Pasaron las horas y llegaron las seis de la tarde. Me puse en marcha hacía el hospital tranquilo. Suspiré y salí de casa y caminé hasta el hospital que se encontraba a una hora a pie. Pensé que me ayudaría en hacer ejercicio y más para que ___________ notara mi cuerpo formado. Reí un poco y seguía caminando, varias personas me miraban confundidas, sabía que era por mis orejas, lo cual ignoré.

Caminé tranquilo admirando el clima y el cielo. Faltando menos de quince minutos, siento la presencia de ese chico molesto que pretende quitarme a ___________. Erick...

—Oye... ¿es verdad que ___________ está en el hospital?— asentí sin dejar de mirarlo confundido arqueando una ceja. —Dios... tengo que verla...

Antes de poder preguntarle por la carta, él se había marchado corriendo al hospital. Rodeé los ojos molesto sabiendo que él llegaría primero que yo con ___________. Corrí tras él sin que notase que quería llegar antes.

Pensé en irme por otro lado, pero luego luego veo como el pelinegro tomó otra dirección. Lo miré y pensé que sería un atajo, pero temía en perderlo de vista y quedarme atrás. Por eso decidí irme por el camino que "conocía" ya que era el único.

Faltando poco para llegar, lo veo entrando a la puerta principal por la que entré antes. Suspiré y entré preocupado. Miré a ambos lados y busqué la habitación donde ella estaba. Al entrar a la habitación vi a Erick charlando con ___________. De nuevo sentí los celos; me les acerqué y vi que ___________ estaba despierta.

—___________ ¿ya te encuentras mejor?— me miró de reojo y asintió sin dejar de mirar a Erick. Me sentí rechazado y olvidado, rodeé los ojos y me sentí incómodo por unos momentos. —bueno ___________, espero que no te moleste que me quede aquí...

Nadie contestaba, pensé que Erick y _________ podrían estar ligando o algo parecido. Ignoré eso y me senté en una silla lejos de ellos. Suspiré nervioso y guardé silencio escuchando su plática.

—_________ me asustaste. Espero que te sientas bien— alcancé a ver su mano colocada en su mejilla. No pude evitar rodar nuevamente los ojos molesto —oye __________, quería decirte algo desde hace poco...

Recordé en ese momento la carta que le mandó. Quise detener la escena, pero sabía que nada resultaría; ya que __________ me está ignorando y, Erick quién sabe qué haría.

—Dime Erick...— su voz se escuchaba tierna, en otros momentos pensé que __________ estaba ebria. No sabía lo que estaba pasando la verdad. Suspiré y supe que era inútil hacer algo.

—He querido conocer más de ti... quiero estar contigo más tiempo— sabía que era una indirecta. Volví a rodar los ojos molesto y escuché la voz de ___________ levantándome de aquella incómoda silla.

—Link... ¿podrías dejarnos un momento a solas?— me asombré al ver que ___________ me estaba corriendo. No me dio de otra más que aceptar y marcharme.
Al salir de la habitación escuché la risa de ___________. Rodeé los ojos al escuchar luego la de Erick.

Narra ___________.

Cuando Link se marchó de la habitación me quedé sola con Erick. Ambos reíamos como locos. Después de unos momentos me miraba fijamente a los ojos. No podía negar que Erick cambió bastante. Ahora en lugar de ser grosero y majadero, ahora es caballeroso y respetuoso. Me sentía un poco atraída por él, ya que aparte era bastante guapo.

—Oye __________ lo que te tengo que decir es importante— me miró impaciente y suspiró acercándose a mi rostro —es algo que... he querido decirte ese día que te vi...

Quise que Erick fuera directo al grano, ya que me estaba poniendo impaciente y nerviosa. Reí un poco para que me mirara extrañado y me dijera de una vez. —¿quieres salir conmigo __________?

Me asombré y me inmovilicé al verlo ya rozando mis labios. Su aliento se sentía en mi cuello. No podía evitar ver la puerta donde Link estaba, quise volverme a dormir y olvidar esto. No pude controlarme y grité nerviosa: —¡Link!— luego luego Link entró a la habitación y notó como Erick se encontraba rozando mi cuello con sus labios.

—¡Te dije que te alejaras de ___________!— en ese momento Link tomó de nuevo la camisa de Erick y lo hizo mirarlo a los ojos. —nomas te digo que no te hago daño por estar en un lugar público... pero con gusto lo hago si no lo estuviéramos.

—No dejaré que me robes a _________... ¡ella es mía!— Erick aclaró que yo era suya, recordé de nuevo con detalle lo que pasó ese día. Suspiré y detuve el relajo con el simple hecho de gemir.

—¿__________?— ambos confundidos me miraron y se me acercaron preocupados. Los estuve mirando a ambos como por cinco segundos. Rodeé los ojos al ver como se daban uno que otro golpe. —déjame tranquilo y vete quieres.

Escuché a Erick volver a correr a Link, pero esta vez vi cómo le golpeaba su brazo fuertemente. No pude evitar nombrarlo para que se detuviera, me miró algo decepcionado y de reojo miró a Link molesto.

—Oigan chicos, no quiero que se peleen por mí. Yo escogeré a uno de ambos, el que me trate mejor será el elegido. Puede ser cualquiera, así que estén atentos— sentí la mano de Link tomar la mía al igual que Erick. Los miré de reojo a ambos y volví a suspirar. —¿ambos en serio me quieren tanto?... ¿Link me quiere tanto?

Seguía pensando en si esto era verdad. El amor que ambos sentían por mi, se me hacía inalcanzable. Sólo que no paraba de pensar en si Link no me estaría haciendo una broma como la de hace dos días. En cambio Erick se veía sincero, aunque en ese día no lo haya sido, admito que cambió... y acepto que me parece atractivo.

—Serás mía _________. Toma por seguro que serás mía— dijo Erick sonriendo a mi dirección de forma conquistadora, me sonrojé un poco y de reojo miré a Link hecho una furia. Solté sus manos y les pedí a ambos que se marcharan... sólo que sin antes besar a Link por última vez. Ya que no sabía cuando lo volvería a ver.

—Link antes de que te vayas... quiero decirte algo— se detuvo antes de salir de la puerta por la cual Erick había salido. Se me acercó tímido y me senté en el borde de la camilla sacando otro gemido.

—_________ mejor me dices mañana, necesitas descansar y, no quiero que te lastimes— negué con la cabeza y lo miré a los ojos. Arqueó una ceja a mi dirección que me causó una leve risa. Abracé su cuello capturando sus labios dejándolo inmóvil y sorprendido. Luego él correspondió tomándome por la cintura, después de unos minutos nos separamos y dejó un beso en mi nariz provocando un sonrojo en nuestras mejillas. Me senté en la camilla y se marchó sin dejar de mirarme. Luego me guiñó un ojo y desapareció dejándome sola en la habitación.

—¿Link o... Erick?— pensé en unos momentos y empecé a cerrar mis ojos cayendo en un sueño que me hizo pensar en mi decisión...