CAPÍTULO 40: FINAL
Narra Link:
Al despertarme, me encontraba en la fuente de Latoan, pero... ¿qué hacía aquí? Me levanté con brusquedad y sentí un fuerte dolor en mi cabeza y, en la espalda. Gruño con rabia y me precipito a caminar hasta casa. Faltando por cruzar el túnel, suspiré pesado al sentir nuevamente el dolor.
Caminé más deprisa para llegar a casa y recostarme. Ya en Ordon, veo como los chicos se acercaban a hacia mi dirección corriendo. ¿Qué pasa?
—¡Link! Al fin regresas. —dijo Bea acercándose y rodeando sus brazos por mi cintura. Al separar mi mirada de la pequeña, veo a Ilia junto con Talo. Algo extraño estaba pasando, y sabía que me lo estaba perdiendo.
—Chicos... ¿qué ocurre? Siento que me olvido de algo, pero no lo tengo en claro. —dije colocando mi mano en mi nuca.
—Link... ¿dónde está _____? —dijo Ilia mencionando un nombre que no ubicaba. La miré confundido—. ____, la castaña de mi misma altura, bastante bonita... ¿dónde está? No me digas que te olvidaste de ella; es el amor de tu vida.
¿El amor de mi vida? Yo no puedo estar enamorado de alguien el cual no conozco. Ese nombre no me sonaba, yo amaba a Zelda, y a nadie más.
—No Ilia, yo estoy enamorado de Zelda. No sé quién es ____. Perdona pero... debo ir a casa, me siento desguansado (en mal estado). —dije soltándome del agarre de Bea y logrando llegar a casa.
Ya en casa, me dirijo a mi habitación para poder descansar, y, poder recordar lo que recién "olvidé".
Acostado en mi cama, veo en mi ventana un dibujo mío. Al verlo, vuelve el extraño dolor de mi cabeza; provocando un gruñido. Estaba bien trazado y muy bien hecho, pero... ¿quién lo hizo? Luego pensé en Bea, pero se veía demasiado profesional como para que una niña lo hiciera. Ignoro eso y me recargo en la cabecera aún más cansado.
—Hay algo... pero no recuerdo qué. Todos hablan de una tal '_____' y que de ella me enamoré. No sé que está ocurriendo. —mirando el suelo, vuelvo a suspirar pesado y me pongo de pie. No sentí nada está vez, algo extraño me estaba sucediendo.
*Toc Toc*
Sonó la puerta alarmándome. Me acerqué a esta y la abrí; Ilia estaba en mi puerta confundida. En sus manos, llevaba un bonito brazalete plateado con un zafiro. En eso, recibí fuertemente un dolor en la cabeza, como si ya hubiera visto ese brazalete antes.
—Link... se te calló esto cuando llegaste. ¿No es de ____? —y de nuevo con el nombre. Lo tomé ya que me lo estaba entregando. Al mirarlo detalladamente, vi que decía "_____ Ramírez"—. No te creo Link... ¿de veras... no te acuerdas de ella?
Negué. De eso miré de nuevo a Ilia, un poco decepcionada y preocupada. Escuchando su suspiro, dijo; —. Ese brazalete es importante Link, es de alguien importante que estuvo en tu vida, por favor... cuídalo y ten la esperanza de que te acordarás de ella.
Dijo esas últimas palabras retrocediendo y mirándome por última vez tras la puerta. Sonrío. —. Espero y algo de ella se haya quedado aquí en tu casa ¿por qué no das una ojeada y encuentras algo? Probable y así te acuerdes rápido de ella...
Finalizó agregando su pregunta y se retiró. Turbado por buscar, coloco el brazalete en mi muñeca derecha y comienzo a buscar por mi habitación.
Debajo de la cama; nada. En el baño; nada. Me comenzaba a desesperar y pensé en dejar de buscar.
—Un momento, me faltan los cajones... —dije con un poco de esperanza y me precipité a abrir todo tipo de gabinete de mi habitación. Al abrir uno, encontré un perfume femenino. Al darle una leve olfateada, el suave olor a flores penetró mi nariz, haciendo que nuevamente el dolor de hace cinco minutos; regresara.
El dibujo, el brazalete y el perfume, me habían hecho sentir un extraño dolor; el mismo, pero no sabía la razón. Colocando de vuelta el perfume en el cajón, lo cierro y sigo buscando.
En el siguiente cajón, no encontré nada. Lo cerré molesto, perdiendo cada vez más las esperanzas.
—Un momento... y, ¿habrá algo en mi caja fuerte? —mordía mi labio indeciso. De un momento a otro terminé por no ir, ya que dudo encontrar algo ahí, y más, si se trata de una mujer.
Con las ganas de rendirme estando tan altas, salgo de casa por aire y veo nuevamente a Ilia, esta vez platicando con Epona. Bajo las escaleras para verle y preguntarle nuevamente; ¿quién es ella? ¿Qué busco realmente de ella? ¿Estuve enamorado de ella?
