Geno se quedaba quieto en la cama al despertar, como si tratara de ubicarse, volver a la realidad, como si su mente y cuerpo fueran distintos.

Y es que estaba acostumbrado a despertar con un beso de buenos días por parte de su ex-esposo, o un abrazo.

Y por ello siempre trataba de despertar cuando Error se iba, para saber que estaba ahí y no lo abandonara de la noche a la mañana.

" Error. "

" ¿Qué? "

" Dame un beso. "

El azabache le miró con extrañeza, principalmente confusión antes que repulsión.

" ¿Qué? " 

" Uno de buenos días. "

Geno estaba estático, recostado de lado para mirarlo fijamente, sin mucha expresión, mas una lágrima salía de su cuenca.

" ¿Soñaste otra vez con el hijo de puta? "

" ...Sí. "

Error rodó sus ojos y se acercó a darle un beso en la frente a su hermano, Geno le abrazó y se aferró para que no se vaya en vano.

Esto le había desconcertado, pero suspiró hasta que el mayor bajo los brazos tranquilos de Morfeo se hallara mimado.

" Más te vale hacer algo rápido, Ink, o cancelo el contrato. " Susurró Error, volviendo a su rutina de trabajo.