6. Misión Cumplida
El agente especialista en dagas, Spydolke le cortó la cabeza a uno de los clones del demonio, usó una cada daga en cada mano para clavarlas al mismo tiempo en el cuello del demonio y así decapitarlo, a otro le cortó los brazos y luego le clavó a los ojos uno de los extremos de su daga especial, matándolo en el intento.
—¡Diablos señorito! —exclamó ATA con tono bromista— No te había visto con ese lado sanguinario que tienes.
El agente pelirrojo le asestó una fuerte patada a uno de los clones que salió disparado hasta caer encima de otro clon.
—¿Somos los Agentes Oscuros no? —respondió con una pregunta al mismo tiempo que le cortaba la garganta a uno de los clones— Nosotros no somos dóciles, por algo tenemos la palabra "Oscuros" en nuestro nombre.
ATA agarró a un clon demonio por el cuello hasta rompérselo, lo mismo hizo con dos clones más.
—¡Tienes razón! —ATA aplastó la cabeza de un clon demonio demostrando que por gusto no se formaba parte de los Agentes Oscuros.
De repente los tres clones demonios restantes empezaron a dar pasos hacia atrás, terminaron retrocediendo, se elevaron en el aire y se marcharon con toda velocidad. Los clones demonios pensaban de la misma forma, por tal motivo todos se marcharon al mismo tiempo.
—Justo cuando empezaba a calentar —dijo ATA con desilusión al ver cómo huían los clones del demonio.
Denali, la rubia agente llevó a todas las personas que estaban despiertas al estadio de la ciudad, el lugar que probablemente sería el más seguro para todos.
Denali pensó que llevarlos y aglomerarlos en el estadio, le ayudaría a ella a mantenerlos seguros y protegidos, debido a que sabría con certeza sus ubicaciones, no perdería tiempo valioso buscándolos uno por uno para salvarlos.
—¡Bien! —dijo cuándo vio que todos ya estaban dentro del estadio— Aquí nos quedaremos, aquí los protegeré si algún otro demonio aparece.
Todos los civiles asistieron, muchos de ellos estaban con temor, estaban preocupados porque querían saber de sus familiares, de sus seres queridos.
Varios comenzaron a bombardear a la rubia con preguntas.
—¡Allá hay uno! —exclamó un niño de nueve años de edad.
Con su dedo índice señaló la ubicación del demonio, que los había estado persiguiendo todo el tiempo.
Denali estiró su brazo derecho hacia adelante, acto seguido se manifestó su aura verde que prosiguió a convertirse en una mano gigante que flotaba en el aire, con rapidez atrapó al clon demonio y lo apachurró.
Mucha sangre y demás fluidos del clon demonio cayeron manchando el césped sintético en el acto.
—¡No tienen nada que temer! —comentó Denali mostrándose segura, trataba de brindarles confianza, para que no salieran corriendo y así se formara un completo relajo, ella trató de generarles paz y sobre todo esperanza.— Nosotros acabaremos con todo esto, no dejaremos que nadie muera.
Las personas aplaudían, la felicitaban, la rubia había conseguido su cometido.
Una vez que vencieron a todos los demonios Monje y Riger continuaron su búsqueda.
—¡Ahí está! —Harry miraba el intercomunicador que llevaba en su mano— En ese edificio abandonado está Cazania. El señaló un edificio.
—¿Por qué los villanos prefieren lugares como esos? —preguntó Riger mirando a lo lejos el edifico que tenía muchas ventanas rotas.
—No soy un villano —exclamó uno de los clones del demonio que acababa de llega— Soy un demonio, no me comparen con simples delincuentes.
Uno de los clones apareció ante ellos, hablaba igual que el demonio original.
No pasó mucho tiempo hasta que más clones del demonio aparecieron volando dispuestos a pelear con los agentes.
Riger empezó su ataque lanzando rayos de energía a cada uno, los rayos eran lo suficientemente fuertes como para desestabilizar a los demonios.
