24

El amplio tramo de escaleras se redujeron a un puñado de zancadas superadas en un par de segundos por el apuro de llegar hasta la cima. 

Pero no pudo detener a los mellizos. 

Yoongi no pudo detenerlos de ir directamente hacia Jin. 

Porque Namjoon y Hoseok ya estaban parados a los pies de la enorme cama principal, cuando Yoongi llegó hasta ahí.

— Señor omega... — Llamó suavemente Namjoon. 

Yoongi apretó más al bebé en sus brazos y contuvo su propia respiración al ver a Jin dormir profundamente en el centro de su nido. 

Cada músculo de su cuerpo se tensó al ver a los cachorros inclinarse un poco hacia él. 

— Creo que están dormidos... — Intervino Hoseok. 

Y Yoongi supo que era demasiado permanecer ahí. 

— Cach...

Pero cada letra se detuvo en su garganta y su aliento se escapó cuando notó el notorio cambio de respiración en Jin. 

Yoongi miró el momento justo en que SeokJin abrió los ojos. 

Avanzó un paso hacia el frente, para tomar a los mellizos e irse de ahí antes de alterarlo, pero SeokJin al mínimo movimiento de su parte, alerta se incorporó. 

Yoongi se detuvo en seco y le miró sin decir nada. 

SeokJin no bajó la guardia y llevó ambas manos a su abultado vientre frunciendo lentamente su expresión. 

Los mellizos ajenos al peligro, comenzaron a parlotear hacia Jin y Yoongi ninguna palabra dicha por ellos pudo comprender. 

Ninguno de sus músculos tampoco quisieron responder. 

Los oídos del omega captaron el par de voces alegres y sus ojos de pronto brillaron en peligro. 

Su mirada inmediatamente se agudizó. 

Notó la presencia de muchos lobos en la habitación y sus labios lentamente se fueron separando. Sus colmillos comenzaron a asomarse y Yoongi supo que debía sacar a los cachorros cuanto antes de ahí. 

Pero los mellizos ya estaban intentando subir por la cama con completa naturalidad. Sin percatarse en el cambio de color en los ojos del omega. 

O en la amenaza escrita en su olor. 

Yoongi no supo qué hacer para detenerlos. O para hacerle saber a su Jin que eran sus cachorros. 

Porque aún luchando con su propia voluntad, ni siquiera su voz pudo encontrar. 

Sus piernas no respondían y él no podía actuar. 

Absolutamente congelado por la complejidad de su situación no pudo hacer más que jadear ronco para llamar a los niños. 

Pero ellos ni siquiera le prestaron atención. 

SeokJin se incorporaba lentamente en el centro del nido a cada movimiento que los cachorros hacían. Observando en silencio a los niños escalar hacia su cama con dificultad. 

Su vista se mantuvo fija en ellos y chispazos miel en sus pupilas de pronto comenzaron a brillar. 

— Jin... — Jadeó por fin el alfa. 

Pero él ni siquiera le escuchó. 

Arrodillado en su nido, SeokJin lenta y cuidadosamente comenzó a olfatear. Medio encorvado por su pancita y algo más que sólo hasta entonces Yoongi pudo observar con un poco de dificultad. 

A Jungkook queriendo asomarse desde detrás de Jin. 

SeokJin lo protegía y su postura amenazante lo delataba. 

Jungkook observó a su papá sin comprender qué sucedía y quiso salir de su escondite. 

SeokJin lo detuvo con una mano y lo puso de nuevo detrás de él. 

Una enorme roca se asentó en el estómago de Yoongi y los mellizos se detuvieron también. 

— Joonie me molestó en el centro comercial... — Se quejó Hoseok de pronto. Como si intentará llamar su atención o hacerle decir alguna palabra. 

Pero sólo consiguió un pequeño golpe en el hombro por parte de un ofendido Namjoon. 

SeokJin frunció el ceño al ver el intercambio entre los mellizos e inclinó lentamente la cabeza a un costado. 

Yoongi aprovechó la distracción de los mellizos a su favor y comenzó a avanzar hacia ellos. De pronto ansioso por separar a los niños que discutían de nuevo entre ellos y alejarlos cuanto antes de ahí. 

