Natasha sintió que recobraba la conciencia e intentó abrir los ojos. Ella parpadeó un par de veces, antes de ver su visión despejada.

Ella gimió cuando sintió pasar una punzada de dolor por su cabeza.

Se frotó las sienes, antes de poder levantarse lentamente. Una vez que su dolor de cabeza comenzó a desvanecerse, fue cuando comenzó a ver qué había pasado.

Los ojos de la agente se abrieron grandes, cuando sintió ganas de ahogarse en su propia respiración.

Todo era diferente La calle, los carteles, los autos y especialmente las personas mismas. Las mujeres hacían alarde de sus faldas hasta la rodilla y vestían chaquetas de punto que las tapaban todo, estaba bastante segura de que eran las que usaban las abuelitas.

Una forma de decirlo más fácil, todo había pasado de moda.

"Bueno, no estaba bromeando cuando dijo que era una máquina del tiempo". Natasha murmuró en voz baja, recordando las palabras de Tony.

Inmediatamente echó un vistazo a la cosa pequeña, negra, apretada en su muñeca. Ella pudo distinguir los números formados en él:

Porcentaje de batería: 100%

Hora del destino: 10 de diciembre de 1941

Tiempo presente: 10 de diciembre de 1941

La última vez que partió: 19 de julio de 2014

De repente, comenzó a recordar las palabras que le dijo Tony:

"Así que este reloj básicamente te dice dónde quieres ir, este te dice dónde estás, y éste te dice dónde estabas".

Natasha suspiró, "Esto es lo que sucede cuando elijo confiar en los inventos de Tony".

Tenía ganas de golpear una pared para liberar su frustración. ¿Cómo se suponía que iría a casa ahora? Le dijeron que buscara a Howard Stark, pero Natasha ni siquiera sabía dónde encontrarlo.

Demonios, ella ni siquiera sabía dónde estaba ahora.

Sin mencionar el hecho de que la vida de su batería no era de por vida, necesitaba actuar rápidamente. A pesar de que Steve le dijo que el vendría por ella.

Steve.

Natasha sintió que su corazón se saltaba un latido al pensar en él.

"Te amo, Natasha. Y voy a buscarte".

No.

Deja de pensar en Steve. Probablemente lo quiso decir como amigo, compañero de equipo.

Natasha trató de quitarse de la cabeza la imagen del capitán y procedió a concentrarse en el problema principal que tenía entre manos. Pensó en comenzar por descubrir dónde estaba primero.

Sin embargo, como estaba observando todo, se dio cuenta de que la gente también estaba empezando a observar.

Ella recordó que probablemente era su ropa.

Sin embargo, ignoró las miradas que le estaban dando y comenzó a agarrar un periódico del estrado. Entonces una mano la detuvo: "Disculpe señora, ¿qué cree que está haciendo?"

"¿Conseguir un periódico?"

"¿Qué crees que es esto? ¿Una obra de caridad? Estas cosas cuestan dinero, señorita". El anciano dijo bruscamente.

"Oh. Por supuesto, lo siento".

Sacó de su bolsillo trasero un dólar y se lo entregó al hombre antes de recoger el periódico. Cuando giró sobre sus talones, fue detenida nuevamente.

"¿Qué es esto? Solo acepto dólares".

Natasha lo miró con cara de pocos amigos, "Eso es un dólar".

"Un dólar americano ".

"Eso es un dólar estadounidense ".

El hombre la miró, "No intentes engañarme, señorita. Tengo la prueba exacta de cómo son los dólares estadounidenses. De cualquier país del que seas, asegúrate de usar este dinero allí. No aquí".

Antes de que ella pudiera reaccionar, él le quitó el periódico y se metió el billete de un dólar en la mano antes de cerrar la puerta.

Natasha se sentía enojada, "Bastardo".

Ella observó cuidadosamente el dólar, tratando de descubrir qué le pasaba. Pasó un segundo, cuando se dio cuenta de ella de que era lo que había pasado.

¡Por supuesto que el hombre no lo tomaría! Era el billete de un dólar que tenía Estados Unidos en 2014, no en 1941.

Ella realmente necesita estar consciente de este tipo de cosas.

Natasha estaba demasiado ocupada regañándose mentalmente, que no notó a una persona que venía directamente en su camino. No pasó mucho tiempo antes de que sintiera que colisionaba con una superficie áspera.

"¡Oof!"

Ambos cayeron al suelo.

"¡Lo siento!" Una voz la sobresaltó.

Levantó la vista y vio una cara muy familiar.

Él ofreció una mano, mientras ella lo tomaba. "Gracias. Lo siento, no estaba mirando".

"Está bien. Yo tampoco estaba mirando hacia dónde iba".

