❈Capítulo 59: Batalla de Pelotones pt.1.

CAPÍTULO 59: BATALLA DE PELOTONES PT.1.
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❈᭄D H R A C K A R I U S
K H O V A L K E V.

La misión de este año de la batalla de escuadrones es adquirir aquello que sería más ventajoso para nuestros enemigos en la guerra. Mis cejas se arquearon levemente cuando
el Comandante nos transmitió la información antes, un cambio notable con respecto a los años anteriores de cazar huevos escondidos o profesores. Parecía demasiado consciente que la
comandancia estuviera buscando grietas en su defensa.

Pero han pasado casi cuatro horas desde entonces, con todos los líderes de sección y escuadrón escondidos en la cámara contigua a la oficina del Comandante. Estar atrapado en una
habitación con el puto Dhareios Khozlkov es una nueva forma de tortura y sólo la comandancia podría estar lo suficientemente enferma como para idearla para mí.

Aunque me está ignorando deliberadamente tanto como yo a él, su presencia en la habitación está absorbiendo todo el aire. Sigo pensando en sus manos en el rostro de Sheryl, acercándola a él para besarla en el campo de vuelo. Se repite una y otra vez, y aunque estoy bastante seguro de que ella ya no lo quiere, la parte de mí que la necesita desesperadamente empuja contra mis sombras, esforzándose por estrangular la pequeña sonrisa engreída de su rostro.

Al comienzo de nuestro encarcelamiento, hubo conversaciones en voz baja por toda la habitación pero ha pasado tanto tiempo que todos estamos sentados en silencio, perdidos en nuestros propios pensamientos.

Lo que Dhaemon ve en mi rostro le hace sentir lástima de mí y se inclina hacia donde estoy sentado.

—《¿Alguna apuesta sobre un ganador?.》—pregunta en voz baja.

Sheryl, quiero decir. La batalla de escuadrones se basa en la inteligencia y la estrategia y es el área donde sin duda ella supera a todos los demás jinetes de este lugar. No hay manera de que
ningún otro equipo esté a la altura.

Pero no lo digo; en cambio, me encojo de hombros, incapaz de darle la satisfacción a Khozlkov, sabiendo que él lo verá como su victoria y no como la de ella.

Después de lo que parece una eternidad, el Comandante finalmente abre la puerta y nos lleva de regreso al patio. Los líderes de escuadrón toman asiento en el estrado, listos para llevarse la
gloria de quien gane. El resto de nosotros estamos detrás de ellos, de espaldas a las paredes de ladrillos que se desmoronan, listos para evaluar y emitir un voto un poco más imparcial.

Uno a uno los pelotones empiezan a volver a entrar al patio, llevando sus premios. Mi boca de contrae mientras sigo riendo cuando un escuadrón marcha con un escriba aterrorizado, con los labios cerrados cómicamente apretados.

El tiempo se acaba y todavía no hay señales de Irinkha, Chris o Sheryl. Puedo ver a Dhareios golpeando nerviosamente con el pie debajo de la mesa desde aquí. Pero incluso con los
últimos segundos contando no comparto su preocupación; es Sheryl, ella estará aquí.

Justo en los últimos instantes, su escuadrón corre a través de las puertas del patio, Chris y Dheigan estan cargando algo enorme enrollado bajo sus brazos.

La tranquila confianza en los ojos de Sheryl hace que se me revuelva el estómago. Apenas escucho las presentaciones del resto del plantel; por la expresión de su cara, ya sé que ha
ganado.

Cuando les llega el turno de presentarse en el escenario, Chris y Dheigan desenrollan su botín.

Es un mapa de Ahrcalis, nada innovador. Mi ceño se frunce, sin estar seguro de qué esperar a continuación, incluso cuando estallan murmullos entre la comandancia.

Pero Irinkha empuja a Sheryl hacia adelante y le susurra algo al oído que mis sombras son demasiado lentas para captar.

Me levanto de la pared mientras el General y Dalilah están en mi línea de visión; con la boca abierta ante el mapa en las manos de los de primer año. Todavía no estoy muy seguro de qué está causando la oleada de pánico entre los profesores.

