Algún día
Capítulo 54: Algún día
El alfa ha de sentirse liberado luego de contarle su secreto a alguien tras haberlo ocultado por tanto tiempo.
Después de todo lo que le dije, en serio espero que recapacite y se sincere con su familia. Yo ya no puedo hacer nada, además de ofrecerle todo mi apoyo. Emre está pasando por un momento difícil, y que le insista por algo que él mismo debe decidir, podría resultar contraproducente.
Lo peor de todo es que deberé respetar cualquier decisión que tome por más mala que sea.
Solo espero que escoja la correcta.
Cambiando de tema por otro que tiene mucho que ver con este: ¡¿Cómo haré para ver a mi lobo lindo sin llorar?!
¡Soy bien transparente! Él siempre se da cuenta de cuando estoy triste, y no creo que ahora sea la excepción. ¿Cómo fingir que todo está bien cuando no lo está?
¡Estoy en medio de un colapso! Camino a través de los árboles con los ánimos en el suelo. Quiero regresar al centro de la manada y a la vez no. Tendré que simular la sonrisa más grande de todas, cosa que me atormenta.
Imagino a Emre teniendo que hacer lo mismo y se me parte el corazón.
—¿Umh?
¿Fei? ¿Pero qué demonios hace aquí?
Para sorpresa mía, me topé con él frente a frente al salir de los árboles y llegar al centro; en donde están la mayoría de lobos platicando, comiendo, entre otras cosas.
¿Pero qué lleva puesto? Además del par de líneas verticales de color carmesí que lleva pintadas en cada lado de su rostro; viste un abrigo blanco de una textura similar a los de aquí, pero más angosto y largo, quedándole a unos centímetros más abajo de la cintura.
Fei no viste camiseta, sino que su torso está desnudo. De pantalones, tiene unos blancos y de tela. No usa zapatos y claramente se hizo pedicura.
—Ay, no. Miré el abismo y este me devolvió la mirada.
¿Qué?
—¿Tú qué haces aquí?— lo que me faltaba para terminar la noche —¿Y por qué andas disfrazado?
No caben dos huma-lobos en la misma manada.
—No es un disfraz— mira a ambos lados con cierta preocupación —Tu pregunta me ofende.
¿Qué le pasa? No deja de estar pendiente de otra cosa.
—¿Y bien? ¿Qué te trae por aquí?
—Lo siento, cariño. Pero por mi propio bienestar, debo alejarme de ti lo mejor que pueda— no entiendo —Algo que he aprendido como el lobato que soy, es que no se debe subestimar la amenaza de un lobo.
¿Cómo que la amenaza de un lobo?
—Hey, hey— impido que se vaya poniéndome delante de sus narices. Es obvio que no lo dejaría ir en paz después de lo que ha dicho —¿De qué hablas?
—A ver, vine por petición de Larimar, quien a su vez fue obligada por sus alfas— suspira —¿Qué tal? Ya no eres la única humana aquí. ¿Te molesta?
Ahora mismo es lo que menos me importa.
—Creí que lo de Larimar y tú se trataba de unos simples acostones y ya, pero veo que hasta te presentará con su familia.
Espera un segundo. Ella me dijo que tuvo un aborto hace poco y recuerdo que hace unos días, él publicó una storie con dos emojis inusuales: un bebé al lado de un corazón roto.
¡Oh!
»Escucha, puede que mi relación con Larimar no sea la mejor, pero te conozco muy bien para advertirte lo siguiente: no juegues con ella— me di cuenta de lo vulnerable que puede ser —Una relación seria es demasiado para ti. No lo eches a perder.
—¿Demasiado para mí?— arquea la ceja —Dime algo, ¿de alguna casualidad le has estado hablando mal de mí?
Ni siquiera tenía idea de que seguían viéndose.
—Por supuesto que no. A penas me entero de que continúan juntos.
¿Por qué me mira con sospecha?
—Aun siendo del norte, me estoy exponiendo a una manada de lobos que desconozco. ¿Sabes lo grande que es la posibilidad de que me asesinen o usen de rehén?— y ahora está indignado —Y todavía dices que estoy jugando con ella. Larimar es la que lo está haciendo conmigo.
Sabrá Dios en lo que anden esos dos. Mejor no meterme en cosas que no me incumben, demasiados problemas tengo.
—¿Y bien? ¿Cómo es eso de que fuiste amenazado por un lobo?— que no sea lo que estoy pensando —No te dejaré escapar hasta que lo expliques.
—¿Por qué mejor no vas y le preguntas a tu novio?
—¿De qué estás hablando?
