013.
— ¿De verdad estás enojado porque Jimin me acompañó a casa?— Minji le preguntó a Jungkook.— ¡No fue mi idea! Y las calles son peligrosas, yo iba a volver caminando ¡sola! Además, tú y Jibyul... Wow.
— ¡¿Wow qué?!
— Nada.
Minji selló sus labios y miró a otra parte. No quería decirle a Jungkook lo que realmente pensaba y sentía respecto a su situación; temía que él se molestara. Kook no solía recibir de buena manera sus verdades.
— Yah, Kwon Minji.— Llamó pero ella no se inmutó.— No estoy enojado contigo, ¿de acuerdo? Y es verdad eso que dices de las calles.
— Demuestras todo lo contrario, señor.
— ¡Parece que tú estás enojada conmigo, de hecho!
La chica se giró a verlo.
— ¡Lo estoy!
Un par de chicas que andaban por ese pasillo se giraron a verlos al escuchar los gritos, incluso una de ellas dijo "wow, realmente están peleando aquí, vaya pareja". Estaban esperando a Taehyung afuera del baño de chicos, ya que desde el almuerzo no había dejado de beber jugo de uva y la orina se había manifestado al fin después de tres horas.
— ¿Enojada o celosa?
Minji lo miró como si fuera una broma. Una broma pesada.
— ¿Celosa por qué?— Casi rió.— Ni en tus sueños estaría celosa por ti, bebé.
Jungkook dejó caer al escucharla llamarlo así. Después sonrió jugetón y ella lo miró como si tuviera un moco. La sonrisa cesó y la miró, estudiando su lenguaje corporal, iba a decir algo pero Taehyung los interrumpió.
— ¿Y ahora por qué gritan?— Les preguntó cuando salió por la puerta.— Interrumpieron mi pipí feliz.
— ¿Tu pipí qué?
— Nada.— Dijo y fue con Minji, la abrazó por los hombros, haciéndola caminar.
— ¿Te lavaste las manos?
— Claro que sí, Mimi.
*
Era la primera semana de parciales, es decir, la semana de exámenes del primer bloque del semestre. Estaban muy estresados; pero la idea de que la fiesta de la hermana de Minhyuk era el viernes, justo cuando la tensión de los exámenes acababa, los reconfortaba a todos. O por lo menos a los que estaban invitados.
— ¡No puedo!— Gruñó Taehyung, sentado en su asiento y con los apuntes de matemáticas sobre la madera.
Minji estaba plantada frente a él, tomando con fuerza las esquinas del pupitre, muy alterada.
— ¡Te dije desde el martes que estudiaras! Y te ayudé ayer con los ejercicios.
— ¿Lo ves?— Jungkook que estaba sentado tras de él, pateó su respaldo y soltó una risa burlona.— Eso de copiarle sus ejercicios a Minji no sirve, Taehyung. No has entendido ni una mierda.
— No le hables así.— Minji lo regañó. Kook le respondió con una mueca.
Sí, tal vez Minji era el ojo de un huracán andante en clases, incluso cuando tenían pequeñas pruebas diagnósticas o extras, pero en las semanas de exámenes, las reales, era muy seria y muy estudiosa. Era el soporte de su buen promedio. Y lo único, de hecho. Era una suerte que en esa escuela los exámenes tuvieran el mayor porcentaje en sus calificaciones.
Minji intentó explicarle una vez más a Taehyung, como también mandó a Jungkook que repasara, ya que él no era todo un experto como presumía. Veinte minutos después, el maestro que iba a ponerles el examen llegó, todos tomaron asiento y sin esperar más, comenzaron con la prueba.
La traviesa Kwon fue la primera en terminar, tan sólo necesitó de un cuarto de hora y con una sonrisa segura entregó el papel. Pan comido. Los ejercicios habían estado muy sencillos y no dudo en ninguno. Sí, tal vez su caligrafía era fea, pero sus resultados preciosos y correctos. Como era de esperarse, cuando se dirigía a la puerta para salir, le hizo señas a Jungkook y Taehyung, y como pudo, les dio a entender que estaría en una de las salas de práctica.
Ya andando por los pasillos de la escuela, se sentía extraño, pues no había nadie y aunque el año pasado solía escaparse y caminar por la escuela de esta manera, ahora todo lo hacía con Jungkook y Taehyung. No tenerlos con ella era atípico.
Su celular sonó, causándole un repentino susto.