Sheryl se aclara la garganta y señala el mapa, su voz resuena claramente en todo el patio.

—《Hemos traído el arma definitiva para nuestros enemigos. Un mapa actualizado de todos los puestos avanzados actuales de las alas ahhrcalianas, para incluir la fuerza de las tropas de las almenas de infantería.》—dice ella. Me quedo boquiabierto.

¿Cómo carajo consiguieron esto? Pero ella no ha terminado.

—《Además de los lugares de las escaramuzas actuales en los últimos treinta días. Incluyendo anoche.》—añade.

En todo el cuadrante estallan conversaciones en voz baja. La forma en que lo dice hace que se me estremezca el estómago. Incluyendo, anoche. Con pequeñas palabras, le ha dicho a todos los jinetes de este cuadrante que las actualizaciones que recibimos en informe de batalla son una completa basura y no se puede confiar en ellas.

Puta mujer brillante.

—《¿Y cómo sabemos que este mapa está, de hecho, actualizado?.》—pregunta Killighan, claramente desesperado por sofocar los rumores antes de que puedan arraigar. En cambio, le ha dado todas las herramientas que necesita para iniciar un motín.

La sonrisa de Sheryl es mortal cuando dice:

—《Porque lo tomamos de la oficina del General Sorrenghaille.》

Debería arrodillarme y adorarla a sus pies. El caos estalla entre nosotros, los profesores hacen retroceder a los jinetes que intentan correr para ver de cerca los detalles en el mapa. Pero lo único que puedo ver es a Sheryl, mi mirada fija en la de ella. Le sonrío levemente, me quito un sombrero imaginario e inclino la cabeza. Su sonrisa hacia mí es toda ligereza y alegría, se extiende por todo su rostro y baila a través de sus ojos.

De alguna manera, sin siquiera saber que hay bandos a elegir, ella ha hecho más para ayudar a la rebelión en una tarde de lo que yo he logrado en todo este tiempo.

Mi mirada encuentra a Irinkha, quien me da un gesto de aprobación casi imperceptible.

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《2 Días Después.》

Hace dos días que se fueron a Ahrcasbhan y me estoy volviendo loco.

Sigo pensando en la sesión informativa que les di a Irinkha y a Chris en mi habitación antes de que se fueran, insistiendo en que siempre tuvieran sus ojos sobre ella, como si eso de alguna
manera reemplazara mi orden anterior de tener siempre sus malditos ojos sobre ella. La mirada que intercambiaron no hizo nada para hacerme sentir mejor.

Y cuando no pienso en eso, pienso en Sheryl. La sonrisa en su rostro y el silencioso destello de victoria en sus ojos mientras revelaba el mapa que robaron. Ella es mucho más inteligente
que todos nosotros y me duele el pecho.

Esta mañana, Dhregaine y yo estamos en los cielos sobre el campo de vuelo, flotando en la posición más alta mientras los pocos estudiantes de tercer año que quedan de la Cuarta Ala se
acercan a nosotros en una espiral cerrada.

Mi respiración es dificultosa pero no por volar. Estoy aquí y no estoy aquí, mis ojos estudiando la formación de los dragones que se acercan a nosotros, mientras lucho contra una necesidad cada vez más intensa y urgente de abandonar mi posición y volar lo más rápido posible hacia Ahrcasbhan.

—{Dhregaine.}—siseo con los dientes apretados. —{Por favor, por favor te lo ruego. ¿Puedes mantenerlo bajo control ?.}—le pregunto.

Pero ella no responde y se gira para mirarme con un deslumbrante ojo dorado.

La sensación más fuerte de anhelo me quema, parece chispear en mi pecho y extenderse hacia afuera, atrapando cada nervio de mi cuerpo. Mi piel hormiguea con la sensación, exigiendo tocar y ser tocada.

Derramo sombras en el vínculo con Dhregaine en mi mente, tratando de conectarme pero es inútil. Este fuego ya está por todas partes, saltando chispas entre los árboles que bordean la
ladera. Siento que me estoy quemando de adentro hacia afuera.

