❈༻༼26༽༺❈

❈༻"AHRCALIS: La Jinete Prohibida."༺❈
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༻.DRAKONÎAN: IMPERIO DE FUEGO.༺
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|CAPÍTULO 26|.
༼"Primer Día de Combate".༽

❈᭄S H E R Y L. E L Y Z Z A B E T H
S O R R E N G H A I L L E.

—《En serio te sabías todas las respuestas en historia y aparentemente todas las preguntas correctas para Informe de Batalla.》 —dice Reyshel, negando con la cabeza mientras esperamos en una orilla de la colchoneta de lucha tras el almuerzo, y viendo a Richardh y Aura acechándose en círculos con su ropa de pelea. Tienen más o menos el mismo tamaño. Richardh es un poco más pequeño, y
Aura tiene una complexión extraordinaria. —《Ni siquiera vas a tener que estudiar para los exámenes, ¿verdad?.》—me dice.

El resto de los de primer año se pone junto a nosotras, pero los de segundo y
tercero se acomodan en las otras orillas. Definitivamente tienen la ventaja aquí,
considerando que ya llevan al menos un año de entrenamiento para el combate.

—《Estudié un poco bastante antes de entrar aqui.》 —me encojo de hombros.

Ahora todas las mujeres están vestidas igual, aunque los cortes de su ropa son según la preferencia de cada una. Casi todos los chicos están sin camisa, porque creen que las camisas le
ofrecen a su oponente algo de qué agarrarse. En lo personal, no me opongo a su lógica y simplemente disfruto la vista… con respeto, claro, lo cual significa que tengo que mantener los ojos puestos en la colchoneta de mi pelotón y lejos de las otras en el enorme gimnasio que ocupa todo el primer piso del ala académica. Una pared está conformada en su totalidad por ventanas y puertas, todas abiertas para que entre la brisa, pero igual me muero de calor. El sudor me recorre la espalda bajo mi chaleco.

Esta tarde hay tres pelotones de cada ala, y para mi suerte, el Ala Uno envió a
su tercer pelotón, el cual incluye a Jhonn Barlothanneth, que se la ha pasado lanzándome miradas mortales a dos colchonetas de distancia desde que llegué.

—《Supongo que eso significa que no te preocupa la teoría.》—dice Reyshel,
que me observa con las cejas enarcadas.

Ella también eligió un chaleco de cuero,
pero el suyo le cubre todo el pecho y se cierra sobre su cuello, dejándole los
hombros descubiertos para tener más movimiento.

—《¡Dejen de dar vueltas como si fueran pareja de baile y ataquen!.》—ordena el profesor Samuelle desde el otro lado de la colchoneta, donde Dhareios observa el encuentro de Aura y Richardh con la oficial de nuestro pelotón, Bekka.

Gracias a los dioses que Dhareios trae la camisa puesta, porque no necesito otra
distracción cuando llegue mi turno.

—《Esto es lo que me preocupa.》 —le digo a Reyshel, señalando con la barbilla hacia la colchoneta.

—《¿En serio?.》—me mira como si no lo pudiera creer. Trae el cabello en un pequeño chongo a la altura de la nuca. —《Pensé que, siendo un Sorrenghaille, serías difícil de vencer en un mano a mano.》—dice cruzándose de brazos.

—《No exactamente...》—susurro y ella me mira. —《... o al menos no cuando tengo ciertas distracciones.》—digo y ella ríe.

Richardh se lanza contra Aura, pero ella lo esquiva, le mete la pierna y hace
que se tropiece. Él se tambalea, pero no cae, y de inmediato se da la vuelta,
sacando una daga.

—《¡Nada de armas hoy!.》—grita el profesor Samuelle desde su lugar junto a la colchoneta. Es apenas el cuarto maestro que conozco, pero definitivamente es el que más me intimida. O quizá es solo la clase que da lo que me hace percibir su cuerpo compacto como el de un gigante. —《¡Solo estamos haciendo evaluación
física!.》—gruñe.

Richardh gruñe y se guarda el cuchillo justo a tiempo para detener un derechazo de Aura.

