo en la televisión del fondo.
Corrieron al fondo del salón de clases, donde el televisor para ver documentales o películas históricas estaba. Taehyung fue ágil, en cinco segundos ya tenía todo instalado, él y Minji se sentaron en el piso y sin perder más tiempo empezaron a jugar Mario Kart.
— ¡Estúpida Peach va muy lento!
— No es culpa de Peach, Mimi. Apestas para este juego y te aplastaré.
El resto de la clase estaba en sus asuntos esperando que el maestro llegara, algunos pocos se encontraban viendo a aquel par de locos jugar. Ya a nadie le sorprendían las ideas inesperadas que brotaban de ellos, estaban acostumbrados.
— ¿Qué demonios creen que están haciendo?
Minji y Taehyung se giraron a la voz tras de ellos y al comprobar que no era el profesor, lo ignoraron.
— ¡Yah!— Jungkook se quejó.
No los había acompañado en el almuerzo porque la maestra de Historia lo había citado en la sala de profesores. Miró con recelo el televisor y al notar que Minji iba en último lugar y era la última vuelta, soltó una risa burlona. Lo siguiente que hizo fue sentarse a su lado y arrebatarle el control.
— ¡Jungkook!
— Estoy salvando tu trasero, no te quejes.
— ¡No se vale!— Chilló Taehyung preocupado.
Jungkook era un experto en videojuegos. Minji miró sorprendida lo que sus manos hacían con el control, ya iba para el tercer lugar.
— ¡Já, gané!— Festejó Minji cuando Peach cruzó la línea de meta en primer lugar.
— No fuiste tú, fue Jungkook.— Tae reprochó, soltándole un golpe a el pelinegro.— ¡Y no se valió!
— Claro que sí.— Dijeron Kook y Minji al unísono.
Las sillas comenzaron a arrastrarse.
— ¿Qué es este escándalo?— Preguntó el profesor de pie en el marco de la puerta.
Minji y Taehyung señalaron rápidamente a Jungkook, él abrió su boca sorprendido.
— Realmente los odio.
*
La campana anunciando la hora de salida retumbó por toda la escuela, Minji ya estaba en el corredor. Realmente se estaba asfixiando, quería salir de vacaciones cuanto antes. Las personas seguían la misma corriente, todos dirigiéndose a la salida, pero entre toda ese gente, un individuo venía corriendo en dirección contraria y casi tropieza con Minji pues era la única que no se movía entre toda la multitud.
— ¡Ten más cuidado!— Vociferó ella, él chico que iba corriendo frenó de golpe.
— ¡Minji!— Exclamó Jimin.— Te estaba buscando,— Dijo y empezó a caminar de espaldas, alejándose lentamente.— bueno, sí pero no.— Sonrió.— Escucha, tengo que irme. ¡Espera mi llamada!
— ¿Qué?
Jimin no dijo más, siguió corriendo. Minji se encontraba muy confundida, pero cuando alguien la elevó del piso y sacudió ligeramente, salió de su trance. Era Taehyung.
– ¡Vámonos!
— ¿Por qué tardan tanto en guardar sus pertenencias?— Preguntó irritada.
— ¿Por qué tú las guardas tan rápido?— Atacó Jungkook de vuelta.
— Mm, porque odio la escuela y ya me quiero largar de aquí. Duh.
— Como sea.
Los tres se pusieron en marcha. Ya en la entrada estaban esperando a la hermana mayor de Minji, Jaerin y a Hoseok.
— ¿Y qué quería la maestra de Historia?— Tae le preguntó a Kook.
— Ah, eso...— Jungkook sonrió.— Seré tutor de su materia después de clases. Empiezo mañana.
— ¡Qué flojera!— Exclamó Minji, Jungkook la miró mal.
— En realidad no.— Defendió él.— Explicaré temas de los que tengo interés, tendré puntos en su materia y liberaré mi servicio social.— Sonrió.— ¡Tres pájaros de un tiro!
Minji y Taehyung asintieron, entendiendo el punto de Kook.
— Qué envidia.— Exclamó el rubio.— ¿Por qué yo no soy un genio de alguna materia?
— No te afliges, Tae.— Minji dio un empujoncito.— Así eres genial.— Le sonrió.— Además, ¡podremos hacer nuestro servicio social juntos!
— ¡Yay!— Festejó Taehyung y tomó de sorpresa a Minji en un abrazo.
A lo lejos se escuchó la risa de Hoseok, los tres se giraron en aquella dirección y Jaerin venía con él, ambos tomados de la mano.
*
Minji entró a su casa arrastrando los pies. La práctica de ese día había estado agotadora, sin embargo le había encantado. Extrañaba el sudar mares y sentir su corazón salirse cuando terminaba la coreografía de baile, era un agotamiento satisfactorio. Además, había sentido ese día muy abrumador y el haber explotado la chispa en el studio la había dejado muy satisfecha. Nari salía de ese momento de la cocina, la miró mal al verla empapada.
