CHAPTER XXI
+340 votos para continuar
CHAPTER XXI
( you were one of us! )
──── ⊰✩⊱ ────
LA LIMUSINA ESTACIONÓ JUSTO EN FRENTE DE LA Secundaria de Auradon, Uma y Ginny miraban a su alrededor sorprendidas por el gran edificio, a diferencia de Agnys, quien miraba todo con asco, producto de los negativos recuerdos del lugar.
— ¿Estudiaste aquí?— le preguntó una sorprendida Ginny, apreciando la gran estatua del padre de Ben.
— Sí, realmente fue un martirio— contestó la diosa jugando con las tiras de su mochila en sus manos—. Agradezcan que es de noche, sino el sol no las dejaría pensar.
Agnys comenzó a caminar hacia el edificio, siendo seguida por las dos villanas y el Rey Ben, quién seguía bajo el hechizo del collar de Uma. El lugar se encontraba desierto, todos se encontraban en la fiesta, por lo que podían rondar en los pasillos sin ninguna preocupación.
»¿Dónde es la fiesta, Ben?«, le preguntó la peliazul en el lobby de la Secundaria, mientras las chicas admiraban los floreros de las esquinas.
— En un barco, cerca del hogar de las sirenas— respondió el muchacho en un estado pasivo, gracias al encantamiento.
— ¿El evento es formal?— volvió a preguntar, viendo sus vestimentas. En la Isla era imposible tener buenas ropas, no como tenían en Auradon.
— Sí, es un Cotillón— contestó el Rey, esperando futuras ordenes de la diosa.
La Princesa del Inframundo suspiró, antes de girarse a sus acompañantes.
— Necesitaremos vestidos— les comunicó provocando que ambas fruncieran el ceño—. Me niego a hacer una entrada, sin estar vestida acorde a la situación.
— ¿Dónde conseguiremos vestidos?— preguntó Ginny inocentemente, antes de ver los rostros de las chicas frente a ella—. Oh, los robaremos.
— Buena chica— la felicitó Uma como si de un perrito se tratara, provocando que la de mechas magentas rodara los ojos.
— Y sé dónde conseguirlos— finalizó Agnys, antes de guiarlas por los pasillos. Pero se detuvo de golpe, antes de girarse hacia Ben— ¿Evie cambió de habitación?
El muchacho se acercó rápidamente al ver que se dirigía a él, queriendo ser lo más servicial posible.
— Sí, se encuentra en el tercer pasillo— comenzó a explicarle—. Segunda puerta a la izquierda.
— Eres un amor— lo alagó sarcástica, provocando risas en las muchachas, antes de dirigirse hacia allí.
Uma y Ginny seguían asombrándose de las comodidades de Auradon, y Agnys no las culpaba. Auradon realmente era el paraíso de la comodidad y como tal, la odiaba. Odiaba que ellos tuvieran todo y ellos nada, pero eso cambiaría esta noche.
Las tres entraron en la habitación, no sin antes pedirle al Rey Ben, a quién la octópoda le sacó el collar, que las esperara afuera. Lo primero que hizo Uma al entrar fue tirarse sobre la cama, apreciando la comodidad de esta; mientras que Ginny corrió hacia el tocador, deslumbrándose con la variedad de maquillaje que este albergaba.
— Ahora lo entiendo todo— dijeron ambas al mismo tiempo.
— No sé cómo abandonaste este lugar— se dirigió Uma a la diosa, mientras enterraba su cara en las almohadas de plumas de la hija de la Reina Malvada.
Agnys rodó los ojos, sabiendo que la peliverde conocía la respuesta, mientras buscaba el cuaderno de diseños de Evie. Lo terminó encontrando en su escritorio, bajo algunos recortes de tela. Seguramente estuvo haciendo vestidos hasta última hora.
— Agnys, ¿qué es esto?— la voz de Ginny la hizo girar, encontrándose con la muchacha con su carta en la mano.
