❈Capítulo 53: Lujuria y Deseo.

❈᭄D H R A C K A R I US
K H O V A L K E V.

—{•Esta noche no.•}—le ruego a Dhregaine. Pero no hay respuesta, sólo anhelo y fuego.

He estado acostado completamente vestido en mi cama, mirando el techo durante más de una hora, repitiendo esa mirada de despedida de Sheryl en la colchoneta, el fuego ardiendo en sus ojos que parecía más lujuria que ira. Es sólo cuando camino hacia su habitación sin recordar cómo llegué allí, sumo dos más dos... no soy yo... Son ellos, Dhregaine y Thrain.

En el momento en que soy plenamente consciente de ello, se vuelve más intenso. Incluso bloquearlos no ayuda mucho a aliviar la situación. Sus travesuras están encendiendo un fuego que ya arde dentro de mí. Necesito aire. Tengo que salir de aquí.

Ni siquiera llevo capa, sólo una camisa y unos pantalones que no deberían ser suficientes contra el frío, pero me calienta el fuego que corre por mis venas. Bajo la escalera de caracol hacia las paredes que recubren la ciudadela, palpando el bolsillo de mi chaqueta para sentir la barra enrollada de chueram que guardo para momentos como este. Una ráfaga de calor de Dhregaine me quema y extiendo un brazo para estabilizarme contra las paredes que se desmoronan. Por lo general, me adentraba más entre los árboles y respiraba el olor a mantillo, tierra y oscuridad. Esto tendrá que ser suficiente.

Enciendo el chueram e inhalo profundamente, saboreando la liberación de tensión que viene con ese familiar sabor dulce y ahumado. Inmediatamente me siento más en control de mí mismo.

Es hermoso aquí esta noche, la nieve cae en suaves nubes a mi alrededor, derritiéndose en la grava a mis pies. Doy otra calada larga y siento que el chueram me da una distancia muy necesaria de los dragones apareados. Pero con esa claridad mental, mis propios pensamientos rápidamente siguen: Sheryl.

Me pregunto si ella también está sintiendo esto, esperando que todavía sea felizmente inconsciente de lo que significará la canalización de Thrain hacia ella en momentos como este. Pienso en ella apenas unas horas antes, furiosa conmigo en la colchoneta, con los ojos iluminados por la rabia y el borde de algo mucho más interesante. Por primera vez me pregunto si la tensión crepitante entre nosotros no está sólo en mi cabeza. Tomo otra inhalación profunda, apoyando mi cabeza en la fría pared detrás de mí, saboreando el ardor helado contra mi piel.

Siento que las sombras se mueven en la misma escalera que me trajo aquí y me doy cuenta de que no estaré solo por mucho más tiempo: es Sheryl, siguiendo mis pasos solo unos minutos después.

—{•¿Están ustedes dos haciendo esto a propósito?•.}—me lanzo hacia Dhregaine, pero no hay nada.

Me debato entre traer más sombras a mi alrededor, protegiéndome para que ella no sepa que estoy aquí. Pero otra parte de mí quiere volver a verla, está desesperada por obtener respuestas.

Y con el calor todavía ardiendo dentro de mí, hago por una vez algo deshonroso: no hago nada.

Ella tropieza en la nieve, echando la cabeza hacia atrás como un niño que la ve por primera vez. Veo pequeños copos de nieve caer a su alrededor de forma borrosa. Parece un ángel, con su capa ondeando al viento detrás de ella y su trenza suelta sobre su espalda. La miro con avidez, bebiendo de sus mejillas sonrojadas y sus ojos muy abiertos mientras mira al cielo. De repente, como si se diera cuenta de que no está sola, se gira para mirarme directamente. Nuestros ojos se cruzan.

—《¿Eso es... chueram?.》—dice acusadoramente.

Inspiro dramáticamente y expulso una larga bocanada de humo, saboreando el aire cálido, el dulce olor y la creciente expresión de sorpresa en su rostro.

