Capítulo 5: Otro asesinato

Tamora Montgomery (segunda víctima) en multimedia

Ethan

Ha pasado una semana desde lo que pasó con Hugo, y pasó lo que tanto temía que sucediera: otro asesinato.

Tamora Montgomery, una de las chicas más queridas de nuestra sociedad, fue encontrada en su casa, estrangulada.

La rabia me consume por completo, se suponía que yo debía evitar esto. ¿Cómo fue que fallé? ¿Cómo pude permitir que el monstruo que le quitó la vida a Hugo le hiciera lo mismo a Tamora?

Salimos de nuevo del funeral de Tamora, y la sensación de dejá vu es igual a cómo me sentí con el funeral de Hugo. La misma tristeza, otra pareja llorando a su hija. ¿Es que esto no se detendrá?

Consideré la idea de ir con los padres de Tamora y hacer lo mismo que con los de Hugo, pero me retracte cuando me di cuenta de que podría obtener lo mismo que conseguí con los padres de Hugo: nada.

Además, cuando entrevisté a los padres de Hugo, me di cuenta de que Hugo era drogadicto, y lo último que quiero es descubrir algo sobre Tamora que manche la imagen que tengo de ella, aunque sé que es necesario si quiero encontrar al asesino.

Hugo era drogadicto, si Tamora también tuvo algún secreto o estuvo metida en cosas turbias, ¿podría haber un patrón? Eso podría ayudarme a descubrir quién es ese monstruo.

Camino hacia el instituto, y de lejos veo a Isabel llorando, oh, había olvidado que Isabel y Tamora eran cercanas.

Me acerco a Isabel y la abrazo. Ella forcejea un poco para que la suelte, pero finalmente cede y me deja consolarla.

-Todo va a estar bien.-le digo para hacerle saber que estoy con ella.

Había planeado pedir permiso a sus padres para cortejarla, hasta que me di cuenta de la pésima idea que es. Tendría que esperar algunas semanas más o incluso meses hasta que ella estuviera lo suficientemente bien emocionalmente hablando.

-Ella era una buena persona, Ethan.-dice contra mi pecho-No se merecía lo que le pasó.

-Algún día atraparan al asesino, Isabel, esto no puede quedar impune.

-¿¡Cuando!?-grita ella con desesperación, la entiendo-Primero Hugo, ahora Tamora. ¿Cuántos más tienen que morir hasta que pongan a ese monstruo en una jaula como el animal que es?

No sé qué respuesta darle, así que limito a seguir abrazándola.

Ella sigue llorando un poco más, hasta que por fin se tranquiliza-Gracias por apoyarme con esto, Ethan.

Yo le sonrío-¿Para qué son los amigos? Mientras yo respire, no vas a estar sola, Isabel.

Luego habla de nuevo.

-No fui al funeral de Tamora.

-Lo sé,-digo yo-me extrañó no verte ahí. ¿Por qué no fuiste?

-No podía, no quería ir al funeral de Tamora, eso hubiese sido... demasiado para mí. No hubiese podido soportarlo.

Suspiro-Entiendo.

-¿Qué pensarán los demás, Ethan? Tamora y yo éramos buenas amigas, y no fui a su funeral. ¿Qué dice eso de mí?

-No te preocupes por eso en este momento. Tienes una herida que necesita sanar, preocúpate por eso que es lo que importa ahora.

-Eres tan fuerte, Ethan. Hay veces en la que me gustaría ser como tú. Parece que lo tienes todo bajo control.

Le sonrío otra vez-Nadie es igual a nadie, y tampoco nadie debe ser igual a nadie. Todos somos diferentes, con problemas diferentes, y eso está bien.

-Tengo demasiada suerte de tener un amigo como tú.

Y pronto tendrás la suerte de tener un novio como yo.

Fue lo que pensé, pero me abstuve de decirlo. Ahora no es el momento.

-Deberíamos entrar ahora, antes de que el timbre suene.

Y en eso el timbre suena.

Isabel y yo empezamos a reír porque seguramente llegaríamos tarde a la primera clase.

Comenzamos a caminar para entrar al instituto. Isabel todavía tiene los ojos enrojecidos por haber llorado.

Espero que pronto esté bien.

Cuando entramos, nos dirigimos a nuestra primera clase del día: psicología.

Nos adentramos en el salón y ahí puedo ver al resto de nuestros compañeros murmurando sobre algo.

Me acerco a Winona, una compañera-¿Qué es lo que pasa? ¿Sobre qué murmuran?

-Aiden armó todo un espectáculo en el supermercado ayer.-es lo que ella me responde.

Ah, eso.

Aiden y yo habíamos hablado sobre eso cuando cure sus heridas producto de dicho suceso.