Dioses, si esto es lo que puedo sentir después de dos días, ¿cómo carajo voy a sobrevivir los próximos años? Thrain estará aquí en la Academia con Sheryl, y Dhregaine y yo estaremos a cientos
de kilómetros de distancia, en algún puesto avanzado abandonado por los dioses en el frente.

Sólo pensar en su nombre envía otra ola pulsante de ardiente necesidad a través de mí.

Necesito estar donde ella esté. Dhrackarian se eleva a nuestro nivel en su dragón, y lo que sea que ve en mis ojos lo hace intentar cerrar los últimos metros que nos separan. Chradh retrocede un poco en el aire, sin querer acercarse demasiado a Dhregaine y arriesgarse a su ira cuando claramente está en el mismo lamentable estado que yo.

—《¡Dhrackarius!.》— grita, la preocupación evidente en su voz incluso con los vientos que azotan a nuestro alrededor.

—《¡Hazte cargo del ala!.》—le grito, incluso antes de saber lo que estoy diciendo.

—《¡¿Qué?!.》—grita como si no me hubiera escuchado, con el ceño fruncido por la confusión.

—《¡Encargate de la maldita ala!. —grito de nuevo y aprieto mis muslos alrededor de Dhregaine.

No espero su aprobación, enviando a Dhregaine en picada a través del centro de los estudiantes de tercer año en espiral y corriendo hacia el suelo.

El solo hecho de tomar la decisión de acudir a ellos parece aliviar un poco el fuego, las llamas lamen suavemente mi conciencia en lugar de quemar cada terminación nerviosa.

—{°Al menos deberíamos conseguir tu mochila primero.°}—me dice.

Suena tan exasperantemente
tranquila ahora que sabe que me rendiré y la llevaré a Thrain, que no puedo evitar preguntarme si algún jinete ha sobrevivido alguna vez a la muerte de su propio dragón.

Ella resopla, nivelándonos mientras descendemos al campo de vuelo. Salto de su espalda y corro hacia mi habitación ante sus garras.

—{°Trae el envío también°.}—ordena, mientras entro al pasillo de tercer año y corro hacia mi habitación. —{°Ahórrenme una repetición de este comportamiento dentro de unas semanas°.}—me dice.

¿Ahorrarle? Soy yo el que está siendo arrastrado a través del reino porque ella no puede sobrevivir más que unos pocos días sin Thrain. Meto en mi mochila todo lo que puedo encontrar en treinta segundos, la ansiedad por volver a volar y volar hacia Ahrcasbhan
comienza a reavivar ese fuego en lo profundo de mi pecho.

—{°Lo que sea que necesites creer para dormir por la noche, líder de ala.°}—dice en tono empalagoso.

Estoy a mitad de camino hacia el túnel para agarrar las armas, cuando me doy cuenta de lo que quiere decir.

Este va a ser un puto vuelo largo.

—{°No me digas.°}—suspira Dhregaine.

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❈᭄S H E R Y L. E L Y Z Z A B E T H
S O R R E N G H A I L L E.

Días Antes.》

—《¡Ríndete!.》—grita Reyshel mientas un jinete del Ala Dos lucha por arrastrarse sobre la colchoneta, con las manos muy abiertas y enterrando las uñas mientras Chris tiene su pierna en una llave, curvando su espalda en un arco que debería ser imposible.

Mi corazón late escandalosamente, pues la emoción de las luchas de hoy está
alcanzando su punto más alto.

Es el último reto de esta parte de la Batalla de Pelotones, y la multitud
empuja tanto que tengo que esforzarme para no caer sobre la colchoneta. Tras
dos eventos, estamos en el séptimo de veinticuatro lugares en el tablero de
clasificación, pero si Chris gana, subiremos al tercero de estos puestos.

Mi tiempo de vuelo en la carrera aérea en el 2do reto fue el más lento del
pelotón, pero es porque me la pasé obligando a Thrain a quitarme sus ataduras mágicas, y luego perdíamos valiosos segundos cuando tenía que lanzarse a atraparme y echarme de nuevo a su lomo. Una y otra y otra vez. Juro que los moretones en mis nalgas por caer sobre el duro asiento duelen menos que el bufido de Thrain porque humillé a toda su estirpe al hacerlo cruzar la meta en último lugar.

