❈Capítulo 64: ¿Cuanto tiempo?.

|SESENTA Y CUATRO|
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❈|Sheryl Elyzzabeth
Sorrenghaille|.

Mis uñas se me entierran en las palmas mientras busco otra razón, otra
excusa, pero no la hay. Aunque no quiera parecer distinta a los demás jinetes de este campo, lo soy.

—{•Cómo odio ese gesto peleonero y obstinado que siempre me hace querer besarte.•} —la expresión de Dhraco sigue siendo neutral, casi aburrida, pero sus ojos se encienden cuando su mirada se posa sobre mi boca.

—{▪︎Y lo dices ahora, cuando la gente vería si lo haces.▪︎}—se me corta la respiración.

—{•¿Cuándo te he hecho creer que me importa un carajo lo que la gente piense sobre mí?.•}—una orilla de su boca se eleva y ahora es lo único en lo que puedo concentrarme, maldito. —{•Solo me importa lo que piensen de ti.•}

Porque es líder de ala.

No hay nada peor que los cadetes corriendo el chisme de que conseguiste
estar a salvo a punta de acostones... me advirtió mamá antes de entrar aquí.

—《Súbete, Sheryl. Tenemos que ganar una batalla.》—me dice.

Arranco mi mirada de sus ojos y estudio la exquisita e intrincada estructura
de la silla.

—《Es hermosa. Gracias, Dhraco.》

—《De nada. —se acerca a mí y un escalofrío me recorre la espalda cuando sus labios rozan mi oído. —《Cuéntalo como el favor que te debía.》—susurra.

—《¿Eso es una silla de montar?.》

Me alejo de Dhraco con un salto, pero él no se mueve ni un centímetro cuando Dhareios nos interrumpe, sosteniendo una enorme bandera roja en un asta de más de un metro. Está viendo a Thrain con los ojos desorbitados.

—{"No, es un collar."}—dice Thrain, y aprieta los dientes.

Dhareios retrocede algunos pasos.

—《Sí.》—le responde Dhraco. —《¿Algún problema?.》

—《No.》—Dhareios ve a Dhraco como si se estuviera portando de manera irracional. —《¿Por qué tendría algún problema? Estoy de acuerdo con todo lo que mantenga a salvo a Sheryl, por si no lo habías notado.》—le dice.

—《Bien.》 —Dhraco asiente una vez y se gira para verme. —{•Te apuesto a que sería mucho más extraño si te besara justo en este momento.•}

Sí, por favor.

—{▪︎Más vale que la próxima vez que nos besemos no sea solo para molestar a Dhareios.▪︎}

—{•Más vale que la próxima vez sea solo porque lo deseamos.•}

—《Conque la próxima vez, ¿eh?.》 —baja su mirada a mis labios.

Y obviamente ahora eso es lo único en lo que puedo pensar, en cómo se
sienten sus labios sobre los míos, en la manera en que sus manos siempre me
toman por la nuca, en cómo se desliza su lengua. Me tengo que contener para
no acercármele más. Y casi no lo logro.

—《Ve a liderar a tu ala… o a hacer lo que sea que hagas.》

—《Estaré robando un huevo.》 —me muestra una sonrisa antes de voltear a ver a Dhareios. —《No dejes que nuestra bandera caiga en manos del Ala Uno.》—le dice.

Dhareios asiente y Dhraco se va hacia donde Dhregaine lo está esperando.

—《Es una gran silla.》—dice Dhareios.

—《Lo es.》 —reconozco, y Dhareios me ofrece una sonrisa antes de irse con su dragona.

Yo me acerco a la pata de Thrain y tengo que reírme cuando inclina el hombro para que pueda subirme.

—{▪︎¿Cómo? ¿No hay escalera?▪︎}

—{"Lo consideramos, pero decidimos que te haría demasiado vulnerable."}

—{▪︎Por supuesto que lo conside…▪︎} —me detengo antes de subir porque veo
algo dorado que viene corriendo hacia mí. —{▪︎Andara?▪︎}

—{'Yo también quiero pelear.'}} —se detiene derrapando frente a mí.

Abro y cierro la boca. Andara ha estado volando con nosotros y, en periodos breves, puede seguirle el paso a Thrain, pero el brillo de esas escamas bajo el sol es un faro para… todos.

Pero si yo puedo tener una silla de montar, pues…

—{▪︎Hecho.▪︎}—mis ojos recorren el campo, que está en su momento más lodoso desde que bajó el agua de los picos nevados. —{▪︎Ve a rodar por ahí.▪︎} —señalo el lodo. —{▪︎¿A menos que te afecte en las alas? Lo que más me preocupa que sea demasiado visible son las escamas de tu panza.▪︎} —le digo.

—{'¡No hay problema!'}—sale corriendo y yo me subo a Thrain para descubrir que la silla cubre el asiento en la base de su cuello y el pomo de escamas.

—{▪︎Creí haber escuchado que dijeron que el cuero era malo.▪︎}—la silla es de un cuero negro elegantísimo y tiene dos pomos para mis manos. Al acomodarme
veo que me queda perfecta. Me agacho y ajusto los estribos con el sistema de
hebillas.

—{"El cuero es un peligro en mi pecho si recibimos un ataque de fuego, pues tu silla se caería. Pero si recibes una ráfaga allá arriba, estar sentada en una montura de metal no te va a salvar."} —me explica.

