4. Misión fuera de control
Todos los cinco Agentes Oscuros restantes estaban sorprendidos con lo que estaban viendo. Ninguno salía de su asombro a pesar de que lo estaban observando era completamente real, en todo su tiempo teniendo misiones nunca llegó a suceder algo similar. Su compañero ya no parecía ser un humano, había mutado, se había transformado en una bestia.
—Seguro ese maldito demonio le hizo esto —dedujo Cazania a la vez que lo observaba de pies a cabeza.— Hasta sus dientes cambiaron, ahora son un poco más grandes de lo normal.
—¡No! —negó ATA—Siempre fue así, siempre tuvo dientes de conejo, no creo que nunca se hayan fijado en eso.
—No es momento para burlarse —mencionó Denali mientras fruncía el ceño al mismo tiempo que miraba a ATA. Trataba de regañarlo para no emitiera más comentarios fuera de lugar.
—¡Quieren calmarse de una vez! —exclamó Monje alzando su voz al mismo tiempo que miró a los ojos a Cazania, ATA y a Denali.
Spydolke en modo demonio tan solo los observaba discutir entre ellos, al no estar consciente de lo que sucedía a su alrededor eso lo hizo irritar, prácticamente lo aburrió y por ende siguió su instinto, el cuál simplemente consistía en matar.
Spydolke gruñó botando un poco de baba en el proceso, algo que sin duda a Denali no le gustó, debido a que arrugó su nariz cuando observó la baba caer al suelo.
Cazania a pesar de estar algo adolorida fue con su martillo a enfrentarlo.
—¿Qué estás haciendo Cazania? —cuestionó Monje la acción de la agente.— Primero debemos crear un plan.
—¡Lo siento capi! —contestó mirando de reojo a Monje mientras ella no dejaba de ir a pelear con su compañero.— ¿Tienes un plan ahora?, no lo creo pero el mío simplemente es darle un buen golpe.
En el momento en que Spydolke mutado saltó, Cazania aprovechó la oportunidad de golpearlo con su poderoso martillo.
—¡Lo siento Spy! —dijo por lo bajo— Pero la única forma que tengo para detenerte es así.
Spydolke recibió el golpe de llenó en su cara, con la gran fuerza que Cazania ejerció lo mandó directo a chocarse contra un carro.
Monje voló rápidamente para ayudar a su amigo, que a pesar de estar mutado, igual le importaba su integridad.
Al llegar con él, Monje lo agarró con fuerza para levantar su cuerpo, lo cargó entre sus brazos y así lo sacó del carro para luego recostarlo en el suelo.
—¡Parece que se calmó! —dijo Monje mirándolo por unos segundos para luego mirar a Cazania.
De repente Spydolke abrió sus ojos, nuevamente gruño y con su gran fuerza sostuvo la capa de Monje y lo lanzó al frente, en la misma dirección en la que Cazania se encontraba.
Se levantó, al dar dos pasos sus piernas le temblaron y por lo tanto tuvo que arrodillarse, se tocaba su cabeza, le dolía, se había mareado por el golpe que le propinó la agente de cabello corto.
El líder del grupo quedó encima de Cazania, la agente de prótesis robóticas fue la que recibió la peor parte debido a que se golpeó su cabeza contra el suelo, aunque no fue nada grave.
Se ruborizó en el momento que abrió sus ojos y observó más cerca que nunca en su vida los ojos y los labios del hombre más lindo de su equipo, según su opinión.
—Capi no es momento para esto —comentó ella con su característico tono coqueto— Cuándo se acabe la misión, ahí si podremos hacer lo que tú quieras pero mientras tanto no.
Denali rápidamente miró a Riger, su compañera que estaba curando con sus rayos las heridas de ATA, los rayos de la agente de cabello rosa no solo servían para herir sino también para curar aunque su proceso no era muy acelerado.
La razón por la que Denali volteó a mirar a Riger fue porque sabía que ella sentía algo por Monje.
—No te pongas celos... —habló ATA pero fue interrumpido por su curadora.
—No lo estoy —contestó con total seriedad antes de que terminara de completar toda la oración.
Spydolke mutado se levantó una vez más, pero en esa ocasión Denali fue a enfrentarlo, creó una mano gigante de color verde para atraparlo pero Spydolke era mucho más ágil y por lo tanto saltó para atacar a la rubia, el ataque fue inútil debido a que Denali se protegía con el aura verde que la rodeaba como si fuera un campo de fuerza.
La rubia creó otra mano gigante con la cuál finalmente pudo atrapar a su compañero mutado y con la mano derecha tan solo lo golpeó con uno de los grandes y verdes dedos, nuevamente Spydolke quedó inconsciente.
—¿Por qué no hiciste eso antes? —reprochó ATA— Nena, hiciste que Monje y Cazania se dieran buenos golpes por gusto.
—¡Lo siento! —se disculpó Denali— Creí que con los dos era más que suficiente para retenerlo.
