°°Cap. 26: Rookie°°

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Su mirada entre cerrada movía la habitación donde se encontraba en círculos constantes, divisaba algunas manchas que iban y venían cada cierto tiempo. Se sentía inconsciente a pesar de ver lo que pasaba a su alrededor. Sentía que sus parpadeos constaban de horas, la respiración era más lenta de lo común, como si se preparara para un asalto dónde hasta la más mínima inhalación lo delatara.

Se sentía asfixiado, encerrado, en un límite entre la vida y la muerte. Tanta calma y tranquilidad en su cuerpo lo hacía sentir horrible, la quietud de la ida de un mortal. El morado rodeándolo lo envíaba a un vacío donde el relleno era la soledad y la angustia.

- Es....ien...e...pa

Escuchaba un gran eco en las voces que iban dirigidas a su persona, sonidos inentendibles y cortados. Las palabras estaban carcomidas en duda y no podía diferenciar quien era la persona que lo frecuentaba.

Volvió a cerrar los ojos.

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Abrió sus ojos con pesadez, todo seguía dando vueltas en constantes direcciones hasta que pudo enfocarse finalmente; aunque aún veía algo borroso.

Se sentía desatinado por el fuerte color morado que lo rodeaba, se sintió desnudo y miró hacia abajo con esfuerzo para enfocarse en su cuerpo, estaba únicamente enrollado en una toalla blanca hasta su pecho, como si fuera mujer.

Sintió la presión en sus muñecas y pies, supo de inmediato que tenía cadenas gruesas, pues sus extremidades manuales estaban en su espalda y las piernas como si fueran su propia silla. Estaba con la cabeza apoyada en la esquina de una pared, con el cuerpo hecho gelatina.

- ¡Hola!, al fin despierta el bello durmiente -sonó una risa- dormiste muy poco para la cantidad de droga y somnifero que usé contigo.

- Abb...gha...

Trató de hablar, pero su lengua se sentía acalambrada, sin saber a dónde moverse, solo una lengua estúpida por culpa de los calmantes en su sistema.

Miró a aquel chico de rojo y lentes gruesos en negro que lo miraba muy sonriente.

- ¿Sabes? tres elefantes murieron con una tercera parte de el líquido que te dí, ¡pero tú en tan solo siete días estás despierto!, ¡A demás de que lograste dispararnos en puntería perfecta en una de las piernas a mi y a Fleetway! -un brillo de excitación en sus ojos apareció, mostró su vendaje en la pierna y palmeó el hombro del azulito, pues se había agachado a su par- el plan era matarte antes de entrar en la habitación~ -dijo con desgano, pero de inmediato su tono se alegró en desmedida- ¡pero antes de matarte necesito experimentar contigo!, ¿¡cómo un científico tan apasionado como yo-!? - hizo una pausa- ¿mataría a un ser tan evolucionado como tú? - lo miró apreciándolo-

- ...a...uki...uki...

- ¿hm?, ¿uki?, uki...uki...-dijo pensativo- ¡oh! ¡claro, yo soy Rookie! -se señaló a si mismo con euforia- me recuerdas ¿eh?, a pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi -acarició su cabeza como si fuera un cachorro- veo que los dos tomamos el camino más mierdoso que pudimos encontrar -sus ánimos bajaron a una seriedad extrema, jaló las púas del azul con más fuerza mientras su mirada se perdía en la nada-

Cerró los ojos con cansancio, empezaba a marearse de nuevo. Necesitaba sacar o eliminar las toxinas de su sistema y eso le llevaría demasiado tiempo, sentía sus venas pesadas, sus glóbulos enfermos y su vista cansada. Juraba poder sentir la batalla de sus glóbulos blancos contra aquel jodido medicamento, su piel se sentía sensible, sus poros estaban a su máximo explandor logrando dejarlo erizado, ¿Tres elefantes en una tercera parte de lo que le inyectaron a él?, ¿Verdaderamente Rookie sacrificó tres putos elefantes solo para poder tenerlo encerrado ahí?