— ¿Dónde estás?— Preguntaron del otro lado.
Era Jaerin.
— Vagueando por los casilleros.
— ¡Perfecto!— Esta vez se escuchó Hoseok. Su hermana volvió a la línea.— Necesito que vayas a nuestros casilleros y consigas nuestros libros de Ecología.
— Bien. ¿Qué más?
— Sólo eso.— Afirmó la mayor.— Tráelos a los cubículos de los maestros de último año.
— ¡¿Hasta allá?!
— Yup.— Y colgó.
Minji apretó las correas de su mochila y se puso en marcha a paso veloz. Los cubículos de los maestros estaban al otro lado de la escuela. Asaltar los casilleros de su hermana y de su cuñado fue fácil y por suerte, los libros que necesitaban estaban a primera vista en esos cuchitriles.
Atravesó todo el campus hasta llegar al edificio al que iba, se sorprendió un poco al ver una fila de alumnos que comenzaba desde la puerta de los cubículos hasta el árbol más cerca del edificio, justo en el medio de la culebra de alumnos, Jaerin y Hoseok estaban, eran los únicos que estaban sentados en el piso, Namjoon enseguida, hojeando el mismo libro que Minji había conseguido.
— Hola cuñadita.— Saludó Hoseok en el momento que la pequeña se plantó frente a ellos.— ¿Dónde está tu galleta?
La pelicorto rodó los ojos.
— ¿Qué hacen? Es hora de examen.
— Tuvimos nuestro examen en línea el lunes.— Comentó su hermana.— La maestra Lee aprovechó la hora para revisar nuestros ejercicios del libro.
— Pero— Namjoon se unió.— tarda siglos en revisar por estar cantando canciones de Guns N' Roses, las cuales son grandiosas, pero el sol quema aquí afuera.
— ¿Cuánto tiempo llevan aquí?
— Uhm, como media hora.
— Bueno, me voy.— Dijo Minji.— Tengo el tiempo contado.— Comentó y después señaló a Jaerin y Hoseok.— Me deben una pizza.
Se despidió de todos y tomó el mismo camino pero ahora de regreso. La escuela consistía en una total de siete edificios además de extensos jardínes; estaba el edifico de primer año, el de segundo y el de tercero, aunque a veces solían estar mezclados, cada población se centraba en sus respectivos edificios. También estaba el edificio principal, donde estaba la entrada, la dirección y oficinas administrativas. El edificio de actividades extracurriculares donde estaban los talleres, salones de música y danza, incluso el club de ajedrez estaba ahí y enseguida estaba el gimnasio. Y el último edificio era el de los maestros, estaban sus cubículos, sala de juntas y comedor exclusivo, como también una sala de descanso. Además de eso la escuela contaba con canchas exteriores y dos cafeterías, una adentro y otra afuera.
Bastante grande y Minji ya estaba harta de caminar.
Finalmente llegó al edificio de actividades. Ya había pasado un rato desde que había salido de su examen. Si alguien ya le había ganado el salón de prácticas, Hoseok las pagaría.
Subió las escaleras, llegó al pasillo de música y los primeros dos salones, que eran de la banda y el del coro, estaban vacíos. Tenía esperanza, pero cuando escuchó música desde el salón de danza en el que ella practicaba, corrió para allá y abrió la puerta. Ella conocía perfectamente esa canción, amaba bailarla. Privacy de Chris Brown llenó sus oídos, pero no había nadie bailando y las luces del salón estaban apagadas.
— ¿Qué demonios?— Susurró y dio un paso dentro.
— Creí que estaba solo.
— ¡¡Mierda!!
Minji vio en dirección a la esquina de la que se escuchó aquella voz. El chico estaba cabizbajo y por culpa de la oscuridad no podía reconocerlo, además su voz había sonado muy ronca. Fue entonces que el chico encendió las luces.
¿Jimin?
Él parecía... Molesto. Pero cuando se percató que era Minji, su expresión cambió por una gran sonrisa y se apresuró a acercarse. Minji se sintió incómoda, sobre todo por la sonrisa, ya que los ojos le brillaban como si él hubiera estado llorando.
— Minji, qué sorpresa.— Dijo con ilusión.— No creí toparme aquí contigo.
— Uhm, es como mi tercera casa.— Comentó.— El studio es la segunda.
— Claro, claro.— Rió levemente.