—Oh, cierto. Verdad que ustedes no están tan bien como hacen creer y se guardan su par de cositas
¿Pero cuál es su problema? Nosotros no hacemos creer nada.
Si es cierto que supuestamente Imri lo amenazó, fue porque algo hizo. Él no es de los que van por el mundo amenazando a la gente porque sí.
—¿Qué le hiciste?— ni siquiera sé por qué le pregunto. No le creeré nada en primer lugar.
—¿Qué yo le hice?— se apunta con el pulgar —Es increíble— lanza una risotada —No he hecho nada, soy inocente. No es mi culpa que no le transmitas la confianza suficiente a tu novio como para que se sienta inseguro de mí.
¿Pero qué diablos?
—¿Buscas enojarme?— cuestiono cruzando los brazos.
—Solo decía. No te enojes por una suposición— le resta importancia —Escucha, no estoy aquí como el Fei que conoces, sino como un integrante de una manada que estos lobos odian bastante, por lo que no me puedo dar el lujo de no estar bajo perfil— me hace a un lado, empujándome por los hombros —Ya lo sabes, tu novio no me quiere cerca de ti y la verdad es que por mi bien, yo tampoco quiero estarlo. No me acoses, ¿quieres?
Hoy está más grosero que de costumbre.
—Tsh— le doy la espalda para reanudar mi camino. No debí perder mi tiempo hablando con él.
Dizque Imri sintiéndose inseguro. Por favor, es Imri. No tiene nada que envidiarle.
Mientras que mi lobo lindo es un completo diez, él es el número pi.
—Por cierto— me dice encontrándome a unos pasos de distancia —Espero que él no haya sido el que te hizo llorar.
No, él no fue.
—De haberlo hecho, habría sido de felicidad— levanto el pulgar.
Tendré que retocarme el maquillaje si es que no quiero que Imri se dé cuenta. Lo malo es que dejé mis cosas en uno de los sitios para dormir.
—¿Crees que me note?— perfecto, ahí está Arissa junto a unas chicas. Ella se está aplicando polvo de cara con rapidez y una gran sonrisa en el rostro —No importa lo mucho que me esfuerce, él nunca dejará de verme como una chiquilla.
—Él y Aris son mejores amigos. Es normal que no te vea como algo más que una hermanita.
—¡Hola!— me uno a ellas. El polvo debe bastar —¿Me lo prestas unos segundos?— lo señalo con el dedo.
—Claro— me lo pasa.
A la loba la acompañan otras dos. La primera es una chica alta de piel morena oscura y cabello rizado, bastante largo. Ella lleva puesto un vestido blanco, algo escotado y sin tirantes.
La segunda, es una trigueña de complexión mediana y de estatura promedio. Su cabello es castaño y le llega hasta el mentón. Lleva un body color crema y de tirantes.
Ambas lucen menores que yo. No deben pasar de los veinte, al igual que Arissa.
—Shh— la chica del body codea el brazo de la otra —Mira, ahí va Cristal— susurra con los ojos achicados —¿Ven cómo ni siquiera nos mira?
—Sí, ¿qué se cree?— le responde.
Tenía tiempo que no veía a mi cuñada menor y guao, ya se le nota la pancita, qué linda.
—Ya no nos hace caso desde que está con ese imbécil— comenta Arissa —No lo escucharon de mí, porque se supone que yo «no lo escuché» de Ther, pero él me contó que estaban juntos cuando ese sujeto llegó e hizo una mueca desagradable. No sabe nada de lo que ocurre después, pero dice que posiblemente le haya hecho una escena de celos.
»¿Qué pretende? Ellos son amigos desde mucho tiempo.
Eso suena terrible.
—Ya ni Rem hace nada para afuerear a ese tipo— responde la rizada —Oye, ¿no eres la mujer de Imri?— pregunta mientras me maquillo —Eres de confianza, ¿verdad?
Incluso me sorprende que hayan hablado todo eso sin primero haber cuestionado mi presencia.
—Por supuesto. Mis labios están sellados.
Chisme de lobas, interesante...
—Su nombre es Lúa. Le cae bien a la alfa, por lo que a mí también— me presenta Arissa —Lo que más me gusta de ella es su pantalla para ver películas.
Guao, me siento halagada.
»Lúa, ella es Amari— señala a la rizada —Y ella es Genha.
—Confiaré en ti solo porque Rem te menciona como su hermana— afirma Amari.
—Ella es su ex— me susurra Arissa al oído —Pero quedaron como buenos amigos después de tres semanas.
Con que es una de las ocho. Ella también es bonita, debe ser mejor opción que la crush que tiene.
