Capítulo 8: La mentira se volverá realidad si finges lo suficiente
Domingo.
Día de misa.
El día de la semana más esperado por los ciudadanos de Charlestone.
Estoy sentado junto con mis padres en una de las filas. La misa aún no empieza.
Este día es particularmente un alivio para mí, oír las palabras del Padre con suerte me servirá para distraer mi mente del desastre en el que Charlestone se convirtió por culpa del asesino y Aiden.
Aiden...
El asesino...
Aún no tengo cómo probar que son la misma persona, pero si lo son, encontraré una manera de probarlo. Y todo volverá a ser perfecto, como debe ser.
Todo tiene que ser perfecto, y yo también.
El Padre llega y la misa empieza, pero no lo puedo disfrutar porque minutos después aparece la última persona que esperarías ver en este evento en particular...
Aiden.
Entra por la puerta y todos giramos la mirada en su dirección.
El simple hecho de que esté aquí ya es alarmante, pero no es sólo eso lo que me inquieta, sino lo que está usando...
Lleva unos jeans ajustados, camisa negra sin mangas dejando a la vista sus impresionantes brazos.
Mis ojos se abren como platos. Una cosa es ir por la calle vestido así, pero él sabe que hay un código para la misa.
¿El hijo de puta se está burlando de nosotros?
Aiden camina tranquilamente hasta quedar sentado en la fila que está detrás de la nuestra.
Me volteo un segundo a mirarlo y el muy maldito me guiña un ojo, pero no tardo en responderle con mi mejor mirada asesina.
Aiden sonríe, obviamente el narcisista disfruta de toda la atención que está recibiendo.
Regreso la mirada al frente y exhalo para tranquilizarme. Una cosa es perder el control estando solo con Aiden, otra cosa es perderlo frente a un grupo grande de personas.
Todo va de maravilla hasta que noto que alguien de unas cuántas filas más adelante mira con horror en nuestra dirección.
Confundido, miro detrás de mí para descubrir a Aiden en una postura cómoda, con los pies posados en la fila del frente, mientras revisa la pantalla de su teléfono sin ningún disimulo.
¿¡Es en serio!?
Inhalo y exhalo varias veces para calmarme. No dejaré que el imbécil me haga enojar.
La misa ya casi acaba, y cuando vuelvo a voltear lo que veo me hace abrir los ojos como platos.
Aiden, con el ceño fruncido, tiene el brazo con el teléfono levantado en el aire, como si estuviera buscando señal.
Lo mataré, lo juro.
La misa termina y todos salimos de la Iglesia echando humo por las orejas, incluyéndome.
¿Quién se cree Aiden que es para retarnos de esta manera?
Entre Aiden y el asesino no sé quién me jode más.
Llego a casa junto con mis padres, y nos encontramos con Isabel parada frente a la puerta.
Le sonrío-Isabel, no esperaba encontrarte aquí.
Ella me devuelve la sonrisa-Vine a decirte que sí.
-¿Que sí qué?
-Sí quiero ser tu novia.
La sonrisa que tengo en la cara se amplía.
Me le acerco y la abrazo, ella me devuelve el abrazo.
-Me has gustado desde que tú y tu familia llegaron a Charlestone, y ahora que soy tu novia mi sueño se cumplió.
Eso ya lo sé.
...
Reprime el dolor, reprime lo que sientes
Desde que sucedió aquello, esa ha sido la frase alrededor de la cual mi vida gira.
Es fácil de entender, en realidad.
Los sentimientos, cuando no puedes manejarlos, pueden llegar a matarte. Por eso es mejor reprimir el dolor, reprimir lo que sientes.
La mentira se volverá realidad si finges lo suficiente
Cuándo tu realidad es tan sombría, ¿por qué conformarte con eso?
La verdad libera a algunos, a otros los destruye.
Reprime el dolor, reprime lo que sientes La mentira se volverá realidad si finges lo suficiente
Si finjo lo suficiente, el mundo perfecto que tengo en mi cabeza se volverá real.
Se podría decir hasta cierto punto que estoy aplicando esa frase con ella.
No la quiero de la misma manera en la que ella a mí, pero eso cambiará con el paso del tiempo.
Algunos pensarán que, siendo gay, es mala idea fingir que me gusta una chica.
¿Qué pasará si quiere tener sexo conmigo?
Fácil, en nuestra religión, el sexo es un lujo que sólo se puede dar entre esposos, y si Isabel llega a tener la idea, sólo debo hacerle ese recordatorio.
Eso es lo bueno de las reglas. Si aprendes a seguirlas, puedes usarlas a tu favor.
¿Y cuando estemos casados? ¿Cómo le negaré sexo a mi esposa?
Eso tampoco me preocupa, no soy el primer, ni seré el último gay del mundo en tener sexo con una mujer para sostener una farsa.
Sí, pensé en todo.
Si quiero que mi mundo sea perfecto, eso también incluye la novia perfecta, que luego se convertirá en la perfecta esposa, con quién tendré perfectos hijos.
