CAPÍTULO 29
Narra __________:
Al ver a las Diosas paradas en mi habitación, me quedé atónita al verlas y más, al saber que me llevarían con Link a Hyrule con posibilidad de comenzar una nueva vida con él. ¿Un matrimonio? No sabía, solo la curiosidad me iba matando lentamente, deseando que pudiera conocer Hyrule.
—Querida __________ estaré hoy contigo, para ayudarte y explicarte el porqué nos vamos a Hyrule. Aparte, tenemos que confesarte algo de Link, que no sabes, ya que esto incluye a Erick... —la miré con los ojos abiertos, mirando de reojo a Link que platicaba con la Diosa Nayru. Volví a mirar a Farore y me estaba regalando una bella sonrisa. Suspiré asintiendo mirándola con intranquilidad. —. Sígueme.
Caminé a su lado saliendo fuera de casa. Caminamos ambas por el jardín en silencio. Ella mirando el cielo, y yo el suelo. Me sentía un poco incómoda al andar con alguien tan increíble como Farore, llegamos a una banca bajo un árbol y ambas nos sentamos.
—De acuerdo, mira, estamos aquí porque Link ya debe irse, pero él no quiere dejarte, y menos con Erick. Así que pensó que te vinieras con nosotros; y yo veo que ambos se aman mucho, y que aceptaste ir a Hyrule, aceptando los peligros que pueden ocurrir. —dijo sujetando mis manos, mirándome con una tierna y confortable sonrisa. —. Pero no te asustes, Link estará contigo, pase lo que pase. Nuestro otro chico Dark Link, estará allá también, podrás conocer a quien quieras y estar con quien gustes. Zelda, Dark, Ilia etcétera. Puedes confiar en nosotras, y principalmente en Link.
—Usted sabe... ¿por qué Link es tan celoso... o celoso de Erick? —miré a la Diosa y comenzó a acariciar mi mano, volviéndome a poner un poco inquieta.
—Mira ___________, él es así porque nunca ha podido amar a alguien, sólo cuida y protege a los que lo necesitan. Pero algo vio en ti que lo atrapó y se enamoró, y por esa razón está celoso, ya que tú conoces más a Erick y piensa que todo se perderá. Sus celos no pueden detenerte, ámalo como él te ama. No lo dejes ir, ya que él es tu única esperanza. —dijo con aire de seriedad y un poco de tranquilidad, calmando mi inquietud y desesperación.
—Mi única esperanza... —pensé en esas palabras que me seguían inquietando y rodaba por mi cabeza, dando varias vueltas.
—También tengo que decirte algo. —completó haciéndome mirarla nuevamente con los ojos abiertos y la boca cerrada para no interrumpir. —. Link conoce a Erick antes que tú. Él no se acuerda de Link, pero Link se forzó en poder olvidarlo; ya que Erick también ocupaba de nuestra ayuda. El problema de Erick era sencillo, sus celos. —dijo cerrando sus ojos, sujetando con fuerza mis manos. —. La chica que Erick quería eras tú __________, ese día tu querías a un chico que era popular, pero estaba tan celoso que decidió hacer algo malo. Enviamos a Link antes de que hiciera su plan, pero Link te vio, y pensó que eras muy bonita, pero no te conocía y tú menos a él. —abrió sus ojos mirándome con sus bellos verde, y una leve sonrisa. —. Link estaba tan distraído con poder conocerte, pero eso lo hizo fracasar con su misión de ayudar a Erick. Lo trajimos de vuelta a Hyrule y Erick se olvidó de Link, y Link igual. Luego pasaron los años y Link te pudo conocer. —me asombré al saber la verdad. Link ayudó a Erick y pienso que por esa razón quiere que me aleje de él. Por esa razón Erick trató de apuñalar a Link, sus celos eran tan fuertes que ni Link pudo controlarlos.
Entreabrí mi boca al saber tan fuerte confesión. Link conoció a Erick, como él a Link. Todo fue por celos, la apuñalada fue por celos. Erick está más celoso de Link... pero Link sólo trata de cuidarme de él, todo este tiempo Link ha tenido la razón. Erick ha sido una persona mala, la cual me pudo haber causado más daño.
La apuñalada que recibí fue por culpa de Erick y sus absurdos celos. Si Link hubiera salido conmigo ese día, él pudo haber estado en el hospital solo, y el plan de Erick hubiera funcionado. Miré de nuevo a la Diosa y notó mi malestar como furia.