El me había asegurado que no fue para tanto, que sólo dio su opinión sobre algo y que el hombre se volvió loco y lo atacó. Obviamente no le creí nada.

¿Por qué desconfío tanto de él?

Desconfias de mí porque sabes que hay algo mal en mi cabeza, y en la tuya también, y entre locos se entienden.

¿Entre locos se entienden? No sé por qué diría eso.

En fin, agudizo el oído con la intención de seguir escuchando los susurros de mis compañeros y lo que escucho no me sorprende demasiado:

Tiene mucho dinero.

Es un provocador.

No respeta nuestras reglas.

Aquello último me hace soltar un suspiro de frustración. Por lo que Aiden y yo hablamos, es obvio que no siente ningún tipo de respeto por nuestra religión, lo que significa que no hay manera de convencerlo de que se adapte.

Eso sin duda complica mi situación. Tenía la esperanza de convencer a Aiden de que se adaptara, y ahora que eso no es opción, ¿qué se supone qué voy a hacer?

Aunque todavía tengo una esperanza. Aún no se sabe quién es el asesino, y si resulta ser Aiden, entonces todo lo que tengo que hacer es atraparlo y así me lo quitaré de encima. Problema resuelto.

Eso suponiendo que Aiden sea el asesino, si no es así, significaría que hay dos personas en Charlestone jodiendome la vida.

Mis pensamientos son interrumpidos por el profesor de psicología, quién con su presencia, calló los murmullos de los compañeros de clase.

Entre todo lo que nos explicó, hizo un comentario que de verdad llamó mucho mi atención. Dijo algo sobre los psicópatas.

Encanto superficial, falta de empatía, manipulación.

No sé por qué eso me llamo tanto la atención, así que dirigí mis pensamientos una vez más a Aiden.

Lo que dijo sobre Hugo me desconcertó bastante.

-Sí, era un buen chico.

-Yo no estaría tan seguro.

Al principio no estaba seguro de a qué se refería, pero ¿y si Aiden sabía que Hugo era drogadicto y por eso dijo lo que dijo?

En ese momento recordé mi conversación con la señora Gutiérrez.

-Es curioso, ¿sabes?

-¿Qué es curioso?

-Ese chico nuevo, Aiden, después del funeral de Hugo nos dio a mi esposo a mí sus condolencias y empezó a hacer preguntas sobre Hugo, justo como tú lo estás haciendo. A él tampoco lo pude ayudar mucho.

No entendía por qué razón haría preguntas sobre Hugo si ya sabía cuál era su secreto, ¿habría tenido otra razón? Me a dar dolor de cabeza si sigo analizando y haciendo teorías.

Otra cosa que me perturba es el hecho de que Aiden dijo que tuviéramos sexo. Aquello me desconcertó, no lo negaré.

Mi respuesta fue un claro no, pero ¿podría reconsiderarlo? Sé que es pecado, pero sólo por hacerlo una vez no pasará nada, ¿verdad?

Preferí seguir prestando atención a mi profesor de psicología por el simple hecho de que prefiero eso a seguir pensando en Aiden. Ese chico terminará acabando con mi cordura.

Después del instituto, comencé a caminar de vuelta a casa y entré. Mi madre estaba ahí, obviamente papá no había llegado todavía del trabajo.

-¿Cómo estuvo tu día, Ethan?-me preguntó ella.

Me encogí de hombros-Lo mismo de siempre, en realidad.

-¿Sabías lo que pasó con Aiden en el supermercado?

-Sí, me enteré por mis clases. Ese chico sabe cómo llamar la atención.

-Me sorprende, cuando cenamos con él, creí que era un buen chico, supongo que tenías razón al desconfiar de él.

Se hizo un pequeño silencio y ella volvió a hablar.

-¿Cómo descubriste que Aiden no es buena persona?

No supe cómo responder a eso-Si te soy sincero, no lo sé, supongo que mi instinto me dijo que algo sobre él no estaba bien.

-No te equivocaste.

Empezamos a hablar de temas sin sentido, hasta que ella dijo algo realmente importante.

-¿Ya pediste permiso a los padres de Isabel para cortejarla?

Suspiré-No pude, ella estaba emocionalmente delicada por lo de Tamora.

Ella asintió-Tomaste la decisión correcta.

-Espero que dentro de una semana o un poco más, ella esté mejor y pueda empezar a cortejarla.

-Ethan...-dijo mi madre, parece que tiene dudas sobre lo que me quiere decir-¿estás seguro de eso?

-Mamá, ambos sabemos que Isabel es la única pieza que falta para que mi mundo sea verdaderamente perfecto.

-Sólo espero que no te equivoques sobre esto.

Asentí, yo también espero no estarme equivocado.