Desde que llegamos a Charlestone, supe de inmediato que estaba enamorada de mí, y ahí vi la oportunidad de construir el mundo que llevaba imaginando desde hacía muchísimo tiempo.
Tal vez no estoy enamorado de ella, pero si finjo, a la larga, lo estaré.
Así es cómo ahora estoy aquí, sentado frente a los padres de Isabel.
-Entonces-habla el Sr. Williams-... Quieres cortejar a mi hija, ¿no?
El padre de Isabel es un hombre cuarentón y fornido que podría intimidar a quien sea, a mí no.
Con el tiempo descubres que es más dócil de lo que su apariencia da a entender.
-Así es.-respondo yo con una sonrisa respetuosa.
Esta vez la señora Williams es la que habla-¿Sabes que mi hija estuvo enamorada de ti desde que tu familia llegó a este pueblo?
Finjo sorpresa-No lo había notado. Isabel siempre me trató de manera amistosa, pero nada más.
El señor Williams suspira-Ethan, no te lo tomes a mal, eres un buen chico y te tenemos mucho aprecio, pero debes comprender que amamos a nuestra hija y queremos lo mejor para ella, ¿tú eres lo mejor?
Obviamente iba a hacerme una pregunta como esa.
Dejo mi taza de café en la pequeña mesa de vidrio y, fingiendo estar nervioso, respondo.
-La verdad no sabría decir si yo soy lo mejor para ella o para quién sea. Lo que sí les puedo decir, sin miedo de equivocarme, es que con el tiempo el sentimiento de amistad que le tengo evolucionó en algo más.
Suspirando, continúo-Me gusta Isabel, y yo le gusto a ella. Si fuera por nosotros ya estaríamos saliendo, pero quiero hacer las cosas bien desde el principio, y por eso estoy ahora frente a ustedes.
Veo en sus caras la duda, y tengo que aguantar para no sonreír victorioso. Los tengo dónde quería.
Él padre de Isabel sonríe, una sonrisa cálida que te transmite confianza-Viniste aquí a pedir nuestra aprobación, como solía hacerse en los viejos tiempos. Eso sólo un hombre de verdad lo hace.
-Por eso tienes mi respeto, y junto con él, mi aprobación para que mi hija y tú continúen con su relación.
Sonrío y luego desvío mi mirada a la señora Williams, esperando que diga lo que tenga que decir.
-Si mi esposo lo aprueba, yo también. Además, nunca nos diste razones para desconfiar de ti.
Sonrío de oreja a oreja-Les agradezco.
Me levanto y ellos también. Le doy un firme apretón de manos al señor Williams y a la señora Williams un beso en la mejilla.
Salgo de la casa de Isabel y camino a la mía con una sonrisa enorme en todo el trayecto.
Eso no fue tan difícil.
Cuando entro encuentro a mis padres en la sala hablando de trivialidades.
Cuando me ven entrar, dejan de hablar y me miran con curiosidad.
Mi papá es el primero en hablar-¿Por qué tan sonriente?
-Hablé con los padres de Isabel, y tengo su aprobación para salir con ella.
Mi madre me mira con preocupación, mi padre con duda.
Mi mamá habla esta vez-Ethan, ¿estás seguro de esto?
No me gusta por dónde va con esa pregunta-Ya hablamos de eso mamá, yo no lastimaria a Isabel.
-Pero eres gay
Ruedo los ojos
-Ya sé que soy gay, lástima que vivamos en un pueblo religioso dónde casarse y formar una familia con un hombre no sea opción.
Esta vez mi papá es el que habla-¿No te has detenido a pensar que, tal vez, venir a Charlestone no fue la mejor idea?
Aprieto los puños a mis costados, mi mirada se vuelve dura, mi tono de voz frío como el hielo.
-Tú sabes por qué nos mudamos a Charlestone, ¿o necesitas que te lo recuerde?
Mi padre me ve con tristeza en los ojos. No me enorgullece lo que le estoy haciendo, pero tampoco puedo permitir que nos echemos para atrás.
-Con Isabel como mi novia, estoy a nada de construir el mundo con el que llevo soñando desde hacía mucho. No pienso retroceder.
Y me dirijo a mi habitación.
Pero me detengo y me volteo-Papá-él se gira a verme-, lo siento.
Sin esperar una respuesta, me dirijo a mi habitación.
Fantástico, lo lastimé.
Cuándo llego a mi habitación, me tiro en la cama y doy un suspiro.
Qué día.
Primero Aiden me hace enojar como sólo él sabe hacerlo
Luego los padres de Isabel me dan su aprobación.
Y por último mis padres y yo discutimos.
Una montaña rusa emocional.
Al menos una cosa salió bien. Ahora sólo me falta desahcerme de Aiden.
¿Pero cómo?
No tengo cómo probar que Aiden y el asesino son la misma persona, y sin eso no tengo nada.
¿En su casa habrá algo que lo delate?
No veo por qué no hacerlo, digo, él se metió en la mía sin permiso, ¿por qué no regresarle el favor?
Sólo tengo que planear el momento. Obviamente no conozco el horario de Aiden, y no puedo entrar cuando quiera asumiendo que no está ahí.
