08.
Después de aquel "incidente" ocurrido no dijo nada más en días. Todo se resumía en trabajar en casa, salir apenas lo necesario para comprar lo que necesitaba y entregar a Lulú cada vez que Wonho llegaba a recogerla, aunque a él ni siquiera podía mirarlo a la cara. Quería una reacción de parte suya. Odio o disculpas, lo que fuera. Pero solo había silencio de parte del mayor y eso lo incomodaba al punto de sentirse más molesto, al menos hasta ese momento en el que una simple cosa rutinaria como entregar a Lulú a su dueño, le cambio el ánimo.
— Oye, Chae... —susurró deteniendolo por el brazo después de que depositó a su mascota en el suelo, pero soltandolo casi inmediatamente después de recibir una fría mirada— una vez más, lamento lo que dije...
Hyungwon lo miró fijamente y supo que aquella era su oportunidad de analizar a Wonho y tomar una decisión respecto a qué hacer con él y con la extraña relación que tenían.
— OK. —respondió sin más para finalmente darse la vuelta, pero entonces sintió un agarre en su brazo nuevamente y sonrió ante ese tacto.
Era la reacción que necesitaba.
— No sólo quiero que me disculpes, quiero que seamos buenos vecinos... —susurró dejando en el aire un sabor a mentira que Hyungwon distinguió bien— hay una... Bueno, un... Yo... —suspiró repentinamente nervioso al cruzar su mirada con la mirada del delgado— el parque está muy bien decorado y me encantaría poder salir a caminar por ahí, pero ir solo...
Hyungwon leyó cada una de sus facciones mientras hablaba. No le quedaba duda de que Wonho gustaba de él, lo cual lo hacía sentir un poco asqueado al recordar que probablemente era su hermano, sin embargo era interesante saber que Wonho era como un libro abierto. No podía ocultar nada de lo que sentía, cuando él era todo lo contrario.
— Quieres que vaya contigo. —completó al ver que la tarea de hablar era cada vez más difícil para Wonho, quien asintió al escucharlo.
Se lo pensó.
No es que la idea de salir le emocionara y aunque quisiera decir que estaba pensando en el plan de acercarse más a él para lograr lo que había pensado tiempo atrás, la verdad era que había visto a Wonho y sus ojos tenían algo. De hecho lo notaba cada vez que sus miradas se encontraban, algo que lo molestaba mucho. Ese jodido brillo en sus ojos era imborrable al igual que su sonrisa. Wonho lo miraba seguido, estaba atento a cualquier movimiento suyo, parecía analizarlo y no le gustaba en lo absoluto el hecho de sentirse observado por el mayor, pero no decía nada porque por más que quería gritarle a la cara que dejara de hacer estupideces, que era muy probable que fueran hermanos y que tener algo entre ambos podía ser algo bastante repudiable, su corazón no le permitía dañar esa imagen tan pura que era tan difícil encontrar en un adulto.
Esas eran las veces en las que se recordaba a sí mismo que por más que viviera aislado, aún era humano. Aún sentía algo más que odio.
— No tienes que ir si no quieres... —comentó el cabizbajo Wonho al notar demasiado silencio— yo solo pensé...
— Iré. —afirmó interrumpiendolo.
No esperaba una respuesta y tampoco iba a decir nada más porque sabía que con aquello era suficiente para acordar la salida lo más amable posible para él. Todo lo que Wonho debía hacer era prepararse y esperarlo, por alguna razón suponía que eso era lo que Wonho inmediatamente haría después de su afirmación, entonces se dio la vuelta para ir a su casa y vestirse un poco más decente para la ocasión. Sin embargo antes de poder dar más de dos pasos sintió como era envuelto en un efusivo abrazo que le propinaban los musculosos brazos del mayor, sorprendiendolo al instante.
— ¡Gracias! —exclamó contra su cuello provocandole un escalofríos que lo hizo sentir asustado por un momento— iré a prepararme, vuelvo luego. —susurró para finalmente soltarlo.
