god knows i tried #2


advertencia: referencias al suicidio y a la autolesión.


Jimin.

Seúl, 2021.

Dios sabe que lo intenté.

Desde el día en que Jungkook murió y su muerte me robó cualquier anhelo de vivir, lo único que he hecho, es buscar exhaustivamente la manera de volver a su lado, y no exactamente a través de la muerte. Sería muy sencillo recurrir al suicidio, después de todo, no es que le tema al dolor en este punto; el dolor emocional que me produjo la pérdida de Kook se sobrepuso a cualquier dolor físico.

¿Cómo lo sé? Probé muchas cosas, desde cortarme las piernas hasta quemarme con mis propios cigarrillos. Todo eso simplemente se sentía afuera, en mi piel; sin embargo, no traspasaba esa gruesa capa de dermis y alcanzaba a compararse con el dolor en mi corazón. 

Fueron bastantes los intentos y la comparación nunca fue suficiente. Nadie lo entendía, ni siquiera Taehyung y Yoongi en las muchas veces que intenté explicárselos. Claro, ellos amaban a Jungkook de una manera, a la propia, pero nunca de la forma en la que yo lo hago. No me atrevo a decir en la forma en que lo "hice" porque aunque él esté muerto, no he dejado de amarlo ni un sólo minuto.

Al principio, mi luto fue motivo para que muchos de mis conocidos tuvieran condecendencia conmigo, argumentando cosas como "Por favor, ten paciencia, su esposo ha muerto y no debe ser fácil para él", sin embargo, luego de unos meses y ya alcanzado el año, las miradas de empatía y solidaridad comenzaron a desfigurarse en muecas de "Ya déjalo, joder. Está muerto y debes superarlo".

Sí, todos debemos superar las pérdidas, pero ese no es mi caso. Reconozco mi insanidad, no estoy diciendo que ellos se equivocan y yo tengo razón, sólo estoy diciendo que mientras yo seguía hundido en el abismo, poco a poco todos dejaron de pronunciar el nombre de Jungkook y hoy en día a duras penas lo escucho en otros labios que no sean los míos.

Taehyung intentó conseguirme ayuda profesional, sobre todo cuando descubrió todo el daño físico que me estaba auto infringiendo. Me miró horrorizado aquella vez que sin querer me descuidé y usé unos pantalones cortos para recibirlo en medio de la noche borracho porque había peleado con su novio Seokjin y descubrió que tenía quemaduras y cicatrices de cortadas en las piernas, algunas recientes.

— ¿Qué mierda, Jimin? Ya han pasado dos años de eso.

Era muy fácil decirlo "ha pasado". Pero para mí no, maldita sea.

Entonces acepté su ayuda, su consuelo, sus lágrimas. Le contó a Yoongi y también a Seokjin aunque nunca me lo confesara porque pronto empezaron a visitarme más a menudo en mi departamento. Me llevaban comida, a veces se ofrecían a llevarme la ropa a la tintorería y demás atenciones pero aún así ni con el psiquiatra o todo el apoyo que me brindaron volvió el Jimin que era antes de la muerte de Kook.

¿Que estoy enfermo? Claro, estoy enfermo de muerte. Además, si no lo estuviese entonces no hubiese continuado durante todos estos años buscando nuestra esotérica reunificación. Como dije anteriormente, el daño físico sólo era una forma de buscar consolar a mi alma, pero la verdadera razón por la que sigo vivo no es porque le tema a quitarme la vida sino porque indagué en cualquier rincón del internet y agoté hasta la más minúsculpa partícula la esperanza de que existe una forma de reunirse con las personas que han fallecido.

Encontré a Agartha.

Nunca fui religioso. Jungkook tampoco, pero como curioso que siempre he sido todo lo que me gusta criticar tengo que conocerlo primero. Entonces, siempre fui de esos que para hablar en contra de la iglesia tenía que leer primer sobre ella, o si quería argumentar a favor del budismo me empapaba de su historia. Sin embargo, a pesar de no profesar ninguna religión y que en el pasado me mantenía a raya de ellas, lo que siempre llamó mi atención eran los conceptos que tenía cada una sobre la vida después de la muerte.

Ninguna me convenció durante estos años de búsqueda interminable, pero cierta noche encontré el concepto de Agartha y todo cobró un poco de sentido. Si no era a través de las religiones o de ideas esotéricas sería a través del concepto de que el reino de los espíritus se encuentra debajo de la Tierra. Allí, el reino de Agartha alberga en su plano a aquellos que hemos perdido, pero su concepto va más allá de lo que pueda explicar ahorita, e incluso se han descrito otras criaturas en el lugar, por lo que no se resume sólo al mundo de los "espíritus de los humanos". Hay mucho que considerar allí, pero al punto.