—《¿Quieres?.》—hago un gesto con el rollo hacia ella, sin moverme de la pared. Si ella quiere, tendrá que venir a buscarlo. —《A menos que hayas venido a seguir con nuestra discusión de hace rato, en ese caso, no te doy.》—le digo.

Se ve tan adorable en su indignación.

—《¡No!.》—dice ella, con la boca abierta. —《¡No podemos fumar eso!.》—chilla.

Mantengo mis ojos en ella mientras doy otra larga calada.

—《Bueno, sí, pero la gente que hizo esa regla obviamente no estaba unida a Dhregaine y Thrain, ¿verdad?.》—sonrío, sabiendo que ella siente exactamente lo mismo que yo si ella también está aquí. Por una vez, estamos en la misma posición. —《Te ayuda a... distraerte.》—le hago un gesto de nuevo para que se acerque. —《Además de lo que se logra bloqueándolos, claro.》—ella niega con la cabeza pero viene hacia mí de todos modos, recargándose contra la pared justo a mi lado con un suspiro.

Si extendiera una mano unos centímetros más, rozaría la de ella.

—《Como quieras.》—digo, dando una última calada larga antes de apagarla contra los ásperos ladrillos detrás de mí.

Hay un largo silencio, donde lo único que puedo escuchar es su respiración corta y rápida. Luego dice, como si estuviera admitiendo un secreto ante la oscuridad:

—《Siento como si me estuviera quemando, carajo...》

Es una descripción tan perfecta de cómo me siento cuando estoy cerca de ella que me río.

—《Sí, así pasa.》—le digo.

Se siente mal disfrutar esto, cuando sé que estas emociones no son las suyas, pero estoy muy agradecido de que sienta lo que yo siento por una vez. No puedo quitar la sonrisa de mi cara.

Siento que ella me mira y deslizo mis ojos para fijarlos en los de ella. Ella me está mirando con los mismos ojos acalorados y enojados de antes en la alfombra, solo que esta vez están ardiendo. Conozco esa mirada.

—《Ay, pequeña asesina.》—bromeo. — 《Vas a tener que aprender a bloquear a Thrain o sus momentos íntimos con Dhregaine te harán terminar en el manicomio...》—no puedo verla mirándome así, así que apoyo mi cabeza contra la pared y cierro los ojos mientras agrego: —《O en la cama de alguien.》

—《Ah, lo sé.》—dice, con la voz sin aliento. —《Tengo miedo de volver a ver a Chris.》

Mis ojos se abren de golpe.

—《¿A Chris? ¿Por qué?.》—le pregunto ¿Qué pasó entre ellos? Puedo sentir los latidos de mi corazón en mi garganta, mientras agrego con una naturalidad que no siento: —《¿Dónde diablos está tu guardaespaldas?.》—le cuestiono.

—《Soy mi propio guardaespaldas.》—se echa hacia atrás, girando la cabeza para apoyar la mejilla en la piedra, de modo que esta frente a mí, con los ojos cerrados contra el insistente golpe de calor. Sé que debe sentirse igual que yo. —《Y él está en la cama.》—me dice.

—《¿Tu cama?.》—exijo furiosamente, las sombras salen de mí inútilmente hacia la noche.

Chris nunca lo haría, protesta mi parte racional. Pero estoy paranoico, celoso y ardido de emociones que no son mías. No me importa cómo suena.

—《No.》—dice, y siento que puedo respirar de nuevo. —《Aunque eso no debería importarte.》—ella me mira con expresión perpleja.

—《No me importa...》—digo, forzando el aburrimiento en mi tono. Como si ella no pudiera ver a través de mí de todos modos. —《Mientras los dos lo hagan con consentimiento, y créeme, no estás en condiciones de consentir.》—le digo.

—《No tienes idea de lo que soy capaz de consentir.》—siento una oleada de calor detrás de mis escudos que de todos modos potencia mi imaginación. Veo sus piernas alrededor de mí, sus dedos en mi cabello y… No, no está sucediendo. Vierto mis sombras en mi escudo mental contra Dhregaine, reforzando cualquier distancia que pueda reunir.