Mykol suelta un grito adolorido, un sonido agudo, casi ensordecedor, y hace
que mi atención vuelva a lo que está pasando frente a mí. Chris no lo ha soltado y sigue haciendo presión.

—《Mierda, se ve que eso duele.》—murmuro entre los vítores de los de
primero.

—《Sí, no va a caminar por un tiempo.》 —comenta Richardh, haciendo un gesto de dolor al ver el arco de la espalda de Mykol, que se ve como una futura columna vertebral rota.

Con otro grito, Mykol azota su palma en la colchoneta tres veces y la multitud enloquece.

—《¡Sí! ¡Bien, Chris!.》—grita Dheigan detrás de mí, y Chris suelta a Mykol sobre la colchoneta, donde este se queda despatarrado y exhausto.

—《¡Ganamos!.》—Chris corre hacia nosotros y quedo atrapada en una maraña de brazos y gritos y compañeros de pelotón felices.

Estoy casi segura de que incluso vi a Irinkha en el revoltijo. Pero no veo a Dhareios. ¿Dónde diablos está Dhareios? No se perdería de esto por nada.

—《¡Su ganador!.》 —grita el profesor Samuelle y su voz retumba por todo el
gimnasio, calmando la energía descontrolada mientras Chris se escapa de nuestro abrazo. —《¡Chris Salvathorie del Segundo Pelotón, Sección Ignis, Ala Cuatro!.》

Chris levanta ambos brazos en gesto de victoria, da una pequeña vuelta en su
lugar y los gritos de celebración me lastiman los oídos, pero vale la pena.
El Comandante sube a la colchoneta y Chris viene a reunirse con el resto del pelotón mientras el sudor le corre a chorros por la piel.

—《Sé que todos esperaban que la última parte de la Batalla de Pelotones fuera mañana, pero les tenemos una sorpresa...》

Ahora tiene la atención de absolutamente todos los jinetes.

—《En vez de decirles cuál será la última y misteriosa tarea y darles la noche para planearla, ¡su última tarea comenzará ya!.》—sonríe, levantando los brazos y dando una vueltita como hizo Chris.

—《¿Esta noche?.》—susurra Richardh.

El estómago se me va al suelo.

—《Dhareios no está aquí. Y tampoco Bekka.》—dice.

—《¡Ay, mierda!.》 —exclama Irinkha en voz baja, mirando hacia la multitud.

—《Como quizá hayan notado, sus líderes de pelotón y sus oficiales fueron… digamos, aislados junto con sus líderes de sección y de ala, y no, antes
de que alguien pregunte, su tarea no es encontrarlos.》—sigue moviéndose en el pequeño círculo para dirigirse a todos los extremos de la colchoneta. —《Están por trabajar en equipo y realizar una misión única esta noche sin la guía y apoyo de sus líderes de pelotón.》

—《¿Eso no va en contra de la razón por las que tenemos líderes de pelotón?.》—
pregunta alguien.

—《La razón por la que tienen líderes de pelotón es para que formen una
unidad sólida que pueda completar una misión tras la caída del mismo líder.
Consideren a sus líderes… caídos.》—el Comandante se encoge de hombros con una alegre sonrisa. —《Ahora todo está en sus manos, jinetes. Su misión, es simple: busquen y traigan, por cualquier medio que sea necesario, lo más útil para nuestros enemigos en el tema de la guerra. Los líderes harán de jueces, y el pelotón ganador recibirá sesenta puntos.》—nos dice.

—《¡Eso basta para ponernos en primer lugar!.》—dice Reyshel, cruzando sus
brazos con el mío. —《¡Podríamos ganar el honor de ir al frente!.》—chilla feliz.

—《¿Cuáles son los límites?.》—pregunta alguien a mi derecha.

—《Cualquier cosa que esté dentro de los muros de la Academia "Alas de Fuego".》 —responde el Comandante.—《Y no se atrevan a querer traerse un dragón para acá. Los incinerarían solo por haberlos molestado.》—nos advierte.

Entre el pelotón a nuestra izquierda se escuchan unos murmullos decepcionados.

