Futuro incierto
Capítulo 57: futuro incierto
Imri.
Tanto Lúa como algunos lobos nos dirigimos al sitio en donde mi hermano se encontraba junto a varios más.
Todos estaban formados en un círculo, dejando a Rem y a Arien; mi primo, en el centro. Conozco esa mirada hostil que pone Rem cuando está a punto de actuar de un modo agresivo, como si fuera una bestia salvaje. Nada más hay que verlo, incluso se quitó la camiseta para tener más movilidad estando con el torso desnudo.
Para alguien que intercala transformaciones, no es conveniente poseer vestimentas que le obstaculicen el cambio.
—Luego no le vayas llorando al tío cuando te rompa el hocico— dice Rem en posición de pelea. Está decidido –¡Los lobos de Emre no tenemos nada que envidiarles a los del norte!
—Jum— sonrió, esto también haciendo una pose de combate —Hagámoslo más divertido. ¿Qué tal si nos enfrentamos con nuestra forma original? Después de todo somos lobos, luchemos como unos.
Esa es la debilidad de Rem.
—Imri— me llama Lúa. Ella luce bastante preocupada —¿Por qué no los detienes?
Porque cambié de opinión. ¿Acaso él será capaz de aceptar?
—Jum— mi hermano lanza una risotada —Claro, tienes miedo de que «un lobo como yo» acabe contigo con mi forma humana.
¿Qué? Ay, Rem.
—¿Disculpa?— Arien levanta las cejas.
—No aceptaré ninguna de tus propuestas. ¡Yo peleo bajo mis propias condiciones!— se abalanzó hacia él, lanzando un puñetazo que Arien logró evadir; Rem terminó segmentando el suelo, sacando rápidamente el puño de allí para atacar a su oponente.
—¡Imri!— Lúa me sacude el brazo.
—Rem está molesto. Cuando se pone así, no hay lobo que escuche— no permitirá que detenga su pelea. De eso estoy claro —Mejor no involucrarnos hasta que se calme.
—Pero...
Arien mantiene una conducta evasora. Mientras que Rem no para de atacarlo con sus garras, él evita cada movimiento con una ligereza que me sorprende. Es como si estuviera adelantado a cada uno de sus golpes.
—¿Eso es todo lo puedes hacer?— en un momento dado, él esquivó hacia varios lados y se hizo camino hasta rotar sobre su propio espacio y propinarle una patada que no lo impulsó por más metros porque Rem logró anclar sus garras en la tierra.
»De nada sirve que seas fuerte si tus movimientos son lentos— dice sacando las garras —Te crees especial porque eres un mechas-grises en un bosque lleno de lobos promedio, pero de dónde vengo, todos somos iguales.
»En un mundo de ciegos, el tuerto es el rey. ¿Pero qué pasa cuando dos tuertos se enfrentan?
Arien, tal y como los demás que vinieron, son lobos que han crecido en medio de la disputa. Rem podrá ser fuerte, pero su experiencia no es suficiente contra alguien que vive todos los días para matar.
Nosotros somos «especiales» por nuestro pelaje diferente, pero ellos todos lo son. Cuando un gran grupo de individuos es especial, entonces luego nadie lo es.
Definitivamente, tendré que intervenir si ese sujeto intenta dañar a mi hermano. Algo me dice que es superior a él. ¿Será su confianza? A Rem le falta mucha madurez, su impulsividad le hace perder el control de modo que no piensa bien las cosas antes de atacar.
—«¿Pero qué pasa cuando dos tuertos se enfrentan?»— recita Rem poniéndose de pie —Es obvio que te sabes mi estilo de pelea porque nosotros somos una extensión de ustedes. Todos mis movimientos también te lo enseñaron a ti.
Rem cambió la postura. Él arqueó su cuerpo colocando las palmas de sus manos en el suelo. Mi hermano está haciendo la misma pose que hacen los atletas antes de correr.
