Sus zapatos hace casi un año que no las usaba, ni tampoco se había arreglado con tanto esmero, se sentía como un día del pasado, donde no tenía más preocupaciones que por el examen de la semana entrante.

Estaba nublado, pero eso no impedía sus buenos ánimos, revisó una y otra vez su celular, el mensaje lo decía todo.

"Espérame en la puerta a las dos, yo te paso a buscar y lo vamos a intentar."

Creía que se demoraba, y su alma latía sin desgana, estaba ansioso de conseguir el paso final, poder enfrentarse a las calles de la sociedad. 

¿Habían edificios nuevos? ¿Nuevas tiendas, nuevas personas? 

Ni recordaba algunos lugares por dejar de pasear.

A las dos en punto llegó su querido amigo, llevando una jardinera que para Geno parecía muy adorable, se quitó los pensamientos de la cabeza, recibiendo un abrazo de su acompañante.

" Wow, luces muy elegante, ¿Es que vas a una fiesta? "

" Hola, Ink. "

" ¿Qué te parece si intentamos ahora? No quiero que te arrepientas. "

El mayor miró al menor, parado al otro lado del umbral, dejando que el brillo del opaco día fueran bloqueadas con su corta estatura.

Asintió, y sus manos con cuidado Ink tomó.

"Camina lento, y piensa que irás a ir a un jardín, mucho mas grande y diverso. Solo para ti. "

Sus piernas comenzaron a flaquear, temblando ligeramente impidiendole caminar, él podía, él creía en sí, y aferrado a sus manos comenzó a salir.

Un paso tras otro, hasta llegar a los cuatro abandonando su prisión.

En vez de llorar y derrumbarse como las anteriores veces, sonrió en el dilema de qué hacer ahora.

Una de sus manos no fue apartada, en cambio, sus dedos fueron entrelazados.

Algo ruborizado de la impresión, miró a Ink, andaba de la misma forma, pero no dijo nada más que un "vamos".

Estaba orgulloso de sí mismo.

Saliendo a pasear con su compañero.