—《La gigantona sabe cómo lanzar golpes.》 —dice Reyshel con una sonrisa antes de voltear a verme.

—《¿Y tú?.》—le pregunto mientras Richardh le da un golpe en las costillas a
Aura.

—《¡Mierda!.》—el chico niega con la cabeza y da un paso atrás. —《No quiero lastimarte.》—gruñe.

Ay que tierno...

Aura se agarra las costillas, pero levanta el mentón en gesto de orgullo.

—《¿Quién dijo que me lastimaste?.》—le dice ella con una sonrisa.

—《Que midas tus golpes no la ayuda en nada.》—dice Dhareios, cruzándose de
brazos. —《Los otros jinetes de la frontera norte no la van a respetar por ser mujer si se cae de su dragón en territorio enemigo, Richardh. La van a matar sin importarles nada.》—le dice.

—《¡Vamos!.》—grita Aura, incitando a Richardh con los puños.

Es obvio que la mayoría de los cadetes ha entrenado toda su vida para entrar al cuadrante, especialmente Aura, que esquiva un golpe de Richardh y se da la vuelta para atacarlo directo en los riñones. Auch.

—《Eso, carajo.》—dice Reyshel entre dientes, mirando de nuevo a Aura
antes de girar hacia mí. —《Soy buena para la pelea. Mi pueblo está en la frontera de Dhebuk, así que todos aprendemos a defendernos desde muy jóvenes. La física y la matemática tampoco son problema. Pero ¿la historia?.》—niega con la cabeza. —《Esa clase podría ser mi fin.》—dice y yo rio.

—《No te matan por reprobar historia.》 —digo mientras Richardh se lanza contra Aura y la tira sobre la colchoneta con tanta fuerza que me provoca un gesto de dolor. —《Probablemente mi fin estará en esas colchonetas si no tengo cierto cuidado.》—digo, pues en serio no creo que pueda con esto, no ahora, y es curioso, porque nosotros también habíamos entrenado así pero... no se que me pasa, desde que descubrí lo que pasó con Dhareios y Dhraco, todo esto me tiene revuelta, y no solo eso, la presión también.

Aura enreda sus piernas con las de Richardh y logra moverlo hasta quedar
encima de él, soltándole golpe tras golpe en un lado de la cara. La sangre salpica
la colchoneta.

—《Creo que yo puedo dar algunos tips para sobrevivir a estos entrenamientos.》—dice Dheigan al otro lado de Reyshel, pasándose la mano sobre la barba de un día. —《Pero la historia tampoco es mi fuerte.》—añadió.

Un diente sale volando y la bilis me sube por la garganta.

—《¡Basta!.》—ordena el profesor Samuelle.

Aura se quita de encima de Richardh y se pone de pie, llevándose los dedos al
labio roto y examinando la sangre. Luego estira la mano para ayudar al chico a levantarse.

Él toma su mano.

—《Bekka, lleva a Aura con los sanadores. No hay razón para perder un
diente durante el entrenamiento.》 —dice el profesor Samuelle.

—《Hagamos un trato.》 —propone Reyshel, mirándome fijamente con sus
ojos cafés. —《Vamos a apoyarnos unos a otros. Nosotros te ayudamos con el

combate si quieres, si tú nos ayudas con historia. ¿Qué te parece, Dheigan?.》—le dice.

—《Perfecto.》—asiente.

—《Trato hecho.》 —trago saliva mientras uno de los de tercero limpia la
colchoneta con una toalla. —《Pero creo que me está tocando la parte más fácil.》—les digo.

—《No me has visto intentando memorizar fechas.》 —bromea Reyshel.

Un par de colchonetas más allá, alguien grita y todos volteamos a ver. Jhonn Barlothanneth tiene a alguien de primero sometido con una llave de cabeza. El otro tipo es más pequeño y delgado que Jhonn, y aun así debe pesar unos veintidós kilos más que yo.

Jhonn lo jala con los brazos, sin soltarle la cabeza que tiene asegurada con sus
manos.

—《Ese tipo es un pende…》—comienza a decir Reyshel.

