Al despertarme, me encontré tumbada en mi cama. ¿Todo había sido un sueño?O, mejor dicho, una pesadilla. Al ver mi pierna entendí que no lo había sido. El sitio donde había estado esa púa había ahora una venda manchada de sangre. Me incorporé, con gran dolor, y me levanté de la cama. Cuando me estaba poniendo las zapatillas de estar por casa, vi a Jack en el marco de la puerta.
— ¿Has descansado bien bella durmiente? — Dijo con una sonrisa.
— Uy si, perfectamente, ¿Y sabes con qué he soñado?Que tú, Jack, tenia un superpoder y que con él le tirabas un coche a un hombre que me intentó capturar, ¿Extraño, no? — Le expresé irónicamente, aguantándome las ganas de gritar.
— Pues si, es curioso el sueño — Respondió encogiéndose de hombros.
Ya no aguante más.
— ¿Eres tonto o que? ¿Superpoderes, en serio?, ¡Y yo aquí sintiendo que te traicionaba por no contártelo y ahora resulta que tú también me lo ocultabas! ¿Cómo es que tienes y desde cuándo sabias que yo tenía?¡Porque no creo que te dieses cuenta hoy mismo! — Le grité como una loca.
— ¿Has terminado?Si me deja te lo explicaré todo — Estaba muy serio.
Se sentó en la cama conmigo y me miró a lo ojos.
— Susan, verás, no eres la única chica que se está entrenando en la agencia. —me contó.
—"O sea, que también él es un agente" — pensé

Él continuó explicándome:
— Llevo prácticamente toda mi vida entrenándome para esto. Fui el primero que encontraron con, ejem, algo anormal. Estuve desde los nueve años allí, perfeccionando mis poderes que, como tu has visto, son que puedo controlar el aire a mi antojo. Entonces — dio un suspiro— a los diez años me enviaron a mi primera misión. Irme a estudiar a otro instituto y cuidar a una chica que tenía unos poderes similares a los míos. Mi objetivo era que nadie supiera lo tuyo ni hicieras ninguna estupidez — Dijo, apartando la mirada.

No me lo podía creer. Él estaba conmigo no porque fuese mi amigo, sino que se lo habían mandado como misión.
— Entonces yo solo soy una misión,¿No es así? Todo este tiempo has estado conmigo solo por lo que te habían dicho. Te acercaste a mí porque era lo que estaba planificado — le grité furiosa.
— Susan, así fue al principio pero luego te he cogido cariño, de verdad. No se puede pasar tanto tiempo con una persona si no le tienes aprecio — Me expresó, intentado parecer sincero.
— No te puedo creer, ya no — le dije mientras me levantaba de la cama y me iba a la cocina. Necesitaba algo para poder asimilar eso.

De repente, sonó mi teléfono. Era Steve. Ahora me había dado cuenta de que no estaba en mi casa, ¿Él sabría lo de Jack?¿Y si él estaba conmigo solo por eso y no me tenía el aprecio tan grande como yo lo tenía hacia él? Intenté alejar esos pensamientos de mi mente y cogí la llamada.
— Susan, no tengo mucho tiempo — Escuché a Steve jadeando.
— Steve¿Qué está pasando? ¿Donde estás? — le pregunté nerviosa.
— No preguntes, solo escucha pequeña. La seguridad de Gamma está comprometida. Debes salir de casa,no estás segura allí — Escuchaba de fondo grito y disparos — vete a la casa de campo que tenemos, allí creo que no pasará nada, al menos es mejor que nuestro piso en la ciudad — Escuché un golpe en una superficie metálica — Te quiero, y recuerda, no confíes en nadie.

De pronto escuché un disparo, y la llamada se cortó.

Sé que es un capítulo muy cortito, pero terminando así se queda la emoción, digo yo jajaja