Denali estaba despreocupada debido a que confiaba en Monje que era el número uno del top diez de agentes de la SDCA y de Cazania que dentro del ranking era la numero seis.
El líder del grupo se levantó con rapidez, sabía que su cuerpo era algo pesado por su musculatura.
—Perdón —se disculpó Monje al mismo tiempo que extendía su brazo para que Cazania lo tomara de la mano y así ayudarla a levantarse.
—¡No te preocupes Capi! —mencionó sonriente Cazania— No eres el único hombre que quiere estar con una mujer con prótesis robóticas.
Monje se sonrojó ligeramente.
—¡No! —dijo de forma rápida Monje— Nunca fue mi intención, prometo que no volverá a pasar.
La razón del sonrojo de Monje se debía a que cuándo él estuvo encima de Cazania tuvo una leve erección que la agente portadora del martillo notó fácilmente.
Riger continuaba curando a ATA con sus rayos, tan solo tenía que canalizar los rayos para que dejaran de ser letales y pasaran a poseer propiedades curativas, la agente se cabello rosa no sabía todo el potencial de sus poderes, a pesar de tener tanto tiempo con sus habilidades aún tenía muchas cosas que aprender.
—¡Ya está! —Riger dejó de posar sus manos por la espalda descubierta de su compañero.
—¿Ya? —preguntó ATA volteando su cabeza hacia ella— ¡Genial!
El revoltoso agente le agradeció halando la mano derecha de su curadora para luego besar el dorso de la misma.
—Si vuelves hacer eso no te curaré de nuevo —advirtió Riger con un rostro serio que luego pasó a ser uno sonriente. La mayor parte del tiempo se mostraba se mostraba con seriedad a pesar de que así no era ella pero por eso recurría a mostrarse sonriente para que no la tomaran como una mujer amargada.
Los dos se colocaron de pie y fueron a reunirse con sus demás amigos.
—¿Y ahora qué haremos con él? —Denali miró a sus compañeros esperando una pronta respuesta. La rubia agente mantenía atrapado a Spydolke con su mano gigante, sabía que usando el poder de su aura podía retenerlo.
—Debemos ir por el demonio para que lo regrese a la normalidad —mencionó Monje— ¿Ustedes qué opinan?
El líder miró a todo su equipo.
—¿No deberíamos esperar a ver si vuelve a la normalidad? —sugirió ATA— Digo así como los hombres lobos que vuelven a la normalidad en poco tiempo.
—No podemos esperar porque mientras estamos aquí el demonio podría estar completando su plan o haciéndole algo atroz a una persona inocente —agregó Riger— Y no tenemos ni idea de cuáles son sus planes.
—Riger tiene razón —comentó Monje mirándola a la cara como signo de aprobación a sus palabras.
—Para ti siempre Riger tiene la razón —exclamó molesto ATA.
—¿Qué dices? —preguntó Monje tratando de entender lo que su compañero insinuaba. Caminó un poco hacía su compañero para encararlo.
—Digo que tu siempre le das la razón a tu noviecita —contestó ATA sin tantos rodeos— Ahora solo falta que le des la razón a Cazania también, porque parece que también te la quieres tirar.
Riger solamente cerró sus ojos un momento y luego los abrió, ella no emitió palabra alguna, todo lo contrario a Monje.
—Riger no es mi novia —respondió Monje alzando su tono de voz.— Y no me quiero tirar a Cazania ni a nadie del equipo, no emitas comentarios que no tienen nada que ver con el momento o...
—¿O qué? —preguntó ATA tratando de provocarlo— Ahora no puedes hacer nada porque tus poderes se fueron, ahora yo te derrotaría con facilidad.
—¡Que pereza! —dijo Cazania antes de alejarse de su equipo.
Ella prefería no meterse en el problema de sus compañeros, mientras caminaba iba buscando un lugar para sentarse a esperar que la riña entre sus compañeros acabase.
—No creo que me derrotes aun sin mi gravedad —contestó Monje acercándose más a ATA.
Molesto lo miró a los ojos, al estar tan cerca Monje demostraba ser más alto que el pelirrojo.
—¿Seguro? —preguntó ATA al dar un paso más al frente sin amilanarse— Entonces peleemos ahora, para ver si así dejas de ser el número uno dentro del ranking de agentes, ya me cansé de ser el quinto.
El pelirrojo transformó sus manos en patas de toro al mismo tiempo que le crecían alas en la espalda.
Monje comenzó a levitar, apretó sus puños como señal de que ya quería pelear.
Ambos agentes estaban listos para combatir.
—¡Chicos deténgase! —exclamó Denali creando otra mano gigante con su aura. La mano se colocó en medio de los dos agentes oscuros.—¡Spydolke ya despertó! —dijo Riger haciéndolos entrar en razón.
Denali les mostró a Spydolke, quien ya había vuelto a la normalidad. Su cuerpo estaba en perfecto estado, ya no tenía modificaciones sobrehumanas o algo parecido, todas las partes de su cuerpo que crecieron volvieron a tener su tamaño normal.