Ella lo miraba confundida, pero a la vez trataba de descifrarlo. Entonces recordó cuando él la ayudó y la necesidad de hacer lo mismo por él la invadió.
— Jimin.— Llamó, él la miró y al ver la expresión que Minji tenía de preocupación, no entendió qué pasaba.— ¿Estás bien?
El chico abrió los ojos. Eso había sido inesperado y además había sentido a Minji muy sincera; hace mucho no le preguntaban eso, mejor dicho, hace mucho no sentía que alguien se preocupaba por él y la última persona que lo había hecho había sido su ex mejor amigo.
"¿Estás bien?" De verdad que tenía mucho tiempo sin escuchar eso. ¿Lo estoy? Claro que lo estaba. Era Park Jimin.
Su vida estaba bien.
— Oh...— Soltó una risa nerviosa. Negó con la cabeza, después asintió y terminó dando un gran suspiro.— Claro.— Sonrió o eso intentó. Talló sus ojos y volvió a suspirar.— Lo que pasa es que, la canción me tocó el corazón.
Minji hizo una mueca.
— Jimin... La canción habla de una prostituta.
— Uff, llegador.
No supo que contestar y justo en ese momento alguien abrió la puerta. Minji y Jimin voltearon a ver enseguida. Era Jungkook.
— Mejor me voy.— Dijo Jimin y fue por sus cosas. En ningún momento volvió a darle la mirada a Kook aunque él lo estaba matando con la suya.— Hasta luego, Mimi.
Y se fue.
Minji se quedó bastante desorientada.
— ¿Por qué te llamó Mimi?
— No lo sé, Kook.
— ¿Y por qué estaba aquí?
— No lo sé.
— Minji, ¿cómo que...
— Estaba llorando.— Se giró a verlo, haciendo que él dejara de hablar y la mirara preocupado.
— ¿Qué?— Preguntó extrañado.
— Jimin. Él estaba llorando.
¿Jimin? Jungkook hizo una mueca y se giró a la puerta, ya no había rasto alguno del castaño. ¿Él llorando? Imposible.
*
La ansiedad que Jungkook creyó que había desaparecido lo estaba atacando en ese momento mientras iba caminando rumbo a la estruendosa fiesta que estaba a metros de él. Solo. La necesidad de tener a Minji a un costado suyo gritando y a Taehyung del otro jodiendo estaba presente y nunca se imaginó que iba a ser tan dependiente de un par de idiotas escandalosos.
— Error Jungkook.— Se autoregañó en voz alta.— ¿Por qué dijiste que llegarías solo?
Taehyung iría a la casa de Minji y junto a Jaerin y Hoseok llegarían a la fiesta, como siempre en el auto de este último. Jungkook había sido incluído, pero él había pasado la tarde con su abuela y la casa de ella estaba ridículamente cerca de la casa de los Lee. Caminar había sido su opción.
El ritmo de la música a todo volumen hacía vibrar el pecho de Jungkook, mandando toques de nerviosismo a todo su cuerpo y lo hacía sentir su garganta cerrarse cada vez que daba un paso.
— Oye amigo.— Le habló alguien, fue entonces que Kook captó que ya estaba en la entrada.— ¿Tus llaves?
— ¿Disculpa?
— Tus llaves.— Repitió y señaló la cajita de madera entre sus manos.— No queremos accidentes hoy, sólo diversión.
— Uh, ¿te conozco?
El chico lo miró como si fuera un loco. Después de largos segundos de estar de pie uno enfrente del otro y compartiendo miradas para nada cómodas, Jungkook reconoció al chico; era Jooheon, el crush de Minji. Kook dio un vistazo a sus ropas y lo primero que pensó fue, el maldito se viste genial. Ahora se sentía inseguro y empezó a autoregañarse nuevamente en su cabeza porque no podía creer que su vestimenta era un conjunto de un short y una camisola azul con líneas blancas y sus Timberland. ¿Qué soy, un niño de preescolar?
— Por lo que veo, no te esperaste y comenzaste a beber desde antes, uh.— Jooheon negó con la cabeza y después sin pensarlo, sonrió en aprobación.— Ya me caíste bien.
— Eh...
— ¡Tus jodidas llaves!
— ¡Llegué caminando!— Gritó Jungkook de vuelta.
Jooheon chasqueó la lengua, procedió a abrir la puerta de la casa y de un empujón hizo que Jungkook entrara. El pelinegro vio como el crush de su amiga cerró la puerta de nuevo y ahora él había entrado a la jungla.
