1. Misión número 100

El choque de dos tractores provocó una fuerte explosión muy cerca de una cueva minera, muchos trabajadores a pesar de que escucharon el estruendo no pudieron escapar a tiempo.

Pero no todo estaba perdido cerca del lugar en dónde el incidente ocurrió pasaba volando Monje a toda velocidad, pero se detuvo al ver el fuego que se estaba propagando y estaba causando un gran incendio.

El héroe de la capucha de color azul fue decidido a salvar a todas las personas que pudiera.

Al llegar lo primero que hizo fue apagar el fuego, con su poder llevó un enorme tanque de agua que con tan solo apretar un poco su puño derecho pudo romper el tanque de plástico, para que el agua cayera hasta extinguir el fuego por completo.

Luego sin perder más tiempo entró a la cueva con suma facilidad, solo tuvo que alejar las piedras que bloqueaban la entrada y así continuó con el resto de las grandes rocas, para poder pasar por el camino de la cueva hasta encontrar a todas las personas que allí yacían.

De a poco de tres en tres fue sacando a todas las personas que pudo, con sus poderes podía sacarlos en un número mayor, pues tan solo debía mover sus dedos y no perder la concentración pero para no arriesgarse trató de no aumentar el número de personas que llevaba desde el interior de la cueva a la superficie.

Muchos trabajadores tuvieron buena suerte debido a que solo tenían leves raspones y moretones en sus cuerpos, él no pudo quedarse más tiempo a que los trabajadores le agradecieran o para otra cosa, debía ir a las instalaciones de la SDCA, porque todos los agentes estaban siendo atacados por los Guerreros del Caos, el grupo de villanos liderados por Calavera Mortal, el ex agente de la SDCA.

Los guerreros del caos se habían marchado una vez que en la SDCA se interrumpiera la energía eléctrica.

En esa ocasión no hubo tantas bajas como en el ataque anterior y el único apresado que escapó fue Lobo o al menos eso parecía.

Mientras el comandante tomaba agua, uno de los agentes se le acercó para enseñarle un vídeo después de que la electricidad del lugar se regenerara de nuevo.

—¡Señor observe! —dijo llamando la atención del comandante— Aquél extraterrestre estuvo aquí en la zona subterránea solo para llevarse la nave.— decía el agente mientras le mostraba el vídeo por medio de una mini laptop.

—¿Qué, cómo es posible? —preguntaba el comandante molesto y a la vez sorprendido—¿Cuándo entró?

—No sabemos señor, en las cámaras de la entrada nunca se lo ve pasar —contestó el agente— Y los guardias que resguardaban la nave están todos muertos señor...

—No puede ser, siempre nos toman el pelo...es hora de usar medidas drásticas... —exclamó muy molesto consigo mismo el comandante mientras botaba al suelo con fuerza el vaso de agua quebrándolo al instante.

Mientras él hablaba Monje acababa de llegar e iba acercándosele.

—¿Medidas drásticas dices? —preguntó el Monje de traje azul haciendo una leve pausa— Sí quieres llamo a mi equipo, aunque ellos están algo ocupados pero no creo que tarden en llegar.—continuó el monje cuyo nombre verdadero es Harry, sonrió al terminar de hablar.

—No Harry, cuándo decidí crear tu equipo lo hice para que se encarguen de casos más oscuros, de casos privados, extraños y místicos, no para estos casos de orden público... — contestaba el comandante mientras se colocaba de pie.

—Pero mi equipo acabaría con Carlos y sus hombres fácilmente —dijo Monje tratando de no sonar arrogante.— Y lo sabes.

Arqueó una ceja, demostraba mucha seguridad y sobre todo confianza en su equipo.

—Sí, pero esto no es para ustedes... de hecho tengo una misión para ti y tú equipo... —mencionó el comandante.

Luego se dirigió hacía un lugar en dónde estaban unos cajones metálicos que guardaban muchas carpetas de cartón.

—Claro...cómo ya tienes un nuevo favorito... —dijo por lo bajo Harry, simulando estar celoso, algo que no le salió muy bien, se notó muy fingido.