—Oh, viene hacia acá— dice Genha, viendo a Cristal caminando a nuestra dirección.
—Hola— saluda jugueteando con sus dedos —¿Qué hacen?
—Criticándote— contesta la chica.
Por lo menos son sinceras.
—¿Qué? ¿Tu noviecito te dio permiso para hablar con nosotras o lo estás haciendo porque no fue invitado?— no esperaba que Arissa hablara así.
—No es mi novio— responde con el mentón tenso.
—Él no piensa lo mismo— contesta Amari —Oye, no estamos enojadas porque no nos hables, sino porque nos preocupa tu relación con ese desgraciado.
—Yo sí estoy enojada por su ausencia— dice Genha —Poco a poco te estás convirtiendo en una desconocida.
Terminando mi retoque, es momento de marcharme. Escuché demasiado para solo andar de paso.
Me despedí de las chicas con un gesto de manos. No las conozco lo suficiente, pero se nota que tienen mucho de qué hablar.
Y sobre Rábano, tengo un muy mal presentimiento. Sé que Imri no dejará el tema en paz después de conocer las intenciones de su difunto padre. Así que no sé cómo reaccione si se entera de lo que está pasando con su hermana.
Caminé por los alrededores hasta encontrar a mi lobo hablando con su hermano Samuel. Nada más hice verlo para que se me apretaran las entrañas.
Mírenlo, sonriendo sin ningún tipo de preocupación aparente. ¿Qué habrá estado haciendo durante todo el rato que estuve fuera? Eso no es lo importante, lo único que quiero es darle un fuerte abrazo.
—Oh— yo me le acerqué por detrás, rodeándolo con los brazos. No esperaba ser abrazado de repente, menos tan fuerte.
Vamos, Lúa. Finge que todo está bien.
—¿De qué me he perdido?— pregunto frotando la frente contra la espalda de Imri. Por alguna razón, mi pregunta le incomodó un poco.
—Amh, pues ahora no eres la única humana aquí.
¿Le digo que ya lo sabía?
Tsh, no me dejaré influir por las palabras de Fei. Sé muy bien que al hombre le encanta armar polémica.
—Sí. Me topé con él antes de venir.
—Ah, ¿en serio?
Hmm, puede que el hombre tenga razón y que Imri sí lo haya amenazado. Su cara me lo dice todo.
—Cuñado— le hablo a mi cuñado intermedio —¿Puedo secuestrar a Imri por un momento?— quiero que me explique por qué anda con esa actitud.
—¿Qué pasa?— me pregunta Im.
—Adelante— me da permiso de llevarme a su hermano, lo que hago agarrándolo de la mano y llevándomelo a una distancia considerable.
—¿No hay algo que me tengas que decir?— cuestiono cruzando los brazos —¿Por qué estás enojado con Fei? ¿Y ahora qué hizo?
—¿Acaso te dijo que estoy enojado con él?
Y ahora ese tono. Aun sin habérmelo dicho, me habría dado cuenta tarde o temprano.
—¿No es obvio?
—Hmm— rechista rodando los ojos —Masita, confieso no sentirme cómodo por tu relación con Fei. Ustedes estuvieron juntos durante dos años, y bueno, comparten mucha historia en común.
Ay, no puede ser. ¿De verdad se siente inseguro?
Está bien que no le guste la idea de verme con Fei, lo digo porque yo igualmente odiaría que pase tiempo con alguna ex. Sin embargo, que lo pida de repente, después de meses tratando con él, me parece raro.
¿Será que...? No, no puede ser. Claro que no.
¿O sí? ¿Y si Imri duda de qué tanto lo amo porque no he sido capaz de decírselo, haciendo que se sienta inseguro por Fei al sobrepensar que a él sí le he dicho las palabras que tanto espera? ¡¿Y si ahora yo soy la que está sobrepensando?!
¡Es que es demasiada coincidencia!
—Ya veo— ¡es horrible! —Im, ¿eres consciente de que eres el único hombre que me importa, verdad?— de solo imaginarme con ese buitre me dan escalofríos —Quiero que nunca de los nunca te sientas inseguro de nadie— entrelazo las manos alrededor de su cuello —¡Eres mi Imri y mi Imri es el mejor!— clamo llenándole la cara de besos.
—Oye, no te lo pido porque me sienta inseguro.
—¿Ah, no?— me siento menos culpable.
—Solo que no me quedan dudas de la horrible persona que es Fei, por eso lo quiero muy lejos de ustedes.
Oh.
Bueno, poca razón no tiene, y eso que ha cambiado un poquito en comparación al Fei de hace años.
