Dentro del bosque
Capítulo 43: Dentro del bosque
Me he mantenido todo este rato con Rem. El chico es bien conversador y yo que soy una cotorra no me quedo atrás.
Hoy aprendí una cosa sobre los lobos, y es que cada manada posee un estilo de pelea que la distingue.
Sí, un estilo de pelea como en las películas.
El de los lobos de Emre es secreto, y nada más es conocido por los integrantes de la manada, quienes son instruidos desde niños tanto en su forma original como humanoide.
Rem sonaba juicioso cuando dijo que ese tal Iasek parecía predecir cuál sería su siguiente movimiento. Para alguien que confía tanto en sus habilidades, debe ser una debilidad el que su contrincante adivinara su siguiente paso.
También, algo que captó mi atención es que el chico mencionó que no es precisamente Emre quien les enseña a desenvolverse como lobos. Si no que esa responsabilidad recae en el lobo mayor.
A ver, según entendí:
Como son muchos lobos, el alfa le enseña lo necesario al mayor para que él vaya pasando el conocimiento a los menores. Entonces, los menores hacen lo mismo con los lobos que van después de ellos. Sin embargo, Rem dijo que Avys le enseñó a la mayoría de sus hermanos y que para ellos ya era normal que fuera así en vez del hermano anterior a su edad. Por lo que no entiendo por qué no sucedió lo mismo con él.
Por ejemplo, otras manadas harían tipo así: Avys le enseña al siguiente después de él, y este último le enseña al próximo. En el caso de mi manada, Avys decidió seguir y seguir pasando el conocimiento a cada hermano (y hermana, claro), a excepción de los que no comparten vínculos sanguíneos con él, ya de ese lado se respetó el orden del «mayor le enseña al menor».
Entonces, a lo que voy es a lo siguiente:
¿Por qué no le enseñó a Rem?
Sí, sí. Siguiendo con las costumbres, el que tenía que enseñarle era Samuel, porque es el que va antes que él. Sin embargo, en esta manada no se hizo eso con los otros, por lo que no entiendo por qué con Rem sí se siguió la costumbre.
Es demasiado raro.
—¡Listo!— digo poniéndole la última curita en el rostro.
Le limpié las heridas que tenía en la cara y le puse un par de curitas que había en un botiquín. Me da pena verlo lastimado, pero parece que a él no le importa. Es más, comienzo a pensar que se enorgullece de sus heridas.
—Gracias, hermana— agradece mirándose en un espejo —Me curé por mi cuenta porque de pedírselo a Elaine, me habría delatado con mi mamá.
Si ella no le escondió la situación de Avys a Onil, la veo capaz de todo. Tal vez sea su responsabilidad pasarle la información a los alfas.
—¿Y cómo es tu relación con Elaine?— quiero saber una cosita —Te lo pregunto porque eres el más cercano a Onil.
Siento que no le caigo bien a la mujer. Siempre me mira con desdén; como si todo a mi alrededor oliera feo.
—¿Qué te digo? Ella por su lado y yo por el mío— se encoge de hombros —La mujer es indi... indiferente a mi presencia. Aunque, creo que en vez de indeferencia, lo de ella se trata de puro ignoramiento de mí.
Hmm, si es así, él no tendrá la información que quiero.
—¿Y algún día la has escuchado hablar de mí?— bueno, no perderé nada averiguándolo.
—Ay, hermana— sonríe con las cejas en alto —¿Y a ti por qué te interesa eso?— la risita que tiene es un preámbulo de que no me dirá nada.
—Soy curiosa por naturaleza y tengo el presentimiento de que no le agrado. Quiero confirmar mi teoría, pese a que no me quita el sueño saber que hay alguien a quien no le caigo bien— no es la primera ni la última persona con la que me ha pasado. Inclusive, hay gente a la que le he caído horrible solo por existir.
No digo que este sea el caso.
—Lo siento, pero no me conviene estar mal con Elaine; ella es la doctora— de acuerdo, por su gesto supe que no me diría nada, pero me asombra su respuesta —Además, no preguntes cosas que no quieres saber. Yo opino que eres genial, eso es lo importante.
Guao, he recibido un consejo de Rem.
