CHAPTER XV
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CHAPTER XV
( shit, don't do that! )
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EN AURADON LAS COSAS NO ESTABAN PARA NADA bien, Mal acababa de escaparse para volver a la Isla de los Perdidos, tal parecía ser que la presión de ser una princesita perfecta, hizo que explotara y con ella todo su alrededor. Evie acababa de encontrar una carta de despedida en su habitación, junto al anillo de Ben.
Sin poder evitarlo, recuerdos del después de la Coronación vinieron a ella. La decepción en los ojos de Agnys antes de partir nuevamente a su hogar, las lágrimas que salieron de sus ojos mientras se encontraba acostada en su cama, sin que nadie pudiera verla. Y, por último, la carta que encontró sobre su almohada. Aquella carta que la destrozó profundamente, no sólo por lo que decía, sino también porque reconocería aquella perfecta caligrafía donde fuera.
𝓠 uerida traidora,
𝓔 scribo mis sentimientos, para así deshacerme de ellos antes de volver a la Isla. Quiero dejar enterrado todo lo que he sentido alguna vez, para así concentrarme en mi único objetivo. Aquel sueño que antes era compartido por ti, pero parece ser que fue olvidado.
𝓔 stoy entera y profundamente enamorada de la que fue mi mejor amiga. ¿Y cómo no podría estarlo? Ella es fuerte, valiente e impresionante. Tiene unos hermosos ojos, que quiero creer que se iluminan cada vez que me ve; y la sonrisa más grande que alguna vez he visto, y siempre deseé incitar. Y ella se ve sin miedo, poderosa; pero por dentro, es sensible, inteligente y todo lo que nunca podré ser. Es la persona más amable que jamás conoceré.
𝓨 ahora, esa chica cambió. Ya no compartimos los días y las noches, ya no nos reímos juntas. Me abandonó por la persona que más detesto en el mundo, como si no importara. Nunca pude estar a la altura, solo tuve que pretender que lo estaba, pero ni eso pareció suficiente. Espero que estos sentimientos queden enterrados donde esta carta yace, lejos de mí.
𝓐 hora te quedarás en Auradon, junto a todo lo que alguna vez despreciamos. ¿Acaso se te olvidó de todo lo que nos hicieron? Tal vez solo aceptan las disculpas de quienes les conviene aceptarlas, el problema es que ellos deberían ser quienes se arrodillen a nuestros pies pidiendo misericordia.
𝓔 spero no volver a verte nunca más y si debo volver a ver tu rostro, será porque finalmente haya cumplido lo que tanto deseé. Se arrepentirán de todo lo que alguna vez nos hicieron.
𝓗 asta nunca Evie Grimhilde, ojalá hayas encontrado lo que buscabas. Está claro que yo no pude.
— 𝓐 gnys, futura Reina del Inframundo
y la mayor pesadilla de Auradon.
Aún recordaba cada palabra de aquella carta y cómo no hacerlo si aún la leía por las noches. Aún se reprochaba por todas las malas decisiones que había hecho. Y, sobre todo, aún se insultaba a sí misma por no corresponder sus sentimientos cuando tuvo la oportunidad.
Ahora ya era tarde, pero eso no provocaba que su corazón dejara de latir cuando veía el fuego de la chimenea, o cuando veía todos los diseños de ropa que alguna vez hizo para ella, o incluso con la simple aparición del color negro. Sin embargo, ella no fue la única afectada por la partida de Agnys. Evie los veía en los almuerzos, el grupo que se juntaba con la diosa cuando asistía a Auradon High.
Si hablamos de los más afectados, esas serían Kiara y Zahid. Desde que la peliazul se había dio a la Isla de los Perdidos, la felina y la princesa habían estado decaídas; Zahid podía disimularlo después de todo, desde pequeña le habían enseñado a esconder sus sentimientos. Pero Kiara era todo lo contrario, apenas se emocionaba por algo y el único que podía sacarle al menos una pequeña sonrisa era Carlos, con quién se había vuelto muy unida últimamente.