—《Tienen…》 — saca su reloj de bolsillo. —《...tres horas, después de las
cuales esperamos que presenten sus tesoros robados en el aula de Informe de Batalla.》

Todos lo observamos sin decir nada. De todo lo que imaginé que podría ser
la tercera y última tarea… esto ni siquiera estuvo cerca de la lista.

—《¿Qué están esperando?.》—el Comandante agita la mano, haciendo un gesto para que nos vayamos. —《¡Comiencen!.》

Y se suelta el pandemónium. Esto es lo que pasa cuando nos quitan a los líderes. Somos… un desastre absoluto.

—《¡Segundo Pelotón!.》—grita Irinkha, levantando las manos. —《¡Síganme!.》

Dheigan y Haenson se aseguran de que todos sigamos como patitos a Irinkha,
que va cruzando el gimnasio hacia el área de pesas.

—《¡Lo hiciste muy bien!.》—le digo a Chris mientras caminamos. Aún no logra recuperar el aliento del todo.

—《Fue épico.》—Richardh le pasa un odre, del cual Chris se bebe hasta la última gota en un instante.

—《Vamos, vamos.》—dice Irinkha, apurándonos para entrar al cuarto de pesas.

Hace un conteo rápido y luego cierra la puerta y la asegura con magia.

Me siento en una de las bancas con Reyshel y Chris a los lados, mientras que Violet esta al lado de Chris.

—《Primero que nada: ¿quién quiere estar al mando?.》—pregunta Irinkha,
mirándonos a los diez.

Richardh levanta la mano. Reyshel voltea y se la baja.

—《No.》—dice ella. —《Convertirías todo esto en una broma.》

—《Tienes razón.》—Richardh se encoge de hombros.

—《¿Chris?.》 —pregunta Queen.

Él niega con la cabeza, pero su mirada se posa sobre mí y eso revela sus
motivos.

—《Nadie intentará matarme esta noche.》 —le aseguro.

Chris vuelve a ver a Irinkha y niega con la cabeza una vez más.

Obviamente ella está de acuerdo. Los dos están del lado de Dhraco.

—《Sigue al mando tú.》 —le sugiere Reyshel a Irinkha. —《Ya nos trajiste hasta aquí.》

Un murmullo que indica que la mayoría está de acuerdo llena el lugar.

—《¿Emerson? ¿Haenson?.》 —pregunta Irinkha. —《Es su derecho por ser los de tercero.》

—《No, gracias.》—Haenson se recarga en la pared.

—《No. Hay una razón por la que ninguno de los dos quisimos ser líderes.》 —agrega Emerson, que está junto a Nadhine. —《¿Alguna razón por la que no estarías de acuerdo con seguir las órdenes de Irinkha por unas horas, Nadhine?.》—le pregunta.

Todos nos giramos para ver a la de primero que no ha sido ni un poco sutil
sobre su odio a los marcados. Ahora que sé que es de un pueblo en la frontera
norte de las provincias de Deaconnhire y Thyrendorth, entiendo el por qué.

Simplemente no estoy de acuerdo, y por eso se podría decir que no somos amigas.

Veo cómo traga saliva y su mirada nerviosa nos recorre a todos.

—《No tengo problema con eso.》

—《Bien.》—Irinkha se cruza de brazos y la muñeca donde tiene la reliquia de la rebelión se asoma bajo su ropa. —《Tenemos un poco menos de tres horas. ¿Ideas?.》—nos dice.

—《¿Qué les parece algún arma?.》—sugiere Richardh. —《Una ballesta de fuego en manos enemigas sería mortal para cualquiera de nuestros dragones.》—añade.

—《Demasiado grande.》—dice Queen sin dudarlo. —《Solo hay una en el museo y, honestamente, lo mortal ni siquiera es la flecha, sino el sistema que la lanza.》—se cruza de brazos.

—《¿Siguiente?.》 —Irinkha nos mira a todos.

—《Podríamos robarnos los calzones del Comandante…》—comienza a decir Richardh antes de que Reyshel le tape la boca con una mano.

—《Y por eso no puedes ser nuestro líder.》 —lo ve con gesto de regaño.

—《¡Vamos, chicos!.》 —dice Chris. Su mirada viene hacia mí.—《Sheryl, ¿qué
opinas de robarnos los boletines informativos de los Archivos? Los que vienen del frente.》—me dice.