Tal vez, si le pregunto...
Mis padres están en su habitación, hablando de yo no sé qué cosa. Es ahora o nunca.
El plan es simple, ir a hacerle una visita a Aiden. Si me atiende, sabré que a estas horas está aquí y no es buena idea.
Si no lo hace, entonces sabré que puedo planear otro momento para meterme a su casa a investigar un poco.
Haciendo casi nada de ruido, abro y cierro la puerta para salir a la calle y caminar hacia la casa de Aiden.
A esta hora todos descansan, así que cuento con que no habrá nadie mirando por su ventana. Y si lo hay, veré qué mentira invento y me la creerán, tienen que.
Al llegar frente a la puerta toco un par de veces.
Aiden abre la puerta, y se sorprende, obviamente no se esperaba esta visita.
Esta vez mi reacción es mucho mejor, sin sonrojos ni nerviosismo.
La primera vez que lo visité él me explicó que le gusta estar sin camisa en su casa, así que me preparé psicológicamente para encontrarmelo así.
-Ethan, no esperaba verte.
-¿Puedo hablar contigo?
Él se hizo a un lado y yo entré a su casa.
Esta vez, con la luz del día, puedo detallar mejor este lugar, es una casa impresionante.
-¿De qué quieres hablar?
Me cruzo de brazos-¿Qué fue todo eso?
Él obviamente se hace el loco-¿Qué fue qué?
-¿Llegar a la Iglesia vestido así, usar los asientos para descansar los pies, ponerte a buscar señal en las narices de todo el mundo?
-Ah, eso.-se rió levemente-Vi que la misa estaba un poco aburrida y decidí animarla un poco.
Alcé una ceja-Haciendo enojar a todo el mundo.
Se encoge de hombros.
-Hablo en serio, Aiden, ya basta con eso.
Él se acerca a mí, pero yo no retrocedo, no me dejaré intimidar.
Asesino o no, no me dejaré intimidar.
Aiden queda frente a mí, y nos quedamos mirando a los ojos.
Aiden es atractivo, eso no se puede negar.
Ese cabello castaño oscuro.
Esos ojos heterocromaticos que te hipnotizan si los ves por mucho tiempo.
Esa barba bien cortada.
Y el hecho de que esté sin camisa tampoco ayuda.
-Puedo detenerme con una condición.
-¿Cuál?
El sonríe ampliamente-Folla conmigo.
No controlo mis acciones.
La palma de mi mano viaja hacia su mejilla.
Le doy una bofetada, una fuerte, de esas que te dejan los cinco dedos marcados.
¿Sexo a cambio de que se quede tranquilo? ¿¡Es chiste!?
¿¡Aiden me ve como un gigoló!?
Aiden gira su rostro-Lo sabía.
-¿Qué cosa?
-Eres un montón de cosas, Ethan, pero fácil no está entre ellas, y eso me encanta.
-Más te va a encantar cuando te meta un alambre de púas por el ano y te lo saque por la boca, si vuelves a tratarme como prostituto.
-Guao, Ethan, ¿tu idea era asustarme o prenderme?
Una nueva oleada de ira me recorre. Pero me contengo.
-Entonces, no planeas detenerte.
-Y tú no planeas follar conmigo.
Sonrío-Oh, ¿no te conté?
Él me mira confuso-¿Qué cosa?
-Le pedí a Isabel que saliéramos, y ella y sus padres lo aprobaron, así que ya no podré tener sexo contigo.
Mi sonrisa no flaquea-Lo siento, Aiden, pero tienes que entender que no puedo serle infiel a mi novia.
-¿Quieres decir tu falsa novia? Ni siquiera te gustan las mujeres.
Me encojo de hombros-Ya tengo resuelta esa parte.
Acerco mi mano a sus abdominales, tomándome mi tiempo para acariciar suavemente cada uno.
-Lamento que no puedas cumplir con esa fantasía que tienes.
Acerco su rostro al mío, y nos besamos en los labios. Un beso que, lejos de ser lindo o tierno, es pasional, rudo, demandante.
Desplazo mis labios hacia su barbilla, y comienzo a besar y morder.
Puedo oír cómo su respiración se acelera, y sonrío orgulloso de saber que yo le estoy haciendo esto.
Ahora dirijo mis labios hacia su oreja, ya es hora de que le devuelva el favor.
-Adiós, Aiden.
Y me voy.
Dejando a Aiden con la respiración agitada y un bulto en su entrepierna que supongo es una erección.
Sonreí.
Tú no eres el único que sabe cómo jugar al juego de la provocación.
Nota de autor
Guao, ¿quién es ese y qué hizo con mi Ethan tierno e inocente?
¿Qué tal este capítulo? A mí me encantó porque vimos los poderes de provocación de Aiden y los poderes de manipulación de Ethan en todo su esplendor.
Ethan e Isabel son novios ahora, ¿qué opinan de eso?
Como sea
Lean si les llamó la atención
Voten si quieren
Comenten si les da la gana de hacerlo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top