3. 𝙰𝚗𝚝𝚘𝚓𝚘𝚜
Thor Caminaba de un lado a otro mirando la lista nutrimental que Loki debía seguir.
Según el obstetra debía comer nueces, poca sal, huevo, carne y de preferencia mariscos.
¿El problema?
Loki odiaba los mariscos, el sabor de huevo le causaba asco y era ligeramente alérgico a las nueces.
Su dieta se basaba en verduras, carnes rojas, blancas y frutas.
Aquella tarde, Thor llegaba del supermercado con toda la despensa, le desconcertó encontrar tanto silencio en el interior de la vivienda.
- ¿Loki? - su voz era baja, pensaba que estaría dormido. Despertarlo sólo causaba un mal humor constante.
Al entrar a la cocina noto algo raro. La alacena estaba abierta, reviso llevándose la sorpresa de que faltaban las galletas de chocolate.
Suspiro de manera pesada y subió a su habitación, sólo para encontrar a su tierno esposo embarazado de tres meses y medio comiendo...
- ¿Helado? - Loki lo miró sorprendido y sonrió - ¡No puedes vivir a base de helado!
- Oye, me he quedado con las ganas mucho tiempo.
Este bebé tiene hambre de helado.
- Te hará daño.
- No tanto como dejarlo con el antojo. - sonríe.
Thor miró las cosas que estaban en la cama.
- ¿Dónde está Tony? - se cruza de brazos.
- ¿Qué te hace pensar que está aquí?
- Solo él come donas de todos los sabores.
Loki bufo y Tony soltó una carcajada.
- Atrapado. - se levanta del suelo.
- Tony, un gusto.
- En realidad me la vivo en tu casa malcriando a tu marido. - el azabache le da un golpe - Uy. ¿Saben algo?, tengo cosas que hacer.
Nos vemos Lo, adiós Thor.
Ambos miraron como se marchaba y Loki sonrió culpable.
- Loki, esto no es sano para el bebé.
Entiendo que los antojos te causen malestar y que si no se te cumplen te pones de malas. - suspira - Pero debes alimentarte bien.
Tú cuerpo está pasando por un proceso biológico más complejo que unos cuántos cólicos al mes.
Esto es nuevo porque has dejado la testosterona, tus hormonas están como locas.
- Pero..
- No, escuchame.
Cariño, detesto condicionarte, pero esto ya no es solo por ti.
Así que haremos algo. Come como el obstetra te recomienda y prometo complacer todos tus antojos, siempre y cuando hayas comido.
- Bien..
En la cena ninguno dijo nada, Loki paseaba los guisantes de un lado a otro en el plato sin intención de probarlos.
- ¿Puedo comer helado?
- Te comiste la mitad del bote hace rato.
- No quiero comer.
Thor suspiro, aquello era más difícil de lo que pensaba.
- Esta bien. - se levanta y toma el plato de su amado llevándolo a la cocina.
Loki se recargo en la mesa mirando su vaso de agua.
- Ten. - extiende un pequeño plato con helado. - Y después si tienes hambre te servire de comer.
Una gran sonrisa se formó en sus labios.
- ¡Gracias!
Parecía un niño pequeño recién premiado por una nueva azaña.
Thor sonrió ante aquello y se sentó frente a él para observarlo con amor, con aquella mirada que nunca había desaparecido.
- ¿Tengo algo?
- ¿Por qué lo preguntas? - su sonrisa fue imitada.
- Porque no dejas de mirme.
- Es lindo verte. Me encanta verte, y no solo ahora, siempre.
- Que cursi eres.
- ¿Recuerdas el día que te conocí?, jamás olvidaré que me juraste odio eterno.
- Era un idiota.
- También dijiste que jamás comerias helado por como estaba hecho.
Ahora te miro y no dejo de pensar en esas cosas.
- Anda, burlarte de mi.
- No me burló, es lindo.
- Quiero nachos.
- Nuevo antojo agregado a la lista de la cocina.
Ambos soltaron una carcajada.
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