13. Padre
TREVOR'S
—Anoche no dormiste —dijo Noelle mientras bebía un poco de su café.
Me encogí de hombros rertandole importancia, y me senté en el sofá mientras masajeaba un poco mi cabeza.
—Prefiero mantenerme despierto, últimamente tengo bastantes pesadillas —arrugué mi frente tratando de no mostrarme tan preocupado.
Noelle me miró por unos segundos y arrojó una carpeta sobre la mesa.
—Allí está la información de Klein Barton —terminó su café de un solo sorbo —. Por lo poco que vi es médico forence y ésta noche no trabaja. Tengo anotada su dirección e iremos a visitarlo —me señaló desafiante —. Iremos por las buenas, sino habla yo misma me haré cargo de él.
—Sí, como tú digas —me encogí de hombros.
—Trevor, a partir de ahora no vamos a matar gente porque sí —elevó su mano al ver mi expresión —. Sé que todas estas personas son una escoria, pero no seamos como ellos. Mantén tu fuerza guardada para Derek.
—Se va a correr la voz de que somos nosotros los que estamos persiguiendo a Derek. No podemos dejar a ninguno con vida —dije alterado.
—Es por eso que nos taparemos el rostro —dijo Noelle con una sonrisa.
Rodé mis ojos algo disgustado ya que su idea no era tan mala.
Me fui cerca de la ventana y saqué un cigarro de mi bolsillo.
—¿Ahora fumas?
—No —dije mientras inspiraba el humo y lo largaba por la nariz —. No sé de que hablas.
—Como quieras, no seré tu niñera. Si quieres arruinarte con cigarrillos y alcohol, no te lo impediré —dejó la taza sobre la mesa —. Eres un cabeza hueca.
Sonreí de costado al escucharla decir eso. Me hizo acordar a cuando éramos más chicos. Antes era mucho más impulsivo de lo que soy ahora, no tenía límites a la hora de hacer el trabajo que nos asignaban.
Noelle aprendió de verme, yo le enseñé a usar un arma, estrategias de peleas o torturas.
No nos podíamos dar el lujo de perder, ya que eso significaba morir. Nelson siempre nos confió las tareas más importantes, por lo que nuestra lealtad hacia él siempre fue impecable.
Antes de que pasara todo ésto con Lizzie, recuerdo que Noelle fue enviada a una misión en solitario. Por lo poco que sabía, fue enviada al Amazonas para seguir los mismos pasos que los abuelos de Gabriela y ver si podía encontrar algún rastro del Signum.
Nunca supe si llegó a concluir la misión, ya que mi llamado repentino hablando sobre la traición de Nelson, hizo que Noelle regresara abandonando todo.
Supongo que si hubiera descubierto algo me lo hubiera dicho, y tampoco quería ser insistente. Todos tienen un tiempo para hablar y procesar las cosas, tal vez Noelle necesitaba eso y por eso se fue por un tiempo para despejar su cabeza en otras cosas. Yo no soy entrometido en los temas personales de cada, no como ella.
—¿En qué piensas? —dijo con una ceja en alto.
—En Barton —apreté mis dientes —. En la cantidad de cuerpos sin reconocer que debe de tener en esa funeraria, en el trabajo sucio que hace por Derek, por el laboratorio del norte.
—Seguro que debe saber dónde están. Estuve investigando un poco y desde que los laboratorios del norte tuvieron ese inconveniente con ustedes, abandonaron sus instalaciones por miedo a que Nelson les haga algo. Pensaron que con Derek en encubierto estarían un paso adelante de todos —Noelle acarició la cicatriz en su ceja —. Que raro que todavía siga con vida, sabiendo que fracasó en su misión.
Apreté mis labios intentando procesar sus palabras.
—Tal vez sea alguien importante para el jefe de toda ésta organización.
—Lo que no entiendo es ¿Por qué volvieron? ¿No se había corrido el rumor de que el Signum ya no estaba más?
Apreté el puente de mi nariz algo indignado.
—Y había funcionado, el rumor calmó a todos por unos meses. Pero Judith hace poco puso en funcionamiento las ondas magnéticas —inflé mis cachetes intentando explicarle de la manera más clara posible —. En sí el Signum nunca dejó de existir, Judith y su equipo lo estudiaba como fenómeno de observación o en pequeñas pruebas —bajé mi mirada al recordar los gritos de aquel día —. Pero en realidad lo que Judith planeaba era revivir a Tom, a la persona que amaba.
—¿Y por qué murió?