»¡Odio a los tipos creídos como tú!
A ver, lo que pasó a continuación fue algo que me dejó sin palabras. Veamos, ¿cómo describirlo?
En el momento que Rem iba a ejecutar uno de sus movimientos impredecibles, transformándose y corriendo a una velocidad considerable directo hacia nuestro primo, la alfa apareció de la nada y se le tiró encima, haciéndolo caer de boca al suelo.
¿De dónde salió? Y peor aún, ¡está transformada!
—¡Ma', aléjate! ¡No me muerdas!— gritó forcejeando con la versión lobuna de la alfa. El que ella esté transformada, significa una cosa: peligro —¡Ah!— lo está mordiendo por todos lados, haciendo movimientos bruscos de los que no creo que se sane por un par de días.
Mamá no solo es enorme, sino que pesa bastante. Es imposible quitársela a la primera, y menos teniendo un aspecto humanoide. Para Rem que solo se puede transformar por poco tiempo, es una batalla de resistencia. El chico intercala formas, a la vez que pelea con los filosos colmillos de la alfa, los cuales ahora mismo se encuentran adheridos al cuello lobuno de mi hermano.
Y bueno, intervendría si tan solo no temiera por mi vida.
—¿Pero qué está haciendo?— cierto, Lúa no está acostumbrada a ver ese lindo lado de mi madre. Para ella debe ser aterrador, y más considerando lo chillón que es Rem —¡Lo está lastimando!
No hay nada que se pueda hacer. Ningún lobo se atreve a meterse por temor a que ella cambie de objetivo.
Porque ha pasado.
—Rem la ha hecho explotar— será mejor no meternos. La alfa ahora mismo está siendo dominada por la furia.
—Imri...— ay, no. Tiene los ojos aguados. Haría lo que me pidiese, ¿pero meterme en un conflicto de la alfa? Menos por Rem que es un ingrato.
—¡Papa, afa 'nojada!— grita Ra. Hasta él sabe lo que sucede —¡Lem malo!
—¡Umh!
Antes de que pudiera detenerla y provocándome casi un infarto en el proceso, Lúa corrió hacia ellos, dejando a Ra en el suelo. Esto en un intento de alejar a la alfa de Rem.
Ella no conoce a mamá cuando está enfadada y pierde el control de sí, por lo que le fue fácil interponerse entre ambos con el pensamiento de que la alfa no le haría daño.
Sí, somos lobos inteligentes, pero seguimos siendo lobos.
—¡Lúa!
Lo peor pasó. En un abrir y cerrar de ojos, y en el momento que ella quiso proteger a mi hermano de otro ataque, la alfa le terminó mordiendo el brazo.
—¡Mami, mami!— Ra corrió en su dirección, al mismo tiempo que por mero impulso se le salió la cola y los colmillos —¡Afa, mi mami!
Gracias al cielo que mamá pudo detenerse a tiempo y no le propinó un daño mayor. De haberla mordido como lo estaba haciendo con Rem, un par de vendas no iban a bastar para enmendar su error.
—¿Cómo pudiste entrometerte?— reprocho echándole un vistazo a su antebrazo. Hay sangre saliendo de la herida. Por cómo se ve, tendrá la marca de los dientes por un par de semanas. Espero que no le haga cicatriz, cosa que dudo —¡Todo es tu culpa, Rem!— siempre causando problemas, no se cansa.
—E-Estoy bien.
Y lo dice a punto de llorar. Las lágrimas dentro de sus ojos apuntan lo contrario.
—Ump— la alfa adopta su aspecto humanoide. Ella nos observa con los ojos achicados; sigue molesta, puedo sentirlo —Ve a curarle la herida— me ordena con una frialdad propia de la reina de las nieves —Y tú...— mira a Rem. Al chico se le bajó el coraje que traía. La reprimenda de la alfa lo puso sumiso, temeroso de ser atacado nuevamente por ella.
