El salón estaba ambientado por la misma tonada de hace años atrás, sentado en el sofá con el alma en su garganta, sabía que era peligroso haber hecho aquello, volver al pasado.

Pero todo giraría diferente, y podría seguir adelante, porque no habría ningún adiós, si no, un hasta pronto.

Ink salió del jardín con una corona de flores en su cabeza y otra en sus manos, para dejarlas sobre Geno y después invitarlo a bailar, ofreciendo su mano para así su cuerpo levantar.

" ¿Me concede esta pieza? "

Ink rió tras decirlo, aunque pronto se sonrojó al recibir un beso en su dorso, pronto Geno la tomó y fue quien lo apegó a él sonriendo ansioso.

" Por supuesto que sí. "

Al ser más bajo, Ink tenía que tener su mano en el hombro ajeno mientras Geno desde su espalda, compartiendo torpes pasos y risas a montón, hacia tiempo que el mayor no bailaba y era la primera vez del de ojo de estrella.

Hablaron bajo y en susurros, dejándose fluir por la melodía.

Y cerraron la promesa que dentro de unos días volverían a verse, y comenzar una nueva vida juntos con un suave beso.

Porque no fue necesario decirlo en voz alta.

Si ambos lo sabían desde sus miradas...

Las acciones son más honestas que las palabras.