Había bullicio, todos hablaban, gritaban, reían y cantaban. Había gente en la sala de estar, comedor y las escaleras parecían ser pasaje del metro por tantas personas yendo y viniendo, además, Kook alcanzaba a ver un poco através de las puertas corredisas del patio, había personas ahí afuera también. De pronto se sintió mareado.
Una chica que iba caminando frente a él llevaba dos cervezas, sin pensarlo le robó una y se empinó la botella sin temer. Cuando terminó de dar su largo trago, la chica a la cual le había hurtado lo miraba con desagrado, él sonrió con inocencia. Había dejado la botella con poco menos de la mitad de cerveza.
— Creo que necesitaré otra de esas pronto...— Comentó.— ¿Dónde puedo conseguirlas?
— En el patio, enfermo.
Y la chica se fue, no sin antes arrebatarle la botella que era suya.
Jungkook empezó a caminar entre las personas, su mirada la mayoría del tiempo en el piso y sólo alzaba la vista para asegurarse de no golpear a alguien. Salió al patio y a pesar de que la situación estaba un poco más despejada ahí, seguía sintiendo el ambiente denso. Contempló a un grupo de personas alrededor de lo que parecían ser cubetas que contenían el tesoro que estaba buscando, en grandes zancadas se dirigió hasta ese punto, se metió como pudo entre las personas y cogió dos botellas.
Con su llavero quitó la tapa de una y empezó a beber mientras en su celular buscaba el contacto de Minji.
— ¡¿Dónde estás?!— Gritó en el segundo que ella atendió la llamada.
— ¡Taehyung deja eso!— Gritó ella.— Kook, ¿dónde estás tú?
— ¿No escuchas? ¡En la fiesta! ¿Por qué tardan tanto?
— Uhm, pasó algo...— Confesó Minji y en ese momento se escuchó el ruido de una máquina.— ¡Oh, mierda! Taehyung
— ¡¿Qué está pasando?!
— Jungkook, pronto estaremos ahí, adiós.
El chico se quedó viendo atónito al celular, después frunció los labios y guardó el aparato. Estúpidos. Terminó de tomarse su primera cerveza y abrió la segunda, su plan ahora sería quedarse en una esquina y esperar hasta que sus amigos llegaran.
Plan que se vio frustrado incluso antes de ponerlo en marcha.
Jibyul apareció frente a él, con su gran sonrisa y brillantes ojos. Jungkook ni siquiera pudo hacer una cara de disgusto, miró sobre ella y alcanzó a ver a Jimin entrar a la casa... Furioso.
— Hola, Jungkook.— Saludó jovial, él la miró de nuevo.— No creí encontrarte aquí.
— Jibyul, estoy en medio de algo, ¿me discul...
Ella sonrió como si hubiera ganado la lotería y de un movimiento ya tenía enganchado su brazo con el de Jungkook.
— ¡Yo te ayudo!
*
— Bueno, parece que estás en calzones.— Confesó Taehyung al ver a Minji con la prenda que recién se había secado, de más, en la secadora.
Minji soltó un grito de exasperación y ahora estaba frustrada porque su outfit estaba arruinado, además, era tarde y Jungkook ya había llamado, no sólo eso, Jaerin y Hoseok estaban desesperados por irse y Taehyung no hacía más que reírse.
— No iré.
— Claro que lo harás.
— Lo sé.— Dijo enojada.— Quiero bailar, pero, ¿qué me pongo ahora?— Preguntó mientras subía por las escaleras.— ¿Por qué mis shorts tuvieron que atorarse en la secadora?
— No lo sé.— Taehyung luchó para no reírse de nuevo.— Pero que conste que yo intenté solucionarlo.
— Y ahora la secadora no sirve, pero gracias Tae.
— Cuando gustes, para eso están los amigos.— Mostró su característica sonrisa.— Ahora, ¡vístete rápido o Jungkook nos matará!
Minji terminó de subir las escaleras corriendo y de la misma manera entró a su habitación, estaba hecha un desastre porque justo esa tarde había hecho un revoltijo sacando toda su ropa para encontrar un buen conjunto, el cual estaba arruinado ahora. Sin pensarlo, salió de su habitación y fue a la de Jaerin, ahí se encontraba ella y Hoseok, acostados en la cama viendo Naruto en la televisión.