Él incluso está ocultando el rostro detrás de Lúa, detalle que me molesta. Por su culpa, mi masita terminó lastimada.
»Me decepcionas— afirmó volviéndose a transformar.
—A ver, tú quítate— separo a Rem de mi Lúa. La cargo en brazos para evitar que resulte más lastimada.
—Imri, no lo trates así— me reclama viendo a Rem —La alfa se pasó, ¿cómo pudieron permitir que lo ataque así?— se mira el brazo —Esto no es nada comparado a todas las mordidas que le hizo a Rem.
—Descuida, hermana. Estaré bien dentro de un par de días— dice entredientes, mientras que dos de sus amigos lo ayudan a levantarse —Oigan, más despacio— se queja con varias muecas. Él tiene heridas en los brazos, torso y varias partes más. A diferencia de los humanos, nosotros solemos curarnos un poco más rápido de las lesiones —Todo es tu culpa— mira a Arien con los ojos achicados —No me importa que seas mi primo, no dejaré pasar lo que sucedió hoy.
—Así como estás, no podrás pelear con nadie— le contesta uno de sus amigos.
—Tú cállate— mira a Lúa con las cejas bajas —Hermana, lo siento.
—Tsh— rechisto llevándome a mi Lúa. Debo vendarle la herida a la de ya.
Me pregunto si necesitaré la ayuda de Elaine; aunque ella es veterinaria, algo de medicina para humanos debe saber.
***
—Imri, ¿sigues molesto conmigo?
Nos encontramos frente a frente. Estoy finalizando de vendar su brazo, luego de limpiarle la sangre del sitio. He permanecido callado todo el rato, no es como que quiera hablar mucho después de que mi mamá la haya lastimado.
—No estoy molesto contigo— refunfuño. Ra está en su regazo, apretujado contra ella. No ha querido dejarla desde que vinimos —Solo...— arrugo la frente —¿Por qué lo hiciste? ¿Tienes idea de lo peligroso que fue meterse entre la alfa y Rem?
—Sí estás molesto— contesta con una mueca —No me podía quedar de brazos cruzados. Rem siempre se ha preocupado por mí, incluso me defendió de los tipos que nos estaban molestando a mí y a Ra. Todo sin pedir nada a cambio— suspira —No, no esperaba que la alfa me mordiera, y sí, fue mi culpa por interponer el brazo, pero no me arrepiento.
—No vale la pena que te arriesgues por Rem. Él no aprende. Si sigues así, siempre te meterá en problemas. Incluso Ra lo sabe, ¿por qué no puedes simplemente mantener distancia con él?
La verdad es que es cierto. Estoy molesto.
—¿Cómo que mantenga distancia?— con lo terca que es, dudo que me haga caso —Rem es mi favorito entre todos tus hermanos, no puedo simplemente alejarme de él por un incidente que yo causé. El chico no me pidió que lo defendiera, yo lo hice porque me salió.
—Lúa— no puedo permitir que vuelva a suceder algo como esto —Él es mi hermano, no el tuyo. Y si yo te digo que te alejes es porque lo conozco— el tono de mi voz poco a poco se está volviendo más chocante —Me prometiste que me harías caso, pero veo que no es así. En esta ocasión, ¿cuánto faltará para que te des cuenta de que te equivocas?
—Suelo alejarme cuando estoy molesta y no vuelvo hasta que me calmo, deberías hacer lo mismo— ella se separa bruscamente de mí. Lúa se pone de pie, cargando a Ra con su brazo bueno —Ya creo que no hace falta que me pongas más vendas. Estoy bien— sentí tensión tras ese «bien».
—¡Oye!— sabrá Dios a dónde va.
Ella se llevó a Ra consigo. Dudo que vaya con la alfa considerando que la misma la hirió sin siquiera pedirle disculpas, y en serio espero que no se vaya con Rem.
