Theo era feliz con un aparato que emitía todo tipo de ruidos imitando animales.
En realidad para Thor aquello era una tontería, no veía sentido alguno, pero bien decía su marido: Es un bebé, no se divertirá viendo partidos como su padre.

Un golpe bajo a su orgullo, lo iba a permitir, pero simplemente porque amaba a su familia.
Ahí estaba él, mirando al niño apretando botones de todo tipo y soltando carcajadas cuando él gato maulla.

-Ya me aburrí Loki...

-¿Y que quieres que haga?, tienes un hijo de once meses. Ve que puedes hacer con eso.

Thor arrugó la nariz y lo miró atento.

-¿No quieres hacer otro?

-No. Juega con el niño.

-Pero se diviértete solo...

-Juega con el niño.

-Loki...

-Thor Odinson, deja de portar te como un crió y hazle caso al niño.

-Es un juego estúpido.

-Si, bienvenido al juego de la paternidad.

Thor no dijo nada y prefirió mirar al niño entre risas.

A qué no adivinan quién entendió jugos y no juegos por causa de su pendeja dislexia.