Fuertes mareos lo desatinaban de lugar, veía muchos Rookie's en cuanto esté se levantó aún sujetándolo del pelo. Fue azotado bruscamente en la pared, una y otra, y otra vez; la sangre caía libremente de su labio, nariz y cien. El lobo rojo lo azotó finalmente, dejando que cayera en el suelo manchado/salpicado en sangre pura, después pareció salir de un trance extraño y miró descolocado lo que había hecho.

- Oh, discúlpame. A veces me voy un poco de la realidad -tomó sus púas para poder alzar la cabeza del azul, grande fue su sorpresa al ver que ya estaba dormido nuevamente- demonios, ¿de verdad estarás despertando en lapsos? -lo deja caer- bien procedo a irme ¡Buenas noches en tu séptimo día aquí, So-ni-co!

Abrió sus ojos en cuanto el canino se fue, debía hacerle creer que estaba dormido para hacer que lo dejara en paz, hasta ahora esa era su única opción...su más baja opción. Por su posición en el piso, una de sus orejitas quedó pegada al suelo de cristal en brilloso morado, escuchaba leves distorsiones; sonidos muy suaves y ciertos temblores de la tierra bajo eso.

Volvió a dormir, de esa forma liberaría la toxina.

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Sintió toques en su rostro, eran muy suaves. Con esfuerzo abrió sus ojos sintiendo la pesadez de mil libras sobre sus párpados, enfocó levemente a quien parecía ser...Fleetway. Ese maldito hijo de perra.
Prefirió dejar salir la saliva de la comisura de su boca para que cayera en la mano ajena y le soltasen, pero fue todo lo contrario. Sintió algo cálido, suave y húmedo pasar desde su mentón a sus labios varias veces. Retiraron completamente el rastro de saliva.

- Eso no funciona conmigo, Blue. Inclusive me es satisfactorio.

Lo besó nuevamente, sentía los movimientos de su lengua dentro de su boca; quería apartarlo, pero sus fuerzas eran nulas en ese momento. Dejó que le poseyera el tiempo que quería, era la única forma de hacer que se quitara. O al menos eso creía, con la intromisión de otra persona en la habitación, este tuvo que retirar sus labios de los ajenos.

No sentía asco, pero quería que acabara cuanto antes y al menos eso le fue concedido. Sentía pena, pero no podía hacer nada con ese veneno comiéndolo por dentro. Al menos, el saber que Shadow y los demás estaban fuera de las perversas sucias manos del hombre frente a él le hacía sentir tranquilo. Pues ahora solo debía de preocuparse por escapar de Fleetway una vez más.

Solo una más.

- Veo que te has recuperado de los golpes que Rookie te dió ayer -dijo Iván, el cual estaba recargado en una de las pantallas moradas-, al parecer es cierto que tus habilidades de regeneración son casi perfectas.

- ¡Buenos días, pequeña mora azul con debilidad muscular!

El de lentes negros entró en la habitación muy emocionado, la puerta también consistía en una pantalla morada. Vagamente, entre la fina línea hacia el exterior, alcanzó a divisar un metal castaño, cubierto levemente de una pintura morada. Se cerró la puerta completamente, cortando su visión. Regresó su mirada al suelo-

- ¿Sabes?, Cuando quité tu ropa ví algo muy...¡interesante!, ¿¡Sabes cuánto dinero hubiera dado por verlas en su máximo explandor!? -Rookie se acercó peligrosamente al cobalto, quitó la suave toalla blanca de forma brusca y la bajó hasta sus caderas. Al estar sentado por los movimientos que Fleetway había hecho con él mientras aún dormía, las pesadas botas del rojizo le pagaron en la espalda para que esté cayera de cara en el suelo.-

- ¡Ugh! -soltó un quejido el menor-

- ¡Miren esas preciosas cicatrices lunares!, ¡Miren, miren, miren, miren! -se arrodilló frente al azul para acariciar las marcas bastante emocionado-

- ¿Por qué tienen forma de luna? -habló Iván-

- ¿Recuerdas a ese tipo que vendía drogas en el subterráneo?, Hmm, no recuerdo su nombre -dijo desinteresado-

- Era Nightmare, Blue se encargó de matarlo junto con sus "amiguitos". -se paró después de que el azulito cayera al suelo, miró con morbo la espalda desnuda del chico- Al parecer no pudo evitar el ácido que segregaba, combinado con la función del veneno hicieron reacción en su piel tras intentar sanarlos.

