81.

El jardín no lo volvió a regar, no sentía las ganas, no tenía ánimos ni para salir de cama.

Seguía impactado, ensimismado de que su propio hermano hiciera todo aquello, acciones similares a los que había hecho su ex-esposo, pero repetidamente, y sabiendo la verdad, Ink también había seguido con él no importa qué.

¿Cómo debía sentirse al respecto de su hermano? 

Le había escondido todo aquello, haciéndose ver la víctima de todo aquello.

La puerta sonó, y el rey de roma se asomó.

" Te traje la cena... "

" No tengo apetito. "

No se movió de la cama, no quería comer, solamente seguir pensando qué decir.

Así estuvo por largos días. Sin deseos de vivir.

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