No quería que la teoria de Kihyun fuera cierta. Deseaba que estuviese equivocado. 

Pero los colmillos de Jin seguían brillando y no los quería asustar con cualquier pequeña reacción. 

Su corazón se dividía entre sus hijos mayores y su otra mitad encarnada en el alma de Jin. 

No podía elegir a ninguno sobre el otro. Pero no podía dejarlos peligrar ahí tampoco. 

Su corazón le decía que Jin jamás los lastimaría, pero su inseguridad le gritaba que él no sabía cómo se comportaba un omega en gestación. Aún si él confiara con cada latido, que Jin desde el primer día les había aceptado con alma y corazón.  

Él no sabía qué hacer. 

Y todo se detuvo cuando SeokJin se inclinó hacia los mellizos que discutían, y bajo y suave a ambos les gruñó. 

Hoseok y Namjoon callaron de inmediato y Yoongi sintió sus piernas echar raíces en la superficie que pisó. 

SeokJin retrocedió alejándose sólo un poco de ellos y tiró de su manta más cerca de él. 

El corazón del alfa se detuvo cuando Jin alzó la esponjosa manta entre sus brazos y tiró de ambos niños para meterlos debajo de ella. 

El omega los rodeó con sus brazos al instante, y sin dudarlo, los acercó dulcemente hacia su regazo. 

Oliendolos de cerca, cubriéndolos lo mejor que podía y protegiéndolos con todo lo que tenía en sí para hacerlo. 

Jin los cubrió celosamente con la manta y tiró de Jungkook para acurrucarlo con ellos también. 

En su cálido regazo, cerca de él en el sagrado centro de su preciado nido. 

El omega comenzó a restregar su mejilla contra las cabecitas de los tres pequeños y celoso y protector se acurrucó con ellos también. 

Besando sus mejillas, frotando su nariz contra ellos. 

Abrazándolos con su cuerpo y corazón, mimando con infinito amor a tres de sus cachorros, por igual. 

Yoongi con su corazón latiendo en la garganta, terminó por ofrendarle a su Jin, cada parte de su ser. 

Cada latido que pulsaría eternamente por él… 

     

      

      

     

    

  

     

   
   
    

...

   

    

    

    

       

    

     

   

    

Yoongi no supo en qué momento Kihyun y su familia habían regresado a su hogar. 

Sólo un corto mensaje de parte de su hermano le hizo recordar que lo había dejado en la planta inferior antes de encerrarse en la habitación principal. 

Pero a Yoongi no podía importarle menos su propia falta de modales al dejarles así y subir sin decir más. 

Kihyun le dijo que lo entendía y Yoongi ni un poco de vergüenza sintió. 

Porque el momento que estaba viviendo con su manada por nada del mundo lo iba a cambiar. 

Su pequeña familia dormía en el nido que su omega y él habían hecho con esfuerzo y amor y se sentía en las nubes. 

Todos sus cachorros estaban acurrucados entre sí, dormidos profundamente mientras él les cuidaba y miraba con amor. 

Los cuatro cachorros dormían pegados al cuerpo de Jin, acurrucados junto a su pancita, pecho y muslos, cuidadosos y cómodos con su aroma y su calor. 

SeokJin les protegía a todos con ambos brazos y Yoongi le protegía a él con devoción. 

Él no quería moverse de su lado jamás. 

Quería vivir en ese espacio y en ese momento por el resto de la eternidad. 

Con el aroma de su omega gestante flotando coqueto y sugestivo hacia él, con la dulce fragancia de sus cachorros revuelta entre ellas como una maraña de olor. 

Y su propio aroma envolviendoles como un escudo protector. 

Yoongi no se podía sentir mejor con la nota final que en el aire flotó. 

Con su corazón latiendo emocionado y su lobo relajándose completamente doméstico y tranquilo en su interior, el alfa lentamente cerró los ojos y se acurrucó más con su familia. 

Al otro extremo del nido, de frente a su compañero, como otra barrera protectora en el nudo de cachorritos durmiendo comodamente entre ellos dos. 

Yoongi sonriendo amplio y tranquilo, también profundamente durmió... 

… 

Pequeños jadeos hicieron al alfa cobrar en un segundo la consciencia y despertar. 