Lúa solo es cercana a ellos dos. Últimamente, ha estado hablando con Marina después de que el alfa le haya ordenado que le diera clases, pero no creo que su cercanía sea tanta como para ir con ella.
Hmm. Sí fui duro con mis palabras, ¡pero su brazo! ¿Qué será la próxima vez? Ella es humana, no es como que sea muy resistente.
Iba a seguirla cuando ver a mi tío yendo detrás de Avys llamó mi atención. Ambos se dirigían a un lugar apartado del bosque, lo cual es raro considerando que casi no hablan.
Lamentablemente, mi situación con Lúa tendría que esperar. Esos dos juntos me dan muy mala espina.
—¿Y bien?— los seguí por un par de minutos hasta que se detuvieron en un tramo —¿Qué quieres de mí?— cuestiona Aremjeth. En lo que ellos se encuentran frente a frente, yo me ubico detrás de un par de árboles.
Así que fue Avys quien lo llamó.
—Me preguntaba si podría pedirle un favor— dice agachando la cabeza —Después de mi manada, usted es la única familia que tengo, y el único que podría ayudarme.
¿Cómo que un favor?
—Jum— se entra las manos en los bolsillos —¿Tu mamá sabe que estás hablando conmigo?— cuestiona con la ceja arqueada.
—Me considero lo suficientemente adulto como para no solicitarle permiso a mi madre por las personas con las que hablo.
—Ooh, entiendo— asiente —Imagino que te has metido en un gran problema que solo el tío Aremjeth puede resolver. Por eso has decidido desobedecer las indicaciones de tu mami y acercarte a mí.
—No necesito que lo resuelva, solo que me ayude a lidiar con las consecuencias de mis acciones— echa un suspiro —Hice algo que me puede costar mi permanencia en esta manada. En el dado caso de que sea así, me preguntaba si usted me acogería en el norte.
—¿Qué tan grave fue lo que hiciste como para pensar que tu papá te echaría?
—Yo...— tensa el mentón —Abusé de mi posición como primogénito y tomé decisiones a nombre del alfa.
—¿Qué decisiones?— se acerca poniéndose serio.
—Quise rediseñar los mapas con el objetivo de adquirir más territorio. No me interesa la unificación del bosque, sino que nos apropiemos de la ciudad humana con la que hacemos frontera.
—Desafiaste la autoridad de un alfa, incluso sin su conocimiento.
—No sé si lo sepa, pero el comportamiento de mi padre en los últimos años era más que inaceptable. Hice lo que creí correcto, todo por el bien de la manada.
—¿Y si fue tan correcto lo que hiciste, por qué temes de las consecuencias?
—Como bien dijo, desafié la autoridad de mi alfa. Eso solo se paga con dos cosas: el exilio o la muerte.
—Lo lamento mucho, pero no podré ayudarte en el dado caso de que te conviertas en un lobo solitario.
Así se les llama a los lobos que son exiliados de su manada. Lo peor del asunto es que muchos alfas suelen rechazar a los que tienen esa condición. Si el alfa lo echa, y Aremjeth lo rechaza, entonces no sé cuál será el destino de mi hermano.
—¿Puedo saber por qué?— le pregunta.
—No puedo sobreponerme ante tu alfa, eso podría causar conflicto para todos. Emre y yo tenemos una relación complicada, se complicará más si te protejo— echa un suspiro —Además, no quiero lidiar con la reacción de tu madre si se entera.
—Umh, comprendo— está acabado.
—Antes de irme, te advierto una cosa— Aremjeth se acerca más cambiando el color de sus ojos. Él observa a mi hermano con una mirada amenazante, es tanto que por un segundo pensé en interceder por miedo a que le haga algo —Vuelves a atentar contra tu alfa y te juro que te asesinaré yo mismo. ¿Queda claro?
—Mi secreto está a punto de salir a la luz, y mire como estoy: pidiendo su auxilio. ¿Cómo cree que podría intentar algo más?
—Te pregunté si te quedaba claro.