— ¿Y ese traje de baño qué?— Se burló Hoseok de sus shorts ajustados.
— ¿Ya estás lista?— Preguntó Jaerin.
— ¡No! La secadora arruinó mis shorts favoritos.— Chilló.— Vengo por tu vestido de mezclilla.
— ¡Oye!
— Prestamelo, por favor.— Rogó.— ¿Siiiií?
— Está bien, pero ponte una blusa abajo, es de tirantes y está un poco fresco afuera.
— ¡Ok!
Minji tomó el vestido y volvió a su habitación, buscó una delgada blusa negra con manga ¾ que había visto desde temprano y se vistió con ella, posteriormente se puso el vestido y cambió su calzado por unos Vans.
— ¡Listo, vámonos!
*
Jungkook veía todo borroso y por alguna razón cualquier cosa le daba gracia. No sabía cuántas cervezas había ingerido hasta ahora y tampoco sabía qué estaba pasando a su alrededor. Escuchaba la escandalosa y aguda risa de Jibyul a lo lejos, pero la verdad es que la tenía a un milímetro de distancia, también desconocía el hecho de cómo había llegado con ella y su círculo de amigos.
— Jungkook, estás más guapo ahora.— Comentó una de las chicas.— ¿A qué gimnasio vas?
— Ejercito en casa.— Respondió él después de varios segundos con una sonrisa perdida.— Y gracias, por cierto. ¿Cómo te llamas?
— ¡Jungkook!— Jibyul tiró de su brazo, enojada. Él la miró sin entender.
— ¡¡Jungkook!!— Volvieron a gritar, él había estado viendo el agarre que Jibyul mantenía en él, no lo pudo evitar, algo se sacudió dentro de él al sentir el tacto, pero al escuchar esa voz escandalosa, levantó su vista al tiro, en dirección de la chica que había gritado.— No puede ser ella...— Dijo y después miró a su acompañante.— ¡Taehyung, está borracho!
El castaño lo miró con el ceño fruncido.
— ¿Por qué no nos esperaste?— Preguntó y recibió un golpe por parte de Minji.— ¡Oye!
La pelicorto ignoró su queja y se acercó a Jungkook, él la miraba con una sonrisa juguetona y después hizo un puchero.
— ¿Por qué tardaste tanto, bebé?— Preguntó chillón, Minji suspiró y señaló su ropa. Tomó la mano libre de Jungkook y justo en ese momento, Jibyul tiró de su otro brazo, el que ya tenía sujetado con fuerza. Minji la miró y casi vomita al ver la sonrisa forzada de la chica.
— Él está conmigo, Minji.— Señaló.— Yo lo puedo cuidar.
Minji sonrió y negó con la cabeza siendo amable.
— No lo has cuidado muy bien por lo que veo.— Comentó, entrelazando sus dedos con los de Jungkook, él ya se estaba poniendo de pie.— No te preocupes, ahora nosotros, sus amigos— Recalcó.— nos haremos cargo. Gracias de todas maneras, por nada, pero gracias.
Jibyul siguió con su sonrisa falsa aunque sus manos estaban empuñadas. Jungkook ya estaba parado al lado de Minji y la abrazaba por los hombros, dejando caer casi todo su peso sobre ella.
— Oye,— La chica de antes le habló.— mi nombre es Dohyun, por cierto.
— Ya no me importa.— Le sacó la lengua como si fuera un niño travieso y se dio la vuelta.— Andando Minji, sacame de aquí.
— Vámonos niño grande.
Taehyung le ayudó a Minji con Jungkook, lo primero que hizo fue arrebatarle la botella de cerveza y beber de ésta, sus dos amigos lo miraron mal, él se encogió de hombros y siguió caminando. Subieron por las escaleras y llegaron al baño, que por suerte estaba vacío.
— ¿Necesitas algo más?— Taehyung preguntó ansioso y le tendió un par de toallas humedecidas, Sober de BIGBANG se escuchaba por toda la casa. El chico quería correr y cantarla, además de saludar a todos.
— No, Tae.— Ella le sonrió.— Gracias.— Dijo e hizo un ademán.— Anda, baja a la fiesta. Te alcanzaremos en un minuto.
— ¿Lo prometes?— La señaló con su dedo índice, ella asintió repetidas veces y Kook la imitó.
— Quiero bailar.— Recordó.— Sólo despejaré un poco a Kook para que no nos vomite allá abajo.