—¿Pero por qué lo dices? ¿Qué te hizo darte cuenta de eso? ¿Su relación con Larimar?— si no tiene que ver conmigo, tiene que ver con ella —Algo debió pasar para que lo odies.
—No lo odio.
Ujum.
—Digamos que no, pero necesito más contexto. ¿Por qué no me dijiste que el bebé de Larimar era suyo?
Ni siquiera me dijo que la mujer había tenido un aborto hasta mucho después de haber pasado.
—¿Cómo decírtelo? «Hey, Lúa. ¿A qué no sabes? ¡Larimar tuvo un aborto! ¿Te imaginas de quién? ¡Su nombre comienza con la efe!».
—Así habías sonado si lo decías de mala gana— refunfuño. Ya mejor ni insisto con eso, ahora mismo estoy enfocada en otra cosa más importante —¿Y en dónde dejaste a Ra? No lo veo por parte.
—Está con alguna de mis hermanas, creo que Larimar lo dejó con Aria.
¿Aria? Y yo creí que las conocía a todas. A ver, Marina y Anya son las cuñadas mayores, Breilin nació junto con Onil e Imri y Cristal es gemela de Rem. Entonces, la cuñada faltante debe ser gemela de Samuel.
—Entonces, tendremos un rato a solas.
Se me hará imposible evitarle la tristeza más grande del mundo cuando suceda lo peor. Como no puedo hacer nada hasta que Emre se sienta listo, lo único que me queda es intentar que Imri la pase bien por estos días en que no sabe lo que ocurre.
—¿Qué quieres hacer?— me rodea con los brazos.
—Hmmp— hay algunas parejas bailando al ritmo de unos flautistas y tamboristas —¿Y si bailamos?
—Umm.
Imri primero se hizo el pensativo para que yo no adivinara su siguiente movimiento. Él me atrajo a su cuerpo con una pequeña sonrisa; cargándome en brazos al sitio donde están bailando.
Esperaba decirle «te amo» en el momento más lindo de la noche, pero ya no tengo chance. Él creerá que lo hago por la presencia del «individuo» en vez de que sea porque me haya salido del corazón.
Demonios.
—Qué lindo— señalo el cielo estrellado. No pude evitar mirar aquella belleza natural sobre nuestras cabezas, a la vez que mis brazos están entrelazados sobre los hombros de Imri y sus manos en mi cintura.
Nos movemos al pausado ritmo de la melodía.
—Esas estrellas son casi tan lindas como tú— dice frotando la punta de su nariz con la mía —Hoy es la última noche del año, y al mismo tiempo, el primer año nuevo de nuestras vidas juntos.
—Por muchos años nuevos juntos— apoyo la cabeza en su pecho. En serio quiero decirle «las palabras» —Deseo estar contigo para siempre.
Condenado Fei, ¡me dañó mis planes!
Bailamos hasta necesitar un pequeño descanso. Después del baile, nos sentamos a comer algo y vaya, qué predecible. Ahí fue cuando mi pequeñito apareció caminando hacia mí con un muslo de pollo en la mano.
—¡Anio nuevo genial!— exclama sentándose en mi regazo.
—Ahí tienen al niño, yo me marcho— la cuñada que me faltaba ha hecho su aparición.
Ella es una chica delgada y de cabello largo hasta más abajo de la cintura, lacio y bastante oscuro. Tiene los ojos mieles, una nariz redondeada y unos labios pintados de rojo intenso.
Entre las prendas femeninas, el color más usual es el blanco, seguido de otros colores menos usados. Ahora bien, ella es la única que está vestida con un enterizo completamente negro.
Aria destila unas vibras de misterio que me despertó asombro desde que la vi. Solo dijo eso para luego retirarse; azotando el aire con su cabello, el cual parece tener vida propia.
—Es la primera vez que veo a tu hermana— comento abrazando a mi bebé.
—Sí, ella es un poco reservada— acaricia el cabello de Ra —Prefiere estar en su mundo.
—Dime, ¿te estás divirtiendo?— le pregunto a Ra. Es raro que no se haya dormido a estas horas.
—¡Mami come poio!— me ofrece lo que queda de su muslo —¡Papi e'trella!
Oww, a él también le llamó la atención el cielo. Ra lo está señalando con un gran brillo en los ojos.
Hoy más que todas las noches, luce precioso. La luna se ubica en el centro, rodeada de miles de estrellas; unas más luminosas que otras.
Desde la ciudad es imposible apreciar la increíble belleza que nos acompaña todas las noches. Había estado tan ocupada con los asuntos de mi vida que no había tomado tiempo en frenar un momento y contemplar el cielo.
