❈Capítulo 01: Mi Primer Día.
|UNO|
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❈|Violet
Dhaeggers|.
El día del reclutamiento no entendía ni una mierda de lo que pasaba a mi alrededor. Todavía me pregunto el cómo terminé aquí, para convertirme en una Jinete de Dragones, esto no sería algo fácil, pero quería que mis padres se sintieran orgullosos de mí.
Ya no había marcha atrás.
-《Siguiente.》- escuché una voz, que me hizo regresar a la normalidad.
El Jinete vestido de negro, quien se encontraba detrás de la mesa, tenía una marca, era como un tatuaje que sobresalía por la manga de su muñeca. Justo detrás de él, había un Jinete mayor.
-《Violet Dhaeggers.》- dije antes de que me preguntara el nombre.
El Jinete mayor me miró con intriga.
Paso a donde están los demás candidatos aunque hay un murmuro extraño. Varios van de aquí para allá, hablando de una chica ¿con el cabello azulado? Curioso, no es algo usual, de hecho, mamá siempre me mantenía oculta por el color de mi cabello y ojos.
¿Qué puedo decir de mi? Bueno, mis ojos son grises con tonos azules, mientras que mi cabello es una mezcla extraña de negro en la raíz pero violeta en el resto, hermoso, debo de admitir, pero muy poco común.
Sonrío cuando veo a la chica conversa con Reyshel, pero decido no acercarme y seguir hasta el momento en incógnita.
Tiene sentido, es la Reina Sorrenghaille.
Aunque todos aquí deben tener mi edad, no puedo evitar sentirme como si estuviera fuera de lugar. Me acerco a los demás, buscando una seguridad que no creo encontrar. Me deslizo entre la gente y esto de verdad es una locura.
Camino siguiendo al resto, habíamos llegado al final de la escalera, el cielo estaba nublado, aunque definitivamente aún no llegaba lo peor.
Nos juntamos en un patio enorme, los profesores y generales dieron una charla aburrida que honestamente no le di importancia, sin embargo, si noto que estoy siendo demasiado observada.
Busco con la mirada de donde proviene, hasta que me encuentro con tres pares de ojos observándome. El híbrido, Dhrackarius Khovalkev, si, solo un tonto no sabría que es él, y otros dos chicos que por supuesto no reconozco. No les voy a dar el poder de hacerme quitar la mirada, a mi nadie me intimida, mucho menos tres hombres, por muy guapos que estén.
Les sostengo la mirada, intercalandola con cada uno de ellos, hasta que Dhrackarius y el castaño quitan la vista para hablar entre ellos.
El chico que se me queda mirando es super alto, guapo, si, tiene la piel clara, con una nube de rizos largos de color negro azabache, recogidos por lo que parece ser un gancho a mitad del pelo. Sus facciones son lo suficientemente parecidas a las de Dhrackarius como para que pudieran ser parientes. ¿Primos, quizá? ¿Hermanos? Na no creo. Sin embargo, este posee un par de hermosos ojos grises que me están volviendo loca.
Es sin duda uno de los hombres más hermosos que he visto en toda mi vida.
No puedo evitar bajar la mirada a los músculos que se le marcan en la ropa. Su uniforme de vuelo, la cual le queda ajustada es es negra...
Violet, te estas desviando... pienso, pienso, pero mi mirada no puede dejar de recorrer desde un brazo al otro, pasando por el cuello de su camisa algo desabrochada la cual deja ver otra reliquia de la rebelión.
No puedo ver bien desde aquí, pero creo que juraría que lo he visto... ¿sonreír? La comisura de su labio se ha empezado a subir, creando una sonrisa fanfarrona y es cuando me empiezo a poner roja.
Me ha pillado.
Miro en otra dirección y presto atención al frente o al menos lo intento.
Nos dividen en pelotones y trato de ocultarme de Reyshel, por suerte no me toco el mismo, de momento.