— ¿Dónde encontraste eso?— preguntó con desesperación de que no la leyera.
— Estaba aquí, junto a su cama— señaló, antes de que la diosa se la arrebatara de las manos y la rompiera en mil pedazos frente a ellas.
Agnys se giró sobre su eje para empezar a ojear el cuaderno de diseños, aunque también para que no vean lo afectada que se encontraba de ver aquella carta.
— Agnys, ¿qué era eso?— le preguntó la octópoda, algo preocupada por su reacción.
— Nada.
— Agnys...— murmuró Ginny conociendo todos sus trucos.
— ¡No es nada!— se giró acorralada con su cabello comenzando a flamear, antes de mirar a los pedazos rotos en el suelo—. Ya no es nada.
Las villanas se mantuvieron en silencio, expectantes a las futuras acciones de la diosa, quién se giró nuevamente para seguir viendo aquel cuaderno. Toda la habitación se mantuvo en silencio, lo único que podía escucharse eran las hojas pasar con rapidez.
»Creo que esto puede servir«, dijo la peliazul, provocando que las villanas se acercaran a ver las páginas.
— Wow, realmente estaba obsesionada contigo— habló Uma, admirando la cantidad de páginas dedicadas a outfits para la hija de Hades.
— ¿Qué puedo decir? Soy difícil de olvidar— se burló la diosa.
— Sí, díselo a Harry— siguió Ginny, provocando risas y aliviando el ambiente del reciente estallido.
— Tendré que hacer algunas modificaciones, pero funcionarán— habló Agnys, antes de hacer sonar su cuello y ubicar la Corona del Rey del Inframundo en su cabeza—. Para conseguir nuestra libertad, has de estos vestidos realidad.
Llamas azules rodearon al trío, Uma y Ginny se asustaron al nunca haber presenciado los poderes de la diosa, antes de relajarse al notar que las llamas no las lastimaban. Agnys dio un elegante giro, admirándolas a todas, antes de asentir conforme.
— Sí, soy fabulosa— afirmó, antes de dejar el libro dónde estaba.
La hija de Úrsula y la hija de Mother Gothel, se miraban entre ellas sin poder creer los vestidos que estaban sobre sus cuerpos. Corrieron hacia los grandes espejos para admirarse, jamás habían tenido algo tan lindo y jamás imaginaron que algún día podrían usar algo como eso.
Agnys había cambiado los colores originales, dándole a cada una su color característico. Los tres vestidos eran elegantes y perfectos para la ocasión, si las hubieran invitado, obviamente.
Ginny contaba con un vestido de hombros libres magenta combinando con su cabello, con un tul semejante a una enredadera, que elevaba el vestido a un nuevo nivel. Uma llevaba un vestido verde oscuro, con brillo en la parte superior que iba desapareciendo en la inferior, en el largo tul. Por último, Agnys usaba un vestido negro entallado en su cintura, con mangas largas, generando un aura de elegancia.
Cuando la emoción de sus acompañantes se aminoró, la diosa las guió fuera de la habitación, seguidas por Ben, en dirección a la tan ansiada fiesta.
El momento había llegado, el momento de liberar a la Isla de una vez por todas. Agnys se encontraba decidida, sin embargo, las dudas seguían en su cabeza, y el beso impulsivo que había compartido con Harry minutos antes de irse, no abandonaba sus pensamientos.
¿Acaso esto significaba que ahora eran algo?
No, no lo creía. Al menos, no antes de hablarlo seriamente.
Harry Hook era un coqueteador nato, todos lo sabían. Era más que probable, que el pirata le haya coqueteado a toda la isla al menos una vez, y eso era algo que la mantenía intranquila.
¿Era posible confiar en alguien tan versátil?
A pesar de que la diosa fuera la representación de la confianza misma, cuando de las relaciones se trataba, Agnys era uno de los seres más inseguros que existían. Las dudas llenaban su cabeza, y la posibilidad de confiar en alguien más, fuera de su círculo era algo inaudito.