Sus ojos se abrieron en automático y se irguió totalmente alerta, cuando comenzó a escuchar la amenaza de un pequeño sollozó. 

Yoongi despertó al mismo instante en que Taehyung comenzó a llorar. 

El alfa se inclinó contra él para abrazarlo, hacerle sentir seguro entre sus brazos y susurrarle alguna canción de cuna hasta que volviese a dormir. 

Pero los brazos de Jin ya se estaban envolviendo automáticamente en él. 

Y Yoongi sintió una parte de su corazón morir cuando vio a su omega, inconscientemente temeroso reaccionar. 

Fue una completa tortura verle atraerle a su pecho con miedo y mecerle cuidadosamente aún sin del todo despertar. 

SeokJin abrió los ojos con pesadez y estos al instante se inundaron en líquida desesperación. 

Yoongi pudo ver años de terror y miedo apoderarse del bello rostro de su SeokJin.

El omega se alzó torpe de la cama sin darle tiempo de reaccionar e inestable y desorientado comenzó a alejarse hacia la puerta con bebé en brazos. 

Yoongi de inmediato corrió detrás de él. 

Taehyung aún lloraba completamente aterrado una vez que ambos llegaron a la puerta de la habitación, preso del terror provocado tal vez por alguna horrible pesadilla que osó perturbar sus pequeños y tiernos sueños. 

El alfa detuvo la mano temblorosa de su omega aferrándose a la perilla, y girandole con cuidado a ambos los rodeó con la longitud de sus cálidos brazos. 

Pero sólo Jin se tranquilizó. 

El bebé se removió solo un poco entre ambos. Intentando calmar sus propios sollozos antes de romper en nuevos gritos de desesperación. 

Una asustada melodía que enfurecía conforme alfa y omega intentaban tranquilizarlo de una u otra manera. 

Ambos salieron de la habitación para no despertar a los demás niños y sin saber qué más hacer, Yoongi solo pudo dejarse invadir por su lado sobreprotector e histérico y regresó corriendo torpe por su teléfono celular. 

Podría buscar algo en Internet. Llamar a su hermano. O tal vez a algún doctor era mejor opción. 

SeokJin le hablaba bajo a su bebé, pero este solo seguía pataleando por algo que ninguno de los dos supo identificar. 

— Aquí estoy, Tae... — Susurró Jin sobre sus cabellitos oscuros. 

Pero Taehyung no calló. 

Jin lo siguió escaneando y comenzó a caminar en automático hacia una de las habitaciones alrededor. 

Lo recostó un instante sobre la cama y revisó su pañal. Su pequeño estómago. O alguna picadura de insecto, pero nada extraño encontró en él. 

SeokJin se sentó en el borde de la cama y de nuevo lo llevó a sus brazos para arrullarle e intentar hacerle dormir. 

Yoongi se acercó a ellos e intentó calmar su llanto también, hablándole bajo, tomando sus pequeñas manos para friccionarlas entre las suyas. 

Acarició sus cabellitos y pancita también, pero nada funcionó. 

Taehyung continuó mostrando sus encías y la sombra de sus primeros dientes a cada poderoso llanto que expulsó. 

— Tal vez tiene hambre... — Dijo el alfa porque era su última opción. 

Tal vez solo eso podría calmar el llanto de su cachorro.

Sólo eso pudo pensar. 

— Iré a prepararle un poco de leche, quédate aquí con él. — Continuó. 

SeokJin apesadumbrado asintió y continuó meciendo a su bebé. Susurrando palabras de consuelo, intentando encontrar la fuente de su llanto repentinamente tornándose enfurecido. 

Una repentina rabieta con la que él no sabía lidiar. 

Era la primera vez que Taehyung lloraba así. 

Y verle patalear con desesperación, solo le hacía darse cuenta de cuan inútil era para calmar a su bebé. 

Ninguno de sus besos le calmó, ni sus palabras, ni el aroma que naturalmente brotó para él. 

Yoongi regresó a ellos con un biberón de leche tibia en sus manos y un par de peluches en la otra. 

Taehyung calló al instante en que olió al alfa regresar. 

Pero rompió en llanto solo un par de segundos después. 

SeokJin quiso sollozar con él. 

