CAPÍTULO 39

Atrás de la cabaña trataba de contener mis lágrimas. Quería irme corriendo pero quiero irme lejos de Ordon. Ya no quería ver a nadie, principalmente a Link. ¿Que acaso todo este tiempo, me mintió?
En un momento intenté mirar para verlos, pero mi corazón estaba destrozado y no podía ya confiar en nadie.
Saqué levemente mi cabeza y vi cómo Link platicaba con ella de algo. Lo único que pude oír de su platica fue la palabra "volver".

—Ilia, ya hay que volver, tu padre debe de estar preocupado, ya que nunca vienes hasta acá. —dijo Link rascándose la nuca incómodo—. Vamos.

Cuando se dieron la vuelta instantáneamente me escondí ocultando nuevamente mi cabeza tras esta fea y abandonada cabaña, en la cual planeé quedarme. Cubrí mi boca para evitar que un estúpido y débil sollozo se hiciera presente, arruinando mi improvisado escondite.

—Yo seguiré buscando a ______. No pienso dejarla en Farore ya que la vez pasada casi la atacan. —escuché a Link decirlo de lejos. No quiero verlo ya, tengo una idea—. Deja te acompaño mínimo a la puerta del pueblo, está un poco lejos para que vayas sola.

—Gracias. —dijo la rubia oxigenada de manera romántica. Yo molesta comencé a imitarla con manos y la boca. Maldita urgida—. Espero y ______ esté bien.

—Lo mismo digo pero... ¿sabes por qué actúa así? —intenté no hacer escándalo al ver como Ilia se "preocupaba" por mi, cuando ella quiso que yo me fuera de aquí y que dejara a Link solo para ella. Luego el comentario de Link me hizo estallar más, ya no quiero más.

—Lo más seguro es que esté celosa. Le da celos verte con otra mujer, por eso te digo que mereces a alguien mejor, que te dé espacio y una vida mejor; _____ no da eso. —mientras ella hablaba mal de mí, volví a asomar mi cabeza y vi a Link negando. Ya no me importa que me defienda o no, no lo hizo en el momento justo—. Bueno, ya vámonos.

Luego vi como Link e Ilia se iban caminando tranquilamente. En ese momento opté por coger mi maleta e irme trotando a La Ciudadela. Salí despaciosamente para evitar ser vista. Miré para mis dos lados y no había nadie, era hora de huir.

• • •

Narra Link:

Al acompañar a Ilia al pueblo, me hizo recordar la llegada de ____. Ambos caminábamos tranquilos y platicando tonterías, pero, está vez ya no veo a _____.
Apresuré un poco el paso para poder dejarla e ir rápidamente por _____. Ya en la entrada, me despedí de Ilia y me fui corriendo a por ______.

—Te veo más tarde Link. —dijo moviendo su mano para ambos lados. Correspondí moviendo mi mano, mientras me alejaba cruzando el puente.

—¡_____! ¿Dónde estás...? —saqué mi farol e intenté encontrar a _____ con la mirada, ya que nunca llegó tan lejos en este túnel—. Que raro... no está aquí, ¿adónde pudo haber ido ahora...?

Mientras caminaba preocupado por la misma zona, vi algo brillar captando mi atención. Había algo en el suelo que brillaba, era un brazalete plateado con un zafiro en el centro. Ya había visto ese brazalete alguna vez... pero ¿dónde?
Lo tomé y lo acerqué para poder examinarlo mejor. Le di la vuelta y por dentro pude verlo.

"_______ Ramírez"

En eso abrí mis ojos de golpe y luego luego recordé. _______ siempre usa este brazalete, me dijo que Andrea se lo había dado en un campamento. El zafiro, indicaba la luna y su hermoso brillo. Al verlo mejor y saber que era de ella, una traidora lágrima se comenzó a deslizar por mi mejilla coloreada de rojo.

—¡No te dejaré sola! —grité mientras apretaba el brazalete junto a mi pecho, justo donde el corazón. Me lo puse y salí corriendo a la pradera, ya que el brazalete quedaba mirando a dirección de la pradera.

Mientras corría iba susurrando su nombre, y reafirmando que estoy aquí para ella, pase lo que pase; hagan lo que hagan, no la dejaré sola. Faltando solo un poco para llegar a La Ciudadela, veo como comenzaba a anochecer. _____ estaría a salvo en La Ciudadela ya que está vigilada por guardias, pero lo malo, es que él puede venir por ella, ya que sabe que soy del Circo del espejo, y que él, formó parte alguna vez; y que salió, por la razón de no tener una belleza como _____ para proteger...