—¿Favorito? —preguntó el comandante dubitativo—¿Cuál favorito?

—Ese sujeto que nos pediste que atrapemos hace tres años... ¿Cómo le decían? —contestó Harry mientras observaba como el comandante sacaba unas carpetas de uno de los cajones metálicos.— Objetivo V143, parece que así se llamaba...sinceramente no recuerdo bien.

—No es mi favorito, sí ni siquiera trabaja para la SDCA, de hecho aún tratamos de capturarlo.

El comandante de todas las carpetas que sacó, dejó una en especial y el resto las guardó nuevamente en un casillero.

—¿Aún siguen tratando de cazarlo? —preguntó con asombro Harry el monje— Déjalo en paz, él no es malo.

—¿Cómo sabes qué no es malo? —respondió con una pregunta el comandante Ryan— Él ha hecho cosas muy malas antes...acaso olvidas el incidente del dolor de cabeza mundial...eso fue fatal...entre otras cosas cómo matar a mis agentes.

—Eso quedó en el pasado y yo sé que él es bueno —dijo Harry mirando a los ojos a su amigo y también jefe.— Tengo un amigo que lo conoce y sí él dice que es una buena persona es porque lo es, yo le creo. —exclamó Harry defendiendo a Vincent.

—No importa sí un amigo tuyo dice que es bueno o no, él tiene que demostrarlo... y que quiera hacerse él buen samaritano salvando a un avión o defendiendo gente de un extraterrestre no significa que sea bueno, puede ser que quiera aparentar ser bueno... —comentó el comandante mientras abría la carpeta.

Harry iba a decir algo más pero el comandante se le adelantó y no le dio oportunidad de hablar.

—Mira Harry, esta es tú misión.

El comandante Ryan le enseñó las novedades del caso, Harry se quedó en silencio al ver que el caso parecía extraño e interesante.

—¿Esto ha estado ocurriendo desde hace un mes y tu aún no me has dicho nada? —se quejó el Monje mostrando sus cejas arqueadas, expresando clara molestia.

—No me culpes, ni yo sabía —alegó el comandante en su defensa— Pero te lo encargo a ti y a tu equipo.

Harry aceptó la misión, luego de hablar unas cuantas cosas más con el comandante Ryan se marchó y rápidamente se contactó con los integrantes de su equipo, con los Agentes Oscuros.

En una ciudad muy poco conocida en el mundo, llamada Rigaria, se encontraba una de las integrantes femeninas de los Agentes Oscuros, la segunda al mando, la poderosa y fabulosa Riger. La mujer de cabello rosa estaba combatiendo contra un grupo de guerreros armados con pistolas tecnológicas, ella siempre ha sido una de las defensoras de Rigaria, sino la más importante protectora en los últimos tiempos.

Riger detuvo sus movimientos y tan solo dio un gran salto hacia atrás para evitar salir lastimada.

—¡Está bien! —comentó en voz baja, ella estaba hablando con Monje a través de su intercomunicador que cargaba en su oreja.— Ya estoy por terminar, en unos minutos voy para allá.

Cuando terminó de hablar continuó con la batalla, en esos escasos segundos que no peleó estaba tranquila porque los demás defensores de Rigaria estaban combatiendo por ella.

—¡Acabemos con esto! —exclamó decidida antes de pelear.

Saltó con fuerza, fue un brinco alto debido a su gran agilidad, le propinó patadas a sus enemigos dejándolos inconscientes de forma rápida, así mismo sucedió cuando les propinaba puñetazos, después de todo su fuerza no era normal. Pero lo de su fuerza poco le importaba, sabía que con su agilidad y rapidez podía ganar, pero cuando esos dos grandes atributos no eran suficientes no le quedaba más opción que usar su poder, el cual consistía en crear y a la vez lanzar rayos de energía, de color rojo.