Sin previo aviso, Sheryl se lanza hacia adelante, sus rodillas se doblan debajo de ella y yo la agarro instintivamente, las manos y las sombras se extienden para atraparla por la cintura. En el momento en que la toco… oh dioses. Ella no sólo siente lo que yo siento, sino que está en un nivel completamente diferente. Su piel prácticamente me quema a través de su cuero, y casi puedo sentir un poder caliente y crudo brotando de ella en ondas urgentes y pulsantes.

—《¿Por qué diablos no lo estas bloqueando?.》—es difícil mantener mis manos sobre ella de esta manera, y se necesita demasiada fuerza para armarme de valor y mantenerla erguida.

Joder... todo ahora es más intenso que antes, no pensé volver a sentirme así, ni siquiera con Kahlan.

—《¡No nos han dado clases a todos!.》— responde entre dientes, a unos centímetros de mi cara. —《Acababa de empezar a canalizar cuando pasó... todo esto, y por si se te olvida, solo puedes ir a la clase del profesor Carlikam si tienes poderes.》—me gruñe.

—《Siempre me pareció una regla ridícula.》—suspiro, tratando de no sentir sus manos alrededor de mis hombros. —《Bueno, clase rápida. Sólo porque he pasado por eso y desperté con más de unos cuantos arrepentimiento.》—le digo.

Y realmente no quiero ser uno de los tuyos...

—《¿En serio me vas a ayudar?.》—me pregunta sorprendida.

Eso me molesta. ¿Cree que con frecuencia intervengo durante la 3ra Prueba, protegiendo las puertas de los dormitorios de los de primer año y acusando a los líderes de traición?.

—《Llevo meses ayudándote.》—digo con los dientes apretados, mis manos flexionadas en su cintura.

—《No...》—parece genuinamente confundida. —《Enviaste a Chris a ayudarme. Él lleva meses ayudándome. Semanas. Casi meses. Lo que sea.》—me dice.

La forma en que dice su nombre me provoca una punzada de celos y pongo una máscara de gran ofensa en mis rasgos para que ella no pueda verlo.

—《Fui yo quien llegó corriendo a tu puerta y mató a todos los que te atacaron, y luego retiré a la otra amenaza de tu vida con un despliegue de venganza pública y muy polarizadora. Chris no hizo eso. Fui yo.》—gruño.

—《El público no estaba dividido. A todos les pareció bien. Yo estaba ahí.》—me dice.

Como a esta mujer le gusta discutir, dioses...

—《Tú estabas dividida. De hecho, le rogaste a Thrain que no la matara, sabiendo bien que ella volvería a atacarte.》—le digo.

—《Bueno.》—se encoge de hombros. —《Pero no vamos a fingir que no hiciste la mayor parte de esas cosas por ti. Sería inconveniente para ti que me muriera.》—me dice.

No puedo creer que todavía piense que de eso se trata todo esto. Supongo que todo lo que necesito son unas cuantas semanas fingiendo que soy un imbécil egoísta que cuida su propio pellejo. Pero pensé que era jodidamente obvio que no puedo mantenerme alejado de ella, que no puedo evitar intervenir en cada pequeña cosa que hace.

La miro con incredulidad y sacudo la cabeza. Ya he terminado de repetir este mismo argumento.

—《¿Sabes que? Esta noche no vamos a pelear. No si quieres aprender a bloquearlo.》—le digo.

—《Esta bien. No vamos a pelear. Enseñame.》—ella levanta su barbilla hacia mí en señal de desafío.

Todavía con mis manos alrededor de ella, me inclino más cerca para enfrentar el desafío en sus ojos:

—《Pídemelo amablemente.》—digo sedosamente.

—《¿Siempre has sido así de alto?.》—pregunta desarmadoramente.

—《No. En algún momento fui un niño.》—me rio, ella tampoco ganará este desafío conmigo. —《Pídemelo amablemente, Pequeña Asesina.》—le susurro. —《O me voy.》

Estoy tan absorto en ella que no me iría aunque el mundo estuviera en llamas.