— ¡Alright! Los veo allá.
El castaño salió corriendo sin más. Jungkook estaba sentado en la taza del inodoro, Minji se plantó frente a él y puso una de las toallas sobre su frente.
— ¿Te sientes bien?— Preguntó ella.— Jungkook, tienes tiempo sin tomar de esta manera, deberías calmarte y llevarlo todo con calma.
— Me siento perfectamente bien.— Tomó sus manos y sonrió, ella sólo estaba un poco más alta que él en ese momento y era porque él estaba sentado. Era tierno.— ¡Vamos con Taehyung! Quiero bailar hasta que mi trasero toque el piso.
Minji rió y asintió.
— Sólo espera unos minutos, no quiero que te dé ansiedad o algo parecido. Tus sentidos están alterados y como dije antes, no quiero que vomites en todo el alboroto.
Jungkook suspiró y no tuvo más que aceptar. De todas maneras necesitaba un respiro y aunque estaba ebrio, sus sentidos sabían muy bien que ahora estaba con Minji y eso lo hacía sentirse confiado.
— ¿Por qué tardaron tanto? Por tu culpa estoy ebrio, bebé.
— ¡Mi short se atoró en la secadora!— Gritó y se cruzó de brazos.— Ni me lo recuerdes, era un lindo outfit el que iba a traer.
— Pero el que traes ahorita es lindo, y sexy, pero más lindo.
— ¡¡Kook!!— Gritó ella con una mueca.— Elimina "sexy" de tu vocabulario cuando te refieras a mí. Aunque, gracias.
— Sólo digo la verdad.
— Estás ebrio.
— Y los borrachos siempre dicen la verdad.— Sentenció él.— Por cierto, me hice amigo de Jooheon.
— ¡¿Qué?!
— Bueno, algo así.— Se encogió de hombros.— ¿De verdad te gusta?
— No. Bueno sí. Uhm, no.— Minji suspiró.— Es sólo mi crush, no es como que me visualizo con él en el futuro. Sólo me parece lindo, interesante y me encanta su personalidad.— Confesó.— No planeo conquistarlo o algo por el estilo.
— ¿Y planeas conquistar a alguien más?
— No, Kook.— Dijo firme.— No quiero tener novio. Ya los tengo a ti y a Taehyung.
— ¿Somos tus novios?
— ¡No!— Gritó.— ¿Qué diablos te pasa cuando estás ebrio? Basta.— Pidió.— Me refiero a que, justo ahora soy muy feliz pasando mis días con ustedes dos, estudiando, jugando, divirtiéndonos. No quiero más.
Jungkook sonrió y volvió a tomar sus manos, esta vez se puso de pie y la pegó un poquito a él.
— Yo también soy muy feliz contigo en mi vida.
Minji se quedó en el limbo ante ese comentario. Wow...
— ¿Interrumpo algo?— Preguntaron en la puerta. Era Jimin.— De verdad tengo ganas de mear.
— Oh, Jimin...— Minji reaccionó.— Ya nos vamos.— Aseguró e hizo caminar a Kook.— Oye, sonríe, es una fiesta.— Dijo al notarlo serio.
— Tal vez deberíamos bailar para quitarme este mal humor, ¿qué dices?
— Ella va a bailar conmigo.— Se metió Kook. Jimin rodó los ojos.
— Tú cállate, Jeon.— Dijo y después murmuró:— Mierda amigo, ya no aguantas las cervezas.
— Escuché eso y no soy tu amigo.
— ¡Es una jodida fiesta!— Interrumpió Minji.— Kook vámonos, Jimin tiene asuntos que tratar. Y lo siento Jimin, bailar contigo sabiendo que tienes novia se me haría incómodo. ¡Adiós!
Ambos salieron del baño, Jungkook aún con la toalla en la cabeza y riendo como un bobo. Mientras bajaban por las escaleras, él se sostenía de los hombros de ella y no dejaba de gritar muy animado, Minji no sabía si reír o dejarlo abandonado ahí mismo.
Se unieron con la turba de personas que estaba en la planta baja y pudieron escuchar las fuertes carcajas de Taehyung desde la sala de estar, donde la mayoría estaba bailando. Él bailaba y nada más y nada menos que con la hermana de Minhyuk, la reina de la fiesta. Minji y Jungkook se miraron mutuamente y sonrieron complices.
Sería una noche larga.
••••
GUESS WHOS BACK
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