Un buen número de enemigos se le posicionó en frente, ella se quedó de pie sin mover un paso hacia adelante o atrás, tan solo cruzó sus extremidades superiores en forma de "V" para luego extender sus brazos descargando toda su energía roja hacia sus enemigos, derrotándolos a todos de un solo golpe, no por nada continuaba siendo la número 2 dentro del top 10 de mejores agentes de la SDCA.

En una ciudad aledaña a la ciudad en dónde está instalada la SDCA dos más de los Agentes Oscuros estaban en una misión. Denali y ATA tenían como misión recapturar a un villano que se había escapado de la prisión de la SDCA, un hexahumano con la capacidad de lanzar espinas de las palmas de sus manos.

El villano denominado por la SDCA como objetivo D4 aprovechó la oportunidad para escapar cuando Calavera Mortal causó desastres, muy pocos se percataron de lo sucedido pero al ver la oportunidad sin pensarlo dos veces escapó.

—El jefe nos está llamando —mencionó una rubia mujer con falda verde, ella miró al halcón que volaba muy cerca de ella.— Al parecer se trata de una misión grupal como en los viejos tiempos.

—¡Genial! —exclamó el ave moviendo sus alas de la emoción— ¡Al fin después de tanto tiempo!

Los dos agentes se quedaron en silencio al ver a su objetivo no muy lejos de ellos.

—¡Allá está! —dijo la rubia mujer llamada Denali— Vamos a capturarlo rápido para estar puntuales en la reunión, seguro tu eres el más emocionado porque esta misión se termine pronto para ir a la misión grupal.

El ave tan solo sonrió y luego salió volando a atrapar al villano que estaba escapando por los techos de las diferentes casas del lugar.

—Si querías escapar sin ser visto esto fue una mala idea —mencionó ATA volando sobre su objetivo, el villano le lanzó espinas de sus manos pero el agente las esquivó con facilidad.

El villano estaba por lanzarle más espinas pero recibió un fuerte golpe por parte de la rubia agente, el golpe que le propinó con uno de sus enormes brazos creados con su aura verdosa fue tan fuerte que lo dejó inconsciente al instante.

—¡Vámonos ya! —exclamó ATA transformándose en su forma humana. Para su suerte el equipo tecnológico de la SDCA le había desarrollado una pantaloneta especial y una camisa roja sin mangas que no se rompían tan fácilmente cada vez que se transformaba en una animal.

Los dos últimos agentes que conformaban el grupo estaban en una misión en Italia.

Un quinteto de traficantes de armas estaba combatiendo contra Cazania y Spydolke, los dos únicos Agentes Oscuros que no poseen una habilidad sobrehumana pero no por eso los menos importantes.

Cazania, la mujer de brazos y piernas robóticas peleaba contra tres de los traficantes, que disparaban rayos de sus armas especiales pero la agente se defendía con su arma predilecta, su martillo. Gracias a sus modificaciones robóticas a uno de los traficantes lo venció con una patada, a otro le destrozó sus armas y luego lo agarró del cuello hasta lanzarlo sobre el tercer traficante, acabando con dos pájaros de un solo tiro.

Spydolke, el más misterioso de los agentes peleaba con sus dagas, sus armas favoritas. Lanzaba las dagas al aire para esquivar los rayos de las peligrosas armas, luego cuando vio la oportunidad pudo destruir el arma cuando controló con cuerdas metálicas sus dagas para que impactaran al mismo tiempo el arma tecnológica. El último traficante en pie se sintió desesperado y ya no quería pelear, sus disparos eran erróneos, eso le dio ventaja al agente para acercarse y vencerlo al golpear su abdomen.

Al terminar su misión amarraron a los traficantes y los dejaron en un lugar público para que la policía local se encargara.

—Nuestro sexy jefe nos ha convocado —mencionó Cazania de forma alegre.— Parece que tendremos una misión grupal.

—¿Nuestro sexy jefe? —cuestionó Spydolke, inclusive arqueó sus cejas pero eso no se notaba debido a sus gafas negras que usaba para ocultar alguna que otra parte de su rostro.

—¡Ay no te pongas celosito! —dijo Cazania sobando la barbilla de su compañero.— Nuestro jefecito es el más sexy del equipo pero tú eres el de la voz más sexy.