—Por Nelson, él era inocente al igual que su hijo. Ambos murieron, la diferencia fue que Tom era compatible con el Signum mientras que su hijo no. Judith intentó de todo, pero no pudo revivir a ambos —apreté mis puños algo dolido por toda ésta situación —. ¿Está mal sentirme tan enojado con ella? Al mismo tiempo que ella recuperaba a Tom yo perdí a Mailen. Fue como si el orden Natural buscó de alguna u otra forma equilibrarse, y Mailen fue la elegida para ello —inspiré nuevamente el humo del cigarro y lo largué por la nariz —. Lo que daría por cambiar mi lugar con ella.
—Y ahora oficialmente el Signum ya no está más —dijo sacando conclusiones.
—El metabolismo de Tom lo asimiló y duró lo que tenía que durar. El Signum activó la circulación en sangre, le dio vida a sus órganos, reparó el daño cerebral de la bala, pero no modificó su ADN —me crucede brazos —. No como en los mellizos que el Signum los acompañó en su formación en el vientre de su mamá, ésto fue distinto. El Signum en Tom reactiva sus defensas y éstas luego elimina la sustancia extraña, en cambio en los mellizos el Signum era parte de sus defensas. Por algo hasta el día de hoy, ambos toman medicamentos suplementarios —arrugué mi frente y sacudí mi cabeza —. Nunca pensé de hablar de todo ésto con alguien.
—Hace bien, te libera un poco la cabeza y no piensas en tanto. Trevor, en el Amazonas yo encont...
Mi celular comenzó a sonar y alcé mi mano para que aguarde un poco.
—¿Diga?
—Trevor, ¿Estás con Noelle? —dijo Isaac con un tono de voz preocupante.
—Sí, ¿Pasó algo? —dije alzando una ceja.
—Necesito que vengan a mi casa, tienen que ver ésto. Ahora.
—Enseguida vamos.
Dicho eso corté la llamada y con Noelle nos fuimos lo más rápido que pudimos.
Algo en su voz me inquietaba al punto que me estaban dando calambres en el estómago.
Mi ansiedad hizo que sacara otro cigarro y abrí la ventanilla para no llenar de humo el auto.
Las cuadras se hicieron eternas y un silencio sepulcral inundó el ambiente por completo.
Aceleré en pasando un semáforo en rojo, y llegamos. Estacioné de una forma algo bruta, tiré el cigarro y nos adentramos al edificio.
No hizo falta que tocara la puerta, ya que Isaac nos estaba esperando afuera.
—Encontré ésto entre los archivos de mi padre. Estaba haciendo una limpieza en general y entre los papeles vi éste nombre —dijo sacando un par de papeles —. Elian Smith.
Abrí mis ojos sorprendido y le arrebaté los papales de su mano.
Busqué una silla ya que el aire se puso algo pesado. Sentí oleadas de calor rodear mi cuello y un sudor frío acaparó toda mi espalda.
Mis manos estaban heladas y comencé a tener miedo de leer.
Apreté mis ojos una y otra vez comprobando de que el nombre escrito era real y que no lo estaba imaginando.
Mi boca se secó y mi garganta se cerró en cuanto leí las primeras palabras.
—Trevor... —dijo Noelle a lo lejos.
No le respondí simplemente porque no podía pronunciar ningún tipo de palabra.
Me sumergí en el archivo escrito y comencé a tener la vista borrosa por lágrimas que brotaron sin permiso de mis ojos hasta mi mentón, las cuales caían de forma violenta expresando la ira y el enojo que estaba teniendo en mi interior.
¿Por qué ahora? ¿Por qué él? ¿Por qué nunca supe de ésto?
Pensé que no oiría más de él por un largo tiempo.
Padre.
—Pensé que Nelson había matado a éste maldito —dije finalmente luego de un rato —. Y ahora me vengo a enterar que eran socios. ¡Nada de ésta mierda tiene sentido!
Isaac tomó su cabeza alterado y golpeó la mesa con sus manos.
—¡Mierda!
—¿¡Él?! ¿¡Dueño de los laboratorios del Norte?! —dije gritando y perdiendo mis estribos —. ¡Cuando era pequeño fui abandonado y maltratado por ésta basura! ¡Y fui arrojado a las manos de otra basura! —apreté mi lengua y sentí un sabor metalizado —. Lo voy a matar, lo voy a matar.
Sentí un hueco enorme en el pecho y la poca luz que iluminaba parte de mi juicio se apagó.
Dejé de sentir y me hundí en una agonía que parecía no tener fondo.