Aquí, en un sitio con una escasa contaminación lumínica, confieso que casi olvido lo hermosa que luce una noche estrellada.
—¿Quieres una?— le pregunta Imri apuntando el cielo —Dime cuál estrella quieres.
—¡E'trella!— agita los brazos contento —¡Esa, Papi! ¡Esa!— señala con el dedo.
—Veamos.
Imri simula el gran de esfuerzo de alcanzar la estrella con la mano. Él la cierra pasados unos segundos, mostrándole su puño a Ra.
»Pide un deseo— indica a la vez que el pequeño le rodea el puño con sus manitas.
—Desho— trata de abrirlo.
—Primero di algo que quieras.
—¡Poio!
—Pero si ya tienes pollo— digo riendo.
—¿No quieres otra cosa?
—¡Poio!
—Muy bien, aquí tienes tu estrella.
Imri abre su puño, revelando una piedra blanca de aspecto ovalado. La misma desprende un brillo suave similar al de la luna por medio de su superficie translúcida.
En serio parece una estrella.
Ni yo que soy adulta, me di cuenta de cuándo la tomó para hacer su actuación.
—¡Ooh!— Ra la toma —¡Mira, mami!— me la enseña con una gran sonrisa.
—¿Cuál es esa piedra?— me encanta, yo también quiero una.
—Creo que es una selenita.
Así que una selenita. Brilla más cuando es apuntada delante de una fuente de luz.
—¿Me consigues una?— es preciosa.
—Solo si pides un deseo— me da un toque en la nariz —Te alcanzaré una estrella si lo haces.
—¿Y si ahora mismo no quiero nada? Ustedes son todo lo que deseo.
Deseo que Emre esté bien.
—Estás haciendo trampa. Sé que tienes un deseo.
—¿Y tú? ¿Cuál es tu deseo, Imri?— le doy un beso en los labios —Tal vez no tenga el poder de atrapar estrellas, pero haría todo lo posible por cumplírtelo.
—No digas algo de lo que te puedas arrepentir— juguetea riendo.
—¿Ah, sí?
Sea lo que sea, ya le aparté su libro para dárselo en San Valentín.
—Será mejor que vaya y conceda el deseo de Ra— alborota el cabello del niño —Traeré mucho pollo para ti.
—Pollo, no: poio— bromeo dándole muchos besos en la mejilla —¿Verdad que sí, papito lindo? ¿Quién es mi cachorrito bello? Tú eres el más lindo, mi amorcito— una vez que inicio, no puedo parar. Aquí estoy, acurrucándolo en mis brazos.
—Mi mami mosa mundo— corresponde abrazándome. Esa sonrisita suya me llena el alma.
Imri nos dedicó una sonrisa antes de irse. Él se fue a buscarle comida a Ra, específicamente pollo como antes pidió.
—Mami— me llama con el pulgar en la boca —Anio nuevo.
—Ujum, ya mañana será otra cosa.
—Mami, Fe.
Todavía es pronto para que Ra se haya olvidado de él. El niño está apuntando hacia su dirección con cierta curiosidad.
El hombre se encuentra con Larimar. Ella está al lado suyo con la misma expresión fría de siempre. A él, en cambio, se le mira aburrido. Observa a los demás bailando mientras sus brazos permanecen cruzados.
Es raro que con su personalidad no esté desatando sus pasos delante de todos. Me imagino que su cita lo detiene.
Para estar en un rincón mejor ni haber venido.
—¡Lali!— le llama Ra —¡Mami!
Al escucharlo, ella dirige su atención a nosotros. Mostrándose incómoda ante la idea de venir.
¿Hasta cuándo seguiremos así?
—¡¿Qué pasa, amor?!— le pregunta de lejos. No quiere pararse ni muerta.
—¡Aquí!— le hace señas para que venga —¡Mami, aquí!
Larimar podrá ser lo que sea, pero no le dará el corazón para evadirlo.
Jum, lo está pensando. Primero lo analiza, luego hace una mueca con los ojos achicados y ya al final se resigna; levantándose tras un largo suspiro. Ella sí o sí iba a tener que venir porque de lo contrario, Ra continuaría llamándola con insistencia, tal y como lo está haciendo ahora.
—Dime— se pone de cuclillas frente a nosotros. Fei se quedó en su lugar.
Ra extiende los brazos a su dirección para que ella lo tome. El niño la abraza con una sonrisa juguetona.
»¿Solo me llamaste para que te abrazara?— cuestiona sonriendo.