-《Ahora sois cadetes.》- la voz de Dhrackarius se escucha por todo el patio, más fuerte que las demás. -《Miren a su pelotón. Estas son las únicas personas que el Código garantiza que no los matarán. Pero que ellas no puedan acabar con su vida no significa que otras no lo harán. ¿Quieren un dragón? Gánenselo.》- gruñe y yo enarco una ceja.
Menudo gilipollas...
La mayoría de la gente vitorea, pero yo ni siquiera abro la boca.
Los ojos de Dhraco se encuentran con los de Sheryl, no se porque presiento que entre esos dos hay o hubo algo. Bueno... el es un Khovalkev, hijo de una traidora, ella una Sorrenghaille, hija de quienes se suponen, mataron a su madre, creo que es entendible, ¿no?
-《Y apuesto a que se sienten muy rudos en este momento, ¿verdad, primerizos?.》- se ríe.
Más vítores.
-《¡Se sienten invencibles después de lo del primer reto, ¿no?!.》- grita Dhrackarius. -《¡Creen que son intocables! ¡Están en el camino para ser parte del Cuadrante! ¡De los pocos! ¡De los elegidos! ¡Y puede que parte de la Élite!.》- grita.
Con cada declaración se enciende otra ronda de gritos emocionados que suenan cada vez más fuertes.
Pero no. No son solo gritos de emoción, es el sonido de unas alas obedientes batiendo en el aire.
-《Ay, dioses, son hermosos...》- susurra Reyshel cuando un montón de dragones aparece en nuestro campo de visión.
Los dragones, no toleran a los humanos, o bueno, jinetes, que no han elegido. Pero ¿estos nueve? Están volando hacia nosotros... a toda velocidad.
Justo cuando creo que están a punto de volar sobre nuestras cabezas, se
lanzan en vertical, azotan el aire con sus enormes alas y se detienen, creando con sus aleteos unas ráfagas de viento tan poderosas que casi me voy de espaldas cuando aterrizan en el muro semicircular exterior. Las escamas de su pecho vibran con el movimiento y sus garras afiladas se entierran a cada lado de la orilla del muro.
Ahora entiendo por qué las paredes tienen un grosor de cinco metros. No es una barrera. Lo que rodea a la fortaleza es una maldita percha.
Me quedo con la boca abierta. Pues... jamás, los había visto tan de cerca.
Algunos cadetes gritan.
Supongo que todos quieren ser jinetes de dragones hasta que están a unos
seis metros de ellos.
El vapor me llega a la cara cuando el rojo brillante que está justo frente a mí
exhala por sus enormes fosas nasales. Hembra, supongo yo. Sus brillantes cuernos rojos se elevan sobre su cabeza en un arco elegante y letal, y sus alas se extienden brevemente antes de volver a su lugar, con la punta de su articulación superior coronada por un pico salvaje. Sus colas son igualmente fatales, pero desde aquí no puedo verlas y mucho menos saber de qué raza es cada uno sin ese dato.
Aunque todos ellos son letales.
-《Vamos a tener que traer a los mamposteros de nuevo.》- masculla uno de los líderes de pelotón mientras unos pedazos del muro se van soltando bajo las patas de los dragones para azotar contra el patio en rocas del tamaño de mi torso.
Hay tres dragones con distintos tonos de azul, dos verdes, uno café, uno violeta y el enorme rojo brillante. Todos son gigantescos y tapan la estructura de la ciudadela mientras nos miran entrecerrando sus ojos entre dorados y rojizos en forma de serpiente, juzgándonos a más no poder.
Un cadete se escapa del Ala Tres, corriendo y gritando en su camino hacia la torre de piedra que está detrás de nosotros. Todos volteamos a verlo cómo huye a toda velocidad hacia la enorme puerta de arco que está en el centro. Casi puedo ver las palabras grabadas en el arco desde aquí, pero ya me las sé de
memoria.
{"Un dragón sin su jinete es una tragedia, pero un jinete sin su dragón está muerto..."}
Cuando se crea el vínculo, los jinetes ya no pueden vivir sin sus dragones,
aunque la mayoría de los dragones no tiene problemas en seguir sin nosotros, sus Jinetes.