• • •

Ya dentro, empiezo a descontrolarme para ver a una bella chica y ver que sea ella, para correr a abrazarla y no dejarla ir, nunca más.

—Disculpe... ¿no vio a una chica, un tanto alta, pelo castaño, muy guapa; pasar por aquí? —le pregunté a mil personas y ninguno la había visto. Me comencé a desesperar y a perder la paciencia, ¿adónde se metió esta niña? Ya con menos esperanzas, pregunto a un chico de mi misma edad, que escondía su rostro de mi visibilidad; con una capucha negra—. Disculpe la molestia pero... ¿no vio a una chica castaña, un poco alta, muy guapa; pasar por aquí?

—Ah claro que sí, la vi caminar con rapidez a la posada del sur. ¿Es su novia? —al mencionarlo, automáticamente me sonrojé. Lo miré un poco confundido y con la ceja alzada, ¿qué tanto le importa?

—Eh... no, todavía no me le declaro. Muchas gracias por cierto, me tengo que ir. —un poco tímido me despedí no sin antes agradecerle al interesado desconocido.

Mientras caminaba con velocidad por las calles, la gente murmuraba de que había un secuestrador suelto demasiado peligroso, y que él, solo busca secuestrar a mujeres. Me asusté más al recordar que _____ es una hermosa mujer, y que no cabe duda, que le pueda pasar algo si no llego a tiempo.
Aceleré más mi caminar hasta llegar a la supuesta posada, donde planeaba quedarse. Cerca de la posada, veo a una chica idéntica a ____ salir de esta.

—¡_____! —al gritar su nombre, corrí a toda velocidad para tenerla entre mis brazos, y poder explicarle todo lo ocurrido—. Alto... acaso ese no es... ¡_____!

Antes de llegar a ella, alguien ya había llegado primero. El mismo chico con capucha al que le había preguntado, tenía a _____ entre sus brazos mientras le cubría la boca como nariz con un sucio trapo. La gente gritaba como loca al ver cómo se intentaba llevar a ______. Ella peleaba, pero él era mucho más fuerte.

Corrí hasta ellos pero la gente corría a dirección contraria deteniendo mi correr. Intentaba pasar por ellos, pero eran demasiados y varios empujones. Gritaba a todo pulmón el nombre de _____ intentando no llorar. No iba a perderla, y menos dejar que él, se la lleve.

—No des un paso más... Link. —dijo el encapuchado, ¿cómo sabe mi nombre? Al verlo con rabia, intento mirar más para poder verle la cara, pero él se negaba—. Vaya eh... veo que las Diosas sí te dan a una preciosura para cuidar. Cuando solo a uno le dan hombres homosexuales para hacer que entiendan su error ¿no? —terminó agregando una maliciosa y perversa sonrisa. Su voz me sonaba familiar, como lo que dijo anteriormente. Solo hay una persona del Circo del espejo que se ha quejado de sus envíos, Dark Link renunció al Circo.

Un poco confundido, el chico suspira pesado y retira su capucha que escondía su rostro.
En eso mis ojos se abren bruscamente al ver que todo este tiempo, Dark Link estaba en La Ciudadela esperando a _____, haciéndose pasar por un secuestrador peligroso.

—Suéltala, ¡ahora! —grité aún más cabreado, con mis puños firmes—. ¡Dark, para con tu maldito juego perverso y suéltala!

—Oye hombre, yo nunca tuve la oportunidad de tener a una bella mujer en brazos, tú tuviste ya a varias, déjame disfrutar uno de esos momentos ¿quieres? —volvió a sonreír, haciéndome pensar cosas demasiado grotescas—. Sabes, tengo que irme, solo te advierto que si das un paso más, te terminaré matando.

—No dejaré que un maldito pervertido se lleve al amor de mi vida. —

—Pues llegas demasiado tarde Link. —me volvió a mirar de manera desagradable y sin menos que agregar, lame el cuello de _____ haciéndome arder en llamas. Corro hasta él para poder salvarla, pero en ese momento Dark me soltó una gran patada en el abdomen dejándome sin aire, haciendo que ruede bruscamente por el suelo y cubra mi abdomen con mis brazos—. Creo que por mientras seguirás vivo, yo termino aquí. Despídete de _____, porque ella ahora es mía.

