Estás ahí, en el último día de tu período escolar; después de haber logrado satisfactoriamente aprobar los exámenes, aunque el que hayas estado pensando en Crush desde el principio ha bajado tu nota media, pero no dejas que eso te preocupe.
Todos los estudiantes parecen animados con las cercanas fiestas Navideñas, todos menos Crush, el cual de muestra más monótono que de costumbre. El celular vibra bocabajo sobre la mesa, pero él/ella lo ignora. Su mirada se pierde en el exterior, quizás observa el ave que camina en umbral de la ventana o quizás en la forma curiosa de alguna nube. Puede ser cualquiera de una de esas cosas o quizás nada.
Su hermosa mirada se oculta después tras el manto de pestañas. Parece querer tener la intención de dormir, aunque sus suspiros delatan quizás algún otro sentimiento.
Se le ve verdaderamente alicaído.
-Oye - Te llama tu vecino de mesa, un joven de tu sexo opuesto que por veces te pide prestado material escolar - ¿Quieres venir a la fiesta que organiza nuestra clase?
Te tiende un papel donde existen varias firmas en diferentes colores y caligrafía. 
Sostienes el papel y te lo quedas mirando con un aire pensativo. Luego miro por el rabillo del ojo a Crush. Fiesta... Quizás eso es lo que Crush necesita. 

Opciones:

1-Invitar a Crush a la fiesta.

2-Rechazar la oferta y decirle a Crush si quiera pasar las navidades contigo. 

3-Preguntarle a Crush qué piensa de la Navidad.

4-Aceptar ir a la fiesta, pero no invitar a Crush.

5-Lo mejor es pasar el día con la familia.

6-Invitar a Crush a que pase el día junto a ti y a tu familia.