Semana Aspik

Sass aun tenía curiosidad por todo lo que rodeaba a Adrien, desde la mujer que le decía que debía hacer y a que hora, como el hombre que lo llevaba y traía de la escuela.

Había escuchado que solía decirle Gorila a aquel hombre y le quedaba bien el apodo, parecía uno.

—Maestro, dígame ese hombre, siempre ha estado a su lado?— susurro Sass desde la camisa del rubio,mientras iban en el auto rumbo al colegio.

Adrien observó, desde el asiento de atrás a su guardaespaldas y una sonrisa salio de sus labios— desde que yo recuerdo ha estado a nuestro servicio, es un hombre de pocas palabras je, pero muy amable— susurro de igual forma— mi madre solía decir que era grandioso tener a alguien como él, atento y muy servicial, cuando mi madre estaba en casa, el era quien solía llevarla a donde necesitaba— respondió con cierta nostalgia al recordar a su madre.

Ante esto Sass asintió, cada día podía entender por qué Plagg apreciaba a ese joven, no sólo daba de si en su forma heroica, si no también era un gran ser humano cómo civil y sabía apreciar a los que le rodeaban.

[...]

A la hora de la salida, Adrien había pedido a su chófer que lo cubriera con su padre con respecto a ciertos productos no indispensables para su dieta, le pidió que lo llevara a la panadería de los padres de Marinette, había escuchado a la joven decir que sus padres tenían a la venta ricos coulettes de chocolates individuales,así que le pidió comprará una dotación para el rubio y otra para el, además ese era un postre qué su madre solía hacerle cada que podía y no quería desaprovechar esa oportunidad, el hombre entro por ellos y se los entrego, ese tipo de acciones las agradecía de corazón, era un hombre que lo quería y apreciaba a pesar de todo y Adrien correspondía de la misma forma.

—Vaya maestro, ahora entiendo por que lo aprecia, es un hombre con gran corazón, sin duda es el indicado para cuidar de usted— dijo Sass con su carita toda llena de chocolate, eso hizo reír levemente al joven, tener a ese pequeño kwami no era tan malo, era otra perspectiva de ser un portador, el adaptarse a cada kwami.

—Si creo que tienes razón, es el indicado para velar por mi seguridad... Aunque terminé akumatizado...— respondió Adrien con una gran sonrisa.

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Hasta la próxima.