—Hola Link, ¿encontraste algo? —preguntó forzando una sonrisa. Asentí—. Genial, enséñame.
—No los traigo pero, encontré un perfume y un dibujo. Ambos me hicieron sentir el mismo dolor en la cabeza, como lo hizo el brazalete que me diste. —dije turbado—. Ilia, por favor... dime ¿quién es ella?
—Ella es una linda chica y de la cual te enamoraste por completo. No sé exactamente cómo explicarte Link, ya que me sentía como, poseída cuando ella estaba. Como si algo me impidiera hablarle normal; una clase ente. —dijo, provocando que mis ojos se abran, perplejos a su comentario—. ¿Revisaste bien? ¿Abriste el cajón del sótano?
Negué. Dudaba en abrirlo, pero sabía perfectamente que no encontraría nada. Ella rodó sus ojos verdes, tomando mi muñeca, agregando; —. Deja te ayudo, debe haber algo allí dentro.
[...]
Ya en el sótano, enciende la luz dejándose ver el sótano, completamente iluminado. En una esquina, veo mi caja fuerte y alcanzo a ver cómo Ilia se acercaba a este.
—Ábrelo, a lo mejor y hay algo ahí. —obedecí de inmediato. Hincándome frente a esta, la abro con agilidad y pudiéndose apreciar otra caja dentro. ¿Es en serio?
—¿Qué hay aquí? —dije mientras pensaba dos veces en si sacudir la caja. Lo hice; pero no se escuchó nada. La comencé a abrir y pude ver una pequeña flor y una clase de papel, volteado—. Esta... esta foto... ¿es... ella?
—¡Sí! Link, por favor, acuérdate. _____ es la chica de la foto, guardabas esa foto con el alma, no querías que nadie la tomara, te daba pena que lo supiéramos, pero era inevitable. ¿Ahora... te acuerdas? —volvió a rogar mirándome a mis azules que contemplaban la foto... ¿de ella, estuve enamorado, y es la protagonista de todo esto? En eso, el dolor regresó, pero esta vez mucho más fuerte que las anteriores.
—_____... —susurré mirando la foto una vez más. El dolor cada vez se volvía más intenso y no podía soportarlo. Ilia se había acercado a mi y colocó su mano en mi hombro izquierdo. De pronto, una lágrima se resbaló por mi mejilla ardiente. Abracé la imagen, mientras el dolor incrementaba—. ¡No logro recordarla!
Perdiendo el equilibrio, caigo al suelo rendido en lágrimas. ¿Quien es esta chica? Luego de eso, tres luces de distintos colores aparecieron frente a mi.
Nayru, Farore y Din estaban aquí, eran mi única esperanza para decirme; quién es esta chica.
—Link. —dijeron las tres al unísono—. Sabemos lo que está sucediendo, y porque no te acuerdas de ella. Te borraron la memoria Link.
Lo soltó. Levanté mi cabeza hacia las tres al escuchar su comentario. En eso se acercó Nayru. Hincándose para quedar a mi altura, coloca sus suaves manos en mis mejillas y seca mis lágrimas diciendo: —. Ella está en problemas Link y te necesita, Dark acaba de hacer su plan. Borrarte la memoria es la base de todo, para que ella termine siendo su esclava, o, posiblemente muerta.
En eso me volví a atacar a llorar. No comprendí ni el porqué me encontraba llorando. ¿De verdad... estuve enamorado de ella? No quería que la chica muriera, mirando de reojo el suelo y terminando por mirar a Farore y Din, ambas con sus manos estiradas, hacen que una fuerte luz brille en el sótano, provocando que Ilia y yo nos cubramos los ojos al mismo segundo.
—Mira Link. —dijo Din con voz ronca, conteniendo el llanto. Volteo la mirada y contemplo, algo que nunca antes en mi vida, aprecié. —Gracias al collar, sabemos donde está, y gracias a que no se lo quitaron. Debes ir por ella, te acuerdes de quién es o no, y pronto.
—La salvaré... la recuerde o no... —dije abrazando la imagen y poniéndome de pie. Mirando una vez mas a Ilia y pasando a las Diosas, estas sonriendo mientras sus mejillas contenían lágrimas.
—Ve. Cumple tu promesa de estar ahí para ella, y sálvala. Estarás para ella, cuando nadie más lo esté, eres el elegido. —dijo Farore haciendo que el brazalete se ilumine al instante. Al verle, una lágrima cayó nuevamente por mi mejilla, haciendo que me marchara rápido.
—Sé que aún no me acuerdo de ti, pero ahí estaré para ti. —dije apretando mi espada y montándome en Epona—. _____...
Encaminándome lo más rápido posible, una silueta negra aparece frente a mi, haciendo que Epona se detenga.
—Link, tenemos que hablar... —en eso se aclaró aquella silueta logrando que bajara de Epona—. Te ayudaré a encontrarla, y a recuperar tu memoria...
—¿Midna? —
¿Continuará...?
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