Debido a lo vasto del lugar y la amplia red de ciudades y lugares que se encuentran en ese antiguo reino, puedes perderte antes de encontrar la Fuente de las Almas, que es lo que realmente me interesa.

Como Agartha alberga muchas criaturas y otros seres a parte de espíritus, tuve que hacer una investigación exhaustiva acerca de cómo llegar al lugar que a mí me interesaba. El proceso fue largo y tedioso, pero para resumir encontré por una considerable suma de dinero, años y años de largas noches indagando en sitios clandestinos y viajando entre China, Rumania e Indonesia, el Mapa del Alma. 

Al principio eran pedazos de una de sus tantas copias bien resguardadas por las redes clandestinas del mundo donde puedes encontrar cualquier cosa, desde esclavos humanos hasta cosas raras con animales y qué se yo, pero en mi caso yo sólo quería recolectar los pedazos del mapa. Y lo logré, por fin para finales del 2019 di con él.

Las especificaciones de cómo usarlo me llevó casi otro año porque no estaban en mi lengua, además de que para bajar a Agartha hay que tomar muchas precauciones y encontrar una de sus remotas entradas. Mi sorpresa fue grande al saber que acá en Corea, en el templo de Magoksa en la ciudad de Gongju hay una de sus 7 entradas. 

La información de internet, mis contactos que he recolectado estos años (sobre todo los que aún practican el muísmo) y otras fuentes advertían muchas cosas acerca de ir hacia Agartha, entre esas y la más "peligrosa" era perderse antes de llegar a la Fuente de las Almas donde estaba exactamente eso, aquellos espíritus de las personas que habíamos perdido. Además, no faltaba la teoría de que todo fuera una mera conspiración y que no existiera nada de ello pero, ¿quién era yo para dudar lo que había casi estudiado durante tantos años y que era lo único que me daba esperanza de volver a ver a Jungkook?

Es por eso que no hay vuelta atrás, y por allí, por enero de este año me despedí de todos, especialmente de Taehyung, Yoongi y Seokjin argumentando que me iría a un retiro en un pueblo remoto de China, sin embargo, lo que realmente omití decirles era que me iba a inmiscuir en un mundo totalmente inimaginable e iba a traer de vuelta a Jungkook.

¿Se escucha esto como la idea de un lunático? Ya poco importa, porque mientras termino de escribir una de las páginas del diario que he mantenido durante todos estos años actualizando la información de Agartha y lo mucho que me ha dolido y costado sobrellevar la muerte de Jungkook, voy directamente hacia la montaña donde se encuentra el templo. No me costó mucho pagar un taxi para llegar hasta allá pese a que han anunciado en las noticias el mal tiempo que hay debido a un tifón.

El taxi va lento debido a que casi no se puede ver el camino y la lluvia cada vez es peor, pero mi corazón no se preocupa por el clima, está hecho un remolino de emociones en mi pecho cuando avista por primera vez la montaña en donde está la entrada que tanto he esperado encontrar. Entonces, luego de un viaje de aproximadamente cuarenta minutos ya estoy al pie del camino empedrado que da hacia el templo abandonado.

El conductor se despide no sin antes advertirme lo loco que estoy por lo que hago pero le sonrío con amargura e ignoro su comentario. Sólo me enfoco en la montaña.

Tengo que subir caminando y el camino es un poco empinado, sumando la fuerte ventisca y la incesante lluvia es poco probable que me tome menos de media hora llegar a donde quiero como algunos expedicionistas que han venido antes me dejaron saber. Me abrazo fuertemente al impermiable que hizo las veces de protegerme pero la verdad es que, luego de apenas cincuenta metros recorridos tengo empapados hasta los huesos.

¿No podía pasar el tifón en otra época? 

Enero de supone que es el único tiempo disponible, específicamente entre la segunda y tercera semana para entrar a Agartha por esta puerta. Así que no había manera de retrasar el viaje.

Mis botas especiales para hacer senderismo se llenan del barro y el lodo que va bajando a través del camino, varias ramas se chocan contra los árboles y una es capaz de casi rajarme la cara cuando pasa a gran velocidad camino abajo.

Sólo tengo que encontrar la maldita piedra tallada con los caracteres muístas. 

Se supone que en cierta parte empinada, casi llegando al templo habrá una piedra que me guíe hasta dar con lo que se supone es la posible entrada a Agartha, sin embargo, al paso de tortuga que voy y con la visión casi nublada por el clima y la oscuridad de la noche no pasan ni cuarenta minutos cuando todo se detiene y tengo el primer accidente de mi larga faena. Me resbalo y golpeo mi cabeza contra una piedra quedándome dormido en un pesado desmayo mientras la lluvia sigue cirniéndose sobre mi mojado y frío cuerpo.

Dios sabe que lo intenté, pero nunca dije que llegar a Agartha y traer de vuelve a Jungkook sería fácil. 

