-Tenemos que hacer algo con Granville, debe reconocer que Obake no asesinó a su esposa y reducir su condena.- les dijo Wasabi a los demás en cuanto llegaron a su laboratorio.

-¿Cómo sabes que irá a prisión?- le preguntó Jak apoyado en una pared lejos de los demás.

-Porque mentir e inculpar a alguien en un asesinato para cubrirse es un delito.- le contestó como si fuera lo más obvio.

-Oh, vamos que se pudra el tiempo que se tenga que pudrir en la cárcel, al final, todo lo que pasó fue culpa suya.- bramó el chico.

-Ok, entendemos que estés molesto, Jak.- intervino Honey Lemon para calmar al Menendez- Pero Granville sigue siendo nuestra directora y nos a ayudado mucho en múltiples ocasiones, si hay algo que podamos hacer para reducir su condena... Creo que se lo debemos.- dió su opinión, la cual no fue muy bien recibida por todos sus amigos.

-No. Claro que no debemos nada.- Hiro alzó su voz- Me parece indignante que digan toda esta bobería.- añadió.

-Si hubieras estado 4 años con ella en vez de sólo 5 meses, pensarías diferente, hermano.- le dijo Tadashi poniendo las manos en sus bolsillos.

-¡Es una farsante! Si es una gran científica tecnológica como dice ser, ella misma hubiera construido esa máquina y nada de esto hubiera pasado, Bob Aken no tendría que huír de la "justicia", Trina hubiera crecido como toda persona merece criarse y Miranda Aken seguiría viva.- el menor de los hermanos Hamada defendió su punto de vista.

Después de hablar, Hiro se retiró del laboratorio y Gogo fue tras él.

-Mmm... Ok, amigos, todo esto se está volviendo muy tenso, así que será mejor que todos nos tomemos un descanso.- les dijo Fred a los que se quedaron, recibiendo un asentimiento de parte de todos- Bueno, entonces... Amor, ¿quieres ir a una tienda de cómics conmigo?- le preguntó a Wasabi.

El afroamericano sonrió y se acercó a él para tomar su mano.

-Nos vemos, chicos, cualquier cosa, no duden en llamarnos.- se despidió Wasabi de la rubia, el Hamada que quedó y de el excriminal.

-Bueno...- murmuró Honey Lemon con nerviosismo para luego mirar de reojo a su novio. Este apretó sus labios y resopló.

-¿Tienes algún lugar dónde quedarte?-  le preguntó a Jak, él negó- ¿Quisieras quedarte en mi casa junto a mi hermano y mi Tía Cass? Te prometo que amarás sus postres.- le dijo con amabilidas y una sonrisa de lado.

-Está bien.- fue lo que respondió Jak con una ligera sonrisa asomándose por su rostro.

-Entonces, vamos. ¿Vienes, princesa?- ahora le preguntó a su novia, la cual sonrió y asintió con su cabeza. Tadashi le tomó la mano y los 3 salieron del laboratorio para darse un descanso en la residencia Hamada.

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-¡Oye!¡Hiro!¡Hey!- llamaba la Tomago al prelinegro quien caminaba a toda velocidad hacia, quién sabe dónde, y sacaba una caja de cigarrillos de su bolsillo para empezar a encender una y meterlo a su boca.

No fue hasta que llegó a un parque donde la morociclista pudo alcanzarlo.

-Hey, dijiste que ya los habías superado.- le reclamó con voz seria refiriéndose al cigarrillo.

-Siempre llevo una caja conmigo, a veces necesito fumar uno.- respondió neutral sin poder mirarla, sólo miraba hacia el frente viendo el inmenso parque.

-Ash, no, conmigo no lo harás.- le dijo la chica antes de ponerse frente a él y quitarle el cigarrillo para tirarlo en un tacho de basura que había cerca.

-¡Hey!- le reclamó el Hamada.