El horrible crujido de huesos resuena por todo el gimnasio y el cuerpo del de
primero se pone completamente flácido entre las manos de Jhonn.

—《Por los Ancestros...》—susurro mientras Jhonn tira al chico al suelo.

Comienzo a preguntarme si alguno de los ancestros vive aquí, con lo mucho que se debe pronunciar sus nombres. Mi almuerzo amenaza con volver al mundo, pero tomo aire por la nariz y lo saco por la boca, porque no puedo poner la cabeza entre las rodillas aquí.

—《¡¿Qué les dije?!.》 —grita su instructor mientras avanza con pasos furiosos hacia la colchoneta. —《¡Le rompiste el cuello!.》—le grita.

—《¿Cómo podía saber que su cuello era tan débil?.》—argumenta Jhonn.

—《Miren hacia el frente.》—ordena el profesor Samuelle, pero su tono es más amable que el que había utilizado hasta ahora, y todos despegamos los ojos del muerto de primero. —《No tienen que acostumbrarse a eso...》 —nos dice. —《...pero sí tienen que aprender a sobrellevarlo. Tú y tú.》 —señala a Reyshel y a otro de primero de
nuestro pelotón, un chico fornido de cabello negro y facciones angulosas.

Mierda, no recuerdo su nombre. ¿Threvor? ¿Thobias, quizá? Hay demasiada gente nueva como para recordar quién es quién.

Puf... esto cada vez es más difícil...

Miro a Dhareios, pero él está observando al par que ya avanza hacia la colchoneta.

Reyshel se mueve ágilmente ante el otro de primero, y me sorprende cada
que esquiva un ataque y suelta un golpe certero. Es rápida y sus ataques son
poderosos, lo cual es una combinación letal que la hará destacar.

—《¿Te rindes?.》—le pregunta al tipo cuando lo tira de espaldas y se queda a
punto de golpearle el cuello.

¿Tanner? Estoy casi segura de que su nombre empieza con T.

—《¡No!.》—grita él, rodeando a Reyshel con las piernas hasta hacerla quedar de espaldas. Pero ella rueda y rápidamente logra ponerse de pie para dejarlo de nuevo en la misma posición, esta vez con una bota sobre el cuello de él.

—《No lo sé, Tayler, tal vez sí quieras rendirte.》—dice Dhareios, sonriendo. —《Te está acabando.》—se ríe.

Ah, es cierto. Tayler...

—《¡Púdrete, Khozlkov!.》—responde Tayler, pero Reyshel presiona la bota sobre su garganta y la última palabra sale ahogada. El tipo se vuelve de un rojo moteado.

Sí, Tayler tiene más ego que sentido común.

—《Se rinde.》—anuncia el profesor Samuelle, y Reyshel da un paso atrás, extendiéndole una mano.

Tayler la toma.

—《Tú…》 —el profesor Samuelle señala hacia la de segundo que tiene el cabello rojo y una reliquia de la rebelión. —《Y tú.》—su dedo me apunta.

¡¿Porque carajos me toca una de segundo?!...

La chica me gana al menos por una cabeza en altura, y si el resto de su
cuerpo es tan musculoso como sus brazos, ya perdí.

No puedo permitir que me ponga las manos encima.

Mi corazón amenaza con escapar de mi pecho, pero asiento y voy a la colchoneta.

—《Tú puedes.》 —dice Reyshel, dándome unos golpecitos en el hombro
cuando pasa junto a mí.

—《Sorrenghaille.》—la chica del cabello rojo me observa como si yo fuera algo que se quitó de la suela de la bota, entrecerrando sus ojos verde claro. —《Deberías teñirte el cabello si no quieres que todos sepan quién es tu familia. Eres el único fenómeno de cabello negro azulado y los ojos verdes azulados en todo el cuadrante.》—dice ella y yo le miro.

—《Nunca dije que me moleste que se sepan quién es mi familia.》 —voy
marcando círculos frente a ella en la colchoneta. —《Me enorgullece el trabajo que han hecho para proteger al reino… tanto de los enemigos de afuera como de los de adentro, y hablo de todo lo que era Dhrakonîan.》—gruño.

