°°Cap.3: Mi querido amigo verde°°
El cobalto se separó de manera lenta del verdoso, pensó en ese más que eso de hace un momento y no sabía si correspondía a los sentimientos.
Pero le daría la oportunidad.
- Scourge...en verdad gracias por todo.
- No hay de que agradecer, para eso estoy Blue. -le dijo y se rió de forma cálida separándose a un paso, pues sabía que al cobalto le gustaba su espacio personal.
- No e-enserio, gracias por estar aquí conmigo y apoyarme -quitando las lágrimas de sus mejillas, le miró a los ojos.
- Ey, ya te dije q-
-¡N-no, estúpido S-Scourge!, Y-Yo también quiero quererte y más que eso -sumamente sonrojado hasta sus lindas orejitas cobaltas.
- ¿eh?, ¿Enserio...?
-asintió mirando al suelo de manera avergonzada, el verdoso lo tomó de las caderas con emoción y se acercó a su rostro.
Antes de lograr su objetivo deseoso, unos pitidos de auto los distrajeron, el cobalto supo de inmediato que Shadow lo había ido a buscar.
-se detiene- ¿quién es ese loco?
- ¡Es un Agente!, ¡Escondete!
- ¡Ven conmigo! -lo jaló del brazo pero el azulito se aferró a su lugar con los pies- ¿Hm?
- vengo con él -avergonzado- después te explico que pasó, ¡pero si te mira te arrestará!
Aún sin estar conforme, el verdoso se acercó nuevamente a él. Lo tomó del rostro y le plantó un suave beso en los labios, después de dos segundos se separó y se despidió de él, se fue corriendo a la velocidad del sonido.
-mh -toca sus labios- (idiota) -sonríe ruborizado. Salió caminando de manera lenta en dirección al auto de color negro.
-¡allí estás! -se acerca a él corriendo- oye lo siento por lo que pasó allá adentro.
-no importa -con sonrisa de enamorada, sin dejar de tocar sus labios siguió el paso.
- ¿Qué tienes?, estas raro -dijo ya frente a él.
- No pasa nada, vámonos -quitó su sonrisa en un segundo y su seño se frunció de nuevo- imbécil.
El azebache se quejó interiormente por haber ido hasta ese lugar solo para que lo trataran de forma tan irrespetuosa, le enseñó la llave del auto que llevó y este entendió el mensaje; le quitó la llave con burla.
- ¡grandioso! -se dirige al auto y lo abre, sus puertas al ser modernas se abrían hacia arriba- Genial, ¡Mira esto! -siguió apreciando los detalles interiores con regocijo-
El moreno solo se limitó a observar las acciones del azulado, picaba botones, movía espejos, subía y bajaba las ventanas del auto. Todo un crio. Subió de copiloto al ver que el azul había cerrado ya la puerta del conductor.
- (Se mira lindo en cierta forma, aunque es un poco bipolar. Se ve maravillado por '' Infinity '')...( La verdad , se nota que le dolió que le dijera esas palabras, suelo irritarme con facilidad así que disculparme no es algo nuevo...)
- Con que por eso me alcanzaban, que tramposos .
- ¿Por qué lo dices?
- Por esto -le señaló con su dedo un botón verde que activaba un doble motor, este permitía llegar a velocidades de hasta 300 kilómetros por hora-, que molestos.
- ¿Qué esperabas?, robas cosas valiosas y asesinas gente, es nor-
- Si si, ¡Blah blah blah!, Será mejor que coloques el cinturón de seguridad si no quieres darte un buen golpe -interrumpiò su hablar mientras encendía el automóvil, discretamente presionó el botón verde y se colocó el cinturón de seguridad.
El de ojos rojos notó esto y se colocó de inmediato el cinturón, cuando iba a reclamarle por sus acciones este aceleró a la máxima potencia. Salieron rechinando llantas mientras el moreno rogaba por qué no se estrellaran.
En el recorrido empezó a notar que cada vez salían más y más de la ciudad, realmente no llevaban mucho tiempo de haber iniciado viaje, pero la velocidad era tremendamente peligrosa.
El cobalto pasaba autopistas sin fijarse a los lados y muchísimo menos respetando los semáforos y altos. Frenó de golpe después de unos minutos haciendo que el mayor se doblara el cuello hacía en frente.
- ¡Au! -se quejó para después salir del auto junto con el menor- ¡Oye debes de tener más-!...cuidado...
Un lindo prado de árboles de cerezo se encontraba ante sus ojos, sus pétalos caían libres por todo el pasto en el cual ahora el menor estaba sentado, le indicó con su mano que se sentara también y se sentó sin decir otra palabra.
- Es relajante, ¿No?
Le inquirió el azul, este solo asintió levemente y se terminó de recostar en el suave pasto verdoso, cerró sus ojos al sentir el viento fresco colarse en su piel.
El de ropa blanca apreció la caída lenta de los rosados pétalos, un sonido llamó su atención. Una respiración más suave a la que se acostumbró a tener a su lado, volteó a ver al agente notando que se quedó dormido.
Se miraba tan tranquilo, con esa expresión seria y relajada a la vez.
- Idiota, terco e irritante. ¿Por qué te duermes al lado de un asesino? -se acostó a un lado de él, cerró los ojos un momento disfrutando de la calma del lugar, hasta que un fuerte sonido lo obligó a levantarse de golpe y colocarse en posición de defensa.
¡BAM!
- (¿Qué demo-?)
Notó que la cajuela del auto se abría por dentro, al no tener armas recogió una piedra del suelo, se acercó sigiloso y estuvo a punto de golpear al sujeto en la nuca con la parte más filosa del mineral, pero...
- ¡Wow wow!, ¡Espera!, ¡soy yo Scourge!
- ¿Pero que carajo haces aquí? -tiró la roca hacia atrás de él, olvidando que el azebache se encontraba en ese lugar.
- ¡Au!
- Ups
- ¿¡Cómo de qué '' ups''!?
- I'm sorry for you, pero no me acordé que estabas ahí -le dió igual alzando sus hombros.
- Pe-...¿eh?, tú... ¡Eres ese violador!
Se levantó de inmediato mientras le apuntaba con un arma que tomó de su cintura, el verdoso terminó de salir por completo del auto y cerró la cajuela. Le dió igual el estar siendo amenazado.
El cobalto le miró enojado.
- ¿Por qué regresaste?, Se supone que debías quedarte en lo seguro y-
El de ojos azules le abrazó por la cintura, se acercó a su oreja derecha y susurró algo que el azebache no alcanzó a comprender.
- Fleetway ya lo sabe.
El de ojos verdes se quedó pasmado, ¿Tan...rápido?, El verdoso lo miró a los ojos preocupado y un poco desanimado, pues era algo que le iba a decir en cuanto lo vió.
- Sigo aquí, noviecitos.
- Agh -separó al azul de sus brazos-. Solo venía a decirle algo importante, no te hablaba a ti, sopenco.
- ¿¡Cómo!? -sonrió muy molesto mientras trataba de no dispararle en la cien.
- Solo vete Scourge, yo...yo sabré que hacer. ¿Bien?
El verdoso asintió levemente, le dió un último abrazo para después irse con su velocidad lejos del lugar. El azebache suspiró frustrado.
Escucharon un ruido provenir del auto, era un tanto agudo y el cobalto tapó una de sus orejas gracias al volumen.
- ¿Qué es eso?, ¡Es molesto!
- Quizás sea el comandante.
Entraron al auto suspirando, el azebache contestó la llamada.
Edición final c:
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