Niego con la cabeza.

—《Pasan de las siete. Los Archivos están cerrados y es la clase de bóveda que no se puede abrir ni con magia. Todo el lugar está cerrado al vacío para evitar incendios.》—le digo.

—《¡Mierda!.》 —exclama Irinkha con un suspiro. —《Era una buena idea.》

Toda la habitación se llena de voces, cada una más fuerte que la anterior,
mientras se lanzan sugerencias al aire.

Información...

El estómago se me retuerce cuando una idea comienza a tomar forma en mi cabeza. Sería impactante, algo que nadie podría superar.

Pero… no. Es demasiado riesgo.

—《¿En qué estás pensando, Sorrenghaille? 》 —me pregunta Irinkha, y todos se quedan en silencio.—《Puedo ver cómo están girando los engranes en tu cabeza.》—me dice.

—《Creo que no es nada.》 —me volteo para ver a los miembros de nuestro
p

elotón. Pero ¿realmente no es nada?.

—《Ven para acá y sácalo.》—ordena Irinkha.

—《En serio, es una locura. O sea, es imposible. Nos echarían a la mazmorra si nos atrapan.》 —cierro la boca antes de que se me salga algo más.

Pero es demasiado tarde… los ojos de Irinkha ya están ardiendo por la
intriga.

—《Ven. Para. Acá. Y. Sácalo.》—repite, dejando claro que es una orden y no
una sugerencia.

—《Podemos usar poderes, ¿verdad?.》—me pongo de pie y paso las manos sobre mis costados y las empuñaduras de las seis dagas que traigo envainadas ahí.

—《Por cualquier medio que sea necesario.》—repite Haenson.

—《Bueno.》—meciéndome sobre mis talones, dejo que mi mente dé vueltas y
vaya formando un plan. —《Sé que Richardh puede controlar el hielo, Reyshel puede llamar a las cosas, Dheigan manipula el metal e Irinkha puede borrar recuerdos recientes…》

—《Y soy rápida.》—agrega.

Es algo que tiene en común con Dhraco.

—《¿Y tú, Haenson?.》—pregunto.

—《Puedo respirar bajo el agua.》—responde.

Esto me toma por sorpresa.

—《Mi dragón es un Azul Cola de Espada.》—aclara.

—《Genial, pero no creo que nos vaya a servir si hacemos esto. ¿Emerson?.》—continúo.

—《Puedo controlar el viento.》 —sonríe. —《Mucho viento. Tengo un dragón Morado Cola de Escorpión.》—me dice.

Bien, eso sería útil como defensa, pero no es exactamente lo que estoy
buscando.

Mis botas rechinan sobre el suelo cuando me muevo para quedar frente a
Queen.

—《¿Y tú?.》

—《Puedo hacer viajes astrales. Mi cuerpo se queda en un lugar mientras recorro otro.》—me dice.

Me quedo con la boca abierta, igual que la mitad del pelotón.

—《Lo sé, es bastante genial.》—dice con un guiño, y se recoge los rizos en un
moño.

—《Sí. Eso sí que nos sirve.》—asiento y sigo pensando en cuál será la mejor
forma de hacerlo.

—《¿Qué estás pensando, Sorrenghaille?.》—insiste Irinkha, acomodándose el cabello en un lado de su cabeza rapada detrás de la oreja.

—《Me vas a decir que estoy loca, pero si logramos hacerlo, seguro que
ganamos.》 —le digo.

Quizá no sea lo suficientemente parecida a mi padre para ganarme su aprobación, pero sé dónde guarda la información más valiosa.

—《¿Y?.》—insiste.

—《Nos vamos a colar en la oficina de mi padre.》

.

.

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❈༻༼✎NOTA DE AUTORA༽༺❈

¡Hola! ¿Como están?.

Les traigo un nuevo capítulo de esta historia, espero y les haya gustado.

¿Qué les ha parecido el capítulo?.

¿Qué opinan de lo ocurrido?.

¿Qué creen que pueda pasar ahora?.

¡GRACIAS POR LEER!.

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Breysis.P©️

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