Zahid también se había unido a uno de los hijos de los villanos, justamente el cual sus padres no querían que se acercara. La relación de Zahid y Jay era la más extraña que Auradon alguna vez haya visto. Ambos se odiaban mutuamente, por decirlo de alguna forma. Peleaban por todo, para ellos todo era una competencia y nunca dejaban de molestarse el uno al otro. Pero también se reían juntos de los niños mimados, se apoyaban cuando lo requerían y más de una vez, los habían encontrado más cerca de lo que el espacio personal habitual requería.
Peyton y Evangeline también extrañaban a Agnys, pero no se habían hecho tan unidos como ellas. Igualmente, la perdida era sentida de igual forma.
Quien era un caso aparte, era Herkie. El hijo del dios Hércules, no paraba de burlarse del acto fallido de la villana, por liberar a la Isla. Más de una vez fue enfrentado por Zahid, quién le gritaba hasta la segunda estrella con tal de que dejara de decir estupideces. Aunque no lo hacía sola, Evie también participaba del club "Insultemos a Herkie", sentía que después de todas las veces que le había fallado, se lo debía. Sobre todo, si el idiota de Herkie decía mentiras sobre ella.
Evie corría por los pasillos hacia la oficina del Rey Ben con la carta y el anillo en sus manos.
Si tan solo hubiera corrido de la misma forma para detenerla, pensó Evie.
— ¡Ben! — lo llamó entrando a la oficina rápidamente—. Mal volvió a la Isla.
El rostro feliz de Ben por ver a su amiga, se transfiguró en perplejidad completa. La peliazul se acercó a él para entregarle ambas cosas. El Rey la leyó sin poder creérselo.
— Esto es mi culpa— dijo inquieto—. Esto es mi culpa, lo arruiné.
Al igual que yo.
» Estuvo bajo tanta presión y en vez de ser comprensivo, fui toda una bestia con ella. Tengo que ir allá y disculparme. Tengo que ir y rogarle que vuelva. «
Lo que nunca pude hacer.
— Ben, nunca la encontrarás— le contestó la chica—. Necesitas conocer la Isla y cómo funciona...— se detuvo para pensar bien lo que diría a continuación—. Tienes que llevarme contigo.
— ¿Estás segura? — le preguntó el muchacho, sabiendo que no sería fácil para ella volver.
— Sí, es mi mejor amiga— dijo no siendo la imagen de Mal la que le vino al cabeza primero—. E iremos con los chicos porque cuantos más, mejor, y ninguno de nosotros es muy popular allá ahora mismo.
Menos ahora que Agnys la lidera sola.
— Gracias.
— No hay manera de que vayas vestido así.
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Agnys fue golpada por la espada de Harry en el trasero por sexta vez aquella tarde, por lo que soltó un rugido. El pirata amaba verla enojada por perder en su entrenamiento de espadas, era obvio que la diosa nunca necesito de un arma para defenderse, sin embargo, ahora eran uno solo; por lo que ella ahora formaba parte de su tripulación, como siempre había soñado.
— ¡Otra vez! — gritó furiosa por perder ante el pirata que la miraba divertido.
— Aunque lo intentemos otra vez, volverás a perder— le dijo el castaño, relajándose contra el mástil de su barco—. Además, es tarde. Debo llevarte a casa.
— No esta vez— sentenció mientras se sonaba su cuello y agilizaba sus articulaciones—. Y no necesito que me lleves a mi casa, puedo cuidarme sola.
Aquella contestación solo hizo que el muchacho sonriera aún más complacido, sabía perfectamente que podía cuidarse sola, después de todo, nadie se atrevería a hacerle algo a quién reinaba la Isla. Sin embargo, amaba acompañarla, ya que era el único momento dónde estaba realmente a solas con ella. Y siempre pudo notar que cuando nadie la tenía en la mira, su imagen corporal se relajaba, volviéndola más atractiva ante sus celestes ojos.
— Si insistes— murmuró sin debilitar su socarrona sonrisa, antes de sacarse su chaqueta, la cual ya le estaba molestando, luego de tanto entrenamiento. Su garfio se lo había sacado antes de iniciar, por miedo a lastimarla sin notarlo.