Monje sacó tres papeles de uno de sus bolsillos, voló a toda prisa, se acercó lo suficiente para colocar los papeles que tenían letras extrañas en diversas partes de los demonios, los cuáles después de un minuto comenzaron a sentir un fuerte dolor por todo su cuerpo, Harry aprovechó esa oportunidad para golpearlos, darles patadas y luego lanzarlos hacía Riger que terminaba matándolos al impactarlos con sus rayos de energía.
—Parece que aún te quedan varios trucos —Riger sonrió al ver que Harry a pesar de no tener su gran poder no se dejaba vencer por nadie ni mucho menos por un ser paranormal.
—Si —Harry devolvió la sonrisa— Mi entrenamiento de 5 años no fue por gusto.
Riger estaba feliz al ver que Harry también lo era, a ella le gustaba verlo sonreír, con solo mirar su sonrisa ella quedaba encantada, sabía por todo lo que Monje tuvo que pasar antes de ser un agente de la SDCA.
Un grupo numeroso de demonios apareció ante ellos dispuestos a atacar.
Del aire cayeron varias dagas que se incrustaron en diversas zonas de sus cuerpos, pasó un segundo más y explotaron los demonios, los restos de sus cuerpos se esparcieron por toda la calle, los otros demonios sobrevivientes quedaron empapados de sangre.
—Les llegó la caballería a los tortolitos —gritó ATA mientras hacía su entrada triunfal. El llegaba volando y a la vez sujetaba con sus patas de halcón los hombros de Spydolke.
—¡Llegamos! —mencionó Spydolke, una vez más sacó su espada de doble punta— Debemos rescatar a Cazania y matar al estúpido demonio de una vez por todas.
Los demás asintieron.
ATA transformó sus manos a patas de halcón para poder desgarrar los cuerpos de los demonios. Usando sus variadas habilidades aplastaba cabezas con sus patas de toro, desgarraba cuellos con su patas de halcón, los atrapaba en el aire y luego los hacia girar con fuerza hasta estrellarlos contra el suelo.
Spydolke debía ser más rápido de lo normal para acabar con los demonios, al no tener poderes usaba sus múltiples armas como dagas explosivas, además cortaba cabezas con su sable de doble punta.
De a poco se fue quedando sin dagas, Harry apareció para ayudarlo ya que con sus sorprendentes habilidades de combate mano a mano en conjunto con su capacidad de volar lo convertían en alguien peligroso a pesar de no tener todos sus poderes.
—Esto tiene el mismo efecto que tus dagas —Harry le entregó un total de diez de sus extraños papeles explosivos.
—Pero un papel no puede ser lanzado a larga distancia —refutó Spydolke— No llegaría ni un metro.
—Tienes razón, pero este no es cualquier papel —mencionó Monje— Solo úsalos, confía en tu capitán.
Spydolke asintió.
—¿Ya dejaron de charlar, nenas? —preguntó Riger sin mirarlos a los ojos puesto que estaba más ocupada combatiendo con los demonios.— Sí es así vengan y ayúdenos.
Un gran grupo de doce demonios fueron asesinados con suma facilidad al ser aplastados por la mano gigante que proyectó Denali cuándo regresó para ayudar a su equipo.
—¡Eso si es una caballería! —exclamó el pelirrojo.
—No podía perderme la fiesta —dijo la rubia— Y no se preocupen los demonios pequeños me dieron una gran idea para no dejar a los civiles desamparados.
Denalí había creado tres clones suyos que proyectó con su aura verde, sus tres clones vigilaban y protegían a las personas indefensas.
Los cuatro agentes oscuros se reunieron para crear un plan para salvar a su compañera, a Cazania.
Formaron un círculo entre los cuatro para que ningún clon demonio los llegara a escuchar, mientras ellos discutían su plan otro clon de Denali combatía contra los clones demonios.
En menos de un minuto ya tenían un plan, y no esperaron tanto a empezar a ejecutarlo, Riger, Spydolke y Denali se encargaron de pelear con los demonios, su plan consistía en distraerlos.
Por otro lado Harry corría en dirección al edificio, un demonio voló por detrás y estuvo a punto de atraparlo con su tentáculo pero ATA lo detuvo, lo atrapó por sus hombros y luego lo hizo girar con tanta fuerza hasta que lo hizo caer al suelo, matándolo al final.