—Mami lobo, mami humana— nos señala a ambas —Yo lobito Ra.
—Sí, eso somos— le acaricio la mejilla —Tienes dos mamis que te aman con todo su corazón.
—Umh— no sé qué le parece mi respuesta y la verdad, no me importa. Me quiero enfocar en la felicidad del niño, la cual está enlazada con el cariño que reciba de parte de sus figuras paternas.
Él estará bien siempre y cuando nos vea bien. Aun si en el futuro seguimos llevándonos mal, tendremos que fingir lo opuesto.
»Dime, cariño mío. ¿Quieres que me quede contigo?
¿A qué se refiere?
—¡Chí!— asiente abrazándola más fuerte.
—Ni modo— se encoge de hombros acomodándose frente a mí —No te molesta, ¿o sí?— me pregunta.
Imagino que si ella se queda, Fei terminará viniendo al tratarse de su acompañante. Ahora que sé que Imri no quiere saber nada de él, lo quiero bien lejos.
—Pues...
—¡César! ¡Muévete y ven!— llama al hombre —Me quedaré aquí.
Eh... sin palabras. Es la primera vez que oigo a alguien hablándole así.
—Debes estar bromeando— se niega con celular en mano. ¿Qué tanto ve si no hay señal?
Ni loco quiere enfurecer a Imri.
—No creo que sea conveniente que venga— es mejor evitarnos problemas —Imri no es que se sienta muy a gusto con él.
—Es mi pareja. ¿Por qué no ha de estar conmigo?
Espera un segundo, ¿acaso me está retando? Lo digo por su tono de voz y manera de arquear la ceja.
—Ah, ¿de verdad lo son?— no se ven como una —¿Y desde cuándo?
—¿E Imri?— mira su alrededor —¿Ra, a dónde se fue tu papá?
Acaba de ignorar mi pregunta.
—Poio— contesta el niño —Papi poio.
—¿Qué?
—Larimar— Imri regresó con un plato de pollo. Él se lo pasa al niño con una sonrisa y luego se pone de cuclillas frente a nosotros —¿Y tú de este lado?— pregunta mientras el niño devora un muslo, agarrándolo con ambas manos.
—Muy bien, como te iba diciendo, César y yo tenemos tiempo saliendo. Incluso tenía planeado ir a conocer a su familia, pero tuvimos que dejar el plan para después— se coloca un mechón de cabello detrás de la oreja con cierto desdén.
¿Y por qué me da toda esta información de repente?
»Posiblemente, vayamos para cuando terminen las fiestas, será divertido conectar con mis raíces.
—¿Y qué te hace pensar que ellos no te utilizarán como rehén para molestar a Amrajeth?— cuestiona con el ceño fruncido —Los alfas nunca permitirán que vayas a ese lugar peligroso. ¿Estás loca?
—Sí, claro. Actúas como si no te conviniera que me vaya para que esté lejos de Ra.
—¿Pero qué estás diciendo?
—No entiendo, yo conocí a la familia de Fei y no son malas personas— se me vienen a la mente los buenos recuerdos que tuve con ellos. Nunca imaginé que fueran lobos —Me trataron muy bien en todo el tiempo que estuve con él.
—Tal vez conociste a sus padres y hermanos, pero no sabes nada de su manada.
—Ni tú tampoco— protesta Larimar.
—Eres una mechas-grises, ¿qué te asegura que te traten bien? ¡¿Él?!— señala a Fei —No seas ridícula.
Ella nada más hizo mencionarle aquella visita a la manada de Fei para que Imri se enoje. Su tono y gestos me hace pensar que la mujer lo está haciendo a propósito.
»Es más, no me importa si el alfa permite que te alejes tanto. Pisarás el norte sobre mi cadáver.
—¿Ah, sí?— lo está desafiando.
—Sí, a menos que quieras pasarla mal a causa de ellos.
Ya creo comprender lo que pasa. A Imri le preocupa Larimar y ella lo sabe, tomando provecho de ello para molestarlo.
Es más, de ser tan peligroso trasladarse de región, me atrevo a pensar que ella no visitará ningún norte y solo quiere enojarlo. ¡Claro! Con razón la pequeña sonrisita que intenta ocultar.
Hasta esperó a que llegara para hablar del tema.
—Mami, lobo cabello yo— comenta el pequeño pasándole la mano en el pelo —Mira, mami, cabello yo— se sacude los rulos.
Imagino que se refiere a que tienen el cabello igual.
Si así estamos, yo también tengo mechas. No las menciono porque sería caer bajo.