Y, al mismo tiempo, confirmado mi teoría de que Secuestri ha hablado de mí.
—¿A qué sí? ¿Qué tan genial soy?— peino su cabello con los dedos —De seguro le dices eso a todo el mundo.
—Solo a la gente genial.
—Ow, nunca me podría molestar contigo. Eres tan tierno.
—¿Qué?— me mira con los ojos grandes, agarrándome las manos —¿Cómo así? ¡No comiences a decir que soy tierno al igual que Pato!— abuchea a regañadientes —Estoy siendo amable, no tierno. ¿Qué dirían mis amigos si te escuchan?
—Ya, tranquilo. No eres tierno, retiro lo dicho— ow, es importante para él que lo vean como un chico rudo —Además...— me acerco bajando la voz. De estar sentada enfrente suyo, pasé a sentarme al lado de él —No es nada tierno que te guste una mujer siete años mayor y que te pelees con un lobo de otra manada por ella.
Me sorprende que ponga una cara de horror tras mis palabras. Era cuestión de deducirlo para concluir en que él peleó por causas pasionales. Nada más tenía que asegurarlo y por su expresión, ya lo acabo de hacer.
—¿C-Cómo supiste que fue por ella?— está atónito.
Ay, por favor. Soy Lúa Holmes.
Rem nunca se comporta serio cuando habla de una pelea, siempre lo hace con gran energía y presumiendo lo imparable que es. Conociéndolo, terminaría su cuento con un «Nadie puede con el poderosísimo Rem», cosa que en esta ocasión no hizo.
Además, él puso la misma cara y voz que tenía cuando hablaba de su crush, ¡tal cual!
¿Armar un alboroto luego del que armó por su pelea con Rábano? Mi hermano podrá ser imprudente, pero no lo suficiente como para aventarse una pelea tan pronto. Él mismo lo dijo, lo hizo para proteger a alguien y es obvio que ese alguien tenía que ser su crush.
—No lo sabía, ahora lo sé— mejor lo dejo así, no quiero que mi análisis lo espante —Rem, espero que tu crush no te traiga problemas. Sé lo malo que es estar mal con los de otra manada, ¿qué diría el alfa si se entera? Recuerda que él está intentando dejar de lado su frialdad.
—Él la trata horrible; ella solo está con ese sujeto porque él y su manada es lo único que tiene para sobrevivir— baja las cejas —Quisiera ayudarla, pero la intención no es suficiente. Además, sé que no debo meterme más de lo debido. Iasek no sabe que mi motivo de pelear con él, fue por ella.
Si ese lobo es lo único que tiene, significa que la mujer debe estar pasando por una dependencia. Es difícil salir de esa situación si la parte abusadora es consciente de ello.
—¿Y no es posible que se venga a vivir aquí?
En esta manada hay muchos lobos que no poseen vínculos sanguíneos con los alfas, por lo que es de imaginar que ellos son abiertos a las personas de fuera.
—Umh... Ya he hablado mucho, suficiente— da un aplauso —No quiero seguir platicando de mis cosas personales— qué directo —Deja de cuestionarme.
—Ay, está bien— hasta ahora, él me ha dado la información suficiente para descubrir quién es su crush, pero no haré nada con ella porque respeto su decisión de no querer decirme.
Total, ese asunto me traerá más preocupación que beneficios. Tengo suficiente con mis propios problemas.
La llegada de Lala acapara mi atención. Ella se acerca a nosotros con una expresión molesta y los brazos cruzados, su mirada recae en todo momento en Rem, quien hizo una mueca al verla.
Nosotros estamos sentados a las afueras de la cueva.
—¿En dónde carajos estabas metido?— le pregunta con el ceño fruncido —¡Te estuve esperando toda la mañana y en ningún momento te apareciste! ¡¿Eres consciente de todo el tiempo que me hiciste perder?!
¿Esperando? No me los imagino juntos. Ellos son muy diferentes.
—¿Y para qué?— cuestiona desinteresado.
—¡¿Cómo qué para qué?!
—Ah, cierto— se da en la frente —Olvidé decirte que tengo nueva profesora a partir de ahora. Ya no hace falta que me enseñes.