Por eso eligen con tanto cuidado, para no enfrentar la humillación de haber
elegido a un cobarde, aunque un dragón jamás reconocería haber cometido ese
error.
El dragón azul de la derecha abre su enorme boca, mostrando unos dientes
como de mi tamaño. Esas fauces me triturarían como a una uva si quisieran.
Sobre su lengua corre fuego, que luego sale disparado en la flama macabra hacia el cadete que se echó a correr.
Antes de que pueda alcanzar la sombra de la torre, ya es una pila de ceniza
sobre la grava.
Cool tio, ahora somos 502 cadetes...
Siento el calor de las llamas en un lado de mi cara cuando giro para ver al
frente. Si alguien más se echa a correr y termina muerto de la misma manera, no
lo quiero ver. Se escuchan más gritos a mi alrededor. Tenso la quijada lo más
que puedo para no hacer ruido. Siento otras dos ráfagas de calor, una a mi izquierda y la otra a mi derecha.
Me van a quemar a mi, joder... y ahora quedamos 500...
La dragona rojo brillante parece inclinar la cabeza hacia Sheryl, como si sus desconfiados ojos dorados claros pudieran ver en su interior, es atemorizante.
Pero no voy a correr. No estaría aquí si hubiera renunciado cada que algo
me parecía imposible de lograr. Me obligo a enderezar los hombros y levantar la cara.
No soy una maldita cobarde, soy una Jinete, demostraré mi valía...
La dragona parpadea, lo cual puede ser una señal de aprobación o de
aburrimiento, y mira hacia Dhrackarius.
-《¡¿Alguien más quiere cambiar de opinión?!.》 - grita Dhrackarius, observando con la misma mirada calculadora de la dragona rojo que está detrás de él, a las filas de cadetes que quedan. -《¿No? Excelente. Más o menos la mitad de ustedes habrá muerto antes del próximo verano.》 - la formación se queda en silencio, salvo por algunos sollozos a mi izquierda. -《 Un tercio de ustedes morirá al año siguiente, y lo mismo en el último año. Aquí a nadie le importa quién es su mami o su papi, o quien seas. Hasta el segundo hijo del Rey Ehrnesthon Dhargharyam, murió al enfrentarse a los dragones. Así que díganme ahora... ¿todavía se sienten invencibles por haber entrado al Cuadrante de Jinetes? ¿Intocables? ¿De la élite?.》- dice con burla.
Nadie celebra. ¿Quien lo haría?.
Hay otra ráfaga de calor y esta vez viene directamente hacia mi rostro, así
que tenso todos los músculos de mi cuerpo, preparada para que me incineren.
Pero no son llamas, solo es... vapor que echan los dragones cuando terminan su
exhalación colectiva.
-《Porque para ellos no son intocables ni especiales.》 - Dhrackarius señala hacia la dragona que se inclina ligeramente hacia adelante, como si nos fuera a contar un secreto. -《Para ellos, no son más que una presa...》- dice él, para luego dejar una sonrisa, la cual me hiela los huesos.
Ahora, mi pregunta es la siguiente... ¿Alguien me recuerda... en que coño estaba pensando cuando me escapé de casa y decidí unirme al Cuadrante de Jinetes?.
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༼✎NOTA DE AUTORA༽
¡Hola! ¿Como están?.
Les traigo el primer capítulo de esta historia, espero y les haya gustado.
¿Qué les ha parecido el capítulo?.
¿Qué opinan de lo ocurrido?.
¿Qué creen que pueda pasar ahora?.
Pd: ACLARO: Esta historia ocurre al mismo tiempo que "La Jinete Prohibida" pero desde la perspectiva de Violet Dhaeggers, y para así revelarnos aún más secretos. Disfruten, porque Violet les sorprenderá con su carácter.
¡GRACIAS POR LEER!.
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Breysis.P©️
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