Antes de leer se les recomienda escuchar esta canción:

https://youtu.be/e2vBLd5Egnk

𝙎𝙘𝙖𝙧𝙚𝙙 𝙩𝙤 𝙗𝙚 𝙡𝙤𝙣𝙚𝙡𝙮. #AlternativeUniverse Leopold Fitz 
　　　　　　　　　　　　
　　　Él se removió en la cama incómodo unas mil veces aquella noche, no era la primera vez que sucedía. De nuevo se estaba preguntando porque volvía con esa persona, porque seguían fundiendo sus cuerpos para consumir un deseo carnal con tanta intensidad, que terminaba quemando su alma y haciéndole sentir extremadamente vacío; esta vez no era la excepción.
　　　　　　　　　　　　
　　　Poco a poco fue rompiendo aquel abrazo del que su chico le tenía sujeto, tomó asiento en la cama y apoyó sus manos sobre el colchón. Dio un vistazo al rostro masculino, sus finos rasgos al descansar le hacían parecer un ángel caído del cielo, cuando en realidad era el causante de sus peores pesadillas y su más larga tempestad.
　　　　　　　　　　　　
　　　Al colocarse de pie, deslizó ropa interior por sus piernas y buscó entre sus pantalones la caja de cigarrillos. Tenía una tremenda necesidad de quemar sus penas y hacerle el amor al mismo diablo para que lo sacara del agujero al que se metió. Encendió el fuego y colocó la punta sobre el mismo; el humo no tardó en salir de sus labios después de la primera inhalada.
　　　　　　　　　　　　
　　　Abrió la ventana y se sentó en el marco de la misma, Fitz no dejaba de mirar al cuerpo que estaba en su cama, en plena paz, teniendo un dulce sueño. ¿Acaso lo necesitaba solo para sentirse bien? Esa fue la primera pregunta que azotó sus pensamientos. ¿Por qué? Él lo sabía, solo necesitaba a una persona que le hiciera sentir bien, es por eso que terminaba aferrado a su anatomía.
　　　　　　　　　　　　
　　　Cada segundo de su vida se iba disipando en el humo del cigarrillo, quizás exageraba, pero ojalá se la llevara por completo para no afrontar su realidad. Lo cierto es que, no podía estar solo y a la vez estar bien. ¿Dónde quedó lo real? Bastaba un toque pasional para callar como se sentían sus corazones.
　　
　　　Lo único que importaba en esos momentos es el hecho que ambos sabían que fuera, en aquel mundo lleno de personas, existía una perfecta para cada uno y el único motivo que tenía para aguantar los golpes, los gritos y los constantes azotes de puerta haciendo énfasis de sus defectos era solo eso; miedos a estar solo.

Muchísimas gracias por estar aquí, sinceramente estoy muy contenta de volver a publicar por esta plataforma! Se les quiere mucho.

XOXO<3 Francisca Malavé.