Hyungwon no sabía precisamente cómo reaccionar a ese tipo de afecto. Su mente se revolvió de una forma increíble con algo tan pequeño.
¿Hace cuanto que no recibía una muestra de afecto sincera? Es más, ¿hace cuanto no recibía siquiera una pizca de afecto? Incluso había olvidado como se sentía.
Sé giró lentamente para mirar a Wonho una vez que sus brazos lo dejaron libre, por alguna razón sentía que necesitaba mirar su rostro. Sentía que incluso con algo tan pequeño sería capaz de dañarlo, pero cuando lo miró no había nada más que una sonrisa sincera.
— Está bien... —respondió en un susurro apenas audible que delató lo confundido que estaba en ese momento.
Wonho asintió y se dispuso a irse pero al ver el estado del delgado se preocupó.
— ¿Tú estás bien? —preguntó acercándose y preguntándose si debía tocarlo o no para que lo mirara, pero al darse cuenta de lo que había hecho se sorprendió de su actitud— Si es por eso, yo... ¡Lo siento! No quise incomodarte ni nada, es solo... Yo tengo la costumbre de...
— Esta bien. —respondió nuevamente posando su mirada en Wonho— estuvo bien.
Wonho analizó sus palabras en busca de sarcasmo, ironía o enojo en su voz tal como Hyungwon lo había hecho en anteriores ocasiones, pero al no encontrarlo simplemente asintió aliviado.
— Entonces te veo en unos minutos... —susurró con la sonrisa que lo caracterizaba mientras aún tenía la mirada de Hyungwon fija en él.
Lo que Wonho no sabía es que dentro de Hyungwon se debatía una guerra entre sus sentimientos. Mientras una parte de él se sentía mimado y con muchos deseos de dejarse amar, otra parte de él odiaba que existiera otra persona en la tierra capaz de alterarlo de la forma en la que lo hizo aparte de su difunta pareja. Y menos alguien como Wonho. Pero el mayor problema suyo es que en algún punto la guerra llegaba a una tregua definitiva que no lo alentaba: todo su ser le pedía a gritos amar y dejarse amar, para finalmente obtener la venganza que sentía que necesitaba y al mismo tiempo un nuevo dolor irreparable que se merecía por ser una persona tan despreciable.
— ¿Puedes hacerlo de nuevo? —pidió en un susurro leve que pedía de todo corazón que Wonho no escuchara, pero para su desgracia no fue así. Lo supo al ver el rostro ilusionado del mayor— ¿Puedes abrazarme de nuevo? —volvió a pedir.
Wonho no lo pensó dos veces para finalmente acercarse a él y envolverlo de frente en un fuerte pero cálido abrazo que sin querer parecía estar sacudiendo violentamente sus sentidos y reconstruyendo una mínima parte de todo el desastre que tenía dentro.
No correspondió al abrazo pero tampoco limitó a Wonho de hacerlo, así que se sorprendió aún más cuando sintió sus pies ser levantados del suelo notando que Wonho sostenía todo su peso con facilidad, mientras daba una vuelta sobre sí mismo sin romper el abrazo formado.
Estaba sorprendido de aquello porque sinceramente él pensó que todo se trataría de un abrazo simple, pero aquello era más que eso. Wonho definitivamente era una persona llena de amor que contrario a él, podía demostrar cuánto afecto sentía, sin restricciones.
Entonces cuando los brazos de Wonho lo soltaron y sus pies volviendo a estabilizarse sobre la grama, toda la calidez que había sentido proviniendo del mayor, desapareció y se sintió vacío, desnudo y sólo. Muy solo.
No espero nada más. En aquel momento ya había tenido suficientes emociones fuertes y no sabía cuánto más podría aguantar antes de mostrarse vulnerable frente al tonto que juraba odiar.
Entonces, el plan había comenzado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top