Sentí que me hablaban, pero no los entendía. Sus voces eran como ecos emitidos debajo del agua, mi mente sólo pensaba en mi padre y en como repercutiría mi venganza no sólo en él, sino en Derek también.
Mis vista se tiñó de rojo y un zumbido agudo me hizo perder la cordura por completo.
Tuve miedo, la persona que dejó mi infancia marcada aún sigue viva. Nunca pensé que esa cicatriz se abriría nuevamente. Bolqueé y enterré tantas cosas de mi pasado, y ahora no paraba de verlas pasar una y otras vez alredor mío.
Si pensaba que antes estaba destruido, ahora puedo reconfirmarlo. Siento que me dispararon tantas veces hasta desgastar el pequeño escudo que forjé durante años, ahoras las balas traspasaban mi cuerpo y dolían cada vez que intentaba respirar.
Me puse de pie usando la mesa como apoyo, ya que mis piernas estaban débiles y temblaban sin mi control.
Dejé los papeles sobre la mesa y fui hasta la puerta del baño.
Me miré en el espejo y me pregunté "¿Quién se supone que soy?" no me reconocí, esos ojos no eran míos, ni esa boca, ni esas cejas. El rostro de quien se suponía que era Trevor me miró fijamente y en silencio.
Una mano se apoyo sobre mi hombro, esa mano que vi desde el espejo me hizo escuchar nuevamente. Me hizo reconocer mi cuerpo y el poco control que todavía me quedaba.
—Trevor, mírame. Por favor di algo, hermano prometo que saldremos juntos de ésto —Isaac me tomó de ambos hombros y me sacudió levemente —. No te cierres, no puedo perderte... no quiero perderte.
Lo miré cansado y en sus ojos distinguí una profunda tristeza mezclado con preocupación.
Estaba alerta a mi reacción, pero no tenía fuerzas ni para sostenerle la mirada.
—Sé que ésto es duro para ti, la pasaste horrible con tu papá y el saber que ahora está vivo, un montón de cosas renacieron en tu cabeza —tomó mi rostro con ambas manos y me obligó a mirarlo —. Pero ésto no puede derrotarte, no te rindas, no te cierres, no me dejes por favor —Isaac sollozó por lo bajo —. Si necesitas llorar, hazlo. Tienes que largar todo de una buena vez.
Me soltó y miré mis manos intentando reaccionar.
Agarré mi cabeza y lo miré de reojo a Isaac. Éste asintió y se fue cerrando la puerta a sus espaldas.
Respiré profundamente y apreté mi pecho sintiendo el dolor, abrí mi boca intentando largar el aire de un solo grito.
Todo se vino a mi cabeza, Nelson, la sangre de gente inocente que tengo en mis manos, el maltrato de mi padre, los amigos que perdí... Mailen.
Grité con todas mis fuerzas e inspiré nuevamente, mis manos comenzaron a temblar al igual que mis piernas y me arrojé al suelo. Las calidas lágrimas cubrieron mi rostro y mi cuerpo se retorcía por un dolor que no cesaba.
No era un llanto, eran gritos de dolor.
No era un ataque de pánico, era un ataque de la realidad.
No era Trevor, era lo quedaba de Trevor.
Agarré mi cabeza y tiré de mi cabello, el dolor físico era apenas una caricia comparado a lo que estaba sintiendo. Me golpeé y mordí mi brazo hasta sentir mi propia sangre, estaba vivo, todavía estaba vivo.
Mi llanto se mezclaba con mi respiración haciendo que me ahogara, me sentí un idiota, me sentí débil.
Pareciera que todas las cosas malas que hice me están cobrando poco a poco lo que les corresponde.
Ya no era capaz de controlarlo, ahora la situación me controlaba.
El dolor en el pecho nunca desapareció, y con fuerzas me puse de pie.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero tampoco me importaba. Ya nada tenía sentido, solo importaba acabar con todo éste sufrimiento de una vez.
Limpié mi rostro y salí del baño.
—Noelle —dije por lo bajo —. Es hora de hablar con Klein Barton, y lo haremos a mi manera.
Nota autora:
Holaaa, eh aquí el capítulo❣️
No voy a decir cuando será la próxima actualización, pero calculen que dentro de tres días.
Perdonen, estuve corrigiendo éste último mes "SECUESTRADA" para anotarla en los Wattys y no pensé que me llevaría tanto tiempo.
Gracias a lxs que todavía me bancan💫
Ahora sí, ¿Qué les pareció el capítulo?
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