CAPÍTULO 16

Miré de reojo a Andrea y sus lágrimas eran gigantes derramándose por sus pequeñas mejillas. Sentí su mirada posarse en mi y luego sentí sus brazos rodearme. Me abrazó sin detener sus lágrimas, no pude evitar corresponder su abrazo con el mismo dolor.

—Link... quédate con __________, iré por el doctor. Ahora vuelvo— se separó y salió de la habitación deprisa dejándome en silencio con ___________. Me sequé de nuevo mis lágrimas, sabiendo que era inútil ya que volvería a derramarlas. Me senté al lado de __________ en una silla al lado de la camilla.

Esperé en silencio a Andrea que fue a buscar a un doctor. Rodeé los ojos recordando que es su trabajo atenderlos. Miré a ___________ con los ojos cerrados y sentí un dolor enorme en mi corazón. Sabía que las Diosas me estaban viendo, sabía que terminando la misión... hay mucha probabilidad de que me corran. Suspiré y justo después llegó Andrea con el doctor.

—Por favor, atenida a mi hermana— el doctor se acercó a dirección de __________. Me pidió que me fuera de ahí, ya que parece que molestaba. Luego luego Andrea tomó mi mano dejándome confundido.

—Andrea...— ignoró mi voz y se hecho nuevamente a llorar en mi brazo. Me dio lástima verla así por su hermana, sentía lo mismo la verdad. Amo a __________, verla así me parte el corazón.

—Señorita... su hermana estará bien, sólo que estará varios días aquí en el hospital— me soltó y se le acercó al doctor preocupada. No pude evitar acercarme a ellos. Miré el cuerpo de ___________ y me detuve en su abdomen que se encontraba un poco descubierto, dejando ver aquel hoyo que le dejaron los causantes.

—¡Los mataré cuando los vea! ¡Lo juro!— pensé hecho una furia al ver como el doctor luego la curaba con líquidos y lo vendaba cuidadosamente. Deseé que __________ abriera sus ojos mínimo por unos segundos, que dijera mi nombre... y que me besara en los labios.

—Link... prométeme algo por favor— me miró dejando un silencio incómodo. —prométeme que cuidaras a ___________ como si en serio fuera tu vida...

Asentí sonrojado, seguro y enamorado de cuidar a ____________. Me sonrió una leve mueca y correspondí igual de tímido y sonrojado. Luego de unos minutos de silencio, el doctor nos mira y suspiró alertándonos.

—Bueno, la herida de tu hermana fue un tanto peligrosa, ya que rozó uno de sus pulmones, lo cual pudo haberle causado la muerte— alzamos las cejas impactados al escucharlo. Luego dejó un silencio y pegó su mirada con la mía. —y tú... eres su pareja, debes de cuidar a donde vaya...

Miré el suelo con alma culpable ya que fue mi culpa por no cuidarla; pero recuerdo que ella cuidó de mi... me sentí mal.

—Bueno chicos, ella debe reposar. Es mejor que regresen a casa y vengan como a las cuatro o cinco de la tarde— Andrea asintió y tomó mi mano alejándome de ___________. Intenté detener la marcha frenando mis pies en el suelo.

—Andrea... déjame despedirme de ___________...— me miró y asintió con tristeza, ya que se veía que no quería irse. Suspiré y me acerqué a la camilla donde __________ "dormía".

Coloqué mi mano en su mejilla y supe que me había sonrojado, sentí de nuevo una lágrima caer por mi ojo deslizándose por mi mejilla como todas las anteriores. Suspiré su nombre y miré sus labios, me les acerqué despacio y los rocé; luego pegué mis labios con los suyos tiernamente formando un beso.
Me separé y me dirigí con Andrea y salimos ambos con el alma destruida. Entramos al carro y nos dirigimos a casa.

Llegando Andrea me dejó en casa y se marchó a su colegio. Suspiré y entré a casa triste por saber lo que le hicieron a ____________. En un instante recordé que el tal Erick dejó una carta para __________. Ahora que sabía que __________ nunca la leería, decidí sacarla del cajón donde la metí y leer que demonios le diría a mí bebé ___________.

• • •

Querida ___________:

He querido arrepentirme de aquella cachetada que te di, de cada insulto que te dije, he querido olvidar. Sólo que admito que olvidar a una chica tan guapa como tú... es imposible; después de haberte visto con ese chico rubio de ojos azules me sentí mal al haberte dejado ir así de fácil. Deseo ahora tenerte en mi vida, en mis brazos.
Juro por Dios que te protegería de cualquiera que quisiera hacerte daño. He pensado en ti todo este tiempo... pero no puedo dejar de recordar a ese rubio que pasa tiempo contigo.
Van casi ocho años desde que te dejé de ver, ahora que te volví a ver... me clavaste la flecha de cupido directo al corazón, sé que sonó cursi, pero es verdad. Luego pasaron los años de preparatoria y sentí que algo me faltaba... tú.

Ahora que te tengo aquí de nuevo, no dejaré de que te vayas de mi vida de nuevo. Te perdí y te encontré... no te volveré a perder. Sé que parece que no tengo huevos al decirte esto por carta pero no a la cara. Admito que el rubio me lo impide, ya que al simple hecho de verte... me amenaza diciéndome que me matará si no me alejo de ti... pero no puedo y no dejaré que ese rubio me quite la oportunidad de estar contigo... porque te amo.

¿__________ quisieras ser mi novia?... mándame un mensaje por favor para saber tú respuesta.

Erick.

• • •

En ese mismo momento, sentí una horda de celos abundar mi cuerpo. Tenía que sacarlos de una forma, sea como sea, tenía que eliminar a este chico. Rompí la carta del tal Erick molesto. Al leer con detalle "no dejaré que ese rubio me lo impida" no pude evitar soltar una leve risa, rodeé mis ojos después y tiré los trocitos a la basura.

—No te acercaras a __________. Yo te impediré tocarla y mirarla. ¡Por que ella es mía!— esta vez grité realmente enfurecido y, ahora que recuerdo... nunca he sentido algo tan fuerte por una chica mortal como ___________.

Me sonrojé un poco y miré de reojo el reloj de la cocina, eran las doce de la mañana. Sabía que tendría que ir a pie al hospital a ver a __________. Ya que Andrea estaría en su colegio y luego iría a su trabajo. Suspiré y me senté en un sillón cayendo dormido... sin dejar de soñar con __________.

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