—¡Gracias! —dijo Harry antes de empezar a volar cerca de las ventanas del edificio.
—De nada capitán —contestó el pelirrojo sonriente mientras le rompía el cuello a otro clon demonio.
Monje al estar cerca del piso en donde estaba Cazania, lanzó varios papeles explosivos por la ventana, la cual se rompió con facilidad, debido a que esa era una locación algo antigua y abandonada.
La pequeña explosión formó un agujero en el edificio, por donde Harry entró.
El demonio no se esperaba el ataque y por lo tanto salió volando hasta caer bocabajo contra el suelo.
La explosión también consiguió que Cazania se liberara de la barrera que la retenía debido a que el dibujo se había borrado parciamente.
Monje voló hacia ella y la atrapó en sus brazos para luego llevársela volando.
—¡Gracias Capi! —dijo Cazania mientras miraba desde el cielo como sus amigos peleaban con los clones.
Cuando Harry y Cazania llegaron al suelo los demonios no continuaron peleando, se detuvieron y se marcharon al piso en donde estaba el demonio original.
—¡Chicos volví! —mencionó Cazania muy feliz de volver a ver a sus amigos.
Ella fue abrazarlos, a quien abrazó por más tiempo fue a Spydolke, para los demás les pareció sospechoso.
—Te tengo un regalo —Denali le dio el martillo metálico.
Cazania extendió su mano para agarrar su arma.
—¡Gracias Den! —Cazania apretó con fuerza su martillo, le dio una rápida revisada y luego lo levantó al mismo tiempo que hacia una pose heroica.
—Que bueno es tenerte con nosotros de vuelta —mencionó Spydolke mirando a los ojos a Cazania.
—¡Ay gracias Spy! —se acercó a darle un tierno beso en la mejilla.
De repente un fuerte estruendo se escuchó proveniente del edificio.
—¡Malditos! —exclamó el demonio destrozando el edificio en un santiamén, se elevó en el aire al mismo tiempo que varios de sus clones volvían a unirse a su cuerpo original.— ¡Esta vez los mataré a todos!
—¡Bueno es hora de terminar con esto! —exclamó Cazania antes de que los cinco se colocaran en posición de pelea.—¡Ahora sí a patear ese horrendo y gordo trasero demoniaco!
Los cinco agentes fueron a pelear contra el demonio, al tener alas ATA fue el primer en atacarlo, intentó asestarle puñetazos pero el demonio los esquivaba, el pelirrojo transformó su manos en patas de halcón, voló alrededor del demonio con tanta rapidez que pudo desgarrar la espalda y parte de la cara del demonio, que luego lo atacó con su tentáculo con la cual hizo que cayera al suelo.
Harry también fue a pelear, aunque no lo atacaba solo trataba de distraerlo hasta que Denali lo golpeó dos veces con sus manos proyectadas.
Con su tentáculo el demonio atrapó a Harry, lo apretaba tan fuerte hasta que lo propinó una fuerte descarga eléctrica y luego un puñetazo.
La rubia lo aplastó como si de un mosquito se tratara sin embargo el demonio con toda su fuerza separó las manos proyectadas lo suficiente hasta que aumentó el número de sus tentáculos para enredar los brazos y así darle suficiente descarga eléctrica para que su aura se debilite y lograra herirla.
Cazania apareció dando un gran salto para golpear al demonio en la cabeza con su gran martillo.
El demonio que estaba en el suelo intentó levantarse pero Cazania le dio otro martillazo apenas llegó hasta donde él había caído.
—¿Para qué me querías? —interrogó Cazania mirando como de su nariz salía sangre.— Dime ya.
El demonio empezó a toser, se movía con lentitud, quería levantarse y matar a Cazania pero sabía que si hacia un movimiento extraño iba a recibir otro martillazo.
De a poco se fue arrastrando mientras que Cazania con pequeños pasos lo seguía, la agente ignoró los tentáculos del demonio y tan solo pasó a un lado de ella.
Por otra parte el demonio pensó en como librarse de la agente.
—Te quería para robarme tu energía porque pensé que con tus prótesis robóticas iba a obtener una dotación bien grande —le respondía el demonio mientras hacía crecer sus tentáculos de a poco para atacarla.— Pero ya no necesito, encontré una fuente mejor.
