≡; O2.

Jaehyun miraba fijamente la taza humeante de chocolate que reposaba sobre la mesa de madera, perteneciente al café favorito de ambos jóvenes.

El sonido en esos instantes estaba siendo bloqueado, solo eran ruidos incoherentes lo que captaba su cerebro. El cual estaba más interesado en lo que sucedió esa mañana... ¿Cómo pudo hacer eso? ¡¿Cómo Doyoung sabía hacer eso?! Repetía en un bucle vicioso, que parecía ser infinito.

La pequeña mano de Mark se removió frente a su rostro consternado. No obstante, falló en obtener respuesta alguna. El chico pequeño frunció el ceño, era extraño. Jaehyun nunca lo ignoraba.

Mark sintió como la conocida sensación de curiosidad se instaló en su ser. Sonrió en grande.

Tal como un niño pequeño, comenzó a hacer de todo para conseguir la atención de Jaehyun, no fue hasta que soltó un comentario... un poco referente a sus pensamientos, que lo logró.

— Entonces le enseñé a Johnny hyung, como aprendí a gemir como mona china —enfatizó en tono alto, importándole poco las miradas interesadas de un grupo de adolescentes sentados un par de mesas atrás.

Jaehyun espabiló, parpadeando repetidas veces. Frunció el entrecejo, hasta que recapituló en las palabras de Lee menor.

— ¡¿Tú qué?! —gritó alterado.

Mark suspiró, entrelazando sus propios dedos. Cerró sus ojos, pensando cómo preguntarle a Jaehyun qué estaba pensando sin sonar entrometido.

— Jaehyun hyung, me preocupa, ¿qué es lo que tanto piensa? —suaviza su voz.

Jaehyun se pierde en la mirada interesada de Mark, buscando las palabras correctas para proceder a contarle.

Pero, de alguna manera el que sea Mark le frenaba un poco. Es decir, él es su mejor amigo, sí. Solo que, aún lo ve como un niño, como su hermanito, y conversar ese tipo de cosas -a pesar de que Mark sea el que más diga palabras subidas de tono- no le salen naturalmente.

— Es... es que Doyoung y yo- tú sabes, dimos el paso —pronunció precavido.

Tal cual, como si hubiesen presionado un interruptor, el rostro serio de Mark cambió a una expresión de sorpresa.

— Detalles —exigió.

Jaehyun pasó una mano por su cabello, bufando— Mark, aquí no —habló bajo, tímido.

A buena hora te pones tímido, Jung.

Mark llenó sus mofletes de aire y reviró sus orbes cafés, entendiendo a que rumbo iba esa conversación.

Él sabía que Jaehyun no le contaría. Aún si le apuntase con una bazuca, no soltaría nada.

Pero, como es Mark -uno de los ocho seres más maravillosos del planeta-, ya sabía qué hacer.

La técnica de "conversa con Johnny" siempre funcionaba. Y como Mark sabía sacarle información a su crush, terminaba enterándose de igual manera.

Así que lo propuso.

Con un suspiro dramático y sobreactuado, pronunció— Johnny está en el departamento, podemos ir allá. Quizás en un lugar más privado sí me puedas contar sobre el gran paso en su relación.

Jaehyun lo miró dudoso. Pero, analizando la situación... él necesitaba que le ayudasen a comprender eso. Por lo que aceptó.

Lo que Jaehyun no contaba, era que la razón de sus delirios y enredos sentimentales estuviese allí. Luciendo tan puro como un ángel, envuelto en la suave tela de algodón tintada de color pastel.

— Hola, Jaehyunie —se acercó saltando, sus mejillas manchadas de harina y un poco de chocolate. Doyoung sonrió encantador, y prosiguió a bendecir a Jaehyun con un besito en los labios.

No obstante, Jaehyun no quedó conforme con el suave roce. Por lo que, envolvió su gran mano en la cintura de Doyoung. Tal como siempre sucede, Doyoung jadea, a la par que sus mejillas se tornan rosa, y el calor inunda sus orejitas.

La cómoda e hipnótica atmósfera creada por la pareja, se ve interrumpida por unos contantes murmuros y quejidos.

— ¡Pero préstame tu celular un solo segundo!

— Deja eso, no les vas a tomar más fotos, gatit- Oh, ya dejaron de besarse —acató Johnny, intentando impartir una distancia con Mark para "no ser tan evidente".

Doyoung rió risueño, feliz de ver a sus amigos juntos. Pero, él tenía una misión y no podía abandonarla.

— ¡Vamos a la cocina, Markie! — argumentó rápidamente. Y a tropezones, se arrastró al pequeño canadiense hasta su cocina.

Jaehyun quedó a solas con Johnny, mientras que Doyoung y Mark comenzaban a cocinar cierta sorpresa para el novio del menor presente en aquel departamento.

Jaehyun miró a su amigo, preparándose mentalmente para contar la manera que lo hizo sentir Doyoung al suplicarle a llantos, babeos y gemidos agudos que lo jodiera hasta hacerlo desmayar.

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