¿Cómo así? ¡¿Larimar es la persona cruel de la que hablaba?!
Tratándose de otro no me hubiera importado, pero he chocado demasiado con ella como para hacerlo de nuevo. Quiero que llevemos la fiesta en paz.
—¿Qué?— levanta las cejas —Debes estar bromeando
—Te dije muy bien que me conseguiría otra persona que me diera clases, estoy harto de tus maltratos— refunfuña —Sí, sí, gracias por todo, pero ya, se acabó. A partir de ahora, mi hermana será la que me enseñe.
Ay, no puede ser. Rem, sin saberlo, me está metiendo en problemas con esta desquiciada.
Larimar me mira unos segundos, pero en vez de decir algo como es típico de ella, solo suspira.
No gritos, ni rabietas, solo un desganado suspiro.
¿De acuerdo...? ¿Acaso tomó un curso de manejo de ira o qué?
Lo dije antes y lo repito: ¡ella es insoportable hasta cuando no hace nada!
—Si quieres reemplazarme, muy bien— contesta con el mentón tenso —Por lo menos debiste avisarme para no desperdiciar una mañana entera esperándote.
Dice esto para luego dar media vuelta e irse. Se nota que se estaba aguantando.
—Eso no se hace Rem— me pongo de pie. Habría preferido que ella hubiera hecho un escándalo, así no me sentiría de alguna forma culpable por lo que acabó de pasar.
—Estaba tan concentrado en ese tipo que se me olvidó decirle.
—Aich— será mejor que le aclare que no estaba enterada de su situación con Rem.
Detesto tener un grado más alto de empatía. Y así Helena dice que sigo siendo la misma desgraciada, cuando me da pena algo como esto.
Dejando al chico, opté por seguir a la mujer. Ella, pese a estar transformada, camina bastante rápido. No bien pasaron unos pocos segundos cuando ya estaba bien lejos.
—¡Oye!— la llamo desde la distancia —¡Larimar!— estoy segura de que me escuchó por el ligero movimiento de sus orejas, pero en vez de frenar, empezó a caminar mucho más rápido —¡Oye, espera!— no tengo de otra que ir corriendo tras ella. Quiso disimular estar bien, pero con lo que está haciendo, confirmo que no es así.
—¡¿Qué quieres?!— me grita en lo que yo tomo un pequeño tiempo para respirar. Me puse enfrente de ella para que se detuviera.
Me estoy esforzando, ¿quién diría que me vería correr?
—Es que...— jum, hay algo distinto en su mirada.
—Déjame en paz— corta dispuesta a seguir con su camino.
Sí, hay algo distinto en su mirada y es que sus ojos se ven ligeramente enrojecidos.
—No tenía idea de que eras tú la que le enseñaba a Rem.
—Claro...— se detiene dando media vuelta —¿Será que estoy pagando algo contigo? ¡Desde que Imri te trajo, has decidido quitarme todo lo que me importa!— en efecto, se estaba aguantando —¡¿Qué traes conmigo?! ¡Primero Ra y ahora ese mocoso malagradecido! ¡¿Qué te pasa?! ¡No te soporto!— opté por dar varios pasos atrás.
»¡Detesto que estés metida en todo! ¡Odio que quieras todo lo mío! ¡¿Lo haces a propósito o qué demonios?! ¡Aah!
»Eres tipo: "hola, soy la linda Lúa. Ando de un lado a otro mientras ondeo mi precioso cabello, ¿ya dije lo linda que soy? Jiji". ¡Ya no puedo más! ¡Ah!— se tira al suelo poniéndose de cuclillas. Ella se cubre el rostro con las manos, emitiendo varios gemidos pequeños.
—A ver, no estoy interesada en quitarte lo «tuyo»— respiro profundo —En serio quiero llevar la fiesta en paz, estoy cansada de esta tonta rivalidad entre nosotras. No tenemos por qué pelearnos por un lugar, podríamos encontrar un balance.