—No estaba celoso, tan solo quería aclarar... —contestó Spydolke, se sintió intimidado por un momento a pesar de que no era la unica vez que su compañera decía o hacia cosas así.— ¡Mejor vámonos ya!

Los primeros en llegar a la guarida secreta de los Agentes Oscuros fueron Denali y ATA, la rubia despampanante estaba leyendo una revista de modas en un cómodo sofá.

Al frente de ella estaba el siempre extrovertido y carismático hombre con la habilidad de transformarse en animales. Él estaba ansioso de ver a sus demás compañeros en llegar, movía sus pies de forma rápida, haciendo notar con claridad su impaciencia.

—¡Pensé que al menos Monje ya estaría aquí pero no! —mencionó ATA molesto moviendo su labios hacia un lado.

La puerta de la guarida se abrió, en ese instante llegaba Riger.

—¡Buenas noches! —dijo al llegar mirando a sus dos compañeros.— ¿Ustedes son los únicos?

—¡Sí! —contestaron al mismo tiempo al igual que al mismo tiempo la saludaron.

—Toma asiento —Denali le señaló otro de los cómodos sillones del lugar.

—¡Gracias! —sonrió Riger— Pero antes voy a tomar agua.

—¿Estás agotada? —preguntó ATA— ¿Qué estuviste haciendo picarona?

La ojiverde lo miró con el ceño fruncido y luego le dio la espalda para ir a la cocina del lugar.

—Nada que te importe niño —dijo Riger antes de llevar el vaso de agua a su boca.

—A mi no pero a nuestro jefecito sí —ATA continuaba molestándola.

La mujer de traje rosado estuvo a punto de botar el agua pero se aguantó.

—Él y yo no somos nada más que compañeros —comentó Riger antes de tomar otro vaso de agua pero con lentitud para no revelar su nerviosismo por los comentarios de ATA.

—¡Que bueno! —dijo Cazania quién acababa de llegar.— Porque el sexy jefecito es solo mío.

—¡Tatúatelo! —mencionó ATA riendo al final. El resto comenzó a reír inclusive Spydolke que estaba detrás de la coqueta de cabello corto.

—¡Aquí me lo tatuaré! —Cazania señaló su trasero.

Los 5 continuaron conversando mientras esperaban que su líder llegara, era el único que faltaba.

—¡Es increíble verlos de nuevo a todos! —exclamó muy alegre ATA mirando a todos sus compañeros.— Después de no tener misiones grupales al fin nos volvimos a reunir.

—¡Si! —dijo Riger.

—¡Es verdad! —agregó Denali.

—Pero a pesar de tener tantas misiones grupales nunca hemos contado nuestros orígenes —mencionó ATA— Ya sé, mientras esperamos a Harry, cada uno contará su origen, yo no sé el de ustedes y me gustaría saber.— ¡Yo comienzo!

Los cuatro se miraron entre sí, no les caía de sorpresa ATA siempre ha sido así, le encantaba hacer cualquier tipo de cosas con tal de no aburrirse.

—Pues según recuerdo... —empezó a contar el hombre de cabello color vino.— Hace algunos años atrás salía de una discoteca, era de madrugada, estaba algo borracho.

—¡Que novedad! —dijo Cazania interrumpiéndolo.

—Me dirigía a mi departamento y para eso decidí irme caminando por la vía de la playa —continuaba ATA contando su historia— Pero en el muelle vi a una mujer que estaba por saltar al mar, yo salí corriendo a ayudarla pero tropecé con una extraña medalla que tenía la figura de un halcón, tiburón y de un toro, no le di importancia al medallón así que lo dejé en el suelo—. Hizo una pausa para tomar un poco agua de un vaso que tenía en su mano derecha.

