Salida
Después de dos horas tumbada en la cama, con alguna que otra cabezada de por medio, me levanté y me fui a buscar a Sam y Caleb. Al salir de la habitación, me encontré con Bonnie, hablando con Jason. Ella me vio y me sonrió.
- ¿Descansaste bien?- preguntó.
- Sí, ya estoy mejor. Voy a ir a por Caleb y Sam, a ver si ya se han despertado o siguen dormidos, que sería lo normal en ellos. - respondí.
- ¿Has conocido a Zoe y a Beth?- preguntó Jason, sonriendo.
- Sí, están un poco locas pero parecen buenas chicas. ¿Cómo las reclutasteis?
- Se suponía que iban a ser del Escuadrón Alpha. Ellas empezaron a ser entrenadas hace un año y medio y cuando nos enteramos de su reclutamiento, fuimos a por ellas.- explicó Jason.
- ¿Os las llevasteis así por así? Tendrán familia.- dije con un poco de enfado.
- Yo hablé con los padres y les conté de que estaban en peligro y que sólo yo podía salvarlas. - comentó Bonnie.- para unos padres lo más importante es la seguridad de su hija. Asimismo, Zoey no quería hacer nada relacionado con luchar contra otros pero Gamma le obligó a entrar en el programa Alpha.
- ¿Y los padres confiaron en tí?- pregunté extrañada.
- Al ver que yo podía hacerme invisible y, por ello, era semejante a ellas dos, confiaron en mí y les prometí que no les pasaría nada a sus hijas.
No me quedé contenta con la respuesta pero lo dejé pasar. Asentí y me fui a la habitación de Sam y Caleb.
Llamé a su puerta pero no respondieron. Despacio, la abrí y les vi durmiendo plácidamente.
- Oh, qué monos los dos.- pensé, sonriendo maliciosamente.- Qué pena que alguien los despertara para vengarse por no dejarle dormir en la habitación y tenerse que buscar otro cuarto.
Lentamente, me acerqué a Sam y, cuando estuve a la altura de su cara, junté mis manos. Las moví en círculos una sobre la otra y ,poco a poco, hice una gran bola de nieve. Se la tiré con todas mis fuerzas a la cara. El se levantó de un salto y pegando un grito mientras miranba a su alrededor una y otra vez. Cuando vi que Caleb se había despertado sobresaltado, inmediatamente le tiré una bola igual que a Sam. Al ver sus caras me puse a reír como una loca. Yo lloraba de la risa y me faltaba el aire de la cantidad de carcajadas que me estaba pegando. Sam me miró enfurruñado.
- ¡Serás bruta! ¡La próxima vez bloqueo la puerta para que no puedas pasar!- exclamó.
- Eso ha sido una venganza por lo de antes, bombón.- dije, intentando imitar la voz que Sam había puesto cuando me llamó "bombón".
- Él se lo merecía, ¿Por qué me lo has hecho a mi también?- preguntó Caleb mientras se quitaba los últimos rastros de mi bola de nieve de la cabeza.
- Porque tú eras el cómplice, está claro. Traicionaste mi confianza y has sufrido las consecuencias.-intenté decir solemnemente, pero la risa ganó.
Me acordé de las chicas que había conocido antes, Zoe y Beth. ¿Sería una buena idea presentarlos?Indudablemente sí. Quería ver las reacciones de ellas al ver a los dos chicos.
-Oye, os tengo que presentar a unas amigas mías. Son iguales que nosotros, con poderes. Están en alguna de estas habitaciones. Venga vamos.-dije mientras les cogía las muñecas y los arrastraba conmigo. Ellos se dejaron guiar.
Al buscar su habitación me di cuenta que sería más fácil que ellas viniera, solo tenia que decir una frase mágica.
-¡Zoe, Beth! ¡Los chicos se han despertado!
Ellos me miraron extrañados y yo les sonreí. Beth solo tardó cinco segundo en aparecer.
-¡Hola!¡Encantada, soy Beth!
Mis amigos, al no haber visto el poder de Beth de la supervelocidad, se asustaron y pegaron un susto. Como yo ya sabía lo que iba a pasar, no me ocurrió lo mismo que hacía dos horas antes pero aún así di un pequeño sobresalto. Tras recuperarse del susto inicial, ellos se presentaron. Zoe también vino corriendo, pero tardó unos segundos más que su amiga.
-Podías habernos avisado del poder de Beth.-dijo Caleb.