—《¿Que tan frecuentemente se ponen así?.》—ella vuelve a desviarse.

—《Lo suficiente para que necesites protegerte bien.》— respondo. —《Nunca podrás bloquearlos por completo y, a veces, se olvidan de bloquearnos a nosotros, como esta noche.》— todavía tengo mis sospechas sobre eso. —《Por eso ayuda el chueram, pero al menos es como pasar junto a un burdel en vez de estar dentro de él, participando.》—le digo.

Sus ojos brillan de comprensión.

—《Bueno. De acuerdo. ¿Me podrías enseñar cómo bloquearlos?.》—me pregunta.

Le sonrío, sabiendo que ella me necesita tanto como yo a ella por una vez.

—《Di por favor.》—mi mirada cae a sus labios antes de que pueda contenerme, decidido a escuchar esas palabras de ella.

—《¿Siempre eres así de difícil?.》—cuestiona.

—《Solo cuando sé que tengo algo que necesitas. ¿Qué puedo decir? Me gusta hacer que sientas vergüenza.》—le digo.

Dioses, estoy disfrutando esto demasiado. Después de cada mirada que me ha dado, cada desafío que brilla en sus ojos y siento correr por mi columna...

—《Es como una dulce rebanada de venganza por todo lo que ne has hecho en los últimos meses..》—le digo.

Los copos de nieve se han posado en su cabello, pequeños fragmentos helados salpican la trenza que enmarca su rostro. Extiendo la mano y los aparto, como si fuera mía.

—《¿Lo que yo te he hecho?.》—me dice

Mierda. Intento retirar las palabras.

—《Me has dado un par de sustos de muerte, así que me parece una buena regla de compensación pedirte que digas "por favor.》—le digo.

Ella me mira y respira profundamente para tranquilizarse.

—《Como desees. ¿Dhraco?.》—me dice.

Ya puedo decir por su tono y su dulce sonrisa que ella me hará sufrir igual. Ella se acerca cada vez más a mí.

—《¿Podrías, por favorcito, enseñarme a bloquearlos antes de que accidentalmente te trepe como a un árbol y ambos despertemos arrepentidos.》—dice mirándome a los ojos.

Oh, ella es buena pero yo soy mejor. Le devuelvo la sonrisa, completamente consiente

—《Ah,yo controlo perfectamente mis habilidades.》—le digo.

Una sombra recorre su brazo, ligera como una pluma, apenas tocándola. Sé que estoy balanceándome sobre un borde, una delgada línea entre el control y la caída libre, pero me siento bien estando aquí con ella.

—《Como lo pediste amablemente.》—le canturreo, levanto las manos para deslizarlas a lo largo de sus mejillas, las envuelvo hacia atrás para tomar su cabeza entre mis manos y dirige sus ojos hacia mí. Ella me mira fijamente, con los ojos ardiendo. —《Cierra los ojos.》—le susurro.

—《¿Es necesario que me toques?.》—su voz es temblorosa.

—《Para nada. Sólo es una de las ventajas de no pensar con tanta claridad. Tienes una piel increíblemente tocable.》—le digo.

Hace que mi corazón palpite con solo decirlo. Sin doble sentido. Sin segundas intenciones. Sólo la verdad.

—《Tienes que visualizar un lugar. Cualquiera.》—la guío, mis ojos se cierran como los de ella y mi propia mente ya se centra en casa, siguiendo los pasos que se han vuelto tan naturales como respirar. —《Yo prefiero la cima de mi colina favorita, cerca de lo que queda de mi hogar. Sea donde sea, tienes que sentirlo como tu hogar.》—le digo.

Me la imagino parada allí conmigo, mirando las suaves curvas de vegetación en todas direcciones.

—《Sientes como tus pies tocan el suelo y haz como si quisieras enterrarlos.》—le digo.

—《Listo.》—su voz es tranquila pero decidida, y mis ojos se abren para mirarla.

—《Eso se llama hacer tierra, y es para mantener tu ser mental en algún lugar del que el poder no pueda sacarte.》—sus párpados se agitan en concentración y su ceño se frunce.