Riger lo revisó y rápidamente usó sus rayos para curarlo, aunque no necesitaba tanta ayuda.
—¿Qué pasó? —preguntó Spydolke y acto seguido comenzó a toser.
—Te convertiste en un demonio o algo así —le respondió Denali.
Spydolke intentó levantarse más no pudo hacerlo, su cuerpo le dolía.
Riger le indicó que debía descansar por unos minutos, él no tuvo más opción que hacer caso.
—¿Y Cazania? —Spydolke los miraba a todos desde el suelo. Con su mirada trataba de buscar a su compañera pero acostado no podía hacerlo apropiadamente.
—Estaba ahí —Denali señaló un asiento de madera.— Iré por ella.
La rubia se separó del grupo para buscar a su compañera, miraba por todos lados pero no la hallaba, continúo caminando por las veredas, también caminó cerca de las tiendas y por un parque hasta que caminó por un callejón y encontró el martillo de su compañera tirado en el suelo.
—¡Cazania! —exclamó preocupada— ¿Dónde estás?
Denali corrió a ver el martillo, miró por los rincones y no la encontró, se agachó a recoger el martillo, pero era más pesado de lo normal, al querer regresar a llamar a sus compañeros notó que una parte de uno de los tentáculos del demonio estaba cerca del arma de su compañera.
Ella rápidamente corrió a informarle al equipo.
—¡Se la llevó! —dijo cuándo llegó a toda prisa dónde sus compañeros.— El demonio tiene a Cazania.
—¿Qué? —preguntó molesto Spydolke— Tenemos que rescatarla pero ya.
Spydolke no sabía cómo levantarse e ir a buscar a su compañera, que de todos sus compañeros ella siempre ha sido a la que más aprecia.
—Nosotros lo haremos, tú debes descansar —mencionó Monje antes de colocarse la capucha.
Despacio empezó a levitar.
—Pero alguien debe cuidarlo —agregó Denali preocupada por Spydolke— No puede quedarse solo.
Denali dejó el martillo en el suelo que a pesar de ser pesado ella podía sujetarlo con su poder.
—Denali tiene razón —agregó ATA, señaló con el dedo índice derecho a la rubia y luego le guiñó el ojo.
—Es por eso que tú te quedarás a cuidarlo —mencionó Monje tocando ligeramente con su dedo índice el tórax de ATA.
Como era de esperarse el agente con la capacidad de transformarse en animal evidentemente se enojó por la decisión del líder del equipo además porque el ligero toque que hizo, lo sintió más como una provocación para la pelea de ambos que estaba pendiente.
—¿Por qué yo? —refutó molesto— Yo soy mejor peleador que tú en estos momentos—. Solo lo haces para molestarme ¿verdad?
Una vez más ATA hizo crecer las alas de su espalda.
—¡La misión está fuera de control! —exclamó Spydolke al ver lo que estaba pasando— Y todo por culpa de ese demonio—. Dijo gruñendo.
Riger lo escuchó atenta y luego se acercó a él.
—¿A qué te refieres? —preguntó totalmente intrigada, sabía que su compañero había deducido algo importante.
Ella se acuclilló para escucharlo más de cerca.
—Que esto lo causó el demonio, primero me convirtió en un monstruo —empezó a decir Spydolke con su cabeza inclinada hacia arriba para mirar a su oyente— Luego hace que se peleen Monje y ATA, ahora Cazania ha sido capturada.—Explicaba Spydolke—. Parece ser que sabe que no somos tan fáciles de derrotar por eso intenta separarnos.
Riger escuchaba sus palabras al mismo tiempo que iba analizando los hechos en su mente.
—¡Es verdad! —mencionó Riger apoyando la teoría de su compañero— Está buscando una forma de vencernos pero no la conseguirá—. Tengo una idea, escuchen.
Denali hizo un gesto para que Monje y ATA dejaran su riña de palabras y se acercaran a oír el plan de su compañera el cual consistía en que Monje, Riger y Denali irían en busca de Cazania para rescatarla que probablemente la tendría cautiva en el mismo lugar en donde se aloja el demonio.
Eso les daría ventaja para distraerlo y contenerlo mientras a ATA y a Spydolke le indican la ubicación para derrotarlo juntos.
—¡Que buen plan! —exclamó ATA abriendo la palma de su mano para retenerla en el aire y esperar a que alguien chocara su palma con la de él. Aunque nadie lo hizo.
El plan de Riger fue bien recibido por todos.
ATA se quedó a cuidar de Spydolke, era el más indicado debido a que su buen oído y a su buena vista lograría percibir cualquier lacayo enviado por el demonio.
Los tres agentes restantes fueron a rescatar a su compañera y amiga.
—¡Antes me confié pero sé que no lo puedo volver hacer! —mencionó Riger mientras su color de ojos cambió, dejaron de ser verdes a ser absolutamente de color rosado brillante.
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