Derramar El Té

Semana de Chat Noir

Adrien y su padre habían llegado a Londres, su tía Amelie ya los esperaba, los tres se saludaron y subieron al auto, por fortuna no iban solo ellos dos, Nathalie también los acompañaba.

Al llegar la casa de su tía, Adrien fue a buscar a Félix, al cual Plagg, había denominado, el gemelo malvado, de su portador.

Cuando encontró a Félix, el se encontraba leyendo en la biblioteca, su lugar predilecto.
Al sentir la mirada de Adrien, el rubio levanto el rostro y miro a su primo qué lo miraba con una sonrisa.

—Adrien... Que... Tal...— dijo de forma poco entusiasta, la verdad tener a su tío y primo ahí, no era algo que le agradará.

—Hola Félix, leyendo Los tres mosqueteros, otra ves?— pregunto Adrien con una sonrisa.

—Que puedo decir, es uno de mis favoritos y lo leo antes de la hora del té...— respondió retomando su lectura.

A lo lejos se escucho el grito de su tía Amelie, el cual pedía que los dos jóvenes bajaran, para la hora del té, Adrien aun no entendía esa costumbre, pero siempre que iba, era lo mismo...

—Ya bajamos tía!— exclamó el rubio Agreste, miro a su primo y decidió qué lo mejor era bajar sólo.

[...]

A

hora podía ver a su padre con ganas de regresar a París, la espontaneidad de su tía Amelie, no la solía tolerar bien el gran Gabriel Agreste.

—Cariño, como te ha ido en el colegio?— pregunto Amelie.

—Hem... Bien, ejem...— respondió atragantandose con un poco de té.

La verdad no se esperaba esa pregunta... Ni la siguiente...

—Y, tienes novia?— esa pregunta hizo qué sin querer derramara un poco de té, al intentar no ahogarse con el mismo— Adrien, estas bien?— exclamó alarmada su tía.

—Tranquila tía, yo...— tosio un poco— estoy bien, ya paso... Y con respecto a tu preguntan, no tía, no tengo novia, yo... Bueno...— que le podía decir...

—Creí que tu y la chica, japonesa eran novios... Como se llama...— dijo Félix, como si nada.

—Kagami?— pregunto Gabriel y el rubio Graham negó.

—Te refieres a Meritamon?— pregunto Adrien, su primo asintió y se puso a pensar en eso...

Era linda, conocía su alter ego heroico, eran compañeros de equipo, pero... Jamás lo había intentado, lo hizo con Kagami, pero con ella no... Temía quebrar la confianza y buena amistad,que se tenían.... No lo iba a negar, ella le declaró sus sentimientos, pero solo quedo en eso, ella le explicó qué solo lo hacía para que él lo supiera, no necesitaba corresponder...

De la nada otra azabache apareció en su mente, con sonrisa resplandeciente y dispuesta a ayudar...
Una sonrisa salio de sus labios inconscientemente.

—Meritamon y yo solo somos buenos amigos, además de que la aprecio mucho, pero es todo— dijo completamente seguro, sin embargo no dijo más, al parecer esa pregunta había logrado despertar en el algo...

—Oh vaya... Y no se la podrías presentar a tu primo?— pregunto de forma inocente Amelie, logrando qué Félix y Gabriel derramaran té al intentar no ahogarse.

—No lo creo tía, la verdad es que ella sale con un compañero de la escuela y se compaginan muy bien...— respondió evitando reír.

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—Muy bien chico, tu estas tramando algo y me dirás que es en este instante...— exclamó Plagg al encontrarse solo con su portador. Algo en su mirada había cambiado y no entendía bien qué era.

—Al regresar a París lo entenderás, por lo mientras...— susurro e hizo una llamada— hey nuit, necesito que me ayudes con algo..., no, no tranquila no es nada malo, pero me ayudaras... Perfecto, busca un lugar perfecto para el siguiente fin de semana.... Si lo de te deberé una...,no vemos— dicho esto colgo y miro a Plagg, quien no entendía nada...— vamos a dormir ya Plagg. Buenas noches...

Dicho esto apago las luces y se acostó a dormir.

Total de palabras 650
Estamos a nada de terminar este maravilloso libro.
Espero y les haya agradado. Sin más bye bye petit papillon

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