***

Di con la entrada, di con la maldita piedra y con un dolor de cabeza intenso luego de que me despertara, el cielo sabrá cuanto tiempo después de haberme desmayado. No tenía forma de saber la hora porque mi reloj se detuvo y mi teléfono se apagó, lo único que sé es que luego de despertar y caminar, caminar y seguir caminando a través de la oscuridad terminé dando con la gran puerta del templo abandonado y adentro, una piedra tan enorme y colosal que salía de mi campo visual y en cuyo extremo había un pasadizo bastante angosto como para que sólo pudiera pasar un cuerpo tan menudo como el mío.

Casi aplaudo de emoción. Sabía todo esto de antemano. 

La ansiedad no cabía en cada célula de mi cuerpo mientras cada cosa que iba sucediendo se correspondía con lo que decían en internet, desde la forma de la puerta del templo, hasta las extrañas flores que adonaban la base de la piedra de color púrpura haciendo una hilera de lado a lado. Si todo resultaba como había estudiando durante estos 5 años, tan pronto como estuviese bajo las aguas de la entrada me tomaría unos tres días llegar a la fuente y encontrar a Jungkook.

¿Que diría al verme? 

Pasé mi pequeño bolso primero a través de la abertura de la piedra y luego mis extremidades inferiores, mi torso y finalmente mi cabeza. Se abrió ante mí la maravilla de un salón en ruinas que en el centro estaba inundado por lo que parecía simple agua. El dolor en la cabeza por el golpe que me había provocado la caída reciente palpitó junto a mi corazón acelerado. 

Para cualquiera que viera el gran charco entre color azul y verde, representaría sólo parte del templo abandonado junto a las voluminosas goteras que caían entre la piedra vieja, sin embargo, yo sabía que esa era de una vez por todas la entrada. 

Tenía que entregarme con la confianza con la que se entrega el corazón a Dios y luego de recitar la oración que se mostraba sobre el reverso del mapa me hundí poco a poco en la dulce agua que fue metiéndose por cada uno de los orificios de mi cuerpo e inundó mis pulmones. Sólo recuerdo el sabor dulce, el olor a esencias extrañas y finalmente haber quedado nuevamente dormido abrazado por la cálida masa de agua que me iba a abrir paso hacia el otro lado. 

Y mientras hacía el trance de la Tierra hacia Agartha tuve un sueño. Era Jungkook.

 Los viajeros nunca encuentran a Agartha, ella siempre los consigue a ellos primero. 

Me vi a mí mismo en una masa de agua negra sin poder ver a Jungkook, sólo lo escuchaba cada vez más distante.

— ¡Me voy porque ésta noche no quiero escuchar tus reclamos! ¡Dame las llaves del auto...!

Y en el sueño sentía que me ahogaba, que aquella agua dulce que me durmió plácidamente se había convertido en veneno.

¿Era así la transición?

La silueta de Jungkook se dibujó lejanamente mientras yo pataleaba y me peleaba con la pura oscuridad, una profundida que no podía ver, más sólo podía sentir cómo flotaba debajo de ella y se cernía sobre mí pesada.

— Los viajeros nunca encuentran a Agartha, ella siempre los consigue a ellos primero, Jimin... Jimin...

Mi nombre se repetía en ecos en la inconfundible voz de Jungkook y justo cuando empecé a gritar y de mi boca no salían más que burbujas, lo escuché por última vez.

— ¡Da la vuelta, Jimin!

Desperté tosiendo, como si me hubiese llenado de tanta agua como un lago y alguien me hubiese revivido dándome respiración boca a boca. Aclaré mi vista luego de recuperar el aliento y comprobar que aún apretaba con fuerzas el Mapa del Alma en mis manos.

Para mi grata sorpresa lo había logrado, frente a mí se abrió la misma estructura del templo al que había entrado pero ésta vez no estaba en ruinas sino que era esplendoroso  y a la lejanía un enorme marco que simulaba una puerta sin tener una realmente, me dejó ver un vasto campo de flores con enormes esculturas.

Agartha era tal cual y como habían descrito una y otra vez los esotéricos a los que seguí y perseguí durante todos estos años.

Ahora sólo me faltaba apuntar mi camino con el mapa y encontrar a Jungkook en tres días. Tenía que ser en tres días o de lo contrario, me perdería para siempre en el subterráneo reino. 




hola linduras <3 por fin actualicé esta pequeña historia, sólo falta un capítulo. realmente quería aclarar que agartha sí es un concepto que se ha estudiado y algunos creen en ello, va mucho más allá de lo que yo pude plasmar acá pero realmente no quería volver el capítulo muy tedioso y dar demasiadas explicaciones, sólo espero que lo disfruten tanto como yo al escribirlo <3 un abrazo.


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