— Es increíble que un idiota con el poder Moon no haya podido matarlo. —habló el amarillo pálido—

Se quedaron en silencio un pequeño rato, el canino rojo volvió a acomodar la toalla afelpada al rededor del azulino y colocó las manos de este cerca de sus orejas; les hizo una pequeña seña a los restantes, estos comprendieron y salieron de la habitación.
El lobo salió por último, dando una sonrisa confiada.

Tras pasar una media hora, el azul percibió un sonido vibrante desde el suelo, era la segunda vez que lo sentía. De repente, en una de las pantallas se precenció...¿a Rookie?

— ¡Hola, hola!, ¡Probando, uno, dos, tres!

— ¿Egh? —trató de enfocar su vista en el lobo, lo miró borroso—

El suelo vibraba con más intensidad en cuanto el de lentes comenzó a hablar, era molesto y claramente parecía que no iba a callarse, pues recién empezaba. El lobo comenzó a reírse de forma traviesa.

— ¿Adivina qué, mi querido So-ni-co?, ¡Este cuarto está rodeado de un aproximado de 26 bocinas en todos sus laterales!...¿Puedes saber para qué lo usaré?...¿No?...¿Es qué eres mudo?...oh, cierto. ¡Inmovilicé tu capacidad muscular y tus cuerdas bucales están más flojas que un Spaguetti!, ¡Jajajaja!

—...( ¿Se supone que era un chiste? ) —pensó—

El de ojos naranjas limpió las diminutas lágrimas que había sacado de la risa, dió un suspiro y su rostro se ensombreció, lo miró nuevamente, con aquellos ojos apagados.

— Te contaré algo, Sonic. Necesitamos saber dónde tiene G.U.N la esmeralda faltante, la blanca, aquella que te quitaron después de escapar de Fleetway esa misma noche.  —explicó serio— Sabemos que, tú mas que nadie, sabe dónde se encuentra, ¿Nos dirás por las buenas o...por las malas?...un parpadeo, es que sí. Y dos, es que no. Escoge, Sonic.

El azulado, con los ojos cerrados, lo escuchó claramente. Tenían razón en sospechar de él, pues fue el más cercano a la gema después de que la tomaran, pero no podía explicar la situación en sus condiciones.

Él no sabía dónde estaba la esmeralda.

Resumir la situación del por qué no lo sabe, es muy fácil. Primero: lo encerraron con una herida en la pierna, segundo: Shadow llegó por él. Ni siquiera pensó dónde estaría esa gema después de que se la quitarán, pues perdió el interés.

Parpadeó dos veces después de abrir sus ojos, el lobo inmediatamente desapareció de la pantalla y se tornó morada de nuevo. Hubo un lapso de dos segundos para escuchar algo de nuevo.

— ¡AAAAAAGHA EEGH!

El sonido era irritante, muy fuerte, ¡Demasiado alto!, No podía aguantarlo, gritó lo que podía durante un aproximado a cinco minutos mientras su cuarto se movía en frenesí ante su tortura. Las bocinas dejaron de sonar...y él aún sentía el vibrar en sus orejas.
Inhalaba y exhalaba abrasivo, por eso el jodido lobo había puesto sus manos tapando levemente sus propias orejas. Aún así eso no le ayudó en nada. Después de otro lapso de dos segundos, el chico volvió a aparecer en la pantalla.

— Sonic. Me duele hacerte esto, creeme. Así que...¿Nos dirás dónde está la esmeralda?

Dejó sus ojos cerrados unos minutos. Rookie volvió a desaparecer de la pantalla.

Nuevamente sonaron todas las bocinas.