Se siente tan intensamente íntimo estar tan cerca de ella, mis manos sobre ella y sus ojos cerrados con fuerza, confiando en mí.

—《Ahora llama a tu poder. Abre tus sentidos.》—su cuerpo reacciona a la imagen que se está formando en su mente, sus dedos se contraen y los músculos se tensan.

—《Es demasiado.》—dice, y la calidez de su aliento acaricia mi rostro.

—《Concéntrate en tus pies. Mantente en la tierra. ¿Puedes ver de dónde viene el poder? Si no, simplemente elige un lugar.》—le digo.

Estoy tan concentrado en ella, las sombras desplazan todo lo que nos rodea, estrechando mi campo de visión para que ella sea todo lo que puedo ver. Observo cómo sus ojos se aprietan, su respiración se vuelve profunda y pesada, su pecho se eleva.

Puedes hacer esto, Sheryl. Te tengo...

—《Lo veo.》—dice, sorprendida de sí misma.

—《Perfecto. Tienes el don.》—mi tono es uniforme, a pesar del orgullo que estalla en mi pecho. —《A la mayoría de la gente le toma una semana solo para aprender cómo hacer tierra. Ahora, haz lo que necesites para formar una barrera mental que te proteja de esa corriente. Thrain es la fuente. Si bloqueas ese poder, recuperarás un poco el control.》—le digo.

Siento una ráfaga de calor a través de mi propio vínculo con Dhregaine, al mismo tiempo que me devuelve el fuego a través del contacto con Sheryl y a través de ella, Thrain. La intensidad me deja sin aliento y aprieto los dientes para mantenerme quieto y estable, deseando que ella mantenga su concentración. Sus manos se aferran a mis brazos como si yo fuera lo único que la mantiene en pie.

—《Tu puedes.》—digo tanto para mí como para ella. —《Lo que sea que crees en tu mente es real para ti. Cierra la válvula. Construye un muro. Haz lo que tenga sentido.》— estoy reforzando mentalmente mis propios escudos mientras le hablo de ello.

—《Es una entrada, la entrada al parque de los Aprendices, cuando fuiste a buscar a Kahlan para ir al Consejo.》—dice, apretando los dedos en mi camisa.

Un atisbo de un muro pesado, antiguo, pasa por mi mente y lo empujo hacia ella. Esto es de ella. Estoy decidido a que ella tenga un lugar que sea suyo, en un mundo lleno de nosotros y de los nuestros.

Pero me sorprende que haya elegido ese lugar.

—《Eso es. Sigue. 》—la insto, endureciendo mi voz ante la absoluta incredulidad de que ella esté haciendo esto desde el primer día.

Sus manos tiemblan contra mí, sus músculos se contraen.

—《Ya lo cerré.》—me dice.

Increíble.

—《Excelente. Ahora asegúrate de que todo esté sellado.》—le digo.

Ella se hunde físicamente contra mí y deja escapar un largo suspiro.

—《Cambió. Puedo ver a través del muro.》—su voz está llena de asombro y deleite, su cabeza se mueve como si pudiera verla frente a ella con los ojos aún cerrados.

Bueno, joder.

—《Sí. Nunca podrás bloquearlo del todo. ¿Sellaste el muro?.》—le pregunto.

Ella asiente.

—《Abre los ojos, pero haz lo mejor que puedas para mantener el muro sellado. Eso significa que debes mantener un pie en la tierra.》—pienso en mis primeros meses de aprendizaje, cuando la intensidad del poder de Dhregaine rugía a través de cualquier sombra que pudiera reunir y agrego: —《No te sorprendas si se te resbala. Solo empezaremos de nuevo.》—quiero que sepa lo fuerte que es, lo capaz que es, sin importar lo que venga después.

Ella parpadea y abre los ojos, mirándome directamente. Espero a que el poder de Thrain la devuelva al fondo, pero no hay nada más que el viento que azota la nieve a nuestro alrededor. Ella me sonríe y comienza a decir algo.