Sin embargo, era cierto que últimamente Harry solo se encontraba a su alrededor, cual cachorro fiel. Siguiéndola a todas partes, viéndola desde lejos y hasta dudaba de que el muchacho se fuera a su casa a la noche.
¿Debía confiar en sus palabras? ¿Debía abrir su corazón nuevamente, cuando ya fue roto tantas veces?
Este no era el momento para pensarlo, estaban a pocos pasos de la costa, lo que significaba que el plan debía comenzar en aquel preciso instante.
— ¿Tienes el libro?— preguntó la diosa aun mirando la inmensidad del barco frente a ellas. Ginny asintió, agitándolo en su mano— ¿Tienes el collar?— cuestionó esta vez a Uma, quién sujetó la cadena de su cuello. Agnys sacó todo el aire contenido—. Hagámoslo.
Las tres siguieron a Ben, aún hechizado por el collar de la octópoda, en dirección a la cubierta del barco dónde se realizaba la fiesta. Las voces se escuchaban cada vez más fuerte, provocando que las manos de la diosa se cerraran en puños, aún más al reconocer ciertas voces sobre las demás.
Las trompetas sonaron, y la exclamación de Lumiere presentando al Rey Ben se escuchó. Los aplausos no se hicieron esperar, al ver a su tan aclamado Rey frente a ellos. Pero de un momento para otro, sus ojos se iluminaron de azul, antes de desmayarse y caer por las escaleras frente a Mal.
— ¡BEN!— exclamaron todos, antes de acercársele preocupados.
La pelimorada intentaba despertarlo, cuando una voz demasiado conocida por todos sonó sobre las escaleras.
— Ya no lo necesitábamos— dijo la diosa frente a ellos con falso pesar, antes de darles una gran sonrisa a la audiencia—. ¡Hola, Auradon! No creyeron que aquella Coronación sería lo último que verían de mí, ¿verdad?
La gran risa de Agnys retumbó en todo el lugar, y un escalofrío recorrió los cuerpos de todos los presentes como si la temperatura del lugar hubiera bajado, a pesar de encontrarse a comienzos del verano.
— Agnys...— murmuró Evie, sin poder creer lo que sus ojos veían.
La diosa se encontraba frente a ellos, pero no estaba sola. La presencia de Uma junto a ella, provoco que los engranajes de las mentes de los VKs comenzaran a trabajar. Los había engañado perfectamente, ella nunca estuvo de su lado, todo fue un vil truco en manos de la Heredera del Inframundo.
»¿Me extrañaron? Yo lo hice«, siguió burlándose mientras bajaba las escaleras lentamente. »Envejecen más cada vez que los veo«, señaló a los anteriores reyes con un guiño. »Bíbidi Bábidi, ¿te gustó mi truco, Hada Madrina?«, se rió palmeando el hombro de la nombrada.
— ¿Cómo saliste de la Isla?— preguntó Mal, aún agachada frente al cuerpo de Ben.
— Yo creo que eso no es lo importante ahora, ya estoy afuera— señaló mientras su cabello comenzaba a flamear libremente—. Lo verdaderamente importante, es qué es lo que haré, ¿no te parece?
— ¿Liberar a la Isla?— preguntó Carlos sarcástico sabiendo la respuesta.
La diosa giró rápidamente para mirarlo seria, mientras Jay ayudaba a levantar a Ben, quien ya había despertado.
— No me gusta tu tono, pequeño Carlos— respondió mientras las luces del lugar iban bajando, dejándolos a oscuras lentamente—. Pero sí, me parece que mi objetivo siempre ha sido bien claro. Muchas gracias.
— Agnys, no tienes que hacer esto— la voz de Kiara se escuchó, provocando que el cabello de la diosa dejara de flamear por un instante.
La felina se encontraba de la mano con Carlos, tal parecía ser que se encontraban en una cita. El ceño de la Princesa del Inframundo se juntó, al ver que la mano de Zahid se encontraba unida a la de Jay.