Nuevamente gritó, y nuevamente apareció el lobo.

— Te contaré algo, Sonic. Necesitamos saber dónde tiene G.U.N la esmeralda faltante, la blanca, aquella que te quitaron después de escapar de Fleetway esa misma noche. Sabemos que, tú más que nadie, sabe dónde se encuentra. ¿Nos dirás por las buenas o... por las malas?...un parpadeo, es que sí. Y dos, es que no. Escoge, Sonic.

Lo dijo de nuevo, repitió el mismo párrafo que antes. ¡Maldita sea!, ¿¡De verdad estaría así hasta que aceptara el puto trato!?
No hizo ningún movimiento en esta ocasión, el de ojos naranjas volvió a desaparecer de la pantalla. Sus tímpanos palpitaban en euforia mientras un sonido agudo y estruendoso se colaba en su oído, gritó, era demasiado; no creía poder soportarlo más. Cinco minutos pasaron, el sonido volvió a cortarse.

Habían dado en una debilidad que pocos pensarían.

Usar su desarrollo en su contra.

— Sonic. Me duele hacerte esto, creeme. Así que... ¿Nos dirás dónde está la esmeralda?

Maldición, sería un día muy largo.

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— ¡Vamos, despierta!

Sintió algunas patadas en su espalda, seguía en la misma posición que la noche anterior ¿Día anterior?, No lo sabe. Abre sus ojos concentrando su fuerza en solo mantener sus párpados arriba, sus oídos duelen, está aturdido; la garganta arde y...el medicamento en su sangre sigue igual.

— Ya amaneció My Dear Aurora~, es hora de que comas algo, ¡Siete días inconsciente y dos más sin comer! —se sentó con él en el suelo, cruzando sus piernas en la posición del indio— ¡Te traje ensalada de frutas!...aunque dudo mucho que puedas masticar. ¡Así que lo hice licuado! —le enseñó el vaso de vidrio—

El de orbes naranjas dejó el vaso en el suelo, se acomodó al azulito apoyado en sus brazos como si fuera un recién nacido. Con el popote del vaso sorbió un poco de la bebida, colocó su lengua en la entrada del objeto para evitar que chorreara el líquido y lo colocó dentro de la boca del de orbes esmeralda. Quitó la punta de su lengua, depositando el líquido con el popote.

Este trató de tomarlo para no ahogarse, y funcionó un poco. Siguieron así hasta acabar con el licuado.

El rojizo lo dejó recargado de una pantalla que funcionalmente era pared ahora, se sentó frente a él mientras acariciaba una parte de su propia mejilla.

— ¿Sabes, mi querido Blue Berry?, Fleetway me prohibió darte algún alimento en tu preciosa y cómoda estadía en este lugar. En estos momentos él ya se encuentra en su hotel, así que deberías de sentirte afortunado de tenerme. —rió de forma linda— A demás...te necesito sano para mis investigaciones.

—...Bagh he...

—rie de nuevo— ¡Me encantará tomar notas de tu evolucionado cuerpo contra ese líquido de los dioses!, Por eso debo alimentarte bien. ~

Se levantó de su lugar y caminó hacia la salida con calma, giró su cabeza para ver de reojo al azulito y se postura serio.

— Fleetway no me impedirá conseguir información...¡Te veo en la noche, morita!—se fue feliz, cerrando la puerta de la habitación—

Pasó al rededor de 10 minutos, cuando una pantalla del suelo se puso en blanco, en ella se vió a Rookie. El azulito miraba al suelo por la posición en la que quedó su cabeza al estar sentado, reconoció al instante lo que seguía.

—Te contaré algo, Sonic. Necesitamos saber dónde tiene G.U.N la esmeralda faltante...

Esa maldita tortura de nuevo.

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— ¡ERES UN IMBÉCIL!

Azotó una silla contra una pared, casi dándole en la cabeza al odioso erizo que tenía en frente, con los ojos llorosos y llenos de furia miraba al tipo que lo hacía sentir miserable. Éste no decía absolutamente nada, solo veía llorar a aquel chico que cayó al suelo entre temblores.