Natasha trató de recordar quién era esta persona, porque aparentemente era familiar. Pero era difícil de decir, ya que llevaba una gorra que cubría la parte superior de su rostro.

Sus ojos aterrizaron en el periódico que sostenía.

"¿Me lo podrías prestar por un segundo?"

El hombre, aunque confundido por un momento, asintió. "Por supuesto."

Ella tomó el periódico y leyó la fecha. Natasha estaba congelada por lo que vio.

"¿Pasa algo malo señorita?"

"No, estoy bien". Ella lo negó.

Vio que estaba dudoso pero solo asintió débilmente. Natasha notó que sus ojos la miraban, "¿No eres de por aquí?"

"Mi ropa es muy rara, ¿no?"

Él le dio una cálida sonrisa, "Podrías ser eso. Pero tu pelo rojo se destaca más. Es la primera vez que veo a una dama con ese color de cabello".

Natasha no estaba segura de si era un cumplido o no, "¿Gracias?"

El hombre tendió una mano, "James Barnes, a tu servicio señora".

Trató de sofocar el gesto al reconocerlo. Por supuesto, ¡estúpida! ¡Es Bucky!

Ella tomó su mano, "Bueno, gracias sargento. Es un placer conocerte".

"Llámame Bucky".

"Bucky". Ella repitió.

"Entonces ... ¿puedo saber tu nombre?"

"Por supuesto. Mi nombre ..." Natasha se detuvo. Se dio cuenta de que no podía arriesgarse a revelar su verdadera identidad en el pasado. Ella tenía que tener cuidado.

Ella necesitaba un alias. Pero, ¿qué nombre podría usar?

Nombre...

Nombre..

De repente, sus ojos se posaron en la marca de su reloj.

Ella dijo, "Anne. Anne Klein".

Bucky sonrió, "Encantada de conocerte, señorita Klein".

"Anne está bien".

Por extraño que parezca, el nombre rodó seductoramente por su lengua.

"Bien entonces, Anne". El dijo.

Natasha de repente recordó la razón por la que estaba allí. El traje militar que Bucky llevaba puesto solo podía significar que él era un soldado, y hasta donde ella sabía, las armas usadas por los soldados fueron fundadas por Howard Stark.

Bucky podría ser su clave para encontrar a Howard.

"Bucky", comenzó, ganando su atención rápidamente. "¿Conoces a Howard Stark?"

Pareció sorprendido, "Uh, sí. Está trabajando en el ejército. Junto con el coronel. ¿Por qué?"

"¿Podrías mostrarme dónde?"

"Está justo detrás de ese callejón", informó, todavía dándome una mirada confundida. "Podría llevarte allí si quieres".

"Realmente lo apreciaría".

Bucky comenzó a caminar, mientras que Natasha lo seguía de cerca.

"Entonces", dijo, rompiendo el silencio, "¿Quieres encontrar a Stark?"

"Sí, necesito ayuda en algo. Para mi trabajo".

"¿Qué haces?"

"Bueno, ayudo a la gente. Ayudo a protegerlos".

"¡Oh! Entonces, ¿trabajas para el gobierno?" Preguntó.

"Algo como eso." Ella medio mintió. "¿Qué haces tu? Además de lo obvio, por supuesto".

Él arregló su gorra. "No es que pueda hacer otra cosa. Ademas, más que nada necesitan a todos los soldados que puedan conseguir. No hay tiempo para un segundo trabajo. En realidad, me enviarán a Inglaterra mañana".

"¿En serio? Bueno, entonces, rezo para que estés a salvo y no mueras".

"Aunque no le tengo miedo a la muerte".

Natasha lo miró con amargura, "Que bien".

Bucky se rió, "Oye, es lo que pensamos lo que en realidad cuenta ¿no?"

Los dos se detuvieron cuando llegaron a un callejón.

"Entonces, si vas directamente allí y doblas a la derecha en la primera esquina, podrás ver la entrada a la base militar". El dirigió.

"¿Qué pasa si no me permiten entrar?" Ella preguntó.

Él se encogió de hombros, "Solo di mi nombre. Ellos te llevaran con el".

Natasha de repente estaba dudosa, y curiosa por los amables gestos de Bucky, "¿Eres tan amable con todas las mujeres?"

Bucky sonrió, "¿Podrías decir que no?"

"Solo le hecha la onda a las que apenas conoces ".

"Dicen que soy muy bueno con las mujeres".

Natasha puso los ojos en blanco, "Siempre tan encantador, eh".

De repente, su atención se centró en un bote de basura que se estrelló contra el suelo de cemento al final del callejón.

Natasha pudo distinguir a un hombre rubio tirado al suelo. Antes de que ella lo supiera, Bucky pasó corriendo por su lado y hacia el hombre.