—Salté para salvar a la mujer pero al tocar el agua pasó algo que me asustó, me convertí en un tiburón, me asusté mucho e inclusive la mujer lo hizo tanto así que se ahogó —al decir lo último bajó su mirada— Pero pude volver a mi estado humano y la saqué del mar lo más rápido que pude, al final la salvé, yo pensé que ella había muerto. Esa fue la primera vez que mis poderes se manifestaron, además descubrí que la forma del medallón se quedó grabado en la palma de mi mano derecha como un tatuaje, al día siguiente fui en busca del medallón pero no lo encontré, los días siguientes continué convirtiéndome en tiburón y aprendí a controlar mi poder pero luego aprendí que también me podía convertir en un halcón y en un toro, igual que los tres animales del extraño medallón, y ya esa fue mi historia de origen, ¿quien sigue?

—¡Vaya que historia! —dijo Denali tratando de mostrarse sorprendida.

—Si —afirmó ATA— Y es por esos tres animales que me llamo ATA.

—¿Pero no sería HTA? —cuestionó Riger— Digo porque halcón empieza con "H" no con "A".

—Lo sé —contestó ATA— Pero no quería que mi nombre de agente fueran las iniciales de una enfermedad, y tampoco me gustaba TAT así que me quedé como ATA.

—¡Oh lo dices por Hipertensión Arterial! —reconoció Spydolke uniéndose a la conversa— Después de todo no eres tan tonto como pareces o quizás sí. 

ATA lo miró con el ceño fruncido.

—Bueno yo sigo —mencionó Denali feliz de contar su historia de origen al resto de sus compañeros pero no pudo hacerlo.

Harry el Monje acababa de llegar, interrumpiendo su conversa.

—¡Lamento llegar tarde! —dijo el Monje al pasar por la puerta de entrada— Tenía cosas que hacer.

—Adivino —comentó ATA— ¿Te perdiste en el sendero de la vida?

Todos trataron de no reírse, casi todos lo consiguieron a excepción de Cazania, que si se rio aunque luego calló.

—El motivo porque el grupo se ha vuelto a unir para una misión es porque es una muy especial —dijo Harry ignorando las palabras de ATA— En Villa Blanca las personas están quedando en coma sin razón aparente, nuestro deber es descubrir el origen de estos sucesos, que es probable se trate de un espíritu maligno o en el peor de los casos...

—Un demonio —agregó Riger.

—Tenemos tiempo que no enfrentamos a uno —dijo Cazania mirando al Monje a los ojos.

—Sí, es por eso que todo el grupo debe realizar esta misión —mencionó Monje mirando a cada uno de los integrantes de su equipo.— Somos los expertos en estos temas.

—¿Y cuándo comenzamos? —preguntó Spydolke colocándose de pie.

—Esta misma noche —reprendió Monje.

Al escuchar sus palabras rápidamente cada uno se movilizó y se preparó para la misión.

Spydolke guardó varias dagas en los diversos bolsillos de su traje.

Denali se recogió su cabello rubio y fue por un último vaso de agua

Cazania guardó su martillo metálico en una funda de tela que tenía amarrada a su espalda, con un botón escondió la parte más prominente del martillo para no sentir tanto peso en su espalda.

ATA estaba bajando el cierre de su pantaloneta puesto que iba al baño de hombres.

Riger tan solo se ajustó sus brazaletes rosados.

Cazania prendió su carro de marca Ford en dónde iba a llevar a Denali, Riger y a Spydolke; ATA iba volando en su forma de Halcón en compañía de Monje que junto a él eran los únicos con la capacidad de volar.


No tardaron en llegar a Villa Blanca al menos no los agentes voladores.

—¡Me adelantaré! —mencionó ATA por su intercomunicador.

—Espera aún no he dado órdenes de... —dijo Monje aunque fue inútil, de todos los Agentes Oscuros, ATA era el que menos seguía sus órdenes.

ATA voló con rapidez al ver el letrero que decía:

"Bienvenidos a Villa Blanca"

Continuó volando hasta que de repente se chocó con una pared invisible, pero eso no fue lo único porque segundos después recibió una descarga eléctrica que lo dejó inconsciente.

—¡ATA! —exclamaron todos al mismo tiempo. 

***

¡Espero les haya gustado el primer capítulo! 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top