No puedo creer que ella haya hecho eso; ella hizo que pareciera tan fácil. ¿Cómo es que ella logra sorprenderme constantemente? No puedo quitarle los ojos de encima, estudiando la forma en que su sonrisa se extiende por sus rasgos, cómo sus ojos brillan de alegría.

—《Está...》—la interrumpo.

—《Eres...》—me doy cuenta de que no tengo las palabras. —《...increíble.》— termino inútilmente.

Su sonrisa se amplía y siento como una sacudida en mi pecho. Sacudo la cabeza.

—《Yo pasé semanas sin poder hacer eso.》—admito, esperando que ella lo use en mi contra.

Pero ella no lo hace. No hay burla en su voz, es suave y entrecortada cuando dice:

—《Supongo que tuve un mejor maestro.》

Ni siquiera me doy cuenta de que la estoy tocando. Se siente como un hábito entre amantes de años. Mis pulgares hacen círculos ociosos junto a sus orejas, acariciando su suave y hermosa piel. Me arriesgo a echar un vistazo a sus labios y se siente tan natural inclinarme y besarla que mis manos mueven su cabeza hacia la mía como si fuera un recuerdo muscular.

Un calor tortuoso me atraviesa y la dejo ir como si me hubiera quemado, retrocediendo unos pasos.

—《Carajo. Fue mala idea tocarte.》—digo alejándome.

Pero mis ojos están pegados a ella.

—《La peor.》—está de acuerdo, mientras su lengua roza su labio inferior y no puedo evitar gemir al verlo, deseando desesperadamente cerrar el espacio entre nosotros.

—《Besarte sería un error cataclísmico.》—uno de nosotros tiene que detener esto, esto sólo terminará de una manera.

—《Calamitoso.》—está de acuerdo, pero su tono no coincide con sus palabras.

—《Los dos nos vamos a arrepentir.》—no soy lo suficientemente fuerte para detener esto.

Di que no, Sheryl.

—《Claramente...》—susurra, sus ojos se fijan en los míos en un desafío.

Esa mirada final lo hace.

—《A la mierda.》

Doy dos pasos hacia adelante y la atraigo hacia mí, mi boca finalmente está sobre la de ella. Al principio, todo es calor y fuego, la sola idea de que finalmente la estoy besando me abrasa, incinerando todas las razones para luchar contra esto. En menos de un segundo, la tengo presionada contra la pared de piedra y ella me devuelve el beso febrilmente como si no quisiera que eso terminara nunca.

Quiero tocarla por todas partes. Paso mis manos por su cabello, inclinando su cabeza hacia arriba para besarla más profundamente, deslizando mi lengua dentro de su boca. Sus manos están sobre mí, recorriendo mi pecho y espalda, agarrando mi camisa para acercar mi cuerpo a ella, para que la sujete con más fuerza contra la pared.

Ella parece fundirse en mí, suavizándose para dejarme tocar cada parte de ella. Los latidos de mi corazón truenan en mi pecho al sentirla así, el deseo golpeando mis venas con fuertes pulsaciones.

No puedo tener suficiente de ella. La beso profundamente, saboreando su sabor, la forma en que su lengua empuja la mía, la presión de sus labios. Siento que me está rompiendo, rompiendo los últimos vestigios de autocontrol que me quedan.

—《Pequeña Asesina.》—no puedo evitar gemir contra sus labios.

Más cerca, más cerca.

No puedo decir si es mi pensamiento o el de ella, simplemente la atraigo más fuerte contra mí, buscando imprudentemente cada parte de ella. La quiero envuelta a mi alrededor, debajo de mí, encima de mí, en todas partes.

Mis manos recorren la curva de su espalda, rozando los nudos y los cordones, rastreando el recuerdo de cómo reveló su espalda desde su corsé centímetro a centímetro, hace apenas unas semanas en su habitación. Pero esta vez no me detengo. Sigo moviéndome, mis manos agarran su trasero y la levanto, invitándola sin palabras a envolver sus piernas alrededor de mi cintura, presionándola más contra la pared mientras sus muslos aprietan mis caderas.