Mi comentario la hace tensar la quijada, y eso enciende una chispa de esperanza en mi pecho. Los marcados, como escuché esta mañana que algunas
personas les dicen a quienes tienen reliquias de rebelión en los brazos, culpan a mi familia, los Sorrenghaille por la ejecución de sus padres. Pues, bueno. Que me odien. Papá suele decir que en cuanto dejas que los sentimientos se metan a una pelea,
ya perdiste.

—《¡Maldita perra!.》 —exclama, furiosa. —《¡Tu familia asesinó a la mía!.》—me grita.

¿Y yo que culpa tengo, pues...?

Se lanza hacia mí y suelta un golpe salvaje, pero lo esquivo de inmediato,
girándome con las manos elevadas. Hacemos lo mismo por unas cuantas rondas más y logro darle algunos golpes, lo que me hace pensar que quizá mi plan podría funcionar.

O quizás mi miedo es estúpido...

Ella ahoga un gruñido cuando vuelve a fallar un ataque, y su pie se lanza
hacia mi cabeza. Lo esquivo sin problemas, pero luego ella se echa al suelo y suelta una patada con el otro pie que me da directo en el pecho y me hace irme de espaldas. Para cuando azoto sobre la colchoneta con un golpe seco, la tipa ya está sobre mí. Es rapidísima, carajo.

—《¡No puedes usar tus poderes aquí, Irinkha!.》—grita Dhareios.

Irinkha, ¿no? Bueno, está haciendo todo lo que puede para matarme.

Sus ojos están sobre los míos, y siento cómo se desliza rápidamente algo
duro contra mis costillas mientras veo la sonrisa en su rostro. Pero ese gesto
desaparece cuando ambas bajamos la mirada y no puedo evitar ver cómo una
daga vuelve a su funda.

La armadura acaba de salvarme la vida.

Gracias, mamá...

El rostro de Irinkha se cubre de confusión por un instante, lo suficiente para que le suelte un puñetazo a la mejilla y pueda salir de debajo de ella.
La mano me duele horrible, aunque estoy segura de que formé bien el puño,
pero ignoro el dolor mientras ambas nos ponemos de pie.

—《¿Qué clase de armadura es esa?.》—pregunta, mirando mis costillas en lo que caminamos un poco en círculos una frente a la otra.

—《La mía.》—me agacho y esquivo otro ataque, pero sus movimientos son apenas perceptibles por la velocidad que tienen.

—《¡Irinkha!.》—grita el profesor Samuelle. —《Si lo haces otra vez te voy a…》

Me giro hacia el lado equivocado y ella me atrapa y me echa al suelo. Mi cara
azota contra la colchoneta y su rodilla se hunde en mi espalda mientras me dobla el brazo derecho hacia atrás.

—《¡Ríndete!.》—me ordena.

No puedo. Si me rindo en el primer día, ¿qué pasará en el segundo?.

—《¡No!.》—ahora soy yo a la que le falta sentido común, como Tayler, y soy
mucho más delicada.

Irinkha me jala más el brazo y el dolor se apodera de mi cabeza y comienza a
nublarme la vista. Suelto un grito cuando los ligamentos se estiran, se rasgan y se sueltan.

—《¡Ríndete, Sheryl!.》—grita Dhareios.

—《¡Ríndete!.》—repite Irinkha.

Luchando por tomar aire bajo su peso sobre mi espalda, giro la cabeza hacia
un lado mientras ella me retuerce el hombro, el dolor me consume por
completo.

—《Se rinde.》—dice el profesor Samuelle. —《Ya basta.》—añade.

Lo escucho de nuevo, el sonido macabro de los huesos al romperse, pero esta vez, son los míos.

Maldita hija de perra.

.

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❈༻༼✎NOTA DE AUTORA༽༺❈

¡Hola! ¿Como están?.

Les traigo un nuevo capítulo de esta historia, espero y les haya gustado.

¿Qué les ha parecido el capítulo?.

¿Qué opinan de lo ocurrido?.

¿Qué creen que pueda pasar ahora?.

¡GRACIAS POR LEER!.

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Breysis.P©️

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