—¿Y crees que yo no estoy cansada?— suena la nariz —Estoy harta de ti, de todo lo que representas— no puede ser, está llorando —A-Apareciste de la nada, ¡¿por qué te paseas por ahí como si todo a tu alrededor te perteneciera?! Me quitaste a Ra; a mi mundo. Estoy segura de que ya no me quiere igual y ahora haces lo mismo con el ingrato ese. ¡Es molesto!— exclama entre lágrimas —¡Yo le enseñé todo lo que sabe y no es justo que también me lo quieras quitar! ¡Es más, creo que tú quieres lo fácil! ¡Quieres a Ra porque no tuviste que esforzarte con un bebé de apenas meses de vida, que no es capaz de expresar lo que necesita! ¡Y ahora decidiste tomar mi lugar con Rem porque nada más tienes que reforzar lo que ya sabe gracias a mí!
»¡¿Alguna vez te has esforzado realmente?! ¡Ya te quiero ver cuidando de un bebé, apuesto que serías horrible!
—Tú no me conoces— frunzo el ceño —No tienes derecho a decir cosas tan horribles de alguien que nunca ha buscado problemas contigo. ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Crees que la crianza de un niño se detiene?! ¡Porque no es así! Pude llegar hace medio año, pero no por eso tengo las cosas más fáciles. ¡Cuidar de un pequeño es muy difícil y no voy a decir que yo lo tengo más difícil porque todas las etapas lo son!
No me gusta gritarle a una persona llorando, pero vamos, tampoco dejaré que me trate así.
»Sobre Rem, si tanto te molesta su decisión, será mejor que lo hables con él en vez de reprocharme a mí— me pongo de cuclillas al lado de ella —Escucha, yo no estoy aquí para reemplazar a nadie ni me creo dueña de nada. Solo soy yo: existiendo; queriendo pertenecer a una manada que no entiendo del todo— echo un suspiro —Sí, tal vez dé la impresión de solo ir por ahí ondeando mi precioso cabello, pero soy más que eso.
»Además, hace mucho entendí que el amor se comparte; ninguna es dueña de Ra y créeme, el niño nos ama a ambas y aunque no lo haga de la misma manera, sé que lo hace con la misma intensidad.
—Jum— se seca las lágrimas, y vaya, realiza los mismos movimientos que Ra: apretándose los ojos con los labios tensos y rostro enrojecido. Creo que si de prestarle más atención, podría resaltar más parecido entre ambos —Malditas hormonas— susurra con la voz quebradiza —¿Qué me pasa? ¿Cómo puedo estar llorando delante de ella?— se habla a sí misma —No puede ser.
—Sí, las hormonas apestan— echo un suspiro —Oye, ¿pero en serio yo soy la única razón por la que estabas llorando así?
Vamos, sé que le desagrado, ¿pero hasta el punto de romperse a causa mía?
—Te daré la razón en cuanto a que no te conozco— se termina de limpiar la cara —Yo... te pido disculpas por lo que dije. Estos últimos días han sido caóticos para mí, y eso no me da derecho a ofenderte y hacerte la responsable de mis problemas.
Muy bien, me estoy asustando.
—Larimar, ¿todo anda bien contigo?— siempre me ha parecido peculiar esa forma de preguntar, pero considero que es la mejor opción —¿No estarás pasando por una enfermedad terminal, verdad?— que ni se le ocurra morirse.
—¿Imri... no te dijo?— pestañea dos veces.
El hombre actuaba raro. Me di cuenta de que estaba más pendiente del estado de Larimar que lo que pudo haberlo hecho desde que lo conozco. Lo peor es que cuando le pregunté por qué se comportaba así, me dijo que estaba... Oh.
Enferma.
Ra tuvo suficiente con Eveling.
—¿Qué cosa?
—Creí que ustedes se decían todo— ay, por favor —Yo...— traga saliva —Tuve un aborto hace poco— ¿Qué? —No te atrevas a tratarme o mirarme con lástima. No necesito eso.
—Hmp— sé que cualquier cosa que diga, no hará más que incomodarla —¿Y cuánto tenías?
—Un par de meses— suspira —Posiblemente yo haya nacido para amar, pero no para ser amada.
—¿Qué dices?— prefiero que esté gritando y haciendo rabieta a que esté deprimida —Tsh, no se nace para algo. Las cosas suceden y ya— le toco el hombro —Lo lamento mucho por tu bebé, y escucha: no te encierres en pensar que no puedes ser amada, porque eso traerás a tu vida.