El alfa ofreció el biberón al bebé pero este le ignoró, golpeando con sus pequeños puñitos hacia el aire. 

Y SeokJin chilló agudo y bajo sin darse cuenta. Lo acercó más a su pecho y cerró los ojos sin saber qué más hacer. 

Yoongi vio el miedo comenzar a apoderarse de Jin y entendió que era la primera vez que Tae probablemente se comportaba así. 

Yoongi también tenía miedo de su reacción porque no quería que se enfermara. No quería que nada le pasara. 

Y él no sabía qué hacer para calmar a su pequeño Tae. 

Sacudió los peluches para llamar su atención. Haciéndoles bailar con pequeños sonidos hechos por su boca como aprendió de su pequeño Hoseok. 

Pero eso tampoco funcionó. 

SeokJin intentó darle la fórmula del biberón. Acercandola a la boquita abierta del bebé. Pero Taehyung chilló destrozado y la escupió. 

Removiendose desesperado contra él. Tirando del frente de su camisa con fuerza y decisión. Ahogando su llanto con él. Pataleando por acercarse más y más a su pecho. 

Yoongi tomó su teléfono celular y comenzó a buscar por algún médico a domicilio. 

Le envió un urgente mensaje a Kihyun también. Porque de seguro él sabría qué hacer. 

Gimió frustrado y bloqueó nuevamente su celular, sintiéndose inútil e impotente.

Vio a Tae restregar su cabecita contra el pecho de Jin, mientras él no hacía más que esperar una respuesta de su hermano y soltar su aroma para protegerlos a los dos. 

La respiración de Jin comenzó a titubear. 

— Llamaré a un médico... — Soltó Yoongi ya desesperado por detener el dolor o miedo en el bebé. 

Pero SeokJin le miró en silencio brotar ansiedad hasta en su aroma y comenzó a negar.

— C-creo que ya sé qué tiene... — Admitió el omega y teniendo un debate consigo mismo cerró los ojos solo un segundo antes de continuar. 

Yoongi parpadeó confundido cuando vio a Jin retroceder hacia la cabecera de la cama con cuidado, un poco lejos de él. 

Y se congeló cuando le vio acomodar al bebé en uno de sus brazos y maniobrar con su propio vientre antes de comenzar a alzar su camisa con lentitud. 

Su torso de pronto quedó al desnudo y Yoongi se sintió desnudo también. 

Expuesto y tímido, Yoongi no apartó la vista de ellos cuando su omega acercó al bebé hacia su pálido pecho, y  curioso, Taehyung lentamente disminuyó la potencia de su llanto. 

La sangre se acumuló en la cabeza de Min. 

Y ni siquiera pudo observar el rostro de Jin porque se quedó aturdido al ver a Taehyung callar al mismo instante en que se pegó a la tetilla rosada de su papá y comenzó a beber desesperado de él.

Yoongi solo entonces entendió qué ocurría. 

Taehyung solo quería a su papá. Su miedo le había consumido y solo necesitaba sentir de cerca su tierno lazo con él. 

SeokJin exhaló el aire de sus pulmones y comenzó a peinar los cortos cabellitos de su bebé al ver que poco a poco se calmaba. 

Yoongi sintió su estómago retorcerse en una cálida sensación. Su vientre hormigueaba y su corazón también. 

Los erráticos jadeos de Taehyung fueron disminuyendo con cada hipido que soltó con la boquita pegada a su cuerpo. Aferrándose con ambas manitas al índice que Jin cariñoso le ofreció. 

Las mejillas del alfa fueron una oda a la misma magma del centro de un volcan y no supo qué hacer. 

No sabía a dónde mirar y se sentía de pronto tímido frente a él. 

Desvió la mirada hacia sus pálidos dedos y comenzó a jugar con ellos. 

Su lobo jadeaba eufórico en su interior. Ridículamente emocionado de compartir ese precioso momento con su compañero y cachorro. De tener permitido participar en algo tan especial. 

De pronto quería solo sonreír.

— L-lo lamento... P-por todo. — Dijo SeokJin de pronto. 

La tímida y boba sonrisa de Yoongi al instante se borró. 