Poco a poco mi vista comenzaba a nublarse, apenas lograba captar la escena de Dark llevándose a _____ lejos de mí. Ella ya estaba dormida e inconsciente en su hombro. No pudo defenderse sola, estoy fracasando poco a poco con mi promesa. Haberla traído no fue buena idea después de todo...

• • •

Recuperando la memoria, siento antes como alguien me cubría ahora los ojos. Tratando de pelar y queriéndome soltar, siento como este me tira bruscamente al suelo, no sin antes cubrir mis ojos con un vendaje.
Gritando y tratando de pedir ayuda, el desconocido cubre esta vez mi boca evitando que gritara de nuevo.

El pañuelo era demasiado grande que con el simple echo de sentirlo. Cubría mi boca y mi nariz. También se encontraba húmedo, y con un olor desagradable y penetrante.

—Dulces sueños Link... dulces sueños. —

Narra Dark Link:

Al llegar a casa, acuesto en la cama a ______ y comienzo a acariciar sus piernas, ya que estaba usando un pantalón corto. Me acerco a su rostro y suavemente acaricio su cuello, acercando mis labios a los de ella.

—Eres hermosa. —rozando sus labios, escucho como alguien azotaba la puerta interrumpiendo el momento.

—Ya traje al mocoso este. ¿En serio lo harás? —dijo la pelirroja mirarme un poco molesta. Se acerca a dónde yo y tira bruscamente el cuerpo indefenso de Link al lado de _____.—. Sabes que, haz lo que tengas que hacer, me voy de tu sucio plan. Él no te ha hecho nada, pero solo te ayudé para que dejaras libre a Ilia.

—Gracias linda, ya puedes marcharte. —rodando sus lindos ojos carmesí, cierra fuertemente la puerta—. Maldito Link, te borraré la memoria lo antes posible. —dije molesto acercándome al cuerpo.
Tomando el cuerpo, lo llevo al cuarto y coloco las máquinas y cables por toda su cabeza. Al finalizar, enciendo la máquina y todo poco a poco comenzó a desaparecer. Link ya no recordará a _____, y ella será mía, para siempre.

• • •

Mirando a ______, paso ahora mirando sus labios, saqué mi lengua sin poder contener las ganas, luego luego ella ya había abierto sus ojos. Sonreí de manera sucia al verla ya despierta—. Hola preciosa, no te asustes, no te haré daño...

—¿Qué... qué quieres? ¿¡Quién eres!? —coloqué mi dedo índice en sus labios para callarla. La miré a sus ojos y me le acerqué bruscamente a sus labios, besándolos por fin.

Sus labios eran demasiado suaves y delicados, al igual que su piel. Al separarme de ella, sonreí igual que antes.

—¡Qué quieres de mí! —reí un poco al oírla. Me alejé un poco de la cama y me puse frente a la puerta por si intentaba huir—. Déjame ir, te lo pido...

Se puso de pie rogando. Sus ojos se comenzaron a cristalizar y su boca a temblar. Sus lágrimas no me iban a cambiar de parecer.

—No llores primor, solo haz lo que te digo y podrás irte a casa. —me acerqué a ella, acariciando sus mejillas, secando sus lágrimas—. ¿Quieres irte a casa, verdad? —asintió—. Quítate la ropa.

Narra _____:

Con sus manos en mis mejillas limpiando mis lágrimas, lo escucho decir que me desvista. Mis ojos se abrieron automáticamente y me negué. Me alejé de él hasta caer en la cama.

—¡Maldito violador, no lo haré! —comencé a gritar y a insultarlo. Estiré mis brazos y apreté mis puños. Nunca creí que en Hyrule esto podría pasar—. Alé-Aléjate de mí...

—¿Lo hago a la fuerza? —preguntó el chico haciéndome temblar como un maldito chihuahua. Se acercó a la cama dejándome sin salida, era mi fin, no había otra salida. Cerré los ojos al sentir sus manos jalar la tela de mi blusa.
Luego bajó mi short dejándome en bragas. Suspiré con rapidez con el nerviosismo a mil, y mi corazón sentirse en mi garganta.

Me tumbó a la cama y, justo desabrochó mi sostén. Aún con los ojos cerrados, me cubro el pecho escuchando como con su boca, hacia sonidos desagradables.
Poco a poco iba depositando besos desde mi vientre hasta mis piernas; con sus manos, bajaba lentamente mis bragas, dejándome expuesta.