»Por más que ese bebé no haya nacido, sé que amaba a su mami.
Con razón Imri no me quiso decir qué ocurría con Larimar. Una situación como esta, es una que debe tomarse con mucho cuidado.
Aunque, no sé...
—Jum— se estampa las mejillas con las manos —Debe ser un martirio para ti estar aquí consolando a una tipa de baja autoestima que te estaba gritando hace poco— no, la verdad no —Te libero, puedes irte.
—Las personas con baja autoestima no perciben lo mismo que ve la gente en ellos. Puede que en ocasiones tampoco les ayuden las palabras bonitas, pero nunca están de más— lo sé por experiencia propia —Veamos, eres una mujer muy bonita e Imri siempre dice que eres la loba más lista que conoce. Admito que antes de saber que eran familia, llegué a sentir celos de ti.
Y no se me quitaron hasta un par de días que me enteré de su parentesco.
—¿Celos?— levanta la ceja —Aun sin ser primos, no estaría con Imri ni porque me pagaran.
¿Qué? Pero si él es un combo.
Definitivamente, no puede negar que son familia.
—Imri se fue a llevar a Ra con los demás cachorros— no es que use al niño como consuelo, pero podría distraerla de pensar cosas feas —El pequeño te quiere, le encantará estar contigo.
—Sí, a mí también— susurra desviando la vista. ¿Por qué cambió la expresión de su cara? Es como si le incomodara mencionarlo.
Es la primera vez que tenemos una conversación así de larga. Iniciamos mal, pero por fin pudimos hablar como dos personas normales. Lamento mucho que haya perdido a su bebé, no sabía que tenía pareja.
—Bueno, me tengo que ir— me pongo de pie. Quiero hablar con Emre —Aunque no lo creas, para mí no fue un martirio hablar contigo. Espero que este rato haya servido para que me bajes varias posiciones de tu lista de personas que odias— bromeo estirando las piernas.
—¿Tú, cómo...?
¿Y esa cara?
—Espera, ¿tienes una lista de personas que odias?
—Eh, no.
—Ujum...
Nada más hay que ver cómo mueve ligeramente las orejas, ¡está mintiendo!
—Por cierto— le digo antes de seguir mi camino —¿Sabes en dónde puedo encontrar a tu primo?
—¿Te refieres al alfa? Usualmente, te diría que se encuentra en la cima de uno de los árboles próximos a los límites de la manada, pero ahora no tengo idea. Él está siendo un misterio para mí.
—Entiendo.
Me encantaría adquirir más conocimiento de esta manada, pero lo silvestre no es lo mío. Si fuera una persona de exteriores, conocería cada centímetro del bosque y no estuviera vagando sin un destino en particular.
Después de caminar por alrededor de diez minutos sin encontrar ninguna pista de dónde pudiera estar (creo que no está en la manada), iba a darme por vencida cuando escuchar el nombre de Avys, llamó mi atención:
Tres lobos conversaban entre los árboles. Con todo el cuidado del mundo de que se dieran cuenta de mi presencia, me oculté en uno de los arbustos a una distancia prudente. Ellos podrán tener buen olfato, pero solo les funciona cuando se concentran.
Ni mencionar la enorme cantidad de aromas que logran confundirlos.
—No entiendo qué es lo que espera Avys— dice uno de ellos con la espalda apoyada en un árbol —Bien sabe que la paciencia nunca ha sido uno de mis fuertes.
Él es un hombre alto y de cabello castaño y largo; atado en una cola baja. Por sus ojos verdes y nariz romana, no creo que sea mi cuñado. No coincide con la característica de ellos.
—Avys ha roto varias de las reglas del alfa, no querrá seguir usando la fuerza para cumplir nuestro objetivo— comenta el segundo lobo; uno de cabello negro con mechones rubios —A él le gustan las palabras. Usará palabras hasta no ser una opción, ahí estaremos nosotros.
—Pero, Enji— le responde el tercero —¿Qué pasará si el alfa se entera de lo nuestro antes de que podamos hacer nuestro próximo movimiento? Él está regresando a la normalidad, eso significa que nos castigará con la peor dureza de todas. ¿Y si...?— traga saliva —¡El alfa Emre es de temer cuando se enoja!, no quiero pensar en lo que pasaría si se da cuenta.
