CAPÍTULO 1
Narra _______:
Este día me levanté con ánimos de ver a Sofía. Ya que normalmente la mayoría de los días hacemos reunión. Curiosamente estaba muy contenta empezando un día de colegio y trabajo, algo que nunca suele pasar. Entrando a la cocina veo a Andrea comiendo un plato de ensalada con un típico jugo de naranja. Rodeé los ojos al recordar que estaba en una de sus absurdas dietas. Me acerqué a ella y me miró.
—______ buenos días, saluda a Sofía de mi parte— arqueé una ceja al escucharla nombrar a Sofía, este día se encontraba de buen humor con el simple hecho de mirarla, era extraño ya que ésta despierta peor que hoy, diariamente.
—¿Qué pasa con el día? Resulta que todos están de buen humor... incluso yo —pensé curiosa y la miré con una sonrisa de "claro, lo haré". Desayuné tranquila pensando en qué haríamos Sofía y yo en casa.
Terminé de desayunar y me dirigí al baño para lavarme los dientes.
• • •
Llegué al colegio un poco nerviosa al ver al chico que me molestaba por el simple hecho de querer a un Hyliano. Miré por los pasillos desesperada y lo vi charlando con su amigo. Recé para que no me miraran, pero fue demasiado tarde.
—Mira, ya llegó la friki enamorada de un duende— escuché como algunos de alrededor en el pasillo, se reían al oír su absurdo pero verdadero comentario. Me sonrojé al saber que varios me miraban; no paraban de reír y mi sonrojo no paraba de aumentar.
—¡Dejen a ______ sola!— escuché a Sofía gritar fuertemente en el pasillo aclarando que me dejaran de molestar. La miré acercarse a mi con una cara de preocupación al ver mi nerviosismo a mil. —¿Estás bien ______?
Asentí tímidamente haciendo que mi sonrojo disminuyera un poco de ese estúpido tono rojizo. Colocó su mano en mi hombro haciendo que la mirara confundida. Escuchamos el timbre sonar indicando que llegaríamos tarde a clase. Caminamos hacia esta y vi a varios alumnos murmurar sin dejar de mirarme. Entré ignorándolos y tomé mi asiento, sintiendo aún sus absurdas y molestas miradas.
—Ojalá estuviera en Hyrule... con Link— agarré mi cuaderno de dibujo y comencé a garabatear a mi héroe perfecto. Sentí la mirada de Sofía mirar el dibujo que poco a poco hacía. La miré de reojo y sonrió; correspondí su sonrisa y escuchamos al profesor mencionar: —Chicos, mañana no hay clases, para que pasen mañana un día bonito— alcé las cejas de emoción con una sonrisa de sorpresa. Miré de nuevo a Sofía y vi cómo todos comenzaban a platicar o planear salidas para mañana.
Empecé a platicar junto con ella para ver si podíamos planear algo para mañana, y aprovechar que mañana sería día libre. Aparte de poder quedarme en casa jugando videojuegos, también me apetecía salir con Sofía. Luego después de unos minutos, sonó el timbre.
Me puse de pie y salí igual que los demás. En el pasillo sucedió lo mismo; se burlaron de mí al ver mi dibujo en mi mano. Lo escondí pero ya era demasiado tarde.
—¡Ey _______! Dame eso— escuché a Santiago gritarme para que le entregara el dibujo. Retrocedí un poco pero sentí a alguien atrás de mi, era Esteban su amigo quien me había arrebatado el dibujo de mis indefensas manos. —vamos a ver... ah, Link, tu estúpido duende. Acepta que no existe.
Miré a ambos lados esperando que alguien de buen corazón apareciera y me ayudara. Busqué a Sofía con la mirada pero no la encontraba, estaba sola con ellos mirando como Santiago quemaba mi dibujo frente a mi cara.
Con mis lágrimas listas para salir de mis ojos color chocolate; corrí al baño escuchando sus molestas risas abundar el pasillo por milésima vez. —¡Odio mi vida!— grité con las lágrimas ya chorreadas en mis mejillas, mientras me cubría los oídos con mis manos. Luego, escuché como alguien entró al baño y deseé que fuera Sofía.