—Sé que una vez amenazó con asesinarme. Esta es la segunda vez que lo hace, ya no existe ningún factor sorpresa.
¿De qué habla?
—¿Tú y cuántos más lo saben?
—Conmigo es suficiente.
—Jum, eres soberbio, sobrino. Y quien te viera con esa cara de mosca muerta.
De repente, Aremjeth lo agarró rápidamente del cuello, chocándolo contra el tronco de un árbol. Las venas de su brazo izquierdo, porque es zurdo, se hicieron prominentes, al mismo tiempo que sus ojos emiten un brillo amarillo intenso.
Tiene las garras presionando el cuello de Avys, un movimiento brusco y adiós.
—¡Suéltelo en este mismo instante!— como era obvio, salí de inmediato para proteger a mi hermano.
No tengo idea de qué tan fuerte es, pero no permitiré que le haga daño. No me importa que sea mi tío.
—Te hice una pregunta— le habla a Avys —Quiero que la contestes.
—Mi alfa lo odiará más si me lastima— señala Avys. Lo raro es que conserva una postura serena.
No entiendo cuál es la importancia de mamá en este asunto.
—Más que a tu padre, le debes lealtad a tu alfa. No permitiré que te pases de listo. Solo Emre y yo entendemos nuestra relación. Él es mi hermano mayor, y yo lo protejo de los demás tal y como Imri quiere hacerlo contigo— lo suelta, poniéndole un cese a su media transformación.
»No vale la pena que te arriesgues por él. Reconozco esa mirada muy bien— me dice escupiendo el suelo —La han tenido todas las personas que han representado un peligro para nuestra familia.
—Aléjese de él— digo ubicándome en medio de ambos —Desde mi perspectiva, mi tío es el peligro.
Avys podría ser el diablo encarnado y de todos modos tendría la necesidad de protegerlo.
—Quedas advertido, Avys. Te metes con mi hermano, y te mato. No me importa que seas su hijo— da media vuelta —Te guardaré el secreto solo porque eres mi sobrino. Después de todo, se nota que te queda poco tiempo para que se descubra la verdad. No vine a causar polémica.
Los alfas son personas con muchos secretos, por lo que casi siempre me suelo sentir sin el contexto necesario para entender una gran cantidad de cosas. Ahora no es la excepción, Avys, sin dudas, goza de muchos privilegios al ser el mayor y más apegado a la alfa.
Somos diez, pero el primero siempre será Avys. Él fue el primer par de ojos que mamá vio. Es su Avys.
—Deja de meterte en mis asuntos— me dice luego de la partida de Aremjeth —Si yo caigo, no quiero que lo hagas conmigo.
—¿Qué harás con Rem?
—Nada— se encoge de hombros —Hará lo que sea para llamar mi atención. Que me traicione si quiere, ya estoy preparado para ello.
—No lo estás. No habrías pedido la ayuda del tío de estarlo.
—¿Sabes qué? Al diablo lo que el alfa haga conmigo— emprende camino. Está yendo hacia el lado opuesto de la manada.
—¡¿A dónde vas?!— no parece que le interese detenerse.
—Iré a la ciudad. Por lo menos allá puedo fumar tranquilo. Mejor regresa con tu mujer, escuché que fue mordida por la alfa.
Que ni me lo recuerde.
—La alfa ha resentido tu ausencia. Podrías no desaparecer y estar con ella.
—Mi vida no se resume en estar con mamá. Hay cosas que quiero hacer.
Por más que quisiera aparentarlo, Avys debe estar tan preocupado por su futuro que incluso acudió a Aremjeth como última opción.
Me pregunto cuál será el castigo del alfa cuando se entere. ¿Él no lo echará, o sí?
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Espero que te haya gustado el capítulo :D
Lamento el tiempo sin actualizar, he estado muy ocupada :c
De la única forma que podré retomar, será cuando entre a vacaciones. Mientras, estaré irregular T-T
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