— ¿Qué...? No. ¿Por qué... ¿Lamentar qué? — Escupió torpe y sin sentido. — Y-yo... No entiendo... Oh… Yo... me iré si lo deseas...

SeokJin comenzó a negar rápidamente. 

— Por favor no... — Suplicó Jin, valiente por instinto, o tal vez solo desesperado por permanecer junto a él. 

— ¿No te molesta que esté aquí? — Pregunto el alfa confundido. 

— No se vaya... — Pidió tímidamente con su rostro tiñéndose carmín. 

Y Yoongi inevitablemente infló su pecho con un poquito orgullo y calor de verle así. 

— Me quedaré a tu lado hasta que tú me lo permitas... — Susurró sin darse cuenta de ello. 

Y solo el enorme sonrojo en SeokJin le hizo darse cuenta de que lo había pensado en viva voz. 

Bajó la mirada sintiéndose estúpido y después de eso ninguno dijo nada. 

Yoongi se atrevió a mirarlo solo hasta que Tae completamente satisfecho y muy adormilado le liberó. 

SeokJin bajó de nuevo su prenda superior y Yoongi se inclinó hacia ambos. 

Ofreció sus manos en silencio, pidiendo permiso al omega para tomar al bebé y SeokJin sin dudarlo le permitió abrazarle. 

Min lo llevó a su pecho y con suavidad comenzó a palmear su espalda. 

— N-no debí hacerlo sin su permiso... Lo siento... — Insistió de nuevo SeokJin.

Yoongi parpadeó nuevamente confundido, separó los labios para preguntar, pero el omega con verdadero arrepentimiento continuó. 

— Por alimentar a Tae... — Dijo Jin — P-perdón... 

— ¿Qué...?— Jadeó Yoongi — No. No te disculpes, por favor. Tae tenía hambre... Es algo normal... Astros, no tienes nada por lo cual pedir perdón… no te pongas triste… Por favor… 

Los ojos de Jin brillaron solo por un segundo antes de desviar su mirada hacia su vientre. 

Acomodó distraídamente los bordes inferiores de su holgada camiseta para no tener que verle a los ojos. 

— Y-yo… No debí… No debí alimentarlo a-así... 

Y Yoongi entendió que esa disculpa no era por él. 

La rabia subió por su garganta y miró con dolor el rostro ensombrecido de su omega. 

— Taehyung es un bebé. — Dijo con con suavidad. — Me disculpo yo por asumir que solo bebía fórmula y no de ti… 

— No. Alimentarlo así no está bien... 

Yoongi no comprendió del todo el arrepentimiento. 

Sólo sabía que la fuente de todo ello era el animal que tuvo como pareja. 

Y sus manos solo le querían lentamente destrozar. 

 — Taehyung apenas tiene más de un año. — Comenzó con suavidad — Él te necesita… Necesita todos los... nutrientes. Y... Tú... Puedes... Es mejor así. De ti. — Dijo torpe.

SeokJin casi imperceptible sonrió. 

— ¿No le molestó?...

Yoongi con una cálida sonrisa negó. 

Tomó con una mano las nerviosas manos del omega y las acarició con ternura y suavidad. 

— Jamás me molestaría contigo, Jin... — Susurró con sinceridad. — Eres el omega más maravilloso del universo. ¿Cómo podría molestarme? Debería disculparme yo por no ser digno de ti... 

Las mejillas de ambos ardieron y Yoongi ni siquiera supo de dónde había obtenido valor para expresar eso. 

No era parte de su vocabulario, ni acostumbraba tan fácilmente expresar el sentir de su corazón. 

Ahora se sentía como un citador de cuentos antiguos, sobre romances prohibidos entre príncipes y guerreros. Entre ángeles y demonios. O alguno otro de esos cuentos que narraban sinceras y apasionadas historias de amor. 

Pero no podía importarle menos cuando la enorme sonrisa de Jin le aturdió y los preciosos ojitos llorosos de su omega temblaron hacia él. 

— Él… él no me p-permitía alimentarlos... 

Una amarga y asesina respiración se atoró en los pulmones de Min. 

Acarició con más ahínco las suaves manos entre sus torpes dedos y se obligó a no mostrar su de pronto vengativo sentir. 

— ¿Por qué? — Preguntó con dificultosa neutralidad. 