—¿Me pueden recordar qué hace este maldito cobarde con nosotros?— cuestiona el primer lobo —Tsh, si no somos nosotros, serán las otras manadas. Debemos adelantarnos y estar al mismo nivel que la gente del norte.
—Sí, pero Neiss tiene razón— asiente el tal Enji —No nos conviene que alguien tan anticuado como el alfa se entere de nuestro plan, ¡lo reprobará a toda costa!
»Avys hace bien llevando las cosas despacio. Él dijo tener una cita con el alfa Jarib, espero que salga bien.
—Las palabras no sirven de nada. Va y ese alfa no acepta las condiciones y nos termina exponiendo frente a nuestro alfa— frunce el ceño —Neiss es un cobarde. Mínimo también lo eres al tomar sus palabras en cuenta.
—Mucho cuidado de cómo me hablas que no soy Neiss— se le acerca con una mirada intimidante —Háblale bien a tus mayores.
—Hmp— arruga más la frente —No faltarte el respeto. Solo te estoy advirtiendo de algo evidente.
—¿Y creen que el alfa Jarib querrá hablar con Avys?— pregunta Neiss —Escuché que uno de sus hijos peleó contra Rem hace rato.
—¿Qué?— dicen ambos al mismo tiempo —¿De qué hablas?— cuestiona Enji.
—¿Se acuerdan del tipo que le robó la familia a Fabio? Creo que se llama Iasek o algo así. El punto es que por alguna extraña razón, Rem fue a su manada y lo desafió a un duelo.
Espera un segundo...
»Como es obvio, el hombre se dejó engañar por la actitud idiota de Rem y aceptó el combate. Lo gracioso es que hubiera perdido de no ser porque Onil detuvo la pelea.
—¡Ay, ese mocoso!— grita el lobo del que todavía desconozco su nombre. Se nota que es el más chocante de los tres —¡Es un estorbo y sé que Avys piensa lo mismo!
¿Qué?
—Está buena la conver, ¿verdad que sí?
—¡Ih!— me tapo la boca para que no me escuchen.
¡¿Cuándo demonios llegó?!
Ahí estaba mi cuñado mayor de cuclillas detrás de mí. Él pasó a sentarse a mi lado, dedicándome una de sus típicas sonrisitas.
—¿Y tú de cuándo acá sabes lo que Avys está pensando?— le interroga Enji a su compañero —Rodri, no seas ridículo.
—Creo que tú y yo debemos hablar— me susurra —¿Me acompañas?
¿Y si no quiero?
—Ahora una ya no puede encontrar un buen lugar para orinar tranquila— me levanto de golpe, como si no me importara haber sido cachada. Es más, ni siquiera miré a los hombres, los cuales sé, que como es obvio, se percataron de mi presencia —¡Qué fastidio!
—Imri se encuentra del otro lado— me dice al verme ir a una dirección contraria.
¿Y ese tono?
—Gracias por la info— me retiro levantando el dedo pulgar.
¿Y si me fui por la dirección que señaló? Por supuesto que no, no es a Imri al que busco.
.
.
.
.
.
.
Espero que te haya gustado el capítulo :D
Bueno, se ha revelado un secretito que traerá lío más adelante 3:]
Los integrantes de la última camada de los alfas sí que han dado problemas, si de romance nos referimos. Primero Raviv y ahora...
Sobre Lúa, nuestra protagonista no tiene mente para nada más que no sea Emre. ¿Será que dejará pasar el tema de Rem?
Larimar se mostró más abierta, digamos que le está dando mente a las palabras de Imri. Aunque todavía tiene mucho que reflexionar, y Avys, bueno, es Avys.
¿Teorías en general?
¿Opiniones?
¿Impresiones?
Dale a la estrella (es la única forma que tengo para saber que no le escribo a la pared :"0) y recomienda la historia! Me ayuda a tener visibilidad en esta plataforma que no recomienda por su cuenta.
No olvides seguirme en wattpad, y en Instagram como:
Isandy_ds
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top