—No te muevas, porque si lo haces te va peor. Quédate aquí. —dijo. No quería arriesgarme a que me termine violando por solo moverme, cuando no lo pensaba hacer. Abrí mis ojos y vi la habitación oscura y una simple ventana que alumbraba un poco la habitación con luz azul de la luna.

—¿Dónde estás Link...? —susurré nerviosa y preocupada. Mi consecuencia de abandonar a Link, ha llegado. Sabía que lo volvería a hacer, pero no que mi castigo sería más fuerte.

—Listo, ahora sí. Que obediente eres _____. —dijo provocando que rodara los ojos. En su mano, escondía un látigo, el cual me hizo sudar de los nervios—. Ponte en cuatro amiga.

No me daba de otra más que obedecer. Suspiré molesta odiándome de por vida. Me coloco como me pidió y solo siento sus sucias manos acariciar mi espalda. Con la cabeza baja, comienzo a chorrear las lágrimas con los ojos cerrados, para no ver al chico.

En menos de unos minutos, comienza a acariciar mi estómago rozando mis pechos. Con la mandíbula tensa, siento nuevamente como me partía en llanto. —¡Termina con esto de una vez! —grité con fuerza con demasiada tensión y terminó reír.

—A sus ordenes, mi bella _____. —al escucharlo, comienza a darme de latigazos provocando que pierda el equilibrio y caiga. Seguía por la espalda hasta llegar a mi espalda baja. Me retorcía con dolor por la cama al sentir los fuertes latigazos. Gritaba y gemía de dolor; mi llanto no acababa ni acabará por reconocer mi error—. Es hora de cambiar de lado.

Dijo sin más. Suspiraba con rapidez mientras apretaba las sábanas, probablemente ensangrentadas. Obedecí dándome la vuelta, ignorando que estaba completamente desnuda.

Cerré mis ojos para no verle. Luego sentí su caliente látigo haciendo que mi piel arda en dolor. Grité sintiendo el eterno dolor abundar por toda mi piel. Lloraba y lloraba rogando que acabara. Cuando el chico por fin finalizó, mi cuerpo estaba completamente lleno de sangre y cortadas. El respirar me dolía, en ese mismo momento quería desaparecer.

—Eres muy obediente _____. Ven conmigo, ya aquí esto acaba. —dijo de manera coqueta. No podía moverme, el dolor era insoportable. Intenté pararme pero al intento, gemí al instante.
Logrando levantarme, el chico me lleva a un cuarto oscuro con la simple luz de la luna entrar por un gran ventanal—. Ahora pásate ahí, y estira tus brazos encima de tu cabeza.

Hice lo que me dijo y siento cómo ata mis muñecas a unas esposas, dejando mis piernas colgar y la sangre chorrear. Con mis pies volando, el chico se acerca a mi rostro y coloca una flor blanca en mi pelo tras la oreja, que indicaba pureza.

—Espero y sanes pronto mi amor, pero ahora te dejaré en paz ya que luego, llegará la hora de quitar esa flor. —guiñó mientras sonría perversamente y sacaba su lengua—. Te amo _____.

Antes de irse, lame mi cuello bajando lentamente hasta mi femenidad, y pasando mis caderas hasta los pies. Solté un fuerte grito por el ardor de su saliva entrando en mis heridas. Mientras gemía y lloraba, el reía. Finalmente cerró la puerta y se marchó, dejándome colgada como un maldito cadáver.

Narra Dark Link:

Al finalizar con su primer castigo, salgo de la sala y voy a la de Link. Entrando a esta, tomó el cuerpo de Link y lo llevo fuera de casa. Montando a mi caballo Sombra, doy marcha a Ordon para dejarlo en la fuente y regresar con ______.

• • •

Ya en Ordon, bajo del caballo y me dirijo a la fuente. Por suerte, no había nadie por aquí, y menos a estas horas de las frías noches, cuando saben que aparezco. Sonreí maliciosamente, provocando que riera solo.

—Te quedarás aquí, maldito güero desabrido. —solté con ira su cuerpo en el agua mientras reía. Ya esto acaba aquí, _____, es mía—. Dulces sueños Link, _____ ahora es mía.

Susurré en su oído antes de marcharme. Río fuertemente de manera malvada y regreso a casa montando a Sombra. Era hora de jugar con _______...


[...]

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