Luego de hablar con mamá, me dirijo a mi habitación y lo me encuentro en ella me sorprende: Aiden.

-¿Qué carajos?

-Cuida tu lenguaje, Ethan.-se burló él.

Su burla me habría molestado, pero estaba más molesto por el hecho de que él estuviera aquí, en mi habitación, como si yo lo hubiese invitado. En primer lugar...

-¿Cómo entraste?

-Por la ventana.-respondió tranquilamente, como si fuera la cosa más normal del mundo.

Al menos algo de lo que dijo cuando lo cure fue verdad: este chico tiene algo mal en la cabeza.

-No deberías estar aquí.-le respondí con toda la severidad.

-¿Y qué con eso? El ser humano vive haciendo cosas que no debería.

-Eres tan extraño.

-Claro, como tú eres muy normal.

-Vete a la mierda, tú no eres quién para decirme si soy normal o no.-fue lo que respondí.

¿Qué es lo qué me pasa? ¿Por qué con Aiden me comporto de esta forma?

-Da igual, ¿qué haces aquí?

-¿Has pensado en lo que te dije?

Me reí un poco-Definitivamente te dolió mucho cuando te rechacé.-fue lo que respondí sentándome también en la cama.

No me iba a dejar intimidar, se supone que esta es mi habitación, mi territorio.

Todo Charlestone es mi territorio, él no tendría nada que hacer aquí.

-No me molestó, simplemente creí que entrarias en razón.

-No tendré sexo contigo, Aiden, superalo.

Él, acostado en la cama, sonrió-Lástima, tú te lo pierdes.

Rodé los ojos-En serio eres egocéntrico. ¿Te crees un dios del sexo o algo por el estilo?

-Si dejaras de negarte a hacer lo que quieres, lo sabrías.

Sólo rodé los ojos.

-Por cierto,-dijo Aiden, captando nuevamente mi atención-aprovechando que no estabas aquí me tomé la libertad de explorar un poco la casa y vi que había una tercera puerta, ¿de casualidad de quién es?

Cada músculo de mi cuerpo se tensó, él no tendría que saber eso, nadie tendría que saberlo.

-Nada importante.

-¿En serio? Porque me parece extraño que teniendo tú una habitación y tus padres la tuya, haya una tercera puerta.

-Tengo una idea, ¿y si dejas de meterte dónde no te llamaron? En primer lugar ni siquiera deberías estar aquí porque no te invite, esto es allanamiento de morada y te puedo demandar.

-Pero no lo harás.-respondió él muy seguro. ¿Me está desafiando?

-¿Cómo estás tan seguro?

-Porque quieres deshacerte de mí, pero no de esa manera, tú quieres algo más permanente, más definitivo.

-¿Ahora lees mentes? Me pregunto qué otros superpoderes tendrás guardados por ahí.-le respondí con mi mejor sarcasmo.

En parte tiene razón. Pero por supuesto no le voy a dar la satisfacción de oírme decirlo.

Si me deshago de Aiden, quiero que sea algo más contundente, de nada me sirve que pase unos pocos días en prisión para que salga y siga haciendo desastres en el pueblo. Tampoco puedo poner una orden de restricción en su contra porque no me ha hecho nada.

Legalmente, no le puedo tocar un pelo.

El río levemente-Apenas llevo poco más de una semana aquí y ya siento que te conozco.

-Tú crees conocerme.-hice énfasis en crees para que el entendiera que no tiene idea de nada.

-Deberías irte.-dije después de unos pocos minutos de silencio.

-Pero tus padres podrían verme.

-Entraste por la ventana, ¿cierto? Estoy seguro de que puedes salir también por ahí.

-Qué frío.-se burló y rodé los ojos.

-Fue un placer hablar contigo una vez más, Ethan.-dijo mientras salía por la ventana.

-Desearía poder decir lo mismo.

Esto cada vez se pone peor. Aiden es demasiado peligroso para mí.

No sabe nada de mí, pero ya cree conocerme. Lo que él no sabe, es que yo también conozco parte de él, y eso me puede ayudar a vencerlo.

Nota de autor

¿Qué les pareció? Otro asesinato, parece que para nuestro querido asesino la sangre es una droga, nunca es suficiente.

Todo se está complicado para el pobre Ethan, porque se supone que él necesita la perfección en su vida, y todo se le está saliendo de control.

Aiden de verdad quiere tener sexo con Ethan, pero Ethan se resiste.

La cuestión es: ¿por cuánto Ethan se podrá resistir? Ya vimos que está considerando la idea.

No se preocupen, lectores hambrientos de escenas +18, prometo que tendremos una, aunque no les diré cuando ni bajo qué circunstancias.

Lean si les llamó la atención

Voten si quieren

Comenten si les da la gana

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