Estamos cara a cara ahora y sus manos se aprietan en mi cabello y palman mis mejillas, nuestras bocas se deslizan una contra la otra. Mas, mas.

Dioses, la forma en que ella me quiere… se siente como si estuviera sosteniendo mi corazón en su puño, apretándolo con fuerza. La deseo con la misma intensidad, mis caderas se mueven contra las de ella por voluntad propia, presionándome contra ella aún más fuerte. Ella jadea y el sonido hace eco a través de mí. Rompo el beso para mirarla, sus ojos y cabello salvajes, perdidos en mí, en esto. Beso su mandíbula, su cuello, buscando con avidez todas y cada una de las partes de ella que no he probado. Ella gime dentro de mí, sus manos, uñas y boca sobre mí, sus muslos apretando fuerte alrededor de mi cintura.

Un destello cegador de luz azulada estalla a nuestro alrededor como una advertencia, y siento que mis sombras se mueven y pierden el ritmo ante el estruendo del trueno en respuesta. Qué demonios. Qué pasa…?

Es como una sacudida en mi sistema, que restablece mi conciencia y retrocedo, preso del pánico. ¿Qué demonios estamos haciendo? He perdido completamente el control y sus ojos están fijos en los míos, jadeando en largas respiraciones mientras me alejo de ella, dejándola en el suelo.

¿Qué he hecho? ¿Cómo dejé que esto se saliera completamente de control? Es su primer día canalizando, la primera vez que ha sido bombardeada con las emociones de Thrain y Dhregaine y yo simplemente… Las náuseas amenazan con abrumarme. Me tomó meses controlarme contra ese ataque de poder y sentimiento. Esto no es real. Esta no es ella. Ella no quiere esto.

Retrocedo unos pasos, sin apartar los ojos de ella, casi ahogándome por la intensidad de hasta qué punto la he traicionado. Pero mi pulso todavía hace eco a través de mí, mientras muerdo:

—《Tienes que irte.》—le digo.

—《¿Por qué?.》—su voz sin aliento, la lujuria y el deseo son tan claros en su rostro.

La nieve cae en ligeros cúmulos a su alrededor y el viento tira de su cabello. Esto no es real, no es ella, me digo de nuevo.

—《Porque yo no puedo.》—digo.

Concéntrate en lo que es real. Siente el suelo bajo tus pies. Profundiza. Pon tus manos detrás de tu cabeza. Visualiza. Intento centrarme, enraizándome como un estudiante de primer año.

—《Y me niego a actuar ante un deseo que no es tuyo. Así que tienes que irte por esas escaleras. Ahora mismo.》–le digo.

Ella me mira fijamente, con los ojos muy abiertos y ardiendo de calor. Niega con la cabeza.

—《Pero yo quiero...》—la corto.

—《Esto no es lo que tu quieres.》—estoy tan injustamente furioso con Thrain y Dhregaine que quiero gritarlo al cielo. Pero esto lo hice yo, no ellos. —《Ese es el maldito problema. Y no puedo dejarte aquí sola, así que te pido que tengas un poco de misericordia y te vayas.》—siento que mi corazón se rompe. Esto no es real.

Observo en sus ojos cómo se da cuenta de lo que casi dejé que sucediera, y ella simplemente asiente y corre. Mis sombras corren tras ella, como si no quisieran dejarla ir.

Cubriendome con la oscuridad, me arrodillo y pongo mis manos en la grava helada, apretando, sintiendo los afilados fragmentos de piedra morder mi piel. Esto no es real, pienso una y otra vez.

Excepto que todavía me parece real.

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❈༻༼✎NOTA DE AUTORA༽༺❈

¡Hola! ¿Como están?.

Les traigo un nuevo capítulo de esta historia, espero y les haya gustado.

¿Qué les ha parecido el capítulo?.

¿Qué opinan de lo ocurrido?.

¿Qué creen que pueda pasar ahora?.

¡GRACIAS POR LEER!.

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Breysis.P©️

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