"¡Steve!"

Ella se congeló.

Steve?

Natasha sintió que todo el aliento se le escapaba de los pulmones cuando finalmente se vio al hombre estaba tirado frente ella. Este no podría ser Steve. Claro, él tiene la cara, el mismo cabello rubio arena.

Pero, ¿por qué se ve así?

Bucky le lanzó un puñetazo al hombre que empujó a su mejor amigo. Cayó al suelo, y Bucky rápidamente le prestó atención a Steve.

"Maldito sea, Steve". Él siseó.

Estaba dando las espaldas al hombre, por lo que no lo veía. Una vez que estaba a punto de darle un puñetazo a Bucky por detrás, Natasha ya estaba a un pie delante de él.

"Hola."

Ella le dio un fuerte puñetazo. Ella aprovechó la oportunidad para pegarle en la entrepierna. Tan pronto como se agachó, ella tomo impulso con la rodilla de él y la usó para levantarse y patear su cabeza.

Ella giró hacia atrás y aterrizó perfectamente en el suelo. Natasha lo agarró por el cuello, "Fuera de aquí imbécil ".

El hombre rápidamente se paró tambaleando para salir del callejón.

Natasha se volvió hacia los dos hombres frente a ella, sus mandíbulas casi tocando el suelo. "Lo siento por eso."

Todavía se ehabian movido. Bucky fue el primero en salir de sus pensamientos y me miró con los ojos desorbitados.

"Wow solo wow." Él dijo con asombro, "¿Qué eres? ¿Un asesino?"

Natasha se rió entre dientes con torpeza.

Muy cerca.

"¡Eso fue increíble! ¿Verdad, Steve?" Bucky le dio un codazo a su mejor amigo.

Steve se sonrojo, "Sí. Fue impresionante para una dama".

Natasha no pudo dejar de mirar su pequeña figura.

"Señorita se ve bien su traje".

"¿Huh?"

Steve asintió con la cabeza hacia su ropa, "Nunca había visto este tipo de ropa antes".

Trató de pensar en una respuesta, "No soy de por aquí en realidad".

"Oh", Steve le dio una sonrisa, "Ya veo. Bien, bienvenida a Nueva York".

Bucky le dio una palmada en la espalda, "¿Dónde están tus modales? Preséntate primero".

Lo miró furioso, pero luego se volvió hacia ella, "Steve Rogers".

"Anne Klein". Ella dijo.

Se dieron la mano.

Natasha sintió un hormigueo trepando por su espina dorsal.

"A veces, creo que te gusta estar recibiendo puñetazos". Bucky replicó.

"Lo tenía contra las cuerdas". Steve se defendió.

"¿Estás seguro de que estás bien? Estás un poco golpeado allí". Natasha preguntó.

"Es solo un rasguño". Steve le aseguró, se sacudió la ropa. "Entonces, Bucky nunca te mencionó antes".

"Nos acabamos de conocer de hecho, un poco antes que te conociera". ella comentó, sosteniendo un montón de cartas. "Oh, ¿entonces eres de Paramus ahora?"

Steve dejó escapar un suspiro.

"Sabes que es ilegal mentir en el formulario de alistamiento". Bucky señaló.

Natasha se cruzó de brazos. Ella no sabía que su encantador capitán alguna vez mintió sobre algo antes.

"¿En serio, Jersey?"

"¿No estás haciendo los pedidos?" Steve se limpió la sangre de la nariz.

Bucky ladeó la cabeza. "Sargento James Barnes, saldré para Inglaterra mañana a primera hora".

Natasha fue la primera en notar la cara de Steve al escuchar la declaración.

"Debería irme", Steve murmuró, dándome una mirada. "Nos vemos, Anne".

Ella frunció el ceño y antes de que pudiera escapar, Bucky puso un brazo alrededor de los hombros de Steve. Él sonrió, arrastrándolo por el callejón.

"Es mi última noche", dijo Bucky, "Tenemos que festejar".

"¿Por qué, a dónde vamos?" Steve preguntó y Bucky le dio un periódico.

"El futuro."

"Entonces, ¿chicos?" Bucky preguntó.

Natasha se sorprendió, "¿Yo?"

"Sí, acompañanos". Él le dio una sonrisa. "A Steve le gustaría la compañía. ¿Verdad, Steve?"

"Claro. Al menos tendré a alguien con quien hablar para cuando mi cita me deje". Steve dijo.

Ella colocó una mano sobre su hombro, "Aw. No seas tan duro contigo mismo Steve".

"Está bien. Estoy acostumbrado". Él le dio una sonrisa segura.

Natasha le devolvió la sonrisa, antes de que sus ojos se precipitaran hacia su reloj. Ella suspiró por lo que vio.

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