El demonio miró a Riger que estaba por llegar donde ellos dos.
Cazania giró su cabeza y observó a Riger, quiso gritar y advertirle pero los tentáculos del demonio se enredaron por sus piernas tanto derecha como izquierda, en pocos segundos recibió una fuerte descarga.
El ente paranormal se levantó, voló y fue tras Riger.
—¡Cuidado! —gritó Spydolke pero fue muy tarde porque para cuando Riger volteó el demonio la atrapó con sus tentáculos, la apretó lo suficiente como para dejarla inconsciente.
Spydolke intentó pelear usando su espada doble pero cada vez que cortaba un tentáculo se regeneraba u otro más crecía, además no podía hacer mucho debido a que temía que pudiera herir a Riger la cual estaba cautiva enredada en tentáculos detrás de la espalda del demonio.
—¡Si! —exclamó feliz el demonio al extraer la energía del poder de Riger— ¡Con esto ustedes morirán!
ATA llegó pero pudo morir sino fuera porque Denali usó su aura proyectada para protegerlo.
—¡Gracias nena, cuando esto acabe iremos a mi cuarto a celebrar! —dijo ATA mientras volaba.
—No te pases —fue lo único que le dijo la rubia.
Denali estaba más débil, su aura se desvaneció, tuvo un desmayo momentáneo pero Harry la salvó cuando la atrapó en sus brazos.
—Sus rayos son más potentes —mencionó Denali.
—Está absorbiendo la energía de Riger —dijo Cazania cuando se levantó de nuevo— Si sigue así ella morirá.
Los cuatro agentes fueron a rescatar a Riger, ATA y Monje iban volando mientras que Denali llevaba a Spydolke dentro del aura verde.
El demonio llevó sus nueve ocho tentáculos hacia adelante, las puntas de sus tentáculos se abrieron y acto seguido lanzaron ráfagas de energía mezcladas con rayos eléctricos.
Las poderosas ráfagas impactó los cuerpos de los agentes oscuros haciendo que cayeran todos bocarriba en el suelo, inclusive el aura de Denali se desvaneció, la rubia estaba cansada debido a que mantenía los clones proyectados a cierta distancia, eso solo la desgastaba más.
—Su poder ha aumentado —dijo Spydolke ayudando a la rubia a levantarse.
—¡Estúpidos humanos! —gritó el demonio mientras que unas extrañas líneas rosadas se extendían por todo su cuerpo —Con este poder y con el de los demás, por fin podré ser más fuerte, nadie me detendrá.
ATA corrió a toda prisa dispuesto a pelear solo.
—¡Espera! —pidió Cazania.
El pelirrojo la ignoró, quiso asestarle puñetazos al demonio pero este se había vuelto más rápido, tuvieron una breve pelea en el aire, en donde ATA pudo finalmente golpearlo ya que en el aire su velocidad aumentaba.
—¡Cada vez veo más pálida a Riger! —dijo Spydolke quien desde abajo observaba la pelea entre su compañero y el demonio.— Pueda que no resista más, debemos hacer algo antes de que muera.
—¡No lo permitiré! —exclamó furioso Monje apretando sus puños. Sus ojos se abrieron más de lo normal, al tener una sensación que hizo que los vellos de su cuerpo se erizaran por todo su cuerpo, sonrió puesto que sabía de qué trataba esa sensación.
Sacó de uno de sus bolsillos un reloj y vio la hora, ya eran las doce y un minuto.
Sus poderes habían regresado.
—¡Han vuelto! —exclamó feliz mirando a sus dos compañeros.
ATA fue lanzado hacia el suelo pero Denali con su mano gigante proyectada lo atrapó.
—¡Siempre estás para salvarme nena! —dijo el pelirrojo contento de no haber caído al suelo— ¡Tu recompensa será grande!
A pesar del momento en que se encontraban él no dejaba de coquetear con Denali debido a que al terminar de hablar le guiñó el ojo.
—¡Agentes Oscuros es hora de terminar con esto! —exclamó Monje con total seriedad— ¡En nuestra misión número cien no podemos quedarnos sin un miembro menos!