-¡No me reclames, nerd! Es por tu bien, cada vez que te sientras frustrado o tengas un problemas, no puedes solucionarlo fuemando. Dañarás tus pulmones, te dañas a ti mismo.- le dijo con firmeza mientras lo tomaba de las mejillas y hacía que la mirase a los ojos- Estamos contigo, yo estoy contigo... Y tienes razón, lo que hizo Granville y las consecuencias de sus accciones, fueron terribles... Y no sabes cuanto me alegra el escucharte decir todo lo que dijiste en el laboratoria, estoy muy orgullosa de ti, por la gran persona que eres. No necesitas un maldito cigarro para darte cuenta de eso, Hiro.- le confesó ella con todo el amor y la sinceridad del mundo.

El pelinegro no pudo contenerse más y aprovechó su cercanía para tomarla fuertemente de la cintura, pergarla a él y besarla con deseo y amor. Claramente, el beso fue correspondido y luego de un buen tiempo besándose, se separaron por falta de aire.

-Gogo, ya no lo quiero aplazar más...- habló el Hamada entre jadeos- ¿Quieres ser mi novia?- le preguntó.

-Sí, sí... Mil veces sí.- le respondió ella riendo antes de volver a besarse.

✨✨✨

En otra parte de la ciudad de San Fransokyo, una diferente pareja paseaba por toda una tienda de comics.

-¿Traes tus guantes?- le preguntó el Fredderickson a su novio.

Wasabi revisó su maleto y bolsillos antes de darle una respuesta.

-Mmm... No, cariño.- respondió, a lo que el rubio sacó otro par de guantes de su bolsillo y de los dió.

Recorrieron un poco más de la tienda, hasta que Fred vió a una persona que captó por completo su atención.

-¡Oh, no inventes! ¡Es Olivia!- le exaclamo con emoción a Wasabi.

-¿Y quién es Olivia?- preguntó él sin entender a su pareja. Pero su pregunta fue completamente ignorada, pues el rubio corrió a hablarle a la chica que también miraba ciertos cómics en la tienda.

Eso sin duda molestó al agente de traje verde.

Unos 30 minutos después, Fred regresó con Wasabi, quien estaba parado en una esquina de la tienda y en ningún momento dejó de ver con el ceño fruncido a esa tal Olvia.

-¡Amor! Perdón, de seguro te aburriste todo este rato sin mí, pero ahira haremos todo lo que tú quieras.- esas fueron las palabras del fanático de comics a penas llegó con su novio.

-Ajá.- y esa fue la respuesta de él antes de salir de la tienda, sin cambiar su expresión molesta y subirse a su auto.

-Oye, no te enojes, ella es una youtuber famosa que critica los comics más famosos y simplrmente la admiro.- se excusó Fred subiendo al asiento del copiloto y luego Wasabi empezó a conducir hacia su casa.

Llegaron en poco tiempo y entraron a la casa, Wasabi lo ignoró en todo ese trayecto, hasta que Fred cerró la puerta detrás de sí mismo.

-Disjiste que haremos todo lo que yo quiera, ¿no?- le preguntó volteándose para verlo y acorralándolo contra su puerta.

-Sí...- soltó Fred en un jadeo por tan repentino movimiento.

-Tengo un par de ideas.- le dijo de forma sensual antes de besarlo con ferosidad y deseo. Ambos dejaron escapar suspiros, jadeos y leves gemidos en tan apasionada sesión de besos.

Hasta que Wasabi tomó de los muslos a su novio y lo hizo enredar sus piernas en sus caderas para empezar a subir las escaleras hacia su habitación.

Ese sería sólo el inicio de su noche.

Hola hola, genteeeeee!

Bueno, espero que les haya gustado el capítulo del día de hoy. 🖤

Y déjenme decirles que ya hemls ingresado a la recta final de este fic. Sí, este fic ya acaba y desde ya quiero darles las gracias a todos los que siempre están allí apoyando este proyecto. ¡Gracias!

Nos leemos pronto.

A_Hiccstrid