— ¿¡Por qué no la cuidaste!?, ¡Era un trato, CON UN DEMONIO FLEETWAY!

Se levantó con desespero y enojo tomando al amarillento del cuello de la camisa, lo acercó a su rostro y trató de ver aunque sea una pizca de empatía. Pero no, no había nada. Lo empujó con fuerza haciendo que este chocara en la pared.

— ¡ENCERRÉ A ESE JODIDO CHICO CON UN DESQUICIADO MENTAL PARA SACIAR TUS ASQUEROSOS DESEOS!, ¡PROMETISTE LIBERAR A MI MADRE Y DEJASTE QUE LA MATARAN!

— Yo jamás prometí nada.

— ¡CALLATE! —grito en desgarro— ¡CALLATE, CALLATE, CALLATE! —se acercó de nuevo a él, con otra silla en mano— ¡NO TIENES DERECHO A ABRIR TU PUTA BOCA!, ¡SI LO HACES QUE SEA PARA DARTE UN TIRO, MALDITO IDIOTA! —aventó la madera hacia el mayor, este la esquivó y se mofó por el fallo—

— ¿Acaso no entiendes? —llamó la atención del menor, se acercó peligrosamente a él con una mirada en éxtasis deparando a la locura. Lo tomó de sus púas mientras esté trataba de safarse— ¿¡Acaso no entiendes que yo soy tu autoridad!? —lo azotó en la pared del hotel, agrietando el concreto y tirando algunos recuadros— ¿¡Tampoco entenderás que la zorra de tu madre se ganó ese balazo por estar de piruja!?

— ¡CALLATE! —se levantó del suelo, sintiendo leves molestias, fue hacia el de ojos rojos y le golpeó con sus fuertes piernas en las ajenas. Haciendo que se barriera al suelo— ¡No estás entendiendo nada!

El contrario lo tomó de una pierna, haciendo que esté cayera al suelo, se colocó arriba de él y comenzó a ahorcarlo. Éste en vez de poner las manos en su cuello para tratar de quitárselo de la garganta, le encajó sus largas uñas en el costado del abdomen, comenzando a rasgar desde la piel de las costillas hasta la mitad del estómago. Su jefe, sintiendo el leve ardor, se levantó con el cuello del oji rojizo aún en su mano; lo arrojó a la esquina de un mueble de vidrio y este se rompió.

— ¡Estoy entendiendo que eres un estúpido!

El amarillento se levantó semi tembloroso, se acercó nuevamente al erizo y lloró aún más fuerte. No pudo más, se desplomó en los brazos del otro, dejando levemente sonrojado al contrario.

— Ya no me queda n-nada...—sollozaba con tristeza, sintió que el mayor le abrazó de igual forma—

Se sentía abatido, todo iba tan mal. Capturó al criminal más buscado por él, se unió al mundo delicitivo por él, lo dió todo por él. ¿Y qué recibió?, Una patada por el culo. Empezó a aborrecer la existencia del hombre que falsamente le consolaba, pensó en su muerte, en su dolor...en arrancarlo de raíz como él lo había hecho con sus sentimientos; sus enfermos sentimientos.

Su rostro quedó en el cuello del de espirales rojos, fingiendo llorar aún, sonrió al ver la cicatriz en un costado de la garganta amarilla. Sonrió enfermo mientras sollozaba ocultando su risa.

Ya sabía a quién consultar para acabar con Fleetway.






Su antiguo amorío Fleetway.


( ◜‿◝ )♡( ◜‿◝ )♡( ◜‿◝ )♡( ◜‿◝ )♡

Olaola wuapetones ❤️

Espero que se la estén pasando super increíble con la vida, si no es así, aquí está un cap hecho con cariño para apoyarlos ✨

Quiero dedicar este capítulo a Lizzie-Neko-Hearts
Autora que amo un montón dese que llegué al mundo de la W naranja hshshs ❤️

Besitos en la kola mis reinas❤️

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