—Por esa razón ____________, Link ha querido convencerte de no estar con él. Hagamos esto bien, y empecemos a alejarnos de Erick... ¿de acuerdo? Ya que ni nosotras queremos que sufras. —dijo soltando mis manos para poder caminar esta vez a casa.
—Gracias Farore, lo tomaré muy en cuenta, Erick ha intentado hacerle daño a Link, hablaré con Erick... —dije fingiendo una sonrisa, al saber mi ira interna hacia Erick.
• • •
Caminé a casa y salí por la puerta principal sintiendo las miradas de las Diosas y la de Link. Él tomó mi mano deteniendo mi caminar; jaló de ella fuertemente haciéndome mirarlo a los ojos.
—__________ ¿a dónde vas? —me preguntó mirándome de pies a cabeza. Suspiré molesta y me forcé para que él me soltara. Me liberé y lo miré a los ojos tratando de calmarlo y decirle: —. Perdona, debo ir con Erick. Debo hablar muy seriamente con él, no te preocupes, no tardo. —salí por la puerta no sin antes darle un pequeño beso robado en los labios.
Caminé con rapidez hacia la casa de Erick. Molesta con los puños apretados a mis costados. Miré el cielo y la tarde comenzaba lentamente a caer. Suspiré faltando menos de diez minutos, lista para soltarme a llorar y a gritar como loca por la rabia que llevaba dentro.
Al llegar a casa, toqué la puerta con fuerza causando que rápidamente abra la puerta.
—¡Qué te sucede...! ¡____________! Perdón no sabía que eras tú... ¿qué ocurre? —me notó con tensión y con fuerza y rapidez lo empujé para entrar a su casa. Azoté la puerta con fuerza y mi drama comenzó.
—¡Confiesa Erick, ya! —grité sin separar mis ojos de ira de los suyos. Se asustó al verme y trató de acercarse para calmarme. —. Mantente atrás quieres. Dime ya lo que querías hacer —no contestó. —, ¡habla o te obligo!
—¡No sé de qué hablas ___________! —contestó tratando de hacerme "razonar". Tomó nuevamente mis manos y ya no podía contener el dolor y solté una que otra lágrima.
—Trataste de apuñalar a Link, quisiste hacerme caer con tu absurdo juego, ¡y ahora me dices que no sabes de qué hablo! —no quería llorar frente a él y menos para no aventarme a sus brazos. Me di la vuelta no sin antes soltar: —. No iré a ningún maldito lado contigo, no me vuelvas a hablar y si se te ocurre tocar o dañar a Link, te arrepentirás, ¡tú y tu primo!
Me marché rápidamente a casa alejándome de la suya, volviendo a azotar la puerta. —¡____________ vuelve! —lo escuché gritar y escuchaba sus pasos acercarse a mi, corrí más rápido tratando de aguantar.
Él seguía gritando mi nombre tratando de detener mi correr. Lo ignoré todo el camino y llegué a casa. Erick ya no me seguía y me pude calmar un poco, al entrar a casa vi a Link parado recargado contra la pared. Me vio y corrió a abrazarme.
—Estás bien ___________, Diosas que alivio. ¿Qué pasó? —resoplé y mágicamente el teléfono comenzó a sonar, refunfuñé al pensar que Erick me estaba llamando, caminé tomando la mano de Link a la cocina y tomé el teléfono.
—¿Diga? —por suerte pude escuchar una voz femenina que ya conocía. Andrea me estaba llamando. —. Si ya resolví el asunto de Erick, ya no me molestará más. —dije escuchando como suspiraba de alivio al fondo del teléfono, Andrea en tres años se casaría con uno de sus hermanos, y hay poca probabilidad de que mis padres me manden con Erick para no estar sola. —. Si claro, bueno, adiós.
—Ves __________, eres fuerte. —escuché la voz de Din alarmarnos y provocando que la miráramos. —. Puedes dejar a cualquiera en su sitio, incluyendo a Link.
Nos guiñó un ojo provocando que riera y Link gruñera molesto con el sonrojo verse en sus pómulos. Lo volví a abrazar mirando de reojo a Farore que se encontraba de pie, mirándonos desde el fondo. Me guiñó un ojo con una sonrisa de lado, desapareciendo lentamente por la puerta de la sala principal.
—Gracias Farore... ahora... Nayru... —pensé cerrando mis ojos sintiendo las manos de Link acariciar mi cabello como espalda. Su corazón palpitaba y me sentía relajada, el amor de mi vida está frente a mi, y no lo dejaré ir... Link, ese eras tú...
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