Al cabo de un rato, uno de los lobos acude hacia Fei y le dice un par de cosas que yo, siendo humana, no pude escuchar. Sin embargo, estoy segura de que tanto Larimar como Imri lo entendieron. Ellos pusieron una cara de sorpresa de inmediato, levantándose la mujer y yéndose en dirección a su pareja que no parece pareja.
—¿Qué sucede?— le pregunto a Imri.
—El alfa ha mandado a llamar a Fei. Quiere que se presente.
Ooh.
Emre se encuentra sentado en una plataforma de madera. Su brazo está entrelazado con el de su esposa, quien está posicionada a su lado. Los demás alfas están dispersos a la vez que los anfitriones observan el transcurso de la fiesta.
Por su expresión, intuyo que Fei se esperaba esto. El hombre lanzó un suspiro antes de ponerse en pie y caminar hasta ubicarse enfrente del suegris. Larimar, en cambio, permaneció a unos centímetros detrás de él.
Imri y yo nos acercamos enseguida para ver y escuchar mejor. No nos perderemos esto ni locos. Ra, por su parte, ya se está durmiendo.
—Me complace conocer a los alfas de una nueva manada— saluda Fei con el mismo carisma de siempre —Buenas noches, mi nombre es Fei y es un gusto conocerlos.
—Diles tu nombre real— le habla Larimar por lo bajo.
—Este es mi nombre real— sí, sí lo es. Se lo cambió hace tiempo.
El alfa le mira con detenimiento, sin ninguna expresión que me comunique lo que piensa. Su actitud es bastante contraria a la de Ariangely, quien lo observa con los ojos achicados.
—¿Quiénes son tus alfas?— cuestiona la suegris. No quita la mirada de su abrigo.
—Provengo de la manada de los alfas Nier y Tali.
—Lo supuse por las costuras de tu abrigo— entonces los conoce —¿Y cómo está la alfa Tali? ¿Acaso no piensa morirse?
¿Cómo dijo?
—¿Disculpe?— levanta las cejas de la impresión.
—Recuerdo que la alfa me la tenía jurada a pesar de que a penas me trataba de una chiquilla. Me hacía la vida imposible— ay, no puede ser —Pero claro, jamás me desquitaría con uno de los suyos. Solo tengo curiosidad por saber cómo está, ¿cuántos años tiene? ¿Cien? No, recuerdo que ya estaba vieja antes de mudarme.
—Amh, no sé qué responder ante su pregunta— qué incómodo —Además de mis alfas, ellos son mis abuelos.
—¿En serio?— arquea la ceja —Pobre muchacho.
—Anya— Emre le toca el hombro para que se calle, es obvio —Tu procedencia es problemática; tus alfas lo son. ¿Cómo se supone que estarás con mi prima si no le puedes proporcionar un ambiente adecuado?
—Él es quien me interesa, no sus alfas— replica Larimar.
—Pensé que estaba hablando con él— le apunta con el dedo y Fei sonríe.
—Ustedes ya emitieron un juicio sobre mí desde que me vieron— suspira —Larimar me interesa, quiero seguir con ella y les aseguro que mi manada no será un impedimento.
—Dime, ¿en qué es lo primero que piensas al vernos?
—No entiendo su pregunta.
—Estás en una manada de mechas-grises, algunos tenerlas visibles y otros no madurar ese rasgo. Pero yo soy el alfa y soy uno de los que representan una amenaza para los tuyos.
»¿Qué piensas al estar aquí y tener que darme cuentas? Has crecido en un ambiente que nos odia, la alfa Tali más que nadie, por lo que no entiendo tu interés por una mechas-grises como Larimar.
»Además, ¿qué te dio el valor para querer estar con una loba considerando lo poco que tu naturaleza tiene por ofrecer?
—Soy humano. La gente de mi especie no para de dividirse por diferencias estúpidas como lo es el color de piel. «Oh, yo soy más claro que tú; soy mejor pese a ser un idiota».
»Diciendo esto, imagino que sabe lo que opino sobre ustedes— se encoge de hombros —Y bueno, sí, soy débil físicamente si me comparan con otros lobos. Créame que lo sé muy bien al crecer rodeado de estos— rueda los ojos —Sin embargo, estamos en tiempos modernos y por más que no les guste, la modernidad llega para todos.
»Sé que llegará un futuro en que los lobos salgan del bosque y no vuelvan, tal y como poco a poco está pasando en el norte. En ese futuro, no importará quién es más fuerte, por lo que las relaciones entre humanos y lobos no serán mal vistas ni cuestionadas.
Los alfas permanecen en silencio por unos segundos, analizando las palabras del hombre.