Los demás asintieron.
Monje voló hasta quedar frente al demonio.
—¿A qué has venido? —preguntó el demonio con su voz grotesca.
—A recuperarla —contestó Monje— Y no estoy pidiendo permiso.
Con sus poderes de vuelta Monje controló el cuerpo del demonio, lo hizo girar varias veces para marearlo, luego volteó su cuerpo para con su poder de atracción halar el cuerpo de Riger hacia él.
—¡Gracias por salvarme! —dijo Riger antes de empezar a toser. Su rostro pálido de a poco estaba volviendo a la normalidad.
—¡Siempre lo haré! —contestó sonriéndole Harry— Siempre estaré dispuesto a salvarte.
La llevó al suelo a que se sentara a recuperar energías.
El demonio al recuperarse del mareo nuevamente fue en busca de Riger pero Monje lo detuvo y una vez giró su cuerpo a gran velocidad para marearlo. Luego lo hizo estrellarse contra el suelo cinco veces seguidas para después lanzarlo en el aire donde ATA aprovechó para volar cerca de él y a la vez por todas direcciones para desgarrar su cuerpo con sus patas de halcón y finalizar dándole una seguidilla de puñetazos en el abdomen.
La energía que le robó a Riger de a poco se iba desvaneciendo, su cuerpo dejó de ser tan resistente, ATA agarró de los hombros al demonio y lo lanzó hacia el gigante verde que Denali proyectó con su aura.
El pelirrojo no calculó bien debido a que la trayectoria del demonio se estaba desviando pero Riger lanzó sus rayos para empujarlo hacia su destino previsto.
Con su gigante proyectado Denali aplastó al demonio como si se tratara de un mosquito para luego lanzarlo contra el suelo y aplastarlo con un fuerte puñetazo en donde después Spydolke le lanzó cinco papeles explosivos.
Los cinco agentes se acercaron al demonio que de a poco se estaba debilitando más y más debido a la paliza que le habían propinado los agentes, su cuerpo estaba débil y eso solo provocaba que su poder de dejar en coma a las personas no funcionara.
De a poco las personas iban despertando del coma, entre más personas despertaran más débil se volvía el demonio.
—¿Lo puedo matar? —preguntó Cazania mirando a sus compañeros.
—Espera, tengo que hacerle unas cuantas preguntas —Monje se acercó al demonio— Dijiste que quería hacerte fuerte así que supongo que por eso robabas la energía de las personas al dejarlas en coma pero ¿para qué lo harías?
—Que...quería ser fuerte —respondió el débil demonio—Para poder ganarle a otro demonio que me desafió a un duelo a muerte, pero por su culpa ya no podré.
—¿Es en serio? —cuestionó Riger frunciendo el ceño— Por eso hiciste todo esto.
—¡Mátalo ya! —dijo Spydolke al mirar a Cazania.
—Esperen...ustedes no harían eso... —dijo asustado el demonio— Ustedes son héroes, ustedes no matan.
—Eh... los que no matan son otros —acotó Denali.
—Nosotros si lo hacemos —agregó Riger.
—Nos llamamos Agentes Oscuros, o sea ubicas la palabra "Oscuros" —añadió ATA.
El demonio estaba por hablar, quiso mover sus brazos, piernas o tentáculos pero no pudo, Cazania no esperó más tiempo, levantó su pesado martillo y luego aplastó la cabeza el demonio, matándolo al instante.
La sangre morada y a la vez achocolatada salpicó a todos los presentes.
—Recuerda hacer eso cuando estemos más lejos —mencionó Monje limpiándose la frente.
—¡Si! —gritó feliz ATA— Al fin completamos la misión número 100.
—¿Y ahora qué? —preguntó Cazania sentándose en el suelo.
—¡Ahora debemos arreglar todo este desastre! —contestó Monje señalando con su dedo índice toda la destrucción que se produjo en el enfrentamiento.
—¡Ay no! —exclamaron Denali, Spydolke, Cazania y hasta Riger.
Su misión no había terminado, tenían que reparar los daños causados, a pesar de que no les gustaba mucha esa parte.
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