-Entonces no habría sido divertido.-respondí, encogiéndome de hombros.-Chicas, ellos son Sam y Caleb, mis compañeros en el Escuadrón Alpha. Sus nombres en clave eran agente Sombra y agente Mimético. Sam puede atravesar cualquier elemento sólido y Caleb es capaz de mimetizarse y cambiar de rostro y cuerpo.
-Haced una demostración por favor.-pidió ilusionada Zoe.
Sam, con su típica sonrisa, atravesó la pared sin ninguna dificultad y Caleb se convirtió en Beth. Ellas alucinaron y sonreían sin parar.
-Zoe, muestra tu poder. Eres la última que queda.-dijo Caleb sonriente.
El rostro de Zoe se puso serio.
-Quizás en otro momento.-fue lo que respondió. Los chicos asintieron y Zoe volvió a tener su sonrisa.
-Encantados de conoceros pero tenemos hambre y vamos a buscar la cocina.-explicó Caleb.
-Nosotras os acompañamos. -sugirieron ellas mostrando una gran sonrisa, a mi parecer un poco boba. Les faltaba babear por ellos.
-Eh...vale.-aceptó Sam un poco sorprendido.-¿Te vienes Susan?
-¡Claro! -respondí sonriente. Me di cuenta que Beth le dijo algo al oído de Zoe y ésta asintió. En el instituto no me gustaban los cuchicheos, y aquí tampoco.
Fuimos a la cocina los cinco y allí nos encontramos con Oliver y Elías. Elías nos saludó y Oliver salió de la cocina y, en cuanto estuvo al lado mía, me dio un empujón. Yo hice como si no me hubiera molestado.
-Elías, hemos pensado en ir al centro comercial que está cerca de aquí. Ya no queda casi comida y creo que ellos necesitan salir un poco. Ya sabes, llevan unos días muy agitados.-explicó Zoe.
-Creo que a Jason no le haría ninguna gracia y menos con Gamma buscándolos ahora mismo.-dijo Elías, negando con la cabeza.
-Acompáñanos tú y así no pasará nada. Anda, Elías. Y yo que creía que eras el más simpático de aquí.-opinó Beth.
-Primero, soy el más simpático, sin duda alguna. Segundo...-se quedó pensando Elías.-voy a comentárselo y a ver que le parece a Jason.
-¡Eres el mejor!- exclamó Beth, dándole un beso en la mejilla.
Sentí en el estómago una punzada de...¿Celos?. "Creo que estar con estas dos me está afectando" pensé. Ni siquiera sabía por qué había sentido algo así. Nunca me había pasado y menos con alguien a quien acababa de conocer. Sin embargo, decidí no darle más vueltas.
-Dentro de poco vuelvo aquí con la respuesta. Ahora nos vemos.-dijo Elías, despidiéndose. Me sonrió y yo a él también.
-Oye, ¿Cómo creéis que estarán Jack y Elsa?-preguntó Caleb.
-Espero que bien, pero me preocupan.-respondí.
-Quiero que vuelvan a estar con nosotros. Jack es fuerte pero Elsa sigue siendo una niña. No se cómo puede aguantar todo esto la pequeña. Espero que volvamos a verlos muy pronto.-expresó Sam.
-¿Quiénes son? -preguntó Zoe.
-Eran otros de los integrantes de nuestro equipo. Prefirieron quedarse con Gamma antes que huir. Nos separamos en dos grupos y no sabemos qué ha pasado con ellos.-expliqué.
-Ojalá los conozca algún día. Según lo preocupados que estáis deben de ser buenos amigos vuestros. -opinó Beth. Elsa era una niña encantadora y dulce. Jack había sido un buen amigo, pero había cambiado. Sin embargo, no quise decir en voz alta esos pensamientos.
Comimos en silencio y, al terminar, apareció Elías.
-Tenemos dos hora. Ni más ni menos. Quien retrase la hora de llegada tendrá problemas. Esas han sido las palabras textuales de Jason.- expresó con una gran sonrisa.-Vamos en mi coche, deprisa niños, nos vamos de excursión.
Beth y Zoe se fueron corriendo hacia el coche y Sam y Caleb fueron detrás suya. Yo iba andando y Elías se puso al lado mía.
-Esta noche te tengo una sorpresa.-murmuró Elías.
-¿De qué se trata?-pregunté extrañada.
-Si te lo dijera no sería una sorpresa. Te gustará, eso te lo aseguro. -respondió.
Sonreí y no volvimos a hablar hasta que llegamos al coche. Tenia muchas ganas de ir al centro comercial porque, aunque las circunstancias que me rodeaban eran especiales, seguía siendo una chica a la que le encantaba comprar ropa.
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