—No me agrada lo que dices— contesta Ariangely —Por la modernidad de la que hablas es que el norte está como está. A nosotros no nos interesa nada de eso, el bosque es nuestro hogar y nunca saldremos a la ciudad, por lo que es importante ser fuerte para defender a los tuyos.
»Tanto mi alfa como yo aceptamos que nuestros lobos exploren, que pasen tiempo en las ciudades cercanas, pero ellos como nosotros tienen claro lo siguiente: este es su mundo. Jamás encajaremos con los humanos, y no es algo que nos quite el sueño.
»Por ende, tus palabras no podrían sonar más vacías.
Es posible que se deba a que también sea humana, pero discrepo con su pensamiento. ¿Quién diría que estaría de acuerdo con Fei?
—Son distintas maneras de pensar y lo respeto.
Casi olvido cómo suena estando serio.
—Primo— Larimar da un paso al frente —Entiendo que tengas tus dudas al respecto, después de todo yo fui una de las más afectadas por el conflicto entre manadas, pero es mi decisión si quiero estar con él o no.
»Él es humano, pero está frente a usted; frente a todos. ¿Que está cagado del miedo? Obvio, pero aquí está.
—Cof— tose Fei para disimular.
Vaya, estoy empezando a creer que tal vez sí sean pareja. De repente, me aventaron una relación con una pérdida de embarazo de por medio, era normal que dudara. No obstante, comienzo a pensar que lo suyo es de verdad.
—Si eso es lo que quieres, adelante— responde Emre para nuestra sorpresa —Solo sé consciente de que de pasar lo peor, tú serás el que se lleve toda la culpa— le advierte a Fei —Y no solo te enfrentarás a la furia de esta manada, sino a la de una mucho más peligrosa.
—¿Habla de la de tu tío?— le susurro a Imri.
—Umh— asiente con la cabeza.
—Espero que no lleguemos a esos extremos— ríe moviendo los ojos a varias direcciones. Conozco ese gesto, está nervioso y con razón. Oficialmente, él será culpable de todo lo que le pase a la mujer, y sabiendo lo radicales que son los lobos, uff.
Lo compadezco.
La fiesta terminó con Fei cantando un par de canciones con una guitarra que le prestaron, cosa que maravilló a todos. Para terminar la última noche del año, pega bien. Contar los últimos segundos al ritmo dela música fue encantador.
10, 9
8, 7
6, 5, 4...
—Tres, dos...— contamos Imri y yo en unísono, observando los milímetros del reloj correr —Uno— nos sonreímos. Concluyendo el año con un largo beso en los labios.
2022 terminó; el 2023 vendrá caótico, pero aquí estaremos.
Juntos como la familia lobuna que somos.
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PD: la última vez que Lúa se detuvo a contemplar el cielo, fue en el capítulo «En mi vida volveré a ver aquellos cotejos que alguna vez ignoré», en donde sale de la cena con sus papás :")
Espero que te haya gustado el capítulo :D
Al fin salí del interminable Año nuevo JAJAJAJA, ya el próximo será un cap normal.
Y bien, ¿qué tal?
No sé ustedes, pero yo me voy a jugar mis jueguitos que ya se acaban mis vacaciones :u
Ultimamente los capítulos me están saliendo bien largos. Considero justo darles mucho texto. Imaginen esperar semanas por un capítulo y acabarlo en cinco minutos. Yo misma me he enojado cuando pasa >:0 con todo respeto JAJAJA. Además, en una plataforma que pone tantos anuncios, quiero hacer que valga la pena.
¿Ven todo el texto? Así espero los comentarios! Otzea, la historia es gratis, paguenme con comentarios que a cado rato estoy dando "refresh" >:0
Todos son libres de comentar lo que quieran. He notado una tendencia rara de limitar los comentarios de los lectores dizque porque "le faltan el respeto" al autor cuando muchas veces dan su opinión. Mientras no me insulten (porque okay, hay gente antisocial que se pone a tirarle basura al otro), todo está bien.
Cada quien tiene una opinión distinta y está bien, ¡no tengan miedo de expresarse que los personajes no son yo! xDDD Soy bien chill con esas cosas 0:3
¿Teorías?
¿Opiniones?
¿Impresiones?
Como ya es cliché, te pido que recomiendes la historia para que llegue a más gente!! Alcancemos los dos millones. Soy avariciosa, lo admito. Un milloncito más siempre cae bien >:D
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Isandy_ds
Justo ayer publiqué un adelanto de este capítulo, pero claro, los que no me siguen se lo perdieron :y
Los TQM ♥♥
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