Ambos se miraron fijamente retándose con la mirada. Harry era paciente, sabía perfectamente que la energía de Agnys no duraría mucho encerrada, por lo que atacaría primero. Y así fue, nuevamente.
La diosa chocó su espada con la suya, haciendo un sonoro ruido metálico. La acción fue repetida varias veces y Harry debía admitir que Agnys era una aprendiz veloz, los errores que cometía una vez, no volvía a cometerlos nunca. Por eso, con cada práctica, sus combates duraban mayor tiempo cada vez.
Harry vio su oportunidad, golpeando la mano de la chica, la cual tenía la espada, provocando que la soltara. Rápidamente agarró aquel brazo, mientras ella estaba distraída por la espada en la cubierta, y tiró de él para acercarla a su cuerpo, con el cual la arrinconó contra el mástil.
Ambos tenías las respiraciones entrecortadas por la adrenalina, o eso diría Agnys sin querer admitir otra cosa.
— Siempre debes sostener tu espada con fuerza— la aconsejó a centímetros de su rostro, sin sacar la mirada de sus ojos—. En cualquier momento pueden intentar desarmarte.
— ¿Crees que no lo intento? — se quejó queriendo cruzar sus brazos, pero el pecho de Harry contra el suyo se lo impedía, volviéndolas a su lugar anterior—. Estas manos fueron para quemar y dirigir, no blandir una espada.
— Lo haces bien, solo debes mejorar— Agnys le hizo una mueca molesta por perder, ella odiaba perder. El muchacho la miraba desde su altura, maravillado por aquella cercanía que nunca antes le había permitido, y al parecer, la diosa se encontraba distraída con la piel que podía apreciarse por los agujeros en su remera maltrecha, ya que no daba indicios de querer alejarse de su posición—. Eres tan pequeña y adorable.
Agnys levantó su mirada de la remera del muchacho con los ojos abiertos de furia.
— Podría literalmente patearte el trasero ahora mismo— gruñó provocando un escalofrío en la espalda del pirata—. Si estuviéramos afuera de esta Isla ya estarías rostizado.
— Lo sé— le sonrió sin mostrar sus perfectos dientes, antes de dirigir su vista a sus labios.
Mierda, no hagas eso, pensó Agnys algo mareada.
— ¿Estarás en esa posición con mi hermana mucho tiempo más? — la voz de Hadie se escuchó, recordándoles que no se encontraban solos en aquel barco.
Hadie se había sumado a su plan hacía pocas horas, luego de descubrir que tenía tramado su hermanita y que sería con la participación de Uma, no pudo evitar querer formar parte. El dios siempre había estado maravillado con la hija de la bruja del mar, fuego y agua, irónico ¿verdad?
— Déjalos ser— dijo Ginny mientras practicaba su balance.
— No-oh— siguió Ace—. No frente a los pobres, muchas gracias.
— ¿Pobres? — preguntó Gil sin entender a qué se refería Ace.
— Luego te explico— le contestó Uma, antes de acercarse a la parejita que ya se había separado, para dirigirse a Harry—. Debes ir a cobrarle dinero a la mocosa de Dizzy— le recordó.
El pirata suspiró antes de hacer su camino hacia la salida, más se giró hacia la diosa nuevamente.
— ¿No vienes?
Agnys se encogió de hombros, antes de seguirlo.
— Nunca viene mal un poco de diversión.
Bueno, este fue un capítulo diferente a lo que estaban acostumbradas, principalmente la primera parte. Pudimos ver un poco de la vida de nuestros personajes de Auradon y qué están sintiendo con respecto a nuestra protagonista, ¿les gustaría más contenido de este estilo?
No me refiero a narrar la vida de los otros personajes, ya que sé que les interesa más Agnys. Pero tener unos cuantos vistazos no me parece mal, más que nada para saber dónde se encuentra cada uno en esta historia.
Evie esta que me saca de los nervios pero bueno, es mi historia y así lo quise jejox
¿Qué piensan de Harry? ¿Atracción sexual o algo más?
¿Qué se imaginan o les gustaría que pasara?
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