— ¡Dúchate!
— Más tarde.— Dijo Minji y se dejó caer en el sofá de la sala. Nari se fue y ella le echó un vistazo a su celular.
Nada nuevo, sólo algunos vagos mensajes de Taehyung y Jungkook en su sala de chat.
Jungkook...
La relación que tenían comenzaba a ser extraña. Seguía como siempre, de perros y gatos, pero en cierto punto Minji sabía que algo era diferente, la vibra era otra. Y lo malo era que sólo de su parte, pues Kook seguía siendo el mismo regañón pero a su vez juguetón de siempre.
Y el tema del bar no se había vuelto a hablar, como si no hubiera pasado.
— ¡Oye!— Jaerin le tiró un cojín.— ¿En qué piensas?
— Nada.— Se reincorporó de golpe, consiguiendo un ligero mareo.
— De acuerdo.— Su hermana mayor la miró con rareza pues llevaba minutos viendo al techo.— Te buscan.
— ¿Eh?
— Te buscan.— Repitió.— Allá afuera.
— ¿Quién?— Preguntó mientras se ponía de pie, lentamente caminó hacía la puerta sin dejar de mirar a Jaerin, esperando que le diera una respuesta.
— Jimin.
— ¡¿Qué?!
Su hermana se encogió de hombros y sin decir más subió las escaleras.
Minji rápidamente olfateó sus ropas, al comprobar que no olían tan mal, abrió la puerta y en el camino de rocas estaba de pie Jimin; no precisamente en mejores condiciones que ella, pues vestía de ropa deportiva, pegada a su cuerpo por culpa del sudor. El pelinegro le sonrió.
— Jimin...— Ella dio un paso al exterior.— ¿Qué haces aquí?
— Te dije que esperaras mi llamada.
— Bueno, esto no es precisamente una llamada.
Jimin suspiró, su sonrisa no cesaba, sonrisa que de alguna manera contagió a Minji y ahora ella también sonreía.
— Es casi lo mismo.— Se excusó él, Minji negó con la cabeza pero lo dejó pasar.
Por un instante se le vino a la cabeza Jungkook y sabía que él se enojaría si supiera que estaba con Jimin, más si se enteraba que él había ido a su casa, pero, Jimin no estaba haciendo nada malo has?
— ¿Y bien?
— Ah sí...— Jimin se rascó la nuca, algo nervioso. Sonrió torpemente.— ¿Estás familiarizada con el servicio social?
Minji hizo una mueca.
— ¿Por qué todos están obsesionados con eso?— Y por todos sólo se refería a él y Jungkook.
— Uhm, ¿tal vez porque tienes que liberarlo para graduarte?
—¡¿Qué?!
— ¿No lo sabías?— Preguntó divertido, ella negó con la cabeza rápidamente. En su mente ya estaba ideando algo para ella y Tae.— Ay Minji... Como sea, hablé con mi tutora y para liberarlo puedo organizar un evento en beneficio a la escuela.
— ¿Y yo qué tengo que ver?
— Será una competencia de baile.— Dijo al fin.— Y quiero que participes.
— ¿Qué? ¿Yo?
Jimin asintió.
— Así es.— Sonrió.— Ya hablé con Hobi hyung y está dentro, si tu aceptas entonces será una competencia con los mejores bailarines de la escuela y todos querrán estar en ella, ya sea como competidores o espectadores.— Jimin hablaba con anhelo.— ¡Será un evento en grande!
Minji sonrió por el entusiasmo del chico.
— Bueno... Si el neandertal de Hoseok ya aceptó, no veo por qué no hacerlo.
A Jimin se le iluminó el rostro.
— ¿Hablas en serio?— Preguntó para confirmarlo, ella asintió.
Y sin pensarlo, él corrió a ella y le dio un fuerte abrazo mientras la sacudía de un lado a otro.
— ¡Jimin, para!— Pidió ella.— Recién llego de mi práctica, ¡estoy sudada!
— ¡No importa, yo también!
— ¡Eww!
Una tierna risa de Jimin que Minji no conocía se hizo presente, él se alejó y empezó a correr.
— ¡Te veo mañana en la escuela, Minji!
— ¿Adiós?— Dijo ella confundida mientras lo veía alejarse, ni siquiera sabía si él vivía cerca o no.
Una vez que él se perdió en la luz de la noche, Minji volvió a entrar a su casa. Eso había sido extraño y sin duda inesperado, pero aún así le había agradado la idea y ahora tenía una nueva meta, la cual la tendría muy ocupada y alejada de los pensamientos que la habían estado teniendo muy distraída.
••••
iré a jugar un ratillo call of duty y más tarde empiezo con el otro capítulo 🦦🦦❤️
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