—¿_______, estás aquí?— escuché una dulce voz que me hizo reaccionar. —_______ sé que estás aquí, escucho tu sollozo.
Supe que era imposible contener las lágrimas que seguían saliendo por mis ojos. Suspiré y salí del baño y la vi cruzada de brazos mirándome. No sabía quién era al inicio, pero recordé poco a poco quién era esta chica.
—¿_______, estás bien? No te sientas mal, ellos no saben lo que en verdad sientes por Link. No debes porqué llorar— tomó papel y me lo entregó para que me secara las lágrimas con él. —ya no llores, ________ vamos con Sofía.
—Gracias Rocio, te debo una— la escuché reír mirándome a los ojos. Ella es una amiga de Sofía, ya no me acordaba bien de ella, ya que nos dejamos de juntar por un problema de su familia. Si ya sé, algo tonto.
—¿________ qué pasó? Rocio, ¿qué hiciste?— dijo Sofía mirando a Rocio molesta con los brazos cruzados, reí al ver la cara de Rocio un tanto confusa.
—Descuida Sofía, estoy bien, sólo que fueron Santiago y Esteban— aclaré lo sucedido para que ella comprendiera que Rocio sólo quería ayudarme. No pude evitar reír de nuevo al ver la cara de Rocio. Al calmarme un poco, nos dirigimos las tres a la salida, pero al llegar a la puerta, sentí la presencia de alguien vernos... miré alrededor y no vi nada, terminé por ignorarlo todo y salí.
Sonó el timbre de nuevo anunciando que era hora del almuerzo. Nos dirigimos a nuestro lugar especial alejado de los demás. Aparte para evitar burla, queríamos estar las tres juntas un poco aisladas.
—_______ y yo haremos una reunión hoy en mi casa. Rocio, es mejor que vengas con nosotras— sonrió Sofía mirando a Rocio con una sonrisa que hizo que ella me mirara.
—Me encantaría ir, pero hoy no puedo. ¿Las veo mañana, ya que es día libre? —nos miró decepcionada al saber que no iría. Me miró por unos segundos y dijo sonriendo: —¿verás a Link hoy _______?
Me sonrojé un poco al pensar en mí héroe Link, el cual me encantaría ver en carne y hueso ahora mismo. Asentí con los ojos cerrados y una voz tierna que provocó que dijeran: "awww ________ lo amas mucho", volví a asentir esta vez ya más sonrojada.
—Link es un buen chico... ¿a que sí ______?— Sofía me miró y no sé por qué pero grité emocionada al saber que ellas reirían al verme en ese estado de deseo y emoción.
—Sí, estoy feliz por haberlo conocido— ambas rieron —es verdad chicas, lo amo en serio.
—Lo sabemos _______. Es muy obvio en tu linda carita de ángel, y estoy segura que él también te amaría. ¡Te amará porque yo lo digo!— reímos al escuchar a Sofía con su tono amenazante dirigido a Link.
—Pues... él ama a Zelda, no creo que me quiera ni un poco— bajé la cabeza y escuché a Rocio comentar algo de Zelda que me causó bastante risa y que no pienso olvidar.
—Zelda es una gata, ella no es tan linda como tú. Ella se a de prostituir con cualquiera que vea, quita a Link, pero me refiero a un chico equis— ambas reímos a carcajadas, principalmente yo —pon tú, Esteban o Santiago.
—Rocio ya cállate, eso es muy bueno— reímos y reímos frente a ella respecto a su comentario. Negué con la cabeza al escucharla llamarme "linda", sólo que en ese instante miré a Sofía asentir con cara tierna.
—______ no puedes decir que no eres bonita. Admito que eres la más bonita del salón, acéptalo— volví a negar —¡_______, eres linda porque lo eres! Nomás te digo algo...
Dejó un silencio en el cual la miramos confundida, Rocio riendo un poco y yo con la ceja arqueada al ver como se paraba y caminaba a mi dirección de manera paulatina: —Link diría lo mismo...—
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top