-¿De verdad usted cree que debe seguir al frente de la organización?
La reunión se estaba volviendo tensa. Uno de los hombres que formaban la comitiva estaba de pie, a espaldas de los demás. No había contestado la pregunta de aquel hombre trajeado y con voz grave, ni parecía que lo fuera a hacer. Parecía impasible a las acusaciones y las dudas que eran comunes en aquella reunión.
-¿Cree que usted lo haría mejor?-fue lo único que dijo.
-A usted se le han escapado seis de los diez traidores. No es un número del que estar orgulloso precisamente.-siguió acusando el hombre.-Este proyecto estuvo mal ejecutado desde el principio y debe ser cerrado.
Al escuchar eso, el hombre de cabello gris, que tan impasible se había mostrado al principio, se dio la vuelta y sus ojos mostraban furia contenida.
-Por ahora. Se han escapado por ahora. -recalcó con fuerza el "por ahora".-Deberías saber que Gamma nunca cerrará el proyecto. Vamos a conseguir nuestro objetivo cueste lo que cueste y todo aquel que se interponga será considerado traidor de la organización y, por lo tanto, eliminado sin miramientos. ¿Me explico con claridad señor Chasse?
-Usted ha llegado demasiado lejos director Olsen. Esta comitiva cree que lo mejor para Gamma sería su destitución inmediata. Los mejorados han huido y ponen en peligro la Fase 2. Deje de ser tan hipócrita y deje actuar a los que de verdad pueden llevar a cabo esta operación.
Lejos de ponerse como una furia, Olsen se encogió de hombros y respondió con tranquilidad.
-Votemos pues, ¿Quién quiere que yo me vaya y pongamos al señor Chasse de director?

Tres de las cinco manos, contando con la de Chasse, se levantaron sin dudar, casi automáticamente. Fue posiblemente la peor decisión que tomaron en sus vidas. Y la última.
Sin verlo venir y por la espalda, tres disparos se efectuaron en la sala de reuniones. Las balas acertaron en la cabeza de los tres que habían votado. Los cuerpos cayeron sobre la mesa de cristal, manchándola de rojo carmesí. Detrás del cuerpo de Chasse se encontraba una mujer con el cabello de igual color de la sangre. Su rostro dibujaba una sonrisa macabra, disfrutando de su acción. Enfrente de ella se encontraban dos jóvenes más de pie, que portaban una pistola cada uno. Ellos dos no mostraban ninguna emoción en su rostro, impasibles. Los dos supervivientes de la mesa se miraban con terror y asombro.
-¿Algún otro está en contra de mi liderazgo? ¿No? Bien.-expresó Olsen, que seguía con su actitud tranquila y serena.-Ya se lo advertí Chasse. Cualquier traidor de la agencia será eliminado sin miramientos.
-Lo que debéis saber vosotros dos.-siguió Sasha.-Es que no estamos aquí por lealtad a Gamma, sino a Olsen. Con lo cual, cualquiera que lo ataque será castigado por nosotros, como ya habéis podido observar hace unos segundos, ¿Queda claro?
Los dos supervivientes de la mesa asintieron sin emitir ninguna palabra.
-Muy bien. Después de esto, se levanta la reunión y se pone en marcha la Fase 2.-dictaminó Olsen mientras iba caminando hacia la puerta.
-¿Qué hacemos con los capturados del equipo Alpha y Beta?-escuchó preguntar detrás de él.

-Eliminarlos.