Ni me molesto en señalarle que el único fuego con el que podrían atacarnos
sería el de otros dragones, y eso no es un problema, porque los grifos solo tienen
pico y garras. Pero mejor tomo las correas para mis muslos y me las amarro.

—{▪︎Qué ingenioso▪︎}—le digo a Dhraco mentalmente.

—{•Me avisas si necesita alguna modificación después de que ganemos.•}

Cretino arrogante.

Momentos después nos echamos a volar. Andara nos sigue el ritmo y se mantiene cerca de Thrain como lo hemos estado practicando.

Nuestra misión es evitar que la bandera caiga en manos enemigas, así que
sobrevolamos el perímetro del campo de batalla de ciento sesenta kilómetros
que abarca la mayor parte de la cordillera central mientras los otros pelotones se encargan de explorar e ir por el huevo.

Una hora más tarde me pregunto si esta tarea en realidad es un castigo para
Dhareios y no un honor. Todos estamos divididos en dos formaciones cerradas de siete, ocho si tomamos en cuenta a Andara. Dhareios tiene la bandera en su grupo, arriba de nosotros, y cuando llegamos a otra montaña, él se separa hacia la derecha.

Thrain gira a la izquierda y de inmediato siento el jalón en el estómago
mientras bajamos junto a la ladera. Las anchas bandas se me encajan en los
muslos, manteniéndome en mi lugar, y el corazón me late estruendosamente
por la euforia que despierta el golpe del viento contra mi cara. Vamos en picada y seguimos bajando y bajando y bajando.

Y, por primera vez, no tengo miedo de caerme. Lentamente, suelto los
pomos y, un instante después, mis manos están sobre mi cabeza mientras
caemos hacia el valle.

He vivido más de 100 años y jamás me había sentido tan viva como en este
momento. Todo esto es diferente, el volar con un Dragón Extensión, es total mente diferente a lo qye estoy sintiendo, el poder me corre por las venas, chisporroteando con vida propia y encendiendo todos mis sentidos hasta
un punto que es casi doloroso.

Thrain abre las alas, se sostiene en el aire y dejamos de caer.

—{"Vas a tener que trabajar en los músculos de los hombros, Azulita. Lo
practicaremos en la semana."}

Asomándome lo más que la silla me permite, veo a Andara sostenida entre
las garras de Thrain mientras volamos en horizontal sobre el suelo del valle.

—{'¡Gracias! Ya puedo sola'}—dice Andara, y Thrain la suelta.

El poder me sacude los huesos como si estuviera buscando una salida, y tengo que esforzarme por incorporarme. Es distinto a las otras veces… como si en vez de estar esperando que mis manos lo moldeen, quisiera moldearme a mí.

Un instante después el miedo me sube por la espalda. ¿Y si el contrataque del
poder por no manifestar un sello eligió el día de hoy para liberarse al fin?
Sacudo la cabeza. No tengo tiempo para preocuparme por lo que podría pasar,
no en medio de los Juegos de Guerra. Es solo que mi poder al fin se siente libre
porque no estoy tan concentrada en no caerme. Eso es todo.

Me yergo en la silla y recorro el paisaje con la mirada mientras Thrain comienza a subir de nuevo, y el corazón me da un vuelco. Allá arriba, en el lado
oeste de la cordillera, está una torre gris que casi se pierde entre las montañas.

Ni siquiera la habría notado si no fuera por los…

—{▪︎¿Eso es lo que creo que es?▪︎}—el miedo solo alimenta la incontrolable energía que me eriza la piel.

Thrain ya está viendo hacia allá.

—{"Dragones."}

Miro sobre mi hombro hacia Chris, Reyshel y Violet, y veo que Thrain debe haber pasado ya el mensaje, porque rompemos la formación y nos dispersamos mientras cuatro dragones se lanzan desde el risco que está arriba de nosotros, apuntando en distintas direcciones.

Les habíamos dado distintos objetivos, pero ahora los vamos a tener que
enfrentar uno a uno.

Una ráfaga de bolitas de hielo me azota la piel y rebota en las escamas de
Thrain, pero se ve obligado a pegar las alas a su cuerpo para evitar daños.

El estómago se me sube a la garganta porque vamos en caída libre y el suelo
del valle viene hacia nosotros a una velocidad alarmante. El calor y la energía amenazan con devorar hasta el último centímetro de mi cuerpo, incluso siento que mis ojos están ardiendo. Ay, mierda, mi sello sí va a contraatacarme durante los juegos.

—{"¡Haz tierra, ya!"}—ruge Thrain.

Cierro los ojos, planto ambos pies mentales en el piso del parque y levanto las murallas que solo dejan entrar al torrente de poder de Thrain, a Andara y a Dhraco, e inmediatamente siento que tengo más control.

Pero mi control se va al carajo cuando...

—{○Sheryl, ¿cuanto tiempo?○}—escucho en mi mente, y me paralizo.

¿Qué coño...?

.

.

.

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༼✎NOTA DE AUTORA༽

¡Hola! ¿Como están?.

Les traigo un nuevo capítulo de esta historia, espero y les haya gustado.

Corto pero seguro, ahora si comienza lo difícil, y de paso, estamos llegando al final, porque si, corazones, Ahrcalis parte 1, tiene 70 capítulos, ¿están preparados?.

¿Qué les ha parecido el capítulo?.

¿Qué opinan de lo ocurrido?.

¿Qué creen que pueda pasar ahora?.

¡GRACIAS POR LEER!.

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Breysis.P©️

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