69.

Ink estaba contento, después de fertilizar el patio a las semanas las flores salían de sus refugios de tierra, flores blancas y amarillas.

No pudo ocultar su felicidad, aún los pétalos decaían se mantenían firmes buscando lo que podría ser un buen y largo futuro.

Ink acarició un pétalo, y cerró los ojos.

Algo había mal.

¿Por qué su mente estaba tan distraída?

No podía fallar en su plan.

Las flores debían crecer por sí solas, y no verse tan apegadas a quien las ayudó.

" vamos florecitas... No se tropiecen con la misma piedra... "

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