— Oh, ya veo— se rió sin una pisca de diversión, mirándolas a ambas a los ojos.
— No, Agnys...— intentó explicarle la Princesa de Agrabah, pero la atención de la diosa se dirigió al muchacho musculoso de cabellos dorados, que se encontraba a un lado.
— Wow, estás más feo de lo que recordaba— se burló con una mueca de asco, Herkie intentó acercarse a ella molesto, pero extrañamente se detuvo de golpe. Fuego azul rodeaba la mano de Agnys, a la vez que señalaba al muchacho—. Alto ahí, sobrino.
— A, por favor— suplicó Evie, tratando de hacerla entrar en razón. Pero Ginny se interpuso echando humo.
— No te atrevas a acercártele, Evie Grimhilde— le dijo con veneno en cada palabra—. Tú la rompiste, acepta a las consecuencias.
— Estábamos bien, estamos bien— la corrigió inocentemente.
Ginny rió.
— ¿En verdad creíste que estarían bien, luego de todo lo que la hiciste pasar?— le preguntó cruzando sus brazos, antes de negar impactada—. Parece ser que tu actuación de tonta, no era realmente una actuación.
— Eso es triste, chica— agregó Uma, elevando sus cejas.
— Agnys, la violencia no es necesaria— se adelantó Mal para pararse entre la diosa y Herkie, interrumpiendo el hechizo—. Podemos solucionarlo, podemos solucionarlo juntas. En vez de crear un plan para romper la barrera, deberíamos ser meticulosos con quienes salen de la Isla. Podemos ir liberando niños, como lo hicieron con nosotros.
La diosa dejó salir una risa falsa mientras murmuraba "Todavía no lo entiendes, maldita sea", antes de morder su labio fuertemente, sin poder creer lo que decía la pelimorada frente a ella.
— Nunca me caíste bien, te odiaba, pero eras una de nosotros— comenzó a hablar Agnys acercándose lentamente. Mal podía ver la decepción en los ojos de su hermanastra, haciéndola sentir horrible por dentro— ¡Eras una de nosotros! ¡Deberías entenderlo todo!
— Lo hago, lo entiendo...
— ¡NO LO HACES!— las luces se apagaron, antes de volver a iluminarse, pero esta vez de color azul—. Deberías recordarlo... Deberías recordar como toda nuestra vida, creímos que algo estaba mal con nosotros. Como nos sentíamos dejados de lado y cómo creíamos que nunca podríamos encajar.
Lágrimas comenzaron a aparecer en los ojos de los descendientes de la Isla, conociendo el sentimiento del que Agnys les hablaba. Lo conocían perfectamente, ¿acaso habían olvidado lo que era vivir en la Isla? ¿Auradon los había cegado?
»Pero me di cuenta, que nada está mal conmigo. No me gusta ser una marginada, no me gusta no agradarles, pero ustedes decidieron verme de esa forma«, señaló a los antiguos reyes junto al Hada Madrina.
»Estoy cansada de sentirme como mierda, estoy cansada de sentir que no pertenezco. Si nadie va a preocupar por mí, yo voy a cuidarme a mí misma. Porque al final del día, así es«, continuó caminando frente a todos, hasta detenerse frente a los VKs.
»Es uno contra el mundo«
UF UF UUUUUFFFFFFFF
PERO QUÉ PICANTE SE PONE TODO CHE!
Agnys ya está en Auradon y como siempre hace una entrada increíble ;)
Uma y Ginny pudieron ver un poco de cómo viven en Auradon♥
¿Qué creen que ocurra en el Cotillón?
¿Acaso Agnys ganará finalmente? ¿Convencerá a alguien de unirse a su lado?
Recuerden que si quieren hacer memes, dibujos, edits, lo que sea pueden hacerlo y los recibiré con gusto♥
Nuevamente gracias por el apoyo y espero que les haya gustado el capítulo ;)
Les dejo memes ;)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top