SeokJin se mantuvo en silencio por algunos minutos, minutos que Yoongi decidió callar también y brindarle únicamente seguridad con su calor. 

— D-decía que no era normal… que… que u-un omega macho era asqueroso haciendo e-eso... — Murmuró ronco a la nada. 

Y el lobo de Yoongi aulló con verdadera rabia. 

— P-pero... — SeokJin titubeó y calló un segundo— Pero yo los alimentaba cuando él se iba... — Confesó — Pocas veces al día para que él no lo notara... L-les daba fórmula también para que no sospechara... 

Yoongi se mantuvo en silencio y se acercó un poco más a él para hacerle saber que esta vez todo era diferente. 

Que todo había terminado y jamás volvería a sufrir. 

SeokJin contuvo su propio llanto contenido y bajo e inestable continuó sacando eso que desde hace años le hundía en su propia miseria. 

Decidió abrirse por primera vez hacia él. 

— Tae siempre tuvo miedo de… él. Y s-siempre lloraba después de que... él hablara fuerte o... se alterara... 

Yoongi apretó su mandíbula y supo exactamente lo que hablar fuerte y alterarse significaba. 

Sin embargo, calló. 

— Así que lo a-alimentaba solo c-cuando tenía mucho miedo... — Continuó temeroso. — Y no lo había hecho desde que... desde que m-me alejé de él… hoy n-no supe qué hacer... 

Yoongi apretó con suavidad sus manos y las llevó a sus labios para presionar una promesa de amor tatuada en sus labios. 

SeokJin parpadeó una gruesa lágrima que Yoongi con cuidado y cariño recogió. 

— Yo no sabía que... aún lactabas. — Le dijo el alfa con casi firmeza. — Pero no es algo de lo que debas avergonzarte o sentir miedo por hacer.... 

SeokJin le miró por debajo de su largo flequillo rubio y apretó sus gruesos labios fruncidos.

— Jamás tendrás que temer de nada más. — Le prometió Yoongi. — Yo siempre les protegeré... Y no tienes que disculparte por alimentarlo, tampoco... Ni a él, ni en un futuro a Jimin... 

Los labios y débil entereza de SeokJin temblaron en conjunto.

Y Yoongi lo acercó a su pecho y con fuerza le abrazó. 

SeokJin sollozando bajo, se aferró a él y le pidió al destino que siempre permanecieran así.

Envuelto en su fuerza y rodeado con el calor de su corazón. 

      
      
    
     
      
     
     
      
      
      
      
     
      
      
      
         
       
       
      
       
        
          
    
    
      
    
       
     
      
   
       
     
      
       
       
      
      
         

.................................................... 

(2 de 4)

Perdón por los problemas que tuve ayer al actualizar.

Quienes me siguen desde hace tiempo, saben que la plataforma me ha odiado desde siempre.

...

Nocuál sea el término más neutro o común para biberón / tetero / mamila. ¿Cómo les dicen en sus ranchitos

Otra cosita, habrá mas de Jin alimentando a Tae, para que no les tome por sorpresa.

Es un tema que tocaré en todos los omegaverse, pero creo que en este es el primero que sucedeAsí que espero que les guste este formato que utilizaré.

Cómo dato extra:

Jin no dejó de lactar a pesar de que Tae tiene más de un año, porque él es más sensible que Jungkook, por lo que lo alimentó por más tiempo a escondidas de Dongsun.

Dos o tres veces por semana tal vez.

Y no lo había hecho desde que llegó con los Min, porque solo hasta entonces Taehyung dejó de temer.
Por Yoongi principalmente

Sin embargo, seguirá alimentandolo así, porque Tae ya siente un cambio en su cuerpo

Recuerden que Jin tiene casi cinco meses de gestación, y naturalmente su cuerpo se está preparando para el nacimiento de Jimin

Tae sentirá la necesidad de reforzar su lazo de bebé con su papá. Remarcar qué él también es su pequeño cachorro para que lo mime. 

... 

En el capítulo anterior olvidé poner estos dos gifs. Dos de los cinco niños Son. 

Minhyuk y Jooheon

Nos leemos en